Ayer tuve oportunidad de ver y escuchar a través de Internet la sesión del Congreso de la República en la que la diputada Irma Roxana Baldetti continuó interpelando al ministro de Gobernación Carlos Vielmann Montes, y me pareció que esta vez fue ella quien ganó este round porque logró poner en evidencia que el interpelado no respondía concretamente lo que le preguntaba y pedía al presidente en funciones, licenciado Oliverio García Rodas, que, en vista de estar bajo juramento le permitiese responder esa pregunta en otra oportunidad, lo que demuestra que no está bien enterado de todo lo que sucede en las dependencias a su cargo, y podría motivar un voto de desconfianza de parte de los diputados de la oposición, siempre y cuando no estén en alguna forma comprometidos con el Poder Ejecutivo o el partido político oficial en el propósito de hacer fracasar la interpelación porque si tiene éxito podría servir para encumbrar a la presidencia de la República al general retirado Otto Pérez Molina. Si la diputada Baldetti no tiene cuidado, su interpelación al ministro podría resultar un tiro por la culata y provocar desprestigio a su partido político y a su máximo dirigente y candidato a la Presidencia pocos meses antes de las elecciones generales que tendrán lugar en septiembre.
Porque cabe sospechar que los otros partidos de oposición no querrán hacerle el juego al partido Patriota y a su candidato presidencial y, por el contrario, harán todo lo que puedan para que la interpelación sea un fracaso para desprestigio del partido en general y de su Secretaria General Adjunta en particular. Ayer pude ver que los diputados del partido oficial no prestaban la menor atención a lo que la Baldetti preguntaba y Vielmann respondía, porque andaban de arriba para abajo, platicando, como si quisieran demostrar que a ellos la interpelación se las pelaba. Y hubo momentos que quitaron de la transmisión de televisión el sonido y hasta la imagen, ante la airada protesta de la valiente interpelante. Pero lo que fue inaudito fue que, a pesar de que supuestamente el pleno está en ?sesión permanente?, como si fuesen albañiles emprendieron la retirada dizque para ir a almorzar a las 13 horas y rompieron el quórum, por lo que la presidencia citó para continuar hoy la interpelación.
Me habría gustado poder comentar esto personalmente con la guapa Irma Roxana Baldetti pero, lamentablemente, ella no acudió a la cita que concertamos por teléfono pocos minutos después de que terminó la sesión de ayer por falta de quorum. Sospecho que no se lo permitió el general que dice que tiene mano dura. ¡A saber!
Periódico digital El Faro
Esta foto la he tomado del periódico digital salvadoreño El Faro (que se dice que es el primero de su género en latinoamérica) de fecha12-18 del mes en curso, en la que se puede ver al investigador venezolano Víctor Rivera hablando por teléfono y en compañía de los cuatro elementos de la Policía Nacional Civil que interceptaron, secuestraron a plena luz del día en una calle importante de la capital y después asesinaron e incineraron a tres diputados de El Salvador al Parlamento Centroamericano (Parlacen) William Rizziery Pichinte, José Ramón González Rivas y Eduardo José D?Abuisson Mungía y su chofer, pero poco tiempo después ellos mismos fueron asesinados por sicarios aún no identificados adentro de la cárcel denominada El Boquerón. Para entrar a la página web de El Faro, lo que se tiene que hacer es escribir en Internet la dirección www.ElFaro.net para enterarse ampliamente de todo lo que se está diciendo al respecto en el vecino y hermano país.
Reproduzco textualmente uno de los reportajes publicados en El Faro:
?San Salvador, 12 – 18 de marzo de 2007
Autoridades dicen que narcotraficantes ordenaron muerte de diputados? Pero aún se desconoce el móvil
El jefe de la PNC de Guatemala dice tener los nombres de los autores intelectuales del múltiple homicidio, pero que será el testigo clave, un policía que se entregó a las autoridades, quien dé a conocer esto durante el juicio. La principal pregunta, sin embargo, sigue abierta.
