MISCELÁNEA

* Inédito olvido de un ?pequeño? detalle
La Cancillería del actual gobierno, que preside el ingeniero Álvaro Colom Caballeros, dio a conocer en días recién pasados la lista de las personas que han sido nombradas o confirmadas para desempeñar los cargos de Embajadores Extraordinarios y Plenipotenciarios en los países con los cuales Guatemala tiene relaciones diplomáticas, y entre ellos hay unos cuantos que merecen la aprobación general, como son los casos del actual embajador ante la OEA, doctor Francisco Villagrán Deleón, quien ha sido trasladado a embajador ante la Casa Blanca, en Washington D.C.; y el del embajador José Luis (“Chino”) Chea Urruela, actual embajador en El Salvador, quien ha sido trasladado a México. Así como otros nombramientos que es obvio que fueron hechos por pura complacencia; y otros que -¡francamente!- en mi opinión son un error, como el del ex Canciller Gert Rosenthal otra vez ante la ONU en Nueva York; y, sobre todo, el de Jorge Skinner-Klée Arenales actualmente en la ONU y trasladado ante la OEA para que haga gestiones para que el ex vicepresidente Eduardo Stein Barillas sea electo en sustitución del actual secretario general, el político chileno José Miguel Insulza, quien va a retirarse a pesar de que su período de cinco años terminará en el 2010, pero quiere regresar a Chile para ser candidato a la presidencia en sustitución de la doctora Michele Bachelet. Se dice que Rosenthal puso como condición para regresar a la ONU que se le dé a Skinner-Klée Arenales este otro cargo “porque tiene hijos pequeños que educar”. ¡Ah púchis! Como si el Servicio Diplomático fuese una fuente de trabajo permanente para el clan Skinner Klée-Arenales. También hay otros nombramietos de embajadores que fueron confirmados en los cargos que actualmente ocupan, como la actual embajadora en Francia, licenciada Ana Isabel Prera, quien desde el principio del gobierno demócratacristiano de Vinicio Cerezo y Alfonso Cabrera Hidalgo ha hecho su modus vivendi primero en la burocracia y después en la diplomacia. ¡Suave la vida! Pero ella por lo menos es competente y bonita. O al revés, bonita y competente.
Pero es el caso que que el artículo 4 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, que se firmó el 18 de abril de 1961 y entró en vigor el 24 de abril de 1964, dice lo siguiente:
1. El Estado acreditante deberá asegurarse de que la persona que se proponga acreditar como jefe de la misión ante el Estado receptor ha obtenido el asentimiento de ese Estado.
2. El Estado receptor no esta obligado a expresar al Estado acreditante los motivos de su negativa a otorgar el asentimiento.
Sin embargo, por increíble que parezca, la Cancillería del actual gobierno de Guatemala, a cargo del licenciado Haroldo Rodas, aparentemente olvidó (?) o no tomó en cuenta el ?pequeño detalle? que debió esperar para dar a conocer los nombres de estos embajadores hasta después de haber solicitado -y obtenido- el placet o beneplácito para cada uno de ellos de las Cancillerías de los países anfitriones. ¡Lo cual es imperdonable! Es inexcusable que el Canciller Rodas no lo haya tomado en consideración o que sus consejeros no se lo haya hecho ver antes de que se divulgaran esos nombres.
En el estricto cumplimiento del inciso 1 del artículo 4 de la Convención de Viena, los gobiernos de todos esos países tendrían el derecho a rechazar a quienes fueron nombrados públicamente antes de esperar a que se les otorgara el beneplácito. ¡Qué clavo! Naturalmente, este no es el caso de quienes han sido confirmados en sus cargos ni tampoco los de los embajadores ante la OEA y la ONU, porque estas organizaciones no exigen este requisito.
* Más sobre los dos Jorge Castañeda
Al consultar Wilkipedia, enciclopedia libre de Internet, en la página correspondiente a Jorge Gerardo Castañeda Gutman, ex Secretario de Relaciones Exteriores de México, encontré estos datos:
Actividad académica
Nació en la Ciudad de México el 24 de mayo de 1953. Es hijo de Jorge Castañeda y Álvarez de la Rosa, destacado diplomático e historiador que ocupó la Secretaría de Relaciones Exteriores de 1979 a 1982, durante el sexenio de José López Portillo, y de Neoma Gutman, originaria de Bielorrusia. Estudió la licenciatura en Economía en la Universidad de Princeton y el Doctorado en Historia Económica en la Universidad de París (Panteón – La Sorbona). Tras finalizar sus estudios fue profesor visitante en varias universidades, entre ellas la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad de Princeton, la Universidad de Nueva York y la Universidad de California Berkeley. Es autor de más de una docena de libros y editorialista frecuente en los diarios Reforma (México), El País (España), Los Angeles Times y en la revista Newsweek (EE.UU.)
Carrera política
Inició su carrera política como militante del Partido Comunista Mexicano. Como tal viajó a Cuba en repetidas ocasiones logrando lazos de amistad con Fidel Castro. Sin embargo, en el año 2000, el periodista Raymundo Riva Palacio documentó que durante su juventud Castañeda actuó como agente de la CIA, lo que no ha sido desmentido por el ex canciller, ni por el gobierno estadounidense. Un año después, un documental de la televisión cubana confirmó esta versión. Además de esta versión, existe documentos de la Dirección Federal de Seguridad (un legajo de 215 páginas) que lo apuntan como espia para el régimen cubano durante los años 1979 a 1985, entregando por más de tres años información estratégica de la Secretaría de Relaciónes Exteriores y del gobierno mexicano a la Dirección General de Inteligencia Cubana. Los documentos se encuentran en la galería del Archivo General de la Nación.
Fue asesor del dirigente izquierdista Cuauhtémoc Cárdenas durante su campaña presidencial en 1988, y en el año 2000 asesoró la candidatura del derechista Vicente Fox Quesada, quién después de triunfar en los comicios y tomar posesión como Presidente lo nombró Secretario de Relaciones Exteriores.

