Miscelánea

Explotadores de esperanzas
La pobreza económica y cultural de una sociedad necesitada es caldo de cultivo que aprovechan para hacer mucho dinero ciertas personas inescrupulosas que se valen de la falta de salud de la gente sencilla y crédula para venderles supuestas ?curas milagrosas? y la falaz promesa de resolver todos sus males y sufrimientos con supuestos “pañuelos milagrosos”. Por esta razón es que han surgido en nuestro país, como por encanto, tantos predicadores que por su conocimiento de las llamadas Sagradas Escrituras, su personalidad, su carisma y su labia privilegiada logran hacer una fortuna en corto tiempo. Estos falsos profetas son unos explotadores de las esperanzas que logran despertar entre los incautos que se reúnen para escuchar sus prédicas periódicas y creen todo lo que se les dice ?en nombre de Dios?. Aunque Dios sabe que no están hablando en su nombre sino para llenarse de dinero los bolsillos.
Es tan buen negocio ser predicador de alguna de las tantas sectas religiosas que ciertas personas que han fracasado en los diferentes negocios a los que antes se dedicaban, e incluso han sido demandadas por no haber cumplido sus compromisos de pago, en corto tiempo han hecho una respetable fortuna y han adquirido propiedades, avión propio y automóviles de lujo. Pero entre todos estos ?largos? creo que los peores son unos individuos que, con marcado acento extranjero (probablemente de origen brasileño), que convocan a asistir al antiguo cine Reforma y aparecen a diario en un canal de televisión comercial antes de los noticiarios comiendo un pan que se supone es como el que se dice que Jesús compartió con sus apóstoles durante la última cena, y ofreciendo ?mantos o pañuelos milagrosos? para que “paren de sufrir?. No me explico por qué no existe en Guatemala una autoridad que intervenga en estos casos para prohibir que se cometan estas estafas a través de un canal de televisión comercial. Alguna autoridad debería intervenir en estos casos para impedir que se estafe públicamente a los necesitados, crédulos o incautos que creen que en verdad van a curarse de todos sus males con esas supuestas ?curas milagrosas?.
Y como digo una cosa también digo esta otra: tampoco estoy de acuerdo con la idolatría, ni con la venta de fetiches como escapularios, rosarios, medallas y otras cosas por el estilo en nombre de la fe religiosa, porque eso también es una forma de explotación de la esperanza.

No basta con ser mujer e indígena

A pesar de que el lema de la III Cumbre de Pueblos Indígenas del Continente fue ?de la resistencia al poder?, al entrar a conocer una propuesta para apoyar la candidatura presidencial de Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz 1992, la mayoría de los participantes en ella resolvió negar apoyo a la candidata presidencial que postula el partido Encuentro por Guatemala (de la diputada Nineth Montenegro) y del movimiento político indígena Winaq, lo cual no es ninguna sorpresa para quienes sabemos que los indígenas en Guatemala no están unidos y, sobre todo, que esa mujer no goza de la confianza y simpatía de todos los indígenas del país, sino, por el contrario, muchos de ellos la consideran una persona oportunista y aprovechada.
?En la cumbre decidimos no apoyar las intenciones políticas del movimiento del cual ella es líder, ya que, como otros pueblos indígenas, no nos vemos representados en su movimiento?, declaró Rafael González, de la Coordinadora Nacional de Organización Campesina (CNOC). Y se refirió concretamente a que durante los últimos años esta controvertida precandidata presidencial ?se ha mantenido ajena a la problemática que los pueblos autóctonos han venido enfrentando; y agregó que en los últimos años la Menchú no ha protagonizado ningún movimiento consecuente. A lo que respondió un vocero del movimiento político Winaq que ellos se mantienen respetuosos de las comunidades que les apoyan como de las que prefieren mantenerse al margen (como es el caso de la CNOC). Pero dio a conocer algo sumamente interesante: que esta cumbre fue convocada por organizaciones proclives a la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), lo cual podría significar que ha surgido un distanciamiento político. Pero significa también que los dirigentes de la URNG se han querido pasar de listos y organizaron esa supuesta Cumbre Continental de Pueblos Indígenas como si en realidad se tratase de un acontecimiento étnico respetable, pero en realidad fue un acto eminentemente político organizado por ese partido de izquierda recalcitrante para promover la candidatura de sus candidatos presidenciales, la Menchú y Jorge Soto.
Se cree que uno de los probables motivos que influyeron en la drástica decisión negativa de la mayoría de los asistentes a la III Cumbre de Pueblos Indígenas del Continente pudo haber sido la injustificable falta de asistencia de la Menchú, pretextando que tenía que cumplir compromisos en los Estados Unidos, lo cual pudo haber sido también la causa de la sorpresiva inasistencia y no participación del presidente boliviano Evo Morales, a pesar de que se había anunciado que vendría al país para tomar parte en esa reunión, pero al final de cuentas solamente vino el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, también indígena. Y como para reforzar esta tesis, Álvaro Pop, representante del Instituto Indígena Naleb, declaró que estima que habría sido de suma importancia la presencia de Rigoberta Menchú en esa III Cumbre de Pueblos Indígenas Continental.
Concuerdo por completo con las constantes opiniones negativas que el doctor Mario Roberto Morales expresa reiteradamente sobre esta mujer que después de haber hecho creer al mundo que ella fue la autora de la narración del libro ?Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia?, que le sirvió de trampolín para que sus promotores socialistas franceses le consiguieran el premio Nobel de la Paz 1992 y además un millón de dólares a la cola, para lo cual es obvio que no tenía los méritos que se supone que serían indispensables para merecer tan alta distinción internacional, desde entonces ha venido explotando el hecho de ser mujer y de raza indígena para despertar el apoyo de personalidades dentro y fuera del país, al extremo de que ahora pretende ser electa nada menos que Presidenta de la República de Guatemala en base a que si no se vota por ella es porque es mujer e indígena y, por consiguiente, quien no vote por ella es machista y racista. Pero debería entender que no es suficiente con que ella sea mujer, ni mucho menos que sea de raza indígena, oriunda del departamento de el Quiché, para que sea la persona idónea y tenga lo que se necesita para desempeñar el importante cargo de Presidenta de la República.

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