LA INOCENTADA DEL FIN DEL MUNDO

Es evidente que en el año 2012 que está a punto de terminar se adelantó la celebración del tradicional Día de los Santos Inocentes en conmemoración de un episodio hagiográfico del cristianismo: la matanza de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea) ordenada por el rey Herodes, denominado “El grande”, porque se dice que pocos días antes le visitaron tres “reyes magos” (que muchos historiadores creen que no eran magos, sino astrólogos) que le dijeron que en el cielo habían leído que en Belén (Judea) había nacido un niño predestinado a llegar a ser el rey de los judíos. Por lo cual Herodes ordenó a sus soldados matar a todos los niños menores de dos años nacidos en Belén para impedir que uno de ellos fuese a destronarle.

Según la Biblia, el nacimiento de Jesucristo se produjo de la siguiente manera: “Su madre, María, estaba desposada con José y antes de que se unieran se halló que ella esperaba un hijo porque había concebido por el Espíritu Santo. José, su marido, como era justo y no quería difamarla, se propuso dejarla secretamente. Mientras él pensaba en esto, he aquí un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que ha sido engendrado en ella es del Espíritu Santo”. Y agregó: “Ella dará a luz un hijo; y llamarás su nombre Emanuel porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo que habló el Señor por medio del profeta, diciendo: “He aquí, la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarán su nombre Emanuel”, que traducido quiere decir: Dios con nosotros. Cuando José despertó del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que ella dio a luz un hijo, y llamó su nombre Jesús”. Lo cual, por cierto, a quienes no son creyentes les parece una broma o una inocentada.

Parece que los primeros cristianos no celebraban su cumpleaños, sino solamente celebraban su dies natalis, el día de su entrada en la patria definitiva, como participación en la salvación obrada por Jesús al vencer a la muerte con su pasión gloriosa y su resurrección. Recuerdan con precisión el día de la glorificación de Jesús, el 14/15 de Nisán, pero no la fecha de su nacimiento, de la que nada nos dicen los datos evangélicos. Hasta el siglo III no tenemos noticias sobre la fecha del nacimiento de Jesús. Los primeros testimonios de padres y escritores eclesiásticos señalan diversas fechas. El primer testimonio indirecto de que la natividad de Cristo fue el 25 de diciembre lo ofrece Sexto Julio Africano en el año 221. A partir del siglo IV los testimonios de este día como fecha del nacimiento de Jesucristo son comunes en la tradición occidental, mientras que en la tradición oriental prevalece la fecha del 6 de enero, cuando en el mundo cristiano occidental se celebra el Día de los Santos Reyes.

Pintura del día de los santos inocentes

La Navidad (del latín: nativitas, “nacimiento”) es una de las festividades más importantes del cristianismo, junto con la Pascua de Resurrección y Pentecostés. Esta solemnidad, que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén, se celebra la noche del 24 y el día 25 de diciembre en la Iglesia católica, en la Iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la Iglesia rumana. En cambio, se festeja el 7 de enero en otras iglesias ortodoxas que no aceptaron la reforma hecha al calendario Juliano en uso para adoptar el calendario gregoriano, que hoy nos rige, nombre derivado de su reformador, el papa Gregorio XIII.

Los angloparlantes utilizan el término Christmas, cuyo significado es “misa (mass) de Cristo”. En algunas lenguas germánicas, como el alemán, la fiesta se denomina Weihnachten, que significa “noche de bendición’” Las fiestas de la Navidad se proponen, como su nombre indica, celebrar la Natividad; es decir, el nacimiento de Jesús de Nazaret. El origen de esta fiesta se debe a la matanza de los niños menores de dos años perpetrada por el rey Herodes. De acuerdo con el calendario gregoriano establecido en el mundo occidental por el papa Gregorio XIII, la Navidad de Jesús se se celebra la noche después al nacimiento de Jesús, que se supone queEs muy corriente la explicación de la Navidad y demás fechas alrededor de esta como fechas arbitrarias, pues estas no figuran en los Evangelios. Según Zacarias supo que Santa Isabel estaba encinta de Juan el Bautista mientras cumplía con la obligación de quemar incienso en el Templo, que debía hacer cada grupo sacerdotal dos veces por año. Zacarías pertenecía al octavo grupo, el de Abías, lo cual nos da dos posibles fechas para la concepción de Juan el Bautista, una a mediados de mayo y otra a mediados de noviembre, ninguna de las cuales coincide con la tradición. El evangelista Lucas cuenta que la noche que nació Jesús había pastores que estaban pasando aquella noche a cielo raso, con sus rebaños. Lo cual lleva a la conclusión de que Jesús no pudo haber nacido en diciembre, ya que es improbable que los pastores hubiesen estado acampando a cielo abierto durante una noche en época del año cuando las temperaturas pueden llegar a bajo cero en la región de Belén.

