Desde hace algún tiempo se ha venido diciendo que, según el calendario maya, el 21 de diciembre del año en curso será el 13 baktun, oxlajuj b’aktún o bak’tún y que esto significa nada menos que “el fin del mundo”. Como el profetizado Apocalipsis de la Biblia en el que nos tendremos que enfrentar al tan temido “juicio final” por nuestra vida. Pero en ninguna parte del calendario maya se pronostica semejante cosa. El 21 será el fin de la era 13 bak’tun, o b’¡aktun o baktun y cabe preguntar ¿es el principio del 14 bak’tun o b’aktun? Tal parece que no hay indicios de este dato, sino que en el cálculo del calendario maya todo terminó en el 13 bak’tun porque no pudieron seguir contando el tiempo futuro. Sin embargo, según una encuesta de la empresa francesa de sondeos Ipsos, cerca del 12 por ciento de la población mundial cree verdadera la supuesta predicción de los mayas que fija el día 21 de diciembre como el fin de los días de nuestro planeta. Este temor tan generalizado probablemente es reflejo del conocimiento del deterioro ambiental que ha venido sufriendo nuestro planeta debido, entre otras cosas, a la creciente contaminación ambiental. Además de la enorme cadena de catástrofes que se han registrado en diversas partes del planeta de unos años a estas fechas, tales como terremotos, maremotos, tsunamis, ciclones, tormentas, crecidas de ríos, inundaciones, la violencia desenfrenada, la delincuencia común, el narcotráfico y tantas otras cosas, han venido alimentando el temor de que se está cumpliendo lo que se ha dicho que respondió Jesucristo cuando le preguntaron cómo vamos a darnos cuenta de que se va a producir el juicio final y, supuestamente, él respondió que “por señales en el cielo”. Y en verdad ya hemos tenido suficientes “señales en el cielo” como para sospechar y temer que eso se está cumpliendo la predicción.
Por otra parte, el temor aumentó cuando una piedra tallada por los mayas hace unos 1.300 años, hallada en Guatemala, desvela la culminación del 13 oxlajuj b’aktún o simplemente bak’tun, que tendrá lugar mañana, 21 de diciembre, en lo que constituye la segunda referencia en la historia sobre el cambio del calendario de esa antigua civilización. La piedra se encontró en un conjunto de paneles que forman parte de una escalinata descubierta en el proyecto “La Corona”, un sitio arqueológico hallado en 1999 y ubicado en el departamento de El Petén.
Una inscripción en piedra que forma parte de una escalinata que se ubica en el sitio de “La Corona”. (Foto Prensa Libre: Archivo)
En un reportaje publicado en el periódico Prensa Libre en el transcurso del mes de marzo del año en curso, se dio a conocer que el hallazgo fue revelado esa semana por arqueólogos guatemaltecos y estadounidenses que explicaron que hallaron la pieza en abril pasado, durante una investigación realizada por estudiantes de las universidades Del Valle de Guatemala y Tulane y Texas de Estados Unidos de América. El arqueólogo estadounidense, David Stuart, uno de los expertos que anunció el hallazgo, explicó que la escalinata contiene el texto maya más largo que se ha descubierto hasta ahora en Guatemala. Se trata de la segunda referencia que se descubre en la historia sobre el cambio del calendario maya. La otra está en un sitio llamado “El Tortuguero”, en el estado de Tabasco (México), aseguró el experto. Según Stuart, epigrafista de la Universidad de Texas, la piedra que hace referencia al 13 bak’tun, calendario maya de cuenta larga, y fue tallada para conmemorar la visita del rey de la ciudad maya de Calakmul. En opinión de Stuart, “La Corona” fue un centro mucho más pequeño que Calakmur, pero tuvo una gran relación con esa capital.
El rey Yuknoon Yichaak Kahk, quien fue el gobernante maya más poderoso de la época, visitó “La Corona” el 29 de noviembre del año 696 después de Cristo, es decir, hace 13 siglos. El texto escrito en la piedra hace referencia a que la culminación del 13 bak’tun sería el 21 de diciembre de 2012. En los jeroglíficos tallados en piedras los mayas no hicieron ninguna profecía, sino sencillamente escribieron acontecimientos de su propia historia en el siglo VII, aclaró el experto estadounidense. Y relató que en las piedras se revelan historias de gobernantes y nobles de “La Corona” con nombres en orden, y también de reinas mujeres que estaban relacionadas con la dinastía pero que eran de Calakmur. Citó, como ejemplo, la figura de un noble que está hablando en conferencia con el rey de Calakmur, que fue una capital maya, y de otro que está sentado en un trono maya, en cuya piedra se hace referencia a una guerra y que tiene plumas de quetzales, ave símbolo de Guatemala.
El arqueólogo guatemalteco Tomás Barrientos detalló que la escalinata estaba formada por muchos paneles, pero sólo han encontrado 22 que fueron descartados por los saqueadores, 12 de los cuales están tallados con jeroglíficos. “Por eso consideramos que este es uno de los textos mayas más largos de la historia”, porque los paneles formaban parte de la escalinata frontal del edificio que, se estima, haya sido una residencia, según Barrientos.
