ESO NO SE HACE

El jueves pasado, cuando faltan solamente 23 días para la Segunda Vuelta Electoral que se celebrará el 4 de noviembre, causó mucha sorpresa a numerosas personas que el joven e impulsivo periodista José Carlos Marroquín haya presentado su renuncia intempestivamente como ?encargado de estrategia” del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) que postula la candidatura presidencial del ingeniero Álvaro Colom Caballeros, quien ganó con mayoría relativa la Primera Vuelta Electoral y por eso es uno de los dos candidatos que todavía están compitiendo para llegar a la Presidencia de la República.
Para tratar de justificar su inoportuna decisión, sin embargo, Marroquín explicó a los representantes de medios de comunicación que lo hizo “por problemas familiares” y debido a las amenazas que ha recibido de grupos vinculados con el crímen organizado y agregó que ?deja la batalla política, pero no la lucha contra los poderes ocultos que tienen a Guatemala de rodillas?, calificando de ?poderes ocultos? al crímen organizado.
Como es natural, su sorpresiva e imprudente renuncia en estos momentos, tanto al cargo de “estratega” que venía desempeñando con un sueldo muy elevado que unos dicen que era de Q.60 mil, aunque otros dicen que ?sólo? eran Q.40 mil, y renunció también del partido político UNE al que pertenecía, lo cual es inconveniente tanto para el partido como para el candidato a quien estaba ?asesorando? en materia de estrategia política, materia que no se dónde la aprendió porque cuando escribía columnas periodísticas nunca me pareció que lo fuese. Lógicamente, su renuncia se presta para que surja una gran cantidad y variedad de especulaciones a cuales más ingratas y probablemente falsas y calumniosas.
El primer comentario que escuché al respecto fue de labios de un viejo político marrullero que, como tal, es excesivamente suspicaz y de lengua venenosa, y fue el siguiente: ?Las ratas abandonan el barco cuando se está hundiendo?. A lo que respondí que, por una parte, no creo que merezca ese calificativo el joven periodista y dizque “estratega político” José Carlos Marroquín, bisnieto del admirado y bien recordado gran periodista Clemente Marroquín Rojas, nieto del veterano periodista Óscar Marroquín Milla, o Rojas (como él prefiere), hijo del licenciado Óscar Clemente Marroquín Godoy, propietario y director general del diario La Hora, hermano de Luis Marroquín, director del periódico oficial Diario de Centroamérica, sobrino del periodista Gonzalo Marroquín Godoy, socio y director editorial de Prensa Libre y primo del ingeniero José Rubén Zamora Marroquín, presidente de elPeriódico; y, en segundo lugar, que no creo que, a pesar de las encuestas amañadas que han venido publicando, tampoco se pueda decir con certeza que el partido UNE sea un barco que se está hundiendo. Por consiguiente, sugerí a ese veterano político excesivamente suspicaz, que no repita esa atrevida interpretación.
Durante un almuerzo entre amigos, otra persona a quien considero inteligente hizo el comentario ?que también me pareció atrevido e infundado- que “la renuncia de ese muchacho fue una traición fríamente calculada? con el objetivo de perjudicar al candidato Colom en vísperas de la Segunda Vuelta y, por consiguiente, inclinar la balanza en favor de su contrincante, el general de “mano dura” Otto Pérez Molina, prácticamente dueño del partido denominado Patriota, pero a saber si merece esa calificación tan honrosa. Mi respuesta a esta otra maliciosa insinuación es que no creo capaz a ese muchacho de cometer una vil traición como la que supone porque necesitaría ser muy mala persona y merecedor de los peores insultos y el desprecio de las personas decentes alguien que pueda prestarse a hacer ese juego tan sucio. Pero la cosa se complicó cuando otro de los presentes juró que vio y oyó por televisión que Marroquín dijo tranquilamente que está dispuesto a ofrecer los beneficios de su estrategia a cualquiera de los dos candidatos presidenciales que gane el 4 de noviembre. Fue una lástima que la persona que hizo ese malicioso comentario ya no estaba presente cuando Marroquín negó en forma categórica que pudiese prestarse a ese juego y agregó que si lo hiciese sería un prostituto político. Esa aclaración habría sido como un tapaboca para quienes puedan ser tan perversos de sospechar que la intempestiva e inconveniente renuncia obedece a un afán de lucro de parte del susodicho renunciante.
