Miscelánea

Interesante análisis
Por correo electrónico recibí el enjundioso artículo que reproduzco textualmente a continuación sobre la situación que actualmente estamos viviendo en nuestro país. Lo transcribo porque me parece importante que se conozcan las opiniones de observadores y comentaristas internacionales. El autor es el periodista Eduardo Ulibarri, ex director del diario La Nación de Costa Rica, que es el mayor accionista del diario Siglo Veintiuno de Guatemala. Fue publicado ayer en La Prensa de Panamá.

Guatemala aprisionada
“¿Camina Guatemala hacia esa categoría casi terminal en el mundo conocida como los “estados fallidos”? No existen, por ahora, suficientes elementos para que tal desenlace ocurra a corto plazo, como han comenzado a advertir algunos comentaristas locales y extranjeros. Pero la amenaza es real y creciente.
Lo positivo es que, a pesar de sus complejos problemas, el país dispone de una estructura económica dinámica y viable; existe un entramado de organizaciones sociales, académicas y empresariales con razonable capacidad de acción; la práctica electoral es regular y libre, y el sector público dispone de cierta iniciativa y gestión.
Sin embargo, en los últimos años el país se ha precipitado en una espiral de violencia, arbitrariedad e impunidad tan desenfrenada y enraizada, que su precario Estado de derecho prácticamente ha desaparecido. Los únicos ganadores ?además de impulsores? han sido diversas facciones del crimen organizado, que hoy tienen virtualmente secuestrada a la sociedad y a los cuerpos de seguridad. De aquí al desplome institucional el camino puede ser muy corto.
El asesinato, a principios de febrero, de tres diputados salvadoreños y su chofer, quienes habían viajado a Guatemala para participar en las sesiones del Parlamento Centroamericano, fue un escandaloso ejemplo de esta precaria situación.