El arqueólogo estadounidense Marcelo Canuto, quien coordina desde 2005 el proyecto de investigación en “La Corona”, asegura que el lugar fue víctima del saqueo y que los monumentos jeroglíficos fueron, como siempre, “los más deseados y codiciados”. Canuto comenta que “La Corona” inicialmente se conoció con el nombre de “Q”, a través de los monumentos saqueados que están en museos de Estados Unidos, Australia y Europa. En su opinión, en el sitio había tanto que escoger que los saqueadores descartaron los “más feos” y se llevaron los “más bonitos” .
“El saqueo demuestra que en “La Corona” existió algo importante”, según Canuto, director del Middle American Reseaarch del Instituto de la Universidad de Tulane. “Hemos encontrado muchos monumentos jeroglíficos y estamos tratando de hacer un mapa del sitio para ver cómo se veía en el pasado, cómo era su población y el uso de animales que tenían para entender la vida social, política y económica del lugar”, apuntó.
El baktun, o bak’tún es la unidad más larga del sistema calendárico conocido como “cuenta larga”. Equivale a 144,000 días. Aproximadamente unos 394 años en el calendario gregoriano. Así como el calendario gregoriano cuenta series de años conocidas como lustros, décadas, siglos y milenios, el calendario maya contaba series de veinte años llamadas cada una katún y series de 20 katunes (400 tun = 394,3 años), llamados baktun o baktún. Los mayas registraron esta fecha como 13.0.0.0.0, cuyos valores son: 0 = kin (día) 0 de 20 = uinal (día) 0 de 360 = tun (día) 0 de 7200 = katún (día) 13 (de 144 000 uinales) = 13 baktún. Es igual a 13 x 144,000 = 1.872,000 días, unos 5.128,76 años.
Por consiguiente, en ninguna parte ni de forma alguna pronosticó el calendario maya que el último día del décimo tercer baktun sería el “fin del mundo”, porque de haber sido así, esa catastrófica hecatombe habría ocurrido el 20. Y como nos podemos dar cuenta, no ha pasado nada catastrófico. Todo sigue igual. Mediante cálculos matemáticos y la constante observación del universo, los mayas determinaron que los cambios de estaciones se producen como consecuencia de la inclinación de la Tierra y la luz que absorbe a medida que gira alrededor del Sol.
Lo que realmente ocurrirá mañana, 21 de diciembre de 2012, no será el temido “fin del mundo”, sino que ocurrirá un nuevo solsticio de invierno, como sucede todos los años en esta fecha. El invierno comenzará el 21 de diciembre. Esta estación, que es la más corta del año desde hace algunos siglos, durará 88 días y 23 horas y terminará el 20 de marzo del 2013 con el comienzo de la primavera. Entre las teorías más mencionadas destaca la “mal entendida del calendario maya”, explica la NASA. Las cifras, que podrían considerarse “anecdóticas” o sin mayor repercusión, están desencadenando, sin embargo, situaciones preocupantes entre la sociedad estadounidense, por lo que la NASA decidió desmentir con hechos estas teorías. Además, según los astrólogos se producirá un alineamiento de planetas y estrellas. El Sol, la Tierra y la Luna estarán alineadas. Pero no hay que alarmarse porque ese fenómeno ocurre cada cierto tiempo.
Las primeras señales de que el problema era más grave de lo que se pensaba las dio el destacado astrofísico de la agencia espacial David Morrison cuando, en una entrevista al canal televisivo ABC, aseguró que recibe por lo menos un mensaje semanal de alguien que “contempla decisiones trágicas” antes de que llegue el día del Juicio Final .
El científico aun fue más allá y divulgó el contenido de una carta que le había remitido un profesor de secundaria en la que le expresaba sus temores acerca de unos padres que le habían dicho que “tomarían medidas drásticas antes de que llegase el Apocalipsis de 2012”. Por todo eso, las cuentas de Facebook, Twitter y Google de la NASA empezaron a emitir contenidos en los que se desmienten mediante hechos probados y científicos las numerosas teorías sobre el “fin del mundo”.
