Nunca había tenido oportunidad de escuchar en persona a la guapa intérprete guatemalteca Annaby, a pesar de que durante muchos años cantó primero en el bar del hotel Camino Real y después en el bar ?Cueva de los Capitanes? del hotel Conquistador. Pero el jueves por la noche fui invitado a asistir al concierto que ofreció en el Centro de Convenciones del hotel Westin Camino Real, el cual estaba anunciado que iba a comenzar a las 20 horas, pero se retrasó dos horas por un lamentable error de uno de los empleados del hotel que confundió el orden de las mesas reservadas. El público ya estaba impaciente y disgustado cuando finalmente comenzó el espectáculo y la artista se disculpó por la involuntaria demora y prometió que iba a compensar con sus canciones a los presentes por haber esperado tanto tiempo.
El público ya estaba cansado de esperar y disgustado y lo demostró recibiendo con frialdad a Annaby. A tal grado que me hizo comentar con las seis lindas mujeres que me acompañaban en la mesa que me causaba desagrado la frialdad con la cual comenzaron a aplaudir las interpretaciones de la artista de ojos verdes, quien apareció en escena luciendo un vestido sumamente llamativo con un atrevido escote.
Pero al terminar sus primeras interpretaciones el público, que todavía estaba molesto, le cobró el retraso al aplaudir con cierta frialdad sus interpretaciones. Sin embargo, pronto subió la temperatura en el ambiente gracias a la simpatía y calidad interpretativa de la guapa artista, quien rompió el hielo al relatar con sencillez su trayectoria de veinte años de carrera, y explicó que al principio su familia se oponía a que dedicara su vida a cantar, particularmente su padre, pero después se transformó en su más entusiasta ?fan?, aunque puntualizó que su hermano la había apoyado siempre. Su papá se encontraba entre el público y a él le dedicó amorosamente su actuación de esa noche y le declaró su amor filial. No quiero dejar de mencionar que me impresionó mucho escuchar que dio gracias a Dios por el don que le concedió y su declarado orgullo de ser guatemalteca con constantes vivas a Guatemala.
Annaby demostró desde el principio de su actuación que tiene una voz bien timbrada y excepcional capacidad interpretativa, además de que llamó mucho la atención su extraordinaria interrelación con el público. En corto tiempo me pude percatar de que ya gozaba de la simpatía de los numerosos asistentes que la ovacionaban con entusiasmo olvidando el desagrado que causó la larga espera.
Debo hacer hincapié en que fue impresionante la escenificación que montaron para dar lugar a un excelente conjunto musical como pocas veces ha tenido en Guatemala algún intérprete nacional o extranjero, así como el mobiliario de sala que montaron para que la estrella del espectáculo se pudiese acercar más al público y donde compartió con su invitado Álvaro Aguilar cuando interpretaron, en un inglés impecable, por cierto, la canción Unforguettable que popularizó el desaparecido cantante afroamericano Nat ?King? Cole.
La orquesta estuvo dirigida por el pianista Carlos Duarte, quien fue también el autor de todos los excelentes arreglos musicales, y la conformaron 20 músicos guatemaltecos, algunos de ellos reconocidos solistas: 1 tecladista, 8 violines, 2 chelos, 2 trompetas, 1 trombón, 1 saxofón, 1 guitarra eléctrica, 1 guitarra acústica, 1 baterista, 1 percucionista. Los músicos fueron el sensacional saxofonista Javier Garcia; el aplaudido gran guitarrista Germán Giordano, quien tuvo a su cargo un número como solista que fue ovacionado; Estuardo Monterroso en la guitarra acústica; y Rolando Gudiel en el bajo; Leonel Franco en la batería; al frente de la sección de cuerdas estaba el maestro Hector Castro, primer atril de la orquesta Sinfónica Nacional; y el saxofonista Francisco Páez, conocido con el mote de ?Jecho?, quien tuvo a su cargo un número como solista mientras Annaby se cambiaba de ropa para la segunda parte de su programa y con quien, además, hizo un dúo para cantar la canción Nada Personal del compositor mexicano Armando Manzanero. Annaby les presentó, uno por uno, y pidió un aplauso para ellos cuando hizo un justo reconocimiento de su alta calidad musical.
Tres artistas invitados acompañaron a Annaby en el escenario: el popular vocalista Álvaro Aguilar del recordado grupo Alux Nahual, con quien cantaron de manera en verdad inolvidable la canción en inglés titulada Inolvidable; la cantante Gloria Cáceres y el excelente saxofonista y cantante del grupo “Malacate”, Javier García. Al final del programa subió también al escenario, y cantó con Annaby, su preciosa hija Anna Melissa, quien así demostró que se cumple aquello que ?de tal palo tal astilla?.
En la tercera parte del programa, Annaby vistió un bonito traje que creo que es típico de la zona de Tampico (México) para interpretar un buen número de canciones rancheras mexicanas que el público aplaudió con mucho entusiasmo.
Son realmente extraordinarias la voz y la variedad interpretativa de esta guapa cantante de ojos verdes, lo cual puso de manifiesto al cantar casi tres horas consecutivas, tanto en español como en inglés, muchas canciones de los más diferentes ritmos.
La celebración de los 20 años de carrera de Annaby constituyó una noche inolvidable para quienes asistimos el jueves pasado al Centro de Convenciones del hotel Westin Camino Real, tanto por la calidad de voz e interpretativa de la artista como por su simpatía y la formidable orquesta que la acompañó.
No me cabe la menor duda que Annaby cumplió lo que prometió al principio de su presentación de compensar al público con sus canciones por las dos horas de retraso. ¡Valió la pena haber esperado! ¡Un fuerte aplauso para Annaby!
Es indudable que esta mujer tiene una excelente voz y una alta calidad interpretativa a nivel internacional y estoy seguro que triunfará a lo grande cuando se lance a los escenarios del extranjero a conquistar a otros públicos. Ojalá que pronto se decida a hacer los arreglos para realizarlo.
Antes de terminar lamento decir que me parece que fue un abuso el hotel Westin Camino Real haber cobrado Q.850 por cada botella de whisky Johnny Walker Etiqueta Negra, después de haber cobrado un elevado precio por el alquiler del salón a Annaby, quien también tuvo que pagar una fuerte suma de dinero por la instalación del escenario, las ?cámaras inteligentes? de televisión y las dos gigantescas pantallas situadas a los lados, lo cual pudo costear la artista gracias al patrocinio del Banco Continental Granai & Towson, de la empresa de telefonía celular Comcel (Tigo), de Pepsi Cola y del empresario español Virgilio Casado que actualmente está desarrollando la ambiciosa urbanización turística “Pérgolas del Mar” en las playas del Pacífico.