Así lucía cuando desempeñó el importante cargo de Canciller de México durante el gobierno de Vicente Fox y estuvo a punto de romper relaciones diplomáticas con la Cuba comunista de Fidel Castro.
Secretario de Relaciones Exteriores
En este cargo se mantuvo del 1 de diciembre de 2000 al mes de enero de 2003, fecha en la que decidió renunciar en vísperas de la guerra de Irak que lo colocaba en una situación incómoda (apoyar la guerra a costa de perder popularidad interna u oponerse a ella y confrontarse así con el gobierno de Estados Unidos).
Durante su gestión México participó en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, organizó la Cumbre de las Naciones Unidas para el Financiamiento al Desarrollo, la V Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio y consiguió las sedes de la cumbre de la APEC y la Cumbre Extraordinaria de las Américas además, por primera vez en la historia de las relaciones bilaterales, México votó contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la OEA, generando una tensión entre los gobiernos de ambos países.
Separado del gobierno, hizo algunos comentarios negativos del gobierno de Vicente Fox. Supuestamente, fue testigo de un pacto entre éste y Grupo Televisa para evitar el establecimiento en México de una tercera cadena televisiva de alcance nacional.
Las elecciones de 2006
Tras renunciar a su cargo de Secretario recorrió el país como conferencista. El 25 de marzo de 2004 anunció su candidatura presidencial con miras a las elecciones federales de julio de 2006. Cuatro días después entabló un juicio de amparo para poder contender a la presidencia sin ser nominado por un partido político pero un juez de distrito desechó sus argumentos. Tras analizar el fallo, la Suprema Corte de Justicia mexicana decidió atraer el caso el 7 de abril de 2005. Sin embargo, el pleno de la Suprema Corte negó por mayoría el amparo, basado en que dicho recurso no es procedente en el caso de leyes electorales. Inconforme, denunció su caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, alegando que el Estado mexicano lo había arrinconado en la indefensión, y acusó al gobierno de Vicente Fox de hacer gestiones para evitar su candidatura a fin de no restar votos al candidato del PAN Felipe Calderón Hinojosa. La CIDH decidió, en mayo de 2007, darle seguimiento a su caso.
Castañeda llamó a detener “por las buenas o por las malas” la candidatura a la presidencia del izquierdista Andrés Manuel López Obrador y en un artículo en el diario Reforma del 12 de abril del 2006 invitó abiertamente a las televisoras mexicanas a contribuir a la “estrategia del miedo”, para perjudicar a este último. Ante la imposibilidad de competir por la Presidencia de la República, Castañeda inició acercamientos con el PAN para ser candidato a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, pero la nominación le fue ganada por otro candidato.
A finales de noviembre de 2007 salió a la luz el libro La diferencia que escribió asociado con el ex-vocero del presidente Vicente Fox Quesada, Rubén Aguilar. En él se narran desde la perspectiva de los autores una serie de acontecimientos del sexenio, incluyendo entrevistas al propio ex-presidente Fox, así como chismes y señalamientos de diversos personajes de la política.
Espía a México para Cuba y traiciona a su patria