Ya hay una versión oficial sobre la autoría del homicidio de tres diputados salvadoreños y su conductor: traficantes de drogas ordenaron su muerte. El director de la PNC de Guatemala, Erwin Sperisen, dijo el fin de semana que ya conocen incluso los nombres de quienes ordenaron el asesinato de los parlamentarios, pero que será el Ministerio Público el que los dé a conocer a través de las declaraciones de un testigo clave.
Ese testigo es Marvin Contreras Natareno, un policía acusado de la autoría material del crimen y que se entregó a las autoridades guatemaltecas. Tras los asesinatos de sus compañeros policiales, también acusados de la autoría material, Contreras Natareno es la carta más fuerte de las autoridades guatemaltecas para resolver un crimen que ha convulsionado a todo el aparato estatal de Guatemala. El móvil, sin embargo, aún no está determinado.
La investigación ha destacado por intercambios de declaraciones contradictorias, desconfianza de las autoridades y el involucramiento de fuerzas policiales de tres países, además de ocho muertes, varios prófugos y signos de una guerra intestina entre miembros de las fuerzas de seguridad pública de Guatemala involucrados con el crimen organizado.
En este contexto, el señalamiento del narcotráfico como operador de los homicidios es una de las pocas versiones en las que hay coincidencias. El 23 de febrero, el director de la PNC salvadoreña, Rodrigo Ávila, había sugerido ya que los asesinos tienen vínculos con narcotraficantes de Jutiapa. ?Tienen mucha relación con el narcotráfico?, dijo.
El domingo pasado, el ministro de Gobernación salvadoreño, René Figueroa, aseguró que descartan el involucramiento de los diputados salvadoreños en este tipo de actividades. Autoridades de Seguridad Pública salvadoreñas, sin embargo, aseguran que todas las líneas de investigación continúan abiertas, incluyendo la investigación de las víctimas.
Ávila ha insistido en que los policías que perpetraron el crimen tenían información de que en el carro de los diputados viajaban unos narcotraficantes colombianos que se presentarían como diputados del Parlamento Centroamericano. ?Es posible que ellos (los policías) iban con la convicción de que iban a asaltar a unos narcotraficantes colombianos, que no iban a poner la denuncia (por robo de drogas). Ahora, puede haber sido cualquier cosa, no se descarta nada?, dijo.
?Cuando se percatan de que se trata de parlamentarios que pueden pedir socorro a las autoridades, que los identificaron, incendiaron al interior de la camioneta, inclusive las pertenencias?. Además señaló a El Faro que tienen indicios de que los policías se llevaron una fuerte cantidad de dinero que llevaba el diputado Pichinte para sus negocios. ?Entiendo que el diputado Pichinte llevaba una fuerte suma de dinero a Guatemala. Hasta donde yo conozco, fue lo único… lo único que se llevaron los delincuentes?, dijo Ávila a El Faro el pasado 23 de febrero.
Las autoridades no descartan tampoco que pueda tratarse de una guerra intestina entre bandas de crimen organizado infiltradas en las estructuras de seguridad pública guatemalteca, y que podrían contar con cómplices en El Salvador. Se ha detectado ya la existencia de al menos dos grupos de exterminio que operaban al amparo de las autoridades, una desde la PNC y otra desde estructuras paralelas creadas en el Ministerio de Gobernación. El jefe de la Unidad contra el Crimen Organizado de la policía, Luis Arturo Herrera López, fue uno de los cuatro agentes de la unidad capturados por su presunta participación en el múltiple homicidio, y asesinado junto a sus compañeros en la cárcel de El Boquerón el 25 de febrero.
En el Ministerio de Gobernación, Víctor Rivera, ?Zacarías?, un investigador venezolano de larga trayectoria en El Salvador y Guatemala, montó en ambos países estructuras paralelas a las fuerzas de seguridad dedicadas a la investigación de secuestros y extorsiones. En Guatemala, a su grupo se le ha vinculado con asesinatos y secuestros.
