Ya no más gobernantes militares

Desde la conquista hasta Morazán
Ayer les decía que en el transcurso de la triste Historia de nuestra amada patria ha habido demasiados gobernantes militares autoritarios que han hecho de Guatemala un cuartel y es una de las razones de que sea tan baja la autoestima de los guatemaltecos y de muchos otros de nuestros males ancestrales.
Para demostrarlo, voy a hacer a continuación un recordatorio de quiénes han sido estos gobernantes militares, desde el llamado ?conquistador? de estas tierras, el “Adelantado? “don” Pedro de Alvarado y Contreras, un capitán sanguinario y genocida que asesinó cobardemente a muchísimos de los pobladores originales de México y Guatemala y el 25 de julio de 1524 fundó en tierras cakchiqueles de Iximché la Villa de Santiago de Guatemala y gobernó tres períodos durante la etapa de ?la conquista?: el primero fue del 27 de julio de 1524 al 4 de octubre de 1525, el segundo del 12 de octubre de 1525 al 5 de febrero de 1526 y el tercero del 20 al 26 de agosto de 1526. Entonces se fundó la ciudad de Santiago ?en las tierras de los indios guatemaltecos?, en el valle de Almolonga, el 22 de noviembre de 1527. Según el Archivo Mercedario de Guatemala, les llamaron ?indios guatemaltecos? a los indígenas que vivían en el valle de Almolonga y que a la llegada de Alvarado se retiraron a las cercanías de Escuintepeque. Pedro de Alvarado fue el primer Gobernador y Capitán General del 11 de abril de 1530 al 20 de enero de 1533. Volvió a asumir el cargo del 20 de abril de 1535 al 2 de marzo de 1536, y otra vez del 16 de septiembre de 1539 al 19 de mayo de 1540. Por ser desmedidamente ambicioso, de poder y de riquezas, se proponía regresar al Perú, donde ya había estado antes y trató de adueñarse del oro de los incas, pero fue derrotado y sacado del Perú por Francisco Pizarro, el “conquistador” del Perú, cuna de la civilización y el imperio Inca. Pero cuando Alvarado se dirigía a abordar los barcos que había hecho construír en México para viajar al Perú, murió en una acción militar que se conoce como ?Guerra del Mixtón?, en Nochistlán, cerca de Guadalajara, en la zona de Nueva Galicia que hoy es el Estado de Jalisco, cuando fue arrollado por el caballo de un soldado que huía del contraataque de los indios chichimecas que eran comandados por Francisco Tenamaxtle, un caxcan que se había levantado en armas por la opresión castellana. Tras unos cuantos días de agonía, Alvarado murió el 4 de julio de 1541 y se dice que le preguntaron qué le dolía y contestó ?¡El alma! ¡Me duele el alma!?, seguramente porque le remordía la conciencia por todas sus matanzas de indígenas tanto en la ?conquista? de México, en Tenochtitlán, como en la ?conquista? de Guatemala, donde ordenó quemar vivos a los monarcas cakchiqueles en Iximché. Su cuerpo fue enterrado primero en la iglesia de Tripetio (Michoacán), y cuarenta años después fue trasladado a Antigua Guatemala por su hija, Leonor Alvarado Xicotencatl, junto al cadaver de su esposa, “doña” Beatríz de la Cueva, llamada ?La Sinventura? porque enviudó menos de un año después de suceder a su hermana como esposa de Alvarado, y luego sobrevivió a su marido solamente un año. La última morada de Alvarado fue la catedral de la Antigua, y debería seguir siéndolo, pero las repetidas reformas y catástrofes naturales han hecho que se pierda la ubicación de sus restos.