Así lucía Jorge Gerardo Castañeda Gutman cuando era militante comunista y espiaba al gobierno de México para el gobierno comunista de Fidel Castro durante los años 1979 a 1985, en especial mientras su padre, Jorge Castañeda y Álvarez de la Rosa, fue Secretario de Relaciones Exteriores durante los últimos años del gobierno del presidente José López Portillo.
Por más de tres años entregó información estratégica de la Cancillería y del gobierno mexicanos, documenta un expediente de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad (DFS), ubicado en el Archivo General de la Nación. Incluso, presionó a su padre, Jorge Castañeda y Álvarez de la Rosa, entonces secretario de Relaciones Exteriores del gobierno de José López Portillo, de forma ?altanera, exigente y denigrante? para que tomara decisiones bajo los dictados de La Habana, revela el legajo de 215 páginas, de las cuales 37 fueron eliminadas de la versión pública por contener datos personales y confidenciales. Reportes de la época, firmados por Miguel Nazar Haro, director de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), señalan como su padrino en el espionaje a Jorge Luis Joa Campos, miembro de la Dirección General de Inteligencia del Partido Comunista de Cuba y jefe de la Sección México, quien lo reclutó en 1979. A Joa Campos y sus jefes les sorprendió, hasta la sospecha, lo productivo que resultó como informante y facilitador Castañeda Gutman. Según el investigador Nazar Haro, integrantes encubiertos de la inteligencia cubana obtuvieron de Castañeda Gutman información de ?todas las actividades oficiales? de su padre el canciller. Y señala a dos colaboradores directos de su padre ?Mauricio Toussaint Ribot y Miguel Marín Bosch? como los que le filtraban datos y le resolvían asuntos. El expediente documenta también su contacto, en 1982, con un doctor en Economía en campaña por el poder: José Córdoba Montoya. En 1984 se desgastó hasta la ruptura su trato con los cubanos; tachó de ?estúpidos? a los líderes a los que sirvió como espía encubierto. Quince años después, como canciller del gobierno foxista, emprendió la demolición de los puentes diplomáticos entre México y Cuba.
Se armó un gran escándalo cuando el presidente de México, Vicente Fox Quesada, llamó por teléfono indiscretamente a Castro Ruz para pedirle que si asistía a una reunión iberoamericana con Canadá y Estados Unidos, que iba a tener lugar en Monterrey, y a la cual había anunciado que asistiría el presidente de Estados Unidos George W. Bush, se regresara a Cuba tan pronto pronunciara su discurso, por lo que se disgustó el dictador comunista cubano y a manera de venganza reprodujo las grabaciones de las llamadas telefónicas. Y a pesar de todo Castro llegó a Monterrey, donde pronunció un discurso en el que denunció esa situación, lo cual estuvo a punto de causar el rompimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países.
También se ha sabido que Castro se disgustó y enemistó con Castañeda Gutman cuando éste era consejero de los guerrilleros subversivos de El Salvador, y los traicionó después de haber escrito personalmente el documento franco-mexicano de reconocimiento a las fuerzas del Frente Farabundo Martí para la Liberación (FMLN) que presentó su padre, el Secretario de Relaciones Exteriores Castañeda y Álvarez de la Rosa junto con el canciller de Francia. Además, se hizo merecedor del eterno rencor de Castro cuando publicó su libro Utopía Desarmada (Intrigas, dilemas y promesa de la izquierda en América Latina), en el cual cuenta interioridades de la actuación del gobierno de Cuba con el FMLN en El Salvador y denunció actividades del dirigente del partido comunista norteamericano Earl Browder. También contiene comentarios sobre algunos de los errores de los comunistas del PGT (Partido Guatemalteco del Trabajo) en Guatemala durante el gobierno del coronel Jacobo Árbenz Guzmán. Y en este libro comentó en forma crítica otras actividades de los partidos comunistas de Cuba y de Chile.
Por influencia de Castañeda Gutman, quien era miembro del partido Comunista y espía de Fidel Castro, su padre maquinó una serie de intrigas maquiavélicas para tratar de entorpecer la buena relación personal que existía entre el mandatario mexicano y el embajador de Guatemala, que era yo. Una de esas intrigas tuvo éxito cuando se opuso a que López Portillo viniese a Guatemala aduciendo que podrían asesinarle los anticomunistas del partido Movimiento de Liberación Nacional (MLN) en venganza por el santuario que les daban a los guerrilleros en México. El Canciller Castañeda no podía soportar cada vez que, con su acostumbrada cordialidad conmigo, el presidente López Portillo me saludaba tomando mi mano entre sus dos manos y diciéndome: ?¿Cómo le va a mi embajadorazo??

Esto era lo que enfermaba de celos y envidia al Secretario de Relaciones Exteriores Jorge Castañeda y Álvarez de la Rosa.
En esta foto, el presidente José López Portillo me recibe en Los Pinos al lado de mi buen amigo el entonces Secretario de Relaciones Exteriores, licenciado Santiago Roel, ilustre ex profesor de la Universidad de Monterrey, a quien en mala hora sustituyó el insoportable comunistoide Jorge Castañeda padre.

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