El historiador judeo-romano Flavio Josefo (37-101) en su Historia de Judea nunca relata una matanza de niños, ni tampoco lo hizo ningún historiador contemporáneo. Se sabe que el mensaje del evangelista Mateo se dirigió a judíos conversos de la época. Se cree que como Mateo no conocía mucho del nacimiento de Jesús de Nazaret y como los judíos veneraban a Moisés como el más grande profeta del pueblo, quien en su momento debió ser salvado de la matanza de los niños, quizás extrapoló esta leyenda mosaica a la historia de Jesús. Existen varias teorías sobre cómo se llegó a celebrar el nacimiento de Jesús la “Noche Buena” el 24 y la Navidad el 25 de diciembre, que surgen desde diversos modos de indagar, según algunos datos conocidos, en qué fecha habría nacido Jesús. Y algunos creen que realmente nació a finales de septiembre, pero para aprovechar una celebración pagana de los judíos que se celebraba a finales de diciembre, así como el nacimiento de otros avatares o profetas anteriores, dijeron que había nacido la noche del 24, pero que la Navidad debía celebrarse el 25. Una explicación bastante difundida es que los cristianos optaron por día porque, a partir del año 274, el 25 de diciembre se celebraba en Roma el dies natalis Solis invicti, el día del nacimiento del Sol invicto, la victoria de la luz sobre la noche más larga del año durante el solsticio de invierno. Esta explicación se apoya en que la liturgia de Navidad y los padres de la época establecen un paralelismo entre el nacimiento de Jesucristo y expresiones bíblicas como “sol de justicia” (Ma 4,2) y “luz del mundo” (Jn 1,4ss.). Sin embargo, no hay pruebas de que esto haya sido así y parece difícil imaginarse que los cristianos de aquel entonces quisieran adaptar fiestas paganas al calendario litúrgico, especialmente cuando acababan de experimentar la persecución. Es posible, no obstante, que con el transcurso del tiempo la fiesta cristiana fuera asimilando la fiesta pagana. Otra explicación más plausible hace depender la fecha del nacimiento de Jesús de la fecha de su encarnación, que a su vez se relacionaba con la fecha de su muerte. En un tratado anónimo sobre solsticios y equinoccios se afirma que “nuestro Señor fue concebido el 8 de las kalendas de abril en el mes de marzo (25 de marzo), que es el día de la pasión del Señor y de su concepción, pues fue concebido el mismo día que murió” (B. Botte, Les Origenes de la Noël et de l’Epiphanie, Louvain 1932, l. 230-33). En la tradición oriental, apoyándose en otro calendario, la pasión y la encarnación del Señor se celebraban el 6 de abril, fecha que concuerda con la celebración de la Navidad el 6 de enero.