Este oficio de periodista nos coloca a veces en situaciones muy difíciles al tratar de analizar ciertas cosas, y ésta es una de ellas para mí porque, en primer lugar, no me atrevería a sospechar jamás -¡mucho menos a afirmar!- que tan sorpresiva como inoportuna renuncia del bien remunerado cargo de estratega de un experimentado político con tantos años de experiencia -como es el caso del ingeniero Colom- haya obedecido al preconcebido objetivo de perjudicar su imagen ante los electores cuando sólo faltan veinte días para la votación y es demasiado tarde para hacer una rectificación. Me niego a creer que esa haya podido ser la original intención del joven Marroquín, a quien se considera una persona bien nacida, digna de haber tenido los antepasados y tener los familiares que tiene. Si pudiese pensar eso de él le tendríamos que calificar muy mal y no creo que alguien pueda tener motivos para hacerlo.
Se argumentó en un reportaje de las reporteras de Prensa Libre Luisa A. Rodríguez y Wendy Ruano, publicado en la página 5 de ese matutino del 12 de octubre que todo provino de que el fin de semana pasada ?elPeriódico publicó que los militares coronel Jacobo Salan Sánchez y general Francisco Ortega Menaldo, ?señalados de tener vínculos con el contrabando y el crimen organizado, así como figuras oscuras del Frente Republicano Guatemalteco, como Julio Girón y Napoleón Rojas, son parte del círculo que rodea a Colom por medio del diputado César Fajardo (reelecto)?. Y no satisfechas con eso agregaron ?Este legislador (abogado de Colom) está enfrentado con Marroquín desde que el padre de éste, Óscar Clemente Marroquín, lo responsabilizara de haber estado involucrado, junto con el crimen organizado, en el atentado contra su hijo?. ¡Estas ya son palabras mayores! ¡Es un atrevimiento delictivo publicar semejantes acusaciones sin tener pruebas!
Siguen diciendo esas atrevidas reporteras: ?Marroquín reconoció que ha recibido amenazas del crimen organizado y que no quiere seguir arriesgando a su familia. ?Ya tuve que separarme de ellos, pero no quiero volver a hacerlo (?)? Y fue entonces cuando agregó: Estoy dejando la batalla política pero no la lucha contra los poderes ocultos que tienen al país de rodillas!?. Y siguen diciendo: ?Opinó que el narcotráfico y el crímen organizado están presentes en todas las instituciones del Estado, incluído el sistema de partidos políticos?.
Como era de esperarse, el jefe de la campaña del PP, Alejandro Sinibaldi, no se perdió la oportunidad y aprovechó para vituperar al candidato y al partido contrincante cuando dijo ?Por lo que entiendo de sus declaraciones (de José Carlos Marroquín) le tocó vivir problemas por la infiltración del crimen organizado en la UNE, era de esperarse, pero lo importante es que supo sobreponer sus principios por encima de intereses; fue una decisión valiente de José Carlos Marroquín de dejar la UNE?.
Sinibaldi haría bien en no olvidar que no conviene tirar piedras al tejado de los vecinos cuando se tiene techo de vidrio. ¡Y vaya si él tiene techo de vidrio!
También ha habido otras personas que creen que el impacto negativo de la repentina renuncia de Marroquín va a afectar negativamente el resultado electoral del 4 de noviembre. Pero yo pregunto: ¿quién es ese muchacho para que pueda causar desdoro y problemas a un candidato presidencial como Álvaro Colom? Sin ánimo de menospreciar ni mucho menos ofender al bisnieto de don Clemente, nieto de Óscar, hijo de Óscar Clemente, sobrino de Gonzalo, primo de Zamora y hermano de Luis, no creo que cualquier cosa que pueda hacer o decir ese muchacho vaya a causar la menor roncha a un candidato presidencial como Colom. ¿A cuenta de qué? ¿Quién es él, o qué hace para que su renuncia a destiempo pueda causar perjuicio a un candidato presidencial que hace sólo 4 años obtuvo un millón de votos?
¡No señores! No es tan fácil perjudicar a un candidato tan sólido como Colom. Lo que sí es cierto es que fue un gravísimo error, tanto de Colom como de su partido, haberse expuesto a esta situación cuando desde tiempos inmemoriales dice la sabiduría popular que el que con niños pernocta amanece cagado. Y, peor aún, lo contrataron a pesar de que, conociendo la calidad humana y las características de ciertas personas, se les advirtió a tiempo, a Álvaro y a su esposa, que esto que les ha pasado podría llegar a sucederles. ¡Y les sucedió!
Lo único que me restaría hacer, de acuerdo a la edad y la experiencia que he obtenido a lo largo de 78 años de vida intensa y de andar tanto tiempo entre políticos, es aconsejar a José Carlos Marroquín que no vuelva a hacer lo que hizo, porque eso no se hace. ¡No se hace! ¡No se debe hacer!

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