Durante la etapa colonial gobernaron estas tierras muchos civiles, pero también muchísimos militares, como los siguientes: los hermanos de Pedro de Alvarado, capitanes Jorge y Gonzalo de Alvarado Contreras, el capitán Pedro Portocarrero, el general Martín Carlos de Mencos y Arbizú, del 6 de enero de 1659 al 8 de enero de 1667; el capitán de caballería Jacinto de Barrios Leal, del 17 de diciembre de 1693 al 12 de noviembre de 1965; el general Gabriel Sánchez de Berrospe, del 26 de marzo de 1696 al 11 de enero de 1700 y del 6 de abril de 1700 al 30 de mayo 1702; el mariscal de campo Antonio Pedro de Echevers y Subiza, del 2 de diciembre 1724 al 12 de julio de 1733; el teniente general José Vásquez Prego y Montaos y Soto Mayor, del 17 de enero 1752 al 24 de junio 1754; el mariscal de campo Alonso de Arcos y Moreno, del 17 de octubre 1754 al 27 de octubre 1760; el mariscal de campo Alonso Fernández de Heredia, del 15 de junio 1761 al 11 de abril 1764; el capitán de navío Joaquín de Aguirre y Oquendo (murió en Zacapa el 11 de abril de 1764 y no llegó a tomar posesión del cargo); el brigadier Pedro de Salazar Nátera y Mendoza, del 14 de noviembre 1764 al 5 de julio de 1760; otra vez el mariscal de campo Pedro de Salazar Nátera y Mendoza, del 14 de noviembre 1764 al 5 de julio 1768; otra vez el mariscal de campo Alonso Fernández de Heredia, del 5 de julio de 1768 al 28 de enero 1769; otra vez el mariscal de campo Pedro de Salazar Nátera y Mendoza, del mes de febrero 1769 al 20 de mayo de 1771; el capitán y mariscal de campo Martín de Mayorga del 12 de junio 1773 al 4 de abril 1779; teniente general Matías de Gálvez, del 4 de abril 1779 al 25 de agosto 1780 y otra vez de septiembre de 1781 al 7 de marzo de 1783; el brigadier José de Estachería, del 7 de marzo al 3 de abril de 1783 y de nuevo del 31 de enero 1788 al 29 de diciembre de 1789; el teniente general Bernardo Troncoso Martínez del Rincón, del 31 de diciembre 1789 al 7 de abril de 1790 y otra vez de diciembre de 1793 al 25 de mayo de 1794; el jefe de escuadra José Domas y Valle, del 9 de junio 1795 al 12 de marzo de 1801; el subinspector de milicias Roque Abarca, del 12 de marzo al 28 de julio de 1801; nuevamente el subinspector de milicias Roque Abarca, del 17 de mayo al 28 de julio de 1804; el brigadier Antonio González Mollinedo, del 28 de julio 1801 al 17 de mayo 1804; otra vez el subinspector de milicias Roque Abarca, del 17 de mayo al 1 de junio 1804; el capitán general Antonio González Mollinedo y Saravia, de octubre 1804 al 11 de abril de 1810; el comandante y coronel del Real Cuerpo de Artillería José Méndez Quiroga, del 11 al 21 de abril de 1810; otra vez el teniente general Antonio González Mollinedo y Saravia, del 21 de abril de 1810 al 14 de marzo de 1811; el jefe de escuadra José Bustamante y Guerra, del 14 de marzo 1811 al 18 de marzo 1814; mariscal de campo Fernando Miyares (no tomó posesión); capitán general en comisión de brigadier Juan Antonio Fornos (no tomó posesión); otra vez el teniente general José de Bustamante y Guerra, del 18 de marzo 1814 al 28 de marzo de 1818; teniente general Carlos Urrutia y Montoya Matos y Hernández, del 28 de marzo 1818 al 5 de junio de 1819; brigadier Ramón de Anguiano, del 5 de junio 1819 al 19 de julio 1820; otra vez el teniente general Carlos Urrutia y Montoya Matos y Hernández, del 19 de julio 1820 al 9 de marzo 1821; el capitán general Gabino Gaínza, del 9 de marzo al 15 de septiembre de 1821, cuando se firmó el Acta de Independencia.
A partir de la Independencia
El primer Jefe Político Superior y Presidente de la Junta Consultiva de las provincias de Centroamérica después de la firma del Acta de Independencia, fue el capitán general, brigadier Gabino Gaínza, del 15 de septiembre de 1821 a 5 de enero de 1822, otra vez del 5 de enero al 21 de febrero de 1822 y de nuevo del 21 de febrero al 23 de junio de 1822, cuando las provincias de Centroamérica se anexaron ilegalmente al Imperio de Agustín I (de Iturbide) de México. Le siguió del 23 de julio al 7 de marzo de 1822 el general Vicente Filísola, oriundo de Italia, al servicio del emperador Agustín I; después vino el general Felipe Codallos, del 22 de noviembre 1822 al 7 de marzo 1823; luego otra vez asumió el mando el general Vicente Filísola, del 7 de marzo al 8 de julio de 1823. Y entonces el Soberano Congreso Constituyente de México decretó que el Gobierno Ejecutivo lo ejercería provisionalnebte el Supremo Poder Ejecutivo compuesto por tres militares que se alternarían en la Presidencia mensualmente: los generales Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria y Pedro Celestino Negrete. El primer presidente de la Junta del Supremo Poder Ejecutivo, inmediatamente después de la Proclamación de la Independencia fue el doctor Pedro Molina, esposo de doña Dolores Bedoya, del 9 de julio al 4 de octubre de 1823 y después del 30 de agosto de 1829 al 9 de marzo de 1830. El emperador Iturbide fue derrocado el 5 de abril de 1823 y en Centroamérica el Supremo Poder Ejecutivo lo integraron el doctor Pedro Molina (Presidente), Juan Vicente Villacorta y Manuel José Arce, del 9 de julio al 4 de octubre de 1823.