De inmediato quedó en evidencia que sus ejecutores eran miembros de un grupo policial de “élite”, dirigidos, nada menos, que por el jefe de la “Unidad contra el crimen organizado”. Antes de que pudieran hablar, fueron aniquilados dentro de la cárcel donde estaban apresados. El 20 de marzo, las autoridades anunciaron la captura de cuatro supuestos autores intelectuales del crimen, pero los cargos revelan que apenas fueron ayudantes de los autores materiales. Es decir, sus verdaderos jefes siguen libres.
En medio del escándalo, que alcanzó ribetes internacionales, el Congreso llamó a declarar y exigió la renuncia del ministro del Interior, Carlos Vielman, a quien el presidente Óscar Berger ha protegido insistentemente.
A Vielman y al jefe de la Policía, Javier Figueroa, una mayoría legislativa los culpa de permitir las actividades de dos grupos de “limpieza social”, encargados de asesinar a presuntos delincuentes, con el beneplácito de partes de la población.
A todo lo anterior hay que añadir la “industria” de los secuestros extorsivos. Traficantes múltiples (de drogas, gentes y armas) actúan y hasta mandan en varias zonas del país. Las pandillas juveniles conocidas como “maras”, además de sembrar terror en barrios pobres, se han convertido en agentes otros grupos. Son frecuentes los enfrentamientos de bandas dentro de las prisiones, algunas de las cuales son dominadas por los delincuentes, y la aparición de cadáveres a todo lo largo y ancho del territorio nacional se ha convertido en una macabra rutina cotidiana.
Los vasos comunicantes, o la dependencia mutua, entre los grupos irregulares y diversos cuerpos de seguridad son un secreto a voces. Los fiscales que, tras vencer las tentaciones o el temor, deciden investigar los delitos, carecen de medios para obtener adecuadas pruebas, y a menudo terminan muertos. La consecuencia lógica es que los tribunales estén prácticamente paralizados y la impunidad se haya convertido en la norma.
El Poder Ejecutivo, el Congreso, los partidos, las cámaras, gremios y organizaciones no gubernamentales han sido incapaces, hasta ahora, de deponer sus intereses y discrepancias para, aunque sea, alcanzar un logro tan básico como indispensable: el respeto a las normas de la democracia y la reconstrucción del Estado de derecho.
En diciembre del pasado año, por ejemplo, el Gobierno y las Naciones Unidas crearon una comisión para identificar y desmantelar los poderosos grupos armados. La falta de resultados ha sido tan evidente como el asesinato de los diputados salvadoreños.
Toda esta situación pone en riesgo los modestos avances en equidad, depuración militar, inversión social e integración étnica logrados tras los acuerdos de paz de 1996. La violencia política prácticamente ha desaparecido, pero sus modalidades criminales siguen creciendo.
Cualquier avance requiere, como mínimo, cuerpos de seguridad confiables, tribunales independientes y voluntad de respetar la ley. Pero existen sospechas bien fundadas de complicidad y hasta vinculaciones entre sectores supuestamente respetables y delincuentes de altos vuelos.
Ni siquiera las elecciones del próximo año son una real esperanza, porque existe la presunción de que el crimen organizado ha infiltrado varias formaciones políticas.
Conclusión: es difícil que solo desde el interior de Guatemala pueda surgir la solución. Se necesita una mezcla de colaboración y presión internacional. La parada guatemalteca del presidente George W. Bush durante su gira latinoamericana tuvo, entre otros, este propósito. Pero se necesita mucho más, para evitar que el país desemboque fatalmente en el colapso.”
¡Qué de a tú!
El domingo 18 del mes en curso, el diario Prensa Libre publicó escandalosamente, en la primera plana, con el titular ?Plan Sofía sale a luz? y el subtítulo ?Documento militar secreto, en poder del MP, vincula directamente a Ríos Montt en masacres en Quiché? y de la página 2 a la 4 un largo reportaje tendencioso firmado por Lorena Seijo –a quien no conozco ni he logrado identificar, pero sospecho que se trata de una periodista española de evidente tendencia izquierdista? en el que se señala al general Efraín Ríos Montt, en particular, y al Ejército, en general, de haber luchado contra la subversión guerrillera comunista y para combatir a la guerrilla en el occidente del país implementó los planes estratégicos de operaciones que consideraron pertinentes, como los Planes Asuntos Civiles Operación Ixil y Firmeza 83, el Plan Victoria 82 y el Plan Sofía, que afirman que fue ?una ramificación? del anterior.
Por eso digo ¡Qué de tú! Como si estuviese descubriendo el agua azucarada, la autora escandaliza a los lectores con su descubrimiento de estos planes secretos militares que cayeron en sus manos y reprodujo en su reportaje, a pesar de que está violando flagrantemente el artículo 30 de la Constitución Política de la República, ?que protege la confidencialidad de los asuntos militares?, como bien dijo el ministro de la Defensa Ronaldo Cecilio Leiva en el escrito que envió el 8 de febrero y agrega que ?el Plan Victoria 82 es un asunto militar de seguridad nacional, clasificado como secreto y que el Plan Sofía no existe, al responder una resolución judicial en la que inquieren sobre este último. En efecto, la autora de ese reportaje debería respetar los secretos militares, porque así lo estipula en su artículo 30 la Constitución Política de la República
¿Pues qué querían? ¿Que el entonces jefe de Estado de facto y temporal comandante en jefe del Ejército no implementara con la colaboración de sus subalternos los planes de operaciones para impedir que la subversión guerrillera comunista se adueñara del país y estableciera un régimen satélite del gobierno dictatorial comunista de Cuba donde no hay prensa libre? Francamente, me sorprende que los propietarios de Prensa Libre se presten a estas patadas de ahogado de los partidarios de la izquierda trasnochada a pesar de que su ?director y gerente generales?, Pedro Julio García, y el subdirector y columnista Álvaro Contreras Vélez, fueron secuestrados por una de las bandas guerrilleras y tuvieron que pagar elevadas sumas de dinero por su rescate, y después otro de los fundadores, el columnista Isidoro (?Chilolo?) Zarco, fue cobardemente asesinado a balazos enfrente del estadio Mateo Flores. ¿Creen que todavía existiría esa productiva empresa si la insurrección hubiese derrotado al Ejército en la confrontación armada?
Como he dicho muchas veces, el general Efraín Ríos Montt no es ?santo de mi devoción? y sospecho que le hace falta un tornillo por su forma tan grotesca de gesticular cuando habla. Pero no por ello voy a dejar de reconocer que cumplía con su deber cuando combatió a la subversión guerrillera comunista por mandato de la Constitutión de la República que entonces estaba vigente, que prohibía las actividades comunistas.
Un aplauso
A la emisión de las 6 de la mañana del noticiario Noti7, porque está muy bien presentada por los jóvenes y noveles conductores Vicky Castillo y Javier Cardona; con el veterano cronista de deportes Juan Zanasi en los temas deportivos. La señorita Castillo es una muchacha encantadora y lee muy bien el telepromter, y Cardona habla con claridad, tiene personalidad, excelente presencia y carisma, y siempre sale vestido impecablemente.
Saravá
Desde anoche se encuentra de visita en el país el licenciado Edmond Mulet, quien actualmente desempeña en Haití el importante cargo de Comisonado de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Le saludo cordialmente con un Saravá, palabra del folklore brasileño que quiere decir …”que tengas un buen viaje, que estés salvo en el viaje… en la vida… ¡que Dios vaya contigo!”.

Posted in Sin categoría