?Zacarías? estuvo en El Salvador el día de los asesinatos en El Boquerón, perpetrados, de acuerdo con información de testigos, por un comando de asalto que ingresó en la prisión con la venia de las autoridades encargadas de la seguridad. Tras los hechos, el Ministro de Gobernación de ese país, Carlos Vielmann, aseguró que los autores materiales habían sido pandilleros presos en El Boquerón. Vielmann tendrá que hacer frente a una interpelación en la Asamblea Legislativa esta semana, para responder a las preguntas de los congresistas.
El enfrentamiento
Hay aún dos policías prófugos. El nombre de uno de ellos aún no ha sido revelado, el otro sería Javier Barillas, de quien las autoridades creen que sería la persona que dio a sus compañeros la información del vehículo en que viajaban los diputados.
Fuentes cercanas a la investigación aseguran que otra línea de investigación está relacionada con una guerra entre bandas de crimen organizado, sustentada por la hipótesis de que los autores materiales del crimen pudieron haber sido objeto de una trampa, al recibir información falsa sobre los diputados (que eran narcotraficantes colombianos), para desarticular el comando que operaba en la PNC.
El jefe de la Dirección de Investigaciones Criminales, Víctor Soto, y el subdirector policial, Javier Figueroa, fueron separados de sus cargos la semana pasada. El jueves 8 de marzo, Los hermanos José Luis y Henry Danilo Benítez Barrios, dos asesores de la PNC que han cooperado en las investigaciones, fueron acribillados por desconocidos, pero sobrevivieron al atentado.
Temor de autoridades
Las autoridades salvadoreñas temen que Marvin Contreras Natareno, el policía que supuestamente tuvo participación en el asesinato de los diputados y se entregó a las autoridades guatemaltecas, pueda ser presionado para cambiar su declaración. René Figueroa, ministro de Seguridad y Justicia de El Salvador, señaló el domingo que si Contreras Natareno no es presionado la investigación podría rendir frutos. ?Si no es que ha sido forzado a distorsionar su testimonio?, señaló.
Figueroa demandó, una semana después del asesinato de los diputados, que las autoridades guatemaltecas mostraran a Natareno. El 26 de febrero enfatizó sus dudas y pidió explicaciones al gobierno guatemalteco: ?Sobre el caso de Contreras, surgió el fuerte rumor, la posibilidad de que fuera detenido. Lo que hicimos fue indagar ante el fuerte rumor con el Ministerio Público, con la Fiscalía. Pero nadie dice tenerlo en el Ministerio Público. Lo que nos preocupa es que si el fuerte rumor señala que lo tienen, ¿quién lo tiene? ¿Quién le está dando custodia? ¿Quién le está presionando a que posiblemente pueda cambiar su versión, más cuando ha visto que a sus cuatro cómplices los han asesinado??, cuestionó.
Las autoridades salvadoreñas continúan cooperando con su contraparte guatemalteca, y con el FBI de Estados Unidos, que se ha unido a las investigaciones?.
Este es otro de los reportajes que publicó El Faro
Ramón González iba a viajar en otro vehículo
?Previo al asesinato de 3 diputados de ARENA, el grupo de salvadoreños con curul en el PARLACEN discutió por primera vez tomar medidas de seguridad para evitar percances en el viaje a la sede del Parlamento Centroamericano. Al final, decidieron irse por tierra y en caravana. En un cambio de circunstancias de última hora, el diputado Ramón González decidió no llevar su auto, e irse en el de su colega William Pichinte.
El diputado de ARENA, Ramón González, iba a llevar su carro al viaje, pero a última hora cambió de planes. Su yerno iba a someterse a una operación y su hija requería un carro y motorista. Ella está la última etapa de embarazo. Por eso, el jueves 15 de febrero decidió incluirse en uno de los puestos del carro de su compañero, William Pichinte, en el que también viajaría Eduardo D?Aubuisson, el diputado más joven de la bancada.
El martes 13 de marzo se reunió la bancada salvadoreña del PARLACEN, integrada por ARENA, FMLN, PCN, PDC y CD. El diputado Mauricio Aguilar comentó con otros colegas su temor por el auge de asaltos en la carretera hacia Guatemala. Por ello se discutió como punto importante de la agenda de ese día la seguridad. Algunos propusieron ir en avión, otros pensaron en viajar en un bus especial que los llevara juntos. Al final acordaron pedir escolta a las autoridades de Guatemala y se formalizó un viaje en caravana.