Arce fue traidor y déspota
Desde que apareció en la escena política Manuel José Arce, jugó un papel predominante en la Historia Centroamericana primero por su empeño independencista, luego por oponerse a la anexión a México, pero después por haber violado la Constitución, haber traicionado a su partido Liberal y haber sido un déspota, un tirano, después de que el 21 de abril de 1825 fuera electo fraudulentamente por la Asamblea primer Presidente de la República Federal de Centroamérica cuando en realidad el sabio José Cecilio del Valle había sacado más votos que él, no obstante lo cual ejerció el cargo del 26 de abril de 1825 al 14 de febrero de 1828, y el primer Vicepresidente fue el licenciado Francisco Barrundia. Él no era militar pero en la presidencia se comportó como si lo fuese y se vestía de tal manera que parecía un general. Pero veamos lo que Google de Internet nos dice de él:
“Manuel José Arce nació en la ciudad de San Salvador en el año de 1768. Mantenía su gobierno por la fuerza de las bayonetas, cometiendo muchos abusos y atropellos. Al poco tiempo de haber asumido la presidencia faltó a su juramento, violando la Constitución y abusando de su poder. Dió un golpe de Estado y convocó a un Congreso Extraordinario el 10 de octubre de 1826. El 31 de octubre del mismo año volvió a violar la Constitución por medio de un decreto para convocar a los pueblos del Estado y elegir nuevas autoridades. La Historia lo considera como un conspirador de la Independencia y muy variable en su política; asimismo, un mal administrador, abusador de la fuerza y dictador, traidor a su partido Liberal. El 23 de marzo de 1827 los liberales le hicieron la guerra por su mal proceder en el poder, levantaron un ejército en El Salvador e invadieron Guatemala. Sin embargo, derrotó a las fuerzas liberales en Arrazola. Pero poco tiempo después fue derrotado en Milingo y para salvar su vida tuvo que huir hasta Mataquescuintla. Por esa derrota fue obligado por los conservadores a abandonar el poder y al verse fracasado y traicionado, dispuso presentar su renuncia. Como respuesta a su renuncia, la Asamblea le contestó que creía que era de absoluta necesidad que se retirara del mando. Fue expulsado del país y emigró a San Salvador donde fue apresado junto con Mariano de Aycinena y estuvo cinco meses en cautiverio. El 2 de marzo de 1832 fraguó una conspiración atacando por la parte de Honduras y Guatemala pero fue derrotado por las fuerzas del país. Después de su derrota se radicó en México durante ocho años, dedicándose a trabajos agrícolas en una hacienda que arrendó en San Angel, en las afueras de la capital. El 14 de noviembre de 1847 murió solo y abandonado en San Salvador?.
Durante todo ese tiempo hubo también muchos ilustres personajes civiles que gobernaron las provincias Centroamericanas, tales como el sabio hondureño José Cecilio del Valle, Antonio Larrazábal, Mariano Beltranena, Juan Vicente Villacorta, José Francisco Barrundia, José Santiago Milla, el doctor Alejandro Díaz Cabeza de Vaca, el licenciado Antonio Rivera Cabezas, Tomás Antonio O?Horan y Argüello, José Manuel de la Cerda.
Pero entonces aparecieron los militares ambiciosos de poder como el general Francisco Morazán, ex Presidente de Honduras, quien causó muchos problemas y dio mucho qué hacer desde que asumió el poder el 12 de abril al 25 de junio de 1829, después del 16 de septiembre de 1830 al 25 de abril de 1831; luego del 13 de junio de 1831 al 26 de enero de 1832; después del 2 al 27 de junio de 1832; después del 23 de julio de 1832 al 16 de febrero de 1833; después en octubre de 1833; después del 5 de febrero al 17 de junio de 1834; después del 29 de julio de 1834 al 2 de febrero de 1835, después del 2 de febrero a abril de 1835; después del 4 de junio al 19 de mayo de 1835; después fue Presidente de la República Federal de Centroamérica de marzo de 1836 al 9 de agosto de 1837; después del 23 de octubre de 1837 al 3 de febrero de 1838; después del 14 de abril al 18 de mayo de 1838; y después del 19 de julio a octubre de 1838. Un caso parecido al de ?Su Alteza Real? el general mexicano Antonio López de Santaanna, de ingrata recordación, quien fue presidente de México más de diez veces.
