Día del Trabajo

Estimados amigos lectores:
Me van a tener que disculpar, pero hoy no publicaré nada, ni mañana tampoco, porque me pasé todo el domingo escribiendo un largo artículo para aclarar algunos de los estúpidos señalamientos que me hizo en su artículo anónimo una siniestra sabandija que se dice poeta (y lo es, pero no siempre escribe bien porque predomina en él su calidad de sabandija), y cuando traté de grabarlo me encontré con la desagradable sorpresa que estaba borrado todo -¡sí, todo borrado!- lo que había escrito. Algo extraño sucedió a mi computadora, pero el hecho es que todo lo que había escrito se borró misteriosamente.
Voy a tener que consultar a la persona que se encarga de supervisar mi página web para que vea lo que se puede hacer al respecto. Si es que se puede hacer algo para recuperar lo que había escrito.
Y si no hay nada qué hacer, es porque hubo algún tipo de sabotaje y tendré que volver a escribir de nuevo todo lo que había escrito y “se borró”, para no decir que alguien lo borró. Pero eso será después. Por de pronto, como hoy y mañana no se trabaja para celebrar el Día del Trabajo, tampoco yo voy a trabajar, sino voy a regresar a la cama a tratar de descansar tranquilamente. Ustedes me disculparán, si son tan amables. Y si no me disculpan, de todas maneras no pienso ponerme a trabajar para volver escribir a estas horas todo lo que “se borró” misteriosamente. O sea que es evidente que alguien se metió en mi computadora y lo borró.
Mientras se averigüa, les deseo que pasen un buen descanso por el Día del Trabajo. Si Dios quiere volveré a estar con ustedes el miércoles.

Posted in Sin categoría