Hasta el momento he mencionado a 10 candidatos a candidatos a la Presidencia de la República y entre ellos no podría decir que he identificado a uno que, en mi opinión, merece llegar a ser el próximo gobernante de nuestro sufrido país. Pero esto no debe sorprender a nadie porque, como un día dijo en el restaurante Carpaccio el desagradable ingeniero José Rubén Zamora, presidente de El Periódico, cada vez que hemos participado en elecciones presidenciales han ganado los candidatos a quienes he criticado, como Vinicio Cerezo Arévalo, Alfonso Portillo Cabrera y el actual mandatario, Óscar Berger Perdomo. Y es innegable que tiene razón ?no lo niego-, pero vean cómo nos ha ido con ellos.
Yo no pretendo que mis lectores acepten mis opiniones personales como dogmas, como si yo fuese el oráculo de Delfos, o cosa parecida, que nunca se equivoca, porque estoy consciente de que solo soy un ser humano, capaz de cometer errores. Sin embargo, por los muchos años que he vivido y las experiencias que he tenido mientras he estado dedicado al periodismo, me siento con derecho a opinar lo que pienso de los aspirantes a gobernar a nuestra patria.
Hasta el momento me he referido a los candidatos Jorge Ismael Soto, actual diputado, de ideología comunista, que durante la subversión armada fue el comandante Pablo Monsanto de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR); el ingeniero Álvaro Colom Caballeros, un buen hombre, con experiencia política y administrativa, que por tercera vez se lanza como candidato presidencial y dicen que ?a la tercera va la vencida?; el doctor en medicina y propietario de un laboratorio Francisco Arredondo, quien recorrió varios partidos en busca de su postulación presidencial y, finalmente, será postulado por el partido de Avanzada Nacional (PAN); ya fue postulado candidato presidencial el ex director del sistema carcelario, doctor en medicina Alejandro Giammattei Falla, designado por el presidente Óscar Berger Perdomo candidato del partido oficial Gana (lo cual no creo que le favorece por el evidente desgaste que ha sufrido este presidente) y, sinceramente, no creo que vaya a hacer honor al nombre de ese partido y ganar, porque creo que va a perder; el licenciado de tendencia izquierdista Edgar Gutiérrez, candidato de un nuevo partido denominado Frente, organizado y dirigido por el veterano polìtico Alfonso Cabrera Hidalgo, por muchos años militante y dirigente del partido Democracia Cristiana Guatemalteca; el abogado Manuel Conde Orellana, candidato presidencial del partido Unión Democrática (UD); la única mujer que hasta el momento ha lanzado su candidatura presidencial, la indígena Rigoberta Menchú Tum, premio Nobel de la Paz 1992, empresaria de farmacias con descuento y hasta hace poco tiempo embajadora “de buena voluntad” del actual gobierno de empresarios; el diputado Mario Estrada, quien va a ser postulado por el partido Unión del Cambio Nacional (UCN) y tiene muchos partidarios en el Oriente del país, particularmente en los departamentos de Jalapa y Jutiapa.
Entre estos candidatos, por múltiples razones creo que es Álvaro Colom quien tiene mejores posibilidades de ganar las elecciones que se celebrarán en el próximo mes de septiembre. Pero, como ya dije, no debe confiar demasiado en las encuestas, porque todavía faltan cinco meses para el evento electoral y la sabiduría popular dice que del plato a la boca se cae la sopa.
¿Quiénes más me falta mencionar?
El doctor en Matemáticas y Física Nuclear Eduardo Suger Cofiño, graduado en Zurich (Suiza), con postgrado en la Universidad de Austin (Texas), fundador y Rector de la Universidad Galileo, un hombre distinguido y caballeroso, agradable, inteligente y preparado, pero es calificado por algunos como excesivamente vanidoso. Aunque estoy seguro que está animado de las mejores intenciones de trabajar por la felicidad de los guatemaltecos y el progreso de Guatemala, fue candidato presidencial en las últimas elecciones y perdió. Su discurso es eminentemente docente y elitista, no es político, no llega al pueblo. No creo que en esta segunda oportunidad tenga mejores posibilidades de ganar.
Ya mencioné que el candidato presidencial de la Democracia Cristiana Guatemalteca (DCG) será Marco Vinicio Cerezo Blandón, una buena persona y dedicado ambientalista graduado en Francia, es el hijo mayor del ex presidente de la República Marco Vinicio Cerezo Arévalo, actual diputado y Secretario General de ese partido. No creo que pueda tener la menor posibilidad de ganar. Es más, en mi opinión, su papá le está comprometiendo innecesariamente en algo que será un rotundo fracaso y un motivo de bochorno. El ex presidente Cerezo está actuando como si el partido político del cual es, hoy por hoy, el máximo dirigente, fuese de su propiedad particular. Y, lo que es peor, como si la familia Cerezo fuese una dinastía y él pudiese heredar el poder a sus hijos.