Volviendo a la celebración del Día de los Inocentes, se acostumbra festejara de diversas maneras en diferentes partes del mundo. En ese orden de ideas, en España es probablemente donde más en serio se celebra. Por ejemplo, hay periódicos que publican noticias falsas y al final aclaran que es una inocentada, y hay una guerra de harina entre muchas personas, otra inocentada es que un grupo de personas se disfraza de militares y escenifican un golpe de Estado. Por ejemplo, en el llamado “Gran diario de México”, El Universal, se publicó el 28 del presente mes la alarmante información que el Congreso del Distrito Federal aprobó por mayoría absoluta de los diputados que en adelante se cobrará impuestos por las ventanas que haya en las casas de habitación, de acuerdo a los tamaños y la ubicación de las mismas, así como de la categoría de las zonas en que se encuentren las residencias. Y agregó que también se autorizó al gobierno para cobrar un impuesto por sacar a pasear a los perros a las calles y a los parques. Pero al final de la nota informativa se recuerda a los lectores que esas noticias son producto del Día de los Inocentes. Sin embargo, esta noticia no fue una simple inocentada de este año, porque eso mismo decretó, pero en serio, durante una de las muchas veces que fue presidente de México el excéntrico general Antonio López de Santa Anna, por lo que el pueblo protestó y le costó la presidencia porque tuvo que renunciar quien se hacia llamar “su alteza serenísima”.

En el transcurso de los 66 años que he dedicado al periodismo, los diferentes periódicos en los que he escrito han tratado de alarmar en broma a sus lectores con noticias falsas aunque al final aclaran que es el Día de los Inocentes. Entre todos, probablemente ha sido elPeriódico el que más ha sabido explotar esta “graciosa” celebración con noticias impactantes que al final de cuentas son “por inocente”. Este año, por ejemplo, los periódicos del país pudieron haberse puesto de acuerdo para publicar que el actual gobierno, que encabezan el general Otto Pérez Molina y Rossana Baldetti Elías, en su calidad de presidente y vicepresidenta de la República, fue muy efectivo y satisfactorio durante el año 2012. Por ejemplo. O que ya no hay ni la más mínima corrupción entre los altos funcionarios del gobierno. Pero siempre y cuando al final recuerden a los lectores que es el Día de los Inocentes para que se aclare que se trata de una simple inocentada y no vayan a creer que es en serio. Lo cual ya dejaría de ser una inocentada y sería un imperdonable exceso de cinismo.

Una singular “última cena” de algunos de los avatares

Durante el 28 de diciembre es tradicional hacer bromas y tomaduras de pelo a los creyentes para luego decirles “¡por inocente”! y se justifica por ser el “Día de los Santos Inocentes”. Pero hoy digo que se adelantó esa celebración por la “inocentada”, tomadura de pelo o simple baboseada a nivel mundial del supuesto “fin del mundo” que se dijo que los mayas habían profetizado que iba a ocurrir el 21 de diciembre al concluir el 13 B’aktún del calendario maya. No comprenden que no no anunció el “fin del mundo”, sino que hasta ese punto llegó el calendario maya. Los mayas no fueron profetas ni pretendieron profetizar nada en su calendario. A tal grado no lo fueron que ni siquiera pudieron profetizar que su civilización iba a desaparecer misteriosamente, ni hacia dónde se iban a ir, ya que hasta la fecha no se ha sabido nada de su paradero. Por más que la controvertida Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú Tum, ande blasonando por todo el mundo que ella es maya, como lo dijo en una reciente entrevista que le hizo el periodista mexicano de chismes de la farándula Juan José “Pepillo” Origel en su programa de televisión titulado “Derecho de Admisión” que transmite la cadena Televisa. Por cierto que Origel en ningún momento mencionó que fuese guatemalteca y que recibió el premio Nobel de la Paz. En mi opinión, la trató con mucha descortesía, al colmo que ni siquiera la invitó a tomar asiento, sino la mantuvo de pie todo el tiempo que conversaron. Lo que me pareció no solo discriminatorio por el hecho de ser indígena vestida con su traje típico, sino muy mal educado.
El calendario maya esculpido en una piedra
Según los ignorantes agoreros del supuesto Apocalipsis, en el calendario maya se hicieron las siguientes 7 profesías:

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Ya sabe que para ir pasando estas eslides, debe hacer click sobre la flechita

Movidos por estos errores o supersticiones, muchos miles de personas provenientes de muchas partes del mundo viajaron a diferentes ruinas de la civilización maya en mesoamérica (México, Guatemala y Honduras), creyendo sinceramente que iban a presenciar algo relativo al anunciado “fin del mundo”, y otros creyendo que por lo menos iban a ver un buen espectáculo relacionado con la civilización maya. Pero, aunque los muchos miles de personas que visitaron las ruinas de Chichén Itzá, en Yucatán, y las de Palenque, en lo que hoy es el municipio de Palenque, en el estado de Chiapas, cerca del río Usumacinta, que separa a Guatemala y México. Palenque es uno de los sitios más impresionantes de esta cultura En comparación con otras ciudades mayas, se la considera de tamaño mediano: menor que Tikal en Guatemala y Copán en Honduras, pero destaca especialmente por su acervo arquitectónico y escultórico. 

