Este mensaje dominical es realmente impactante y les ruego que lo vean con atención y paciencia para poder leerlo. Es un YouTube que he recibido por medio del correo electrónico con el nombre que hoy es el título de esta página: Sin palabras. Se trata de la historia del australiano Nic Vujicic, que hoy tiene 21 años. Es el hijo primogénito de un matrimonio de pastores cristianos que dedican su vida a predicar la palabra de Cristo. Inexplicablemente, nació sin extremidades inferiores, ni superiores. Sin brazos ni piernas. Sólo el tronco. Sin embargo, gracias a su fe en Dios y a su entereza se dedicó a estudiar hasta convertirse en un profesional de Comercio, Planeación Financiera y Contabilidad. Además, es un escritor que aspira a publicar algún día un best-seller y es conferencista motivacional que predica por todas partes del mundo a donde va su amor a la vida, su optimismo, su alegría de vivir, su gratitud a Dios.
¡Cuántas veces nos deprimimos por cualquier tontería en el transcurso de la vida ?de esta vida maravillosa llena de sorpresas, alegrías, satisfacciones, pero también tristezas, decepciones y dolores- y hemos pensado que sería mejor morir porque nos hace falta dinero o nos ha salido un grano en la punta de la nariz, o algo nos ha salido mal o cosa parecida!
Sin embargo, vean que el australiano Nic Vujicic, que es solamente un tronco, sin brazos ni piernas, anda feliz por el mundo dando gracias a Dios por la vida y compartiendo su alegría y su optimismo.
Les pido que vean con especial atención este mensaje aleccionador y traten de leer muy cuidadosamente las palabras que cuentan su historia. Para poder hacerlo es necesario que hagan clic en cada cuadro, uno por uno, hasta que logren leer lo que dice y sólo después vuelvan a hacer clic para que salga el cuadro siguiente. Después de haberlo leído les aconsejo que mediten durante un rato y piensen en sus dichas y alegrías y no se quejen por sus tristezas, frustraciones y dolores.
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Les deseo que gocen de un feliz domingo y que den gracias a Dios por todo lo que les ha dado en la vida. Piensen que la vida, a pesar de las tristezas y dolores, está llena de gratas emociones. ¡Arriba corazones!