También he mencionado que el señor Luis Rabbé es el candidato presidencial del partido político Frente Republicano Guatemalteco (FRG) que dirigen el general retirado Efraín Ríos Montt y su hija Zury y en sus acalorados discursos proselitistas anda ofreciendo por todas partes a las muchedumbres que les va a otorgar préstamos para que pongan un negocio y sin más garantía que la palabra. Lamento que Rabbé esté cayendo en semejante demagogia populista que lo único que va producir son falsas esperanzas.
Para terminar, últimamente se ha venido mencionando con creciente insistencia que el doctor Harold Caballeros, fundador y durante muchos años pastor evangélico de la Iglesia El Shaddai, va a ser el candidato presidencial de un partido político en formación denominado Viva que se anuncia por todas partes, y que también será postulado por el partido Unionista. No se nada de él, no conozco su hoja de vida, o currículo. Sin embargo, tengo los mejores informes sobre su personalidad y lo que ha hecho en su vida. He oído excelentes comentarios sobre él de algunos de sus amigos que me merecen confianza y le catalogan como buena persona, dicen que fue un buen estudiante y se entregó por completo a Jesucristo y a la Biblia después de haber sufrido un accidente automovilístico; un hombre inteligente, tratable, bien preparado y con mucha capacidad, graduado de abogado en Guatemala y con un postgrado en la universidad norteamericana de Harvard. He buscado en Internet alguna información adicional, pero no la he encontrado.
Estoy informado, sin embargo, que desde hace varios años ya no es el pastor de la iglesia El Shaddai y dejó esa responsabilidad a su esposa Cecilia Arimany de Caballeros, al pastor Francisco Campollo, a los pastores Silvia y Luis Pedro Solares y al pastor Juan Carlos Abril. A mi, en lo personal, no me afecta en lo más mínimo cuál pueda ser su credo religioso, porque en Guatemala la Constitución garantiza la libertad de cultos y la libertad que yo practico es ser un católico retirado, no creo en ninguna denominación religiosa. Creo en Dios y venero a Jesucristo, pero mi iglesia está dentro de mí mismo, en mi corazón.
Otros dos compatriotas que están trabajando para ser postulados candidatos presidenciales son el bachiller Lionel Sisniega Otero, de muy larga militancia en las filas del anticomunismo, desde el tiempo de la llamada ?Liberación Nacional?, cuando ocupó el cargo de director de Turismo; ha sido diputado varias veces y ya fue candidato a la presidencia una vez, tal vez dos, y perdió.
Otro que está trabajando sin descanso para ser candidato presidencial es Rodolfo Rosales García-Salas, un político peculiar, sumamente pintoresco, apodado ?Llanero solitario?, quien afirmó en una entrevista que le hizo recientemente el periodista Haroldo Sánchez (el ?señor de los anillos?) en el canal Guatevisión, propiedad del periódico Prensa Libre, que los demás candidatos ?le tiemblan porque saben que tiene los pantalones bien puestos y no tiene pelos en la lengua?.
Sinceramente, creo que ninguno de estos dos compatriotas tienen la menor posibilidad de ganar la próxima elección para Presidente de la República. Les deseo resignación y buena suerte.
Antes de cerrar este capítulo sobre los candidatos a candidatos presidenciales, quiero informar a ustedes que anoche recibí un correo electrónico que me envió un amigo y colega en el cual me dice que se están usando algunos de los comentarios que he hecho sobre los candidatos presidenciales y les han agregado algunas cosas que no están en el texto de lo que yo he publicado en esta página web ?con todo tipo de acusasiones explicitas contra el candidato Giammattei, empezando por el homosexualismo?. Y agrega que lo estan haciendo circular como una campaña negra, de la misma forma en que lo hicieron en las elecciones anteriores y me atribuyen el contenido, como columnista. Sobre este particular, debo decir con absoluta sinceridad y franqueza que a mí me viene del Norte, no me interesa cuál pueda ser la preferencia o el comportamiento sexual de los candidatos presidenciales. Creo que cada quien tiene derecho a la preferencia sexual que mejor le parezca. Como se dice en México en estos casos, ¡a mí mis timbres!. Pero rechazo y condeno que estén empleando mis comentarios para hacer una cobarde campaña anónima. Quienes la puedan estar haciendo deberían tener la entereza para asumir la responsabilidad de sus acciones. ¡Que no sean tan cobardes!