A partir de ese día comenzó una combinación de circunstancias que llevaron a tres diputados a la muerte. Pichinte y otros diputados propusieron oficializar el viaje en caravana.
La idea de pedir ayuda a la Policía del país vecino surgió de Ciro Cruz Zepeda, presidente del Parlacen y líder del PCN. El efemelenista Manuel Melgar, vicepresidente de la institución, apoyó como todos los presentes la idea, y se hizo cargo de formalizar el acuerdo y ejecutarlo. Así fue como casi inmediatamente después de votado el punto habló con el jefe de protocolo de PARLACEN para que hiciera llegar la solicitud a la PNC de Guatemala.
El viernes 16, en la reunión de junta directiva realizada en Guatemala, el encargado de protocolo le comunicó que la Policía había respondido favorablemente.
Un día antes, Pichinte había realizado llamadas a sus compañeros explicando que necesitaba datos detallados de los vehículos. Marca, color, año y características generales. ?Yo le di mi información. Manuel dice que le dijo a Pichinte que le parecía anormal?, comenta el diputado Jorge Villacorta, que viajó en la caravana.
Ramón González se encargó de gestionar que en El Salvador la PNC brindara seguridad en el camino hacia el Restaurante El Parador y de ahí a la frontera. Él se comprometió a enviar la información recolectada por Pichinte a la policía. ?Nos juntamos en el restaurante El Parador de Ahuachapán. Pichinte, yo, D?Aubuisson, González, Manuel Melgar? hacíamos eso regularmente. Varios?, dice Jorge Villacorta.
A las nueve ya estaban todos los diputados en El Parador. Un vehículo de la PNC de El Salvador estaba en el parqueo del Restaurante y los escoltó hasta la frontera. Al llegar, los recibió un grupo de agentes de la Policía de Guatemala que ya tenía los datos recolectados en El Salvador.
Llegaron a la frontera a las 9 y media. En un principio estaban en la lista cinco carros, pues Mauricio Aguilar también dio sus datos para incluirse en la caravana, aunque luego se fue en otro carro. Los policías preguntaron a la delegación de diputados por el vehículo faltante, el de Aguilar. Luego acordaron el orden de la caravana. Primero iría el carro de Jorge Villacorta, luego el de William Pichinte, seguidos por el de Guillermo Magaña y el de René Rodríguez.
Los custodios iban al final de la caravana y se suponía que en cada localidad se había coordinado la inclusión de Policías locales.
En el kilómetro 65 de la carretera que conduce a Guatemala, el diputado Magaña se adelantó e hizo la seña de que pararía para orinar. Pichinte, que venía detrás de Villacorta, quedó en segundo puesto y René Rodríguez quedó al frente de la caravana.
Llegaron a la Ciudad Guatemala en ese orden, detrás iban los policías. En el redondel hacia el Obelisco, los colegas de los diputados asesinados los vieron por última vez. ?Yo ví la camioneta de Pichinte irse a su hotel, Magaña los vio, y la Policía los vio?, comenta Villacorta.
A las doce, los compañeros de Pichinte estaban en el hotel Radisson. La mayor parte de la bancada de ARENA acordó almorzar y luego irse a las comisiones de trabajo que comenzaban a las dos de la tarde. Ahí se activó la alarma.
Eduardo D?Aubuisson llamaba siempre a su hermana apenas llegaba al hotel. Ramón González estaba muy atento al parto de su hija y Pichinte era muy puntual con sus responsabilidades del Parlacen. Ninguno llegó a las comisiones, D?Aubuisson no llamó a su hermana y el diputado González perdió comunicación con su hija.
A las seis y media de la tarde, René Figueroa comenzó a recibir llamadas de las tres familias y en el hotel Radisson estaban atentos a la aflicción de los diputados salvadoreños, que esperaban aún a tres de sus miembros?.