Para los mayas el mundo no se acaba, pero sus recursos sí
(Tomado de El Portal de Petén) |
GUATEMALA (IPS) – La llegada del fin de un período en el calendario maya no predice ninguna catástrofe global ni mucho menos el fin del mundo, cuyos recursos naturales, eso sí, son depredados por el ser humano, advierten sabios y activistas mayas consultados en Guatemala.Según el calendario maya, el llamado 13 baktún llegará a su final el próximo 21 de diciembre, lo cual ha despertado la histeria entre quienes creen que esto simboliza la llegada de grandes catástrofes y el fin del mundo, lo cual es absolutamente distinto al pensamiento indígena.”Hay líderes que se dejan llevar por lo que se oye o porque el 13 posee una energía muy fuerte y les preocupa que ocurra alguna catástrofe pero no hay nada de eso”, dijo a IPS el activista Antonio Mendoza, de la no gubernamental Oxlajuj Ajpop, que en idioma maya quiché se refiere a las 13 energías del calendario maya.Por el contrario, aclaró que “esta nueva etapa tiene toda una gran importancia para hacer reflexiones y análisis sobre la convivencia humana y la naturaleza”.Según historiadores, el 13 Baktún comenzó el 11 de agosto del año 3.114 antes de Cristo y tras una llamada cuenta larga de 144.000 días concluirá el 21 de diciembre. Entonces la cuenta volverá a cero y dará inicio un nuevo ciclo de otros 144.000 días.”Lo que sí nos preocupa mucho es cómo unificar esfuerzos para reorientar nuestro comportamiento frente a la naturaleza, el recalentamiento global y las políticas neoliberales que solo extraen petróleo, minerales e instalan grandes fábricas, lo cual pone en grave peligro a la humanidad”, explicó Mendoza. Con esta idea, organizaciones mayas de Guatemala han previsto realizar este año una serie de actividades, tales como conservatorios, foros y reuniones de reflexión para lograr también oportunidades de desarrollo para la población indígena.”Se trata de tener un acercamiento para concluir en algún espacio de unión, solidaridad y rescatar esos valiosos conocimientos que han existido sobre la naturaleza y la Madre Tierra”, dijo Mendoza.La civilización maya tiene una historia de unos 3.000 años, cuando se establecieron los primeros asentamientos humanos en Mesoamérica, en donde actualmente se ubican cinco estados del sudeste de México, así como también Guatemala, Belice y el occidente de Honduras y El Salvador y la parte norte de Nicaragua.Se trata de una de las culturas más importantes en el mundo por su legado astronómico y científico, sus construcciones y su literatura. Además, sus descendientes perviven con sus propios idiomas, tradiciones y costumbres, por lo que sus territorios, con majestuosos sitios arqueológicos, son motivo de incesantes expediciones turísticas e investigaciones. En Guatemala, estadísticas oficiales indican que los indígenas representan casi 40 por ciento de sus 14 millones de habitantes, repartidos entre los pueblos maya, garífuna y xinca, mientras los pobladores originarios aseguran que representan 60 por ciento de la población.Mario Molina, de la no gubernamental Red Nacional de Organizaciones de Jóvenes Mayas(RENOJ), dijo a IPS que la llegada del 21 de diciembre “no significa el fin de los mayas ni del mundo, sino un momento para medir el avance en el desarrollo de la naturaleza y de la humanidad”.Por el contrario, el activista mostró su preocupación por el deterioro ambiental que está afectando al globo y el consecuente calentamiento global producto de las actividades humanas, lo cual “es uno de los elementos fundamentales a discutir”. Además, este período “será propicio para construir un país multicultural, de unidad y con una visión compartida”, un anhelo por demás ansiado por la población maya, históricamente marginada en Guatemala. La miseria, la falta de servicios de salud y educación están afincados en los territorios indígenas en este país donde más de la mitad de su población, 54 por ciento, vive en condiciones de pobreza y 13 por ciento en la indigencia, según la estatal Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de 2011. Molina criticó el racismo contra la población maya reflejado en su escasa participación política, la pobreza y demás aspectos de modo que aprovecharán el cambio en el calendario para promover acciones “en busca del respeto a la dignidad, la vida y de los derechos humanos”. Algunos vieron otras oportunidades en la conmemoración maya. Por ejemplo, el Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT) lanzó la campaña denominada “El amanecer de los mayas”, para celebrar el 13 Bak’tun y así atraer viajeros al país interesados en esa cultura y sus sitios arqueológicos. Cirilo Pérez, consejero espiritual del ex presidente de Guatemala Álvaro Colom. Pero ese guía espiritual siempre ha insistido en que “no es el fin del mundo”. Y agregó: “El calendario maya es algo que solo los mayas entienden aunque muchos académicos, arqueólogos, antropólogos e historiadores han escrito tantos libros al respecto, pero sin entenderlos”. Según Pérez, los verdaderos escritos mayas fueron quemados por el arzobispo español Diego de Landa, de la arquidiócesis mexicana de Yucatán (1572-1579), quien consideró los documentos como “superstición y falsedades del demonio”. De Landa fue uno de los primeros frailes franciscanos que llegó a la península de Yucatán, donde trabajaba.La primera persona en Guatemala a quien yo escuché hablar sobre el calendario maya, y dedicó largo tiempo a su estudio y análisis, fue al ya desaparecido sabio historiador, antropólogo y escritor Agustín Estrada. Después de exhaustivos estudios y análisis, llegó a la conclusión, entre muchas otras, que, curiosamente, durante el período del solsticio de invierno, que se produce por igual por estos días en todas partes del mundo, se han celebrado festividades religiosas y paganas en algunas civilizaciones y coinciden con el Januká de los judíos. Janucá, llamada también la “Fiesta de las Luces” o “Lucernarias”, es una festividad judaica celebrada durante