Leamos lo que Google nos dice del general Francisco Morazán: ?El general “don” Francisco Morazán Quesada nació en Tegucigalpa, Honduras, el 3 de octubre de 1792. Era hijo de don Esteban Morazán y doña Guadalupe Quesada. Fue Jefe de Estado de Honduras. En 1830 fue elegido Presidente de la Federación Centroamericana, cargo del que fue depuesto en 1840. Él retenía el poder en El Salvador, mientras que los gobiernos de Honduras y Nicaragua no lo aceptaban. En 1840 ingresó a Costa Rica autorizado por el Jefe de Estado Braulio Carrillo y radicó pacíficamente en la región que hoy se conoce como David (Panamá no existía todavía), durante ese año y la primera parte de 1841. Los enemigos del presidente Carrillo le pidieron que les ayudara a derrocarlo y él aceptó. Carrillo avisó al gobierno de Nueva Granada (así se llamaba entonces Colombia), asumió el mando del Ejército y envió al general Villaseñor a detener el avance de Morazán. Pero Villaseñor y Morazán hicieron un pacto, que terminó derrocando a Carrillo. Para evitar una batalla sangrienta, Carrillo firmó el “Pacto del Jocote” y Morazán asumió la jefatura del Estado 13 de abril de 1842. Los costarricenses lo recibieron con alegría y esperanza de que devolviera las libertades públicas que Carrillo había violado como dictador, pero Morazán inició una lucha para recuperar la presidencia de la Unión Centroamericana y también se volvió un dictador. Inmediatamente derogó la “Ley de Bases y Garantías”, promulgada por el presidente Braulio Carrillo en el año 1841 y declaró a Costa Rica parte de la Federación Centroamericana, en un vano intento por reconstruir la República Federal. En septiembre de 1842, la mayoría de los costarricenses se opusieron y se negaron a ayudarlo en la reconstrucción de la unidad centroamericana y se tornaron en su contra bajo el mando del general Antonio Pinto. El general Morazán se percató de la seriedad del movimiento cuando ya era demasiado tarde y fue derrocado y capturado en Cartago. Se le trasladó a San José donde fue fusilado el 15 de septiembre de 1842?.
Mañana recordaremos la gran cantidad de gobernantes militares que ha tenido Guatemala -y en la mayoría de los casos hemos sufrido los guatemaltecos- desde esa época hasta nuestros días para que lo sepan quienes no vivieron esos años o no conocen la Historia nacional porque no es sensato que se quiera llevar a la Presidencia de la República a otro general que desde su campaña electoral nos amenaza con que va a gobernar con “mano dura”, lo cual cualquiera que haya estudiado Ciencias Políticas o Historia sabe que es el anuncio de una dictadura como tantas que hemos tenido. Seguramente esas personas no saben o no recuerdan que el general Carlos Manuel Arana Osorio fue presidente de la república durante el período del 1 de julio de 1970 al 1 de julio de 1974 y gobernó con Estado de Sitio, sin garantías constitucionales, con el pretexto de combatir a la subversión. Y en la sexta avenida los soldados cometían el abuso de cortarles el cabello a los hombres que lo tenían largo, y a las mujeres que usaban minifalda les ponían un sello en las piernas llamándolas putas. Nadie podía sentirse tranquilo y seguro ni en sus propias casas porque no existía un Estado de Derecho ni se respetaban los Derechos Humanos. ¿Es eso lo que quieren quienes van a votar por la “mano dura” del general Pérez Molina? Por otra parte, no hay que olvidar que ese general todavía no ha dado una explicación satisfactoria sobre los Q19 millones en cheques del Estado Mayor Presidencial (EMP) que cobraron en efectivo durante los últimos días del gobierno de Ramiro de León Carpio, en el cual él era el Jefe del EMP. Ni tampoco ha dicho si es verdad lo que se dijo en México en círculos periodísticos que al “capo” del tráfico de drogas “Chapo” Guzmán le incautaron varios millones de dólares cuando fue capturado en Guatemala por miembros del EMP en la frontera con México y entregado a las autoridades mexicanas a pesar de que le habían prometido que no lo harían si les daba esos millones de dólares que tal vez han sido empleados para pagar la costosa campaña de propaganda electoral del partido Patriota. (Continuará)

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