Quienes vinieron a Guatemala se llevaron el chasco del siglo al ver un espectáculo folclórico de dudosa calidad y mérito. Todo en medio de una pésima organización y gran desorden. Entre estos mi querido amigo Félix Córdova Moyano, bien recordado ex embajador de la República Argentina en Guatemala, quien viajó desde el extremo sur del continente, acompañado de su hijo Matías, para reunirse con nuestro mútuo amigo el también argentino Enrique Moreno (“Chacarita”) y su amada Olga Zachrisson, para ir a Tikal porque creyeron que habrían de ver algo interesante. Por eso digo que es evidente que el Día de los Inocentes se adelantó este año del 28 al 21 de diciembre, porque lo que se ofreció por lo menos en las ruinas mayas de Tikal fue una inocentada o una grosera tomadura de pelo. Y según he sido informado, todo estuvo a cargo del periodista Francisco Cuevas, ex corresponsal de la cadena Televisa de México y ex vice ministro de Gobernación y actual jefe de la Secretaría de Información de la Presidencia de la República. Parece ser que ni siquiera el Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT) tuvo vela en ese entierro. Al lamentable espectáculo ante el templo mayor de Tikal, en el departamento de Petén, asistieron el presidente y la vicepresidenta de la República, el general Otto Pérez Molina y la comunicadora Rossana Baldetti Elías, respectivamente, aunque me han dicho que ésta última desapareció como por encanto en cuanto se presentó al lugar la profesora Rosa Leal de Pérez, esposa del mandatario, quien, dicho sea de paso, se resiste a ser llama “primera dama de la nación”, por lo cual, en mi opinión, merece un fuerte aplauso nacional. También asistió a esas ceremonias que no fueron históricas sino folclóricas la presidenta del hermano país Costa Rica. ¡Qué pena! Les confieso que este deplorable hecho me produjo mucha liporia (vergüenza ajena), como diría mi querido y recordado amigo el prematuramente desaparecido embajador Antonio Pallarés Buonafina.

Pero, como ya les dije antes, lo que realmente se ha deducido del estudio meticuloso del calendario mayaes que hasta ahí llegaron las asombrosas observaciones astrológicas de los mayas, a pesar de no contar con los telescopios que empleó más tarde el sabio italiano Galileo Gailei para descubrir que el Sol es el centro del universo y que nuestro planeta Tierra gira a su alrededor. Galileo Galilei fue un astrónomo, filósofo, matemático y físico italiano que estuvo relacionado estrechamente con la revolución científica. Este eminente hombre del Renacimiento mostró interés por casi todas las ciencias y todas las artes, como la música, la literatura y la pintura. Sus logros incluyen la mejora del telescopio y gran variedad de observaciones astronómicas, la primera ley del movimiento y un apoyo determinante para lo establecido por Copérnico. Galileo ha sido considerado como el padre de la astronomía moderna, de la física moderna y de la ciencia. Su trabajo se considera una ruptura de las teorías asentadas de la física aristotélica y su enfrentamiento con la Iglesia católica romana y suele presentarse como el mejor ejemplo de conflicto entre la religión y la ciencia en la sociedad occidental. Lo cual, como es bien sabido, estuvo a punto de costarle la vida por órdenes de la tenebrosa organización católica mal llamada “Santa Inquisición”, que de santa tuvo tanto como lo que tengo yo de maya, de xinca, de chino, de alemán, de sueco o de noruego. ¡Absolutamente nada!
Twitter: @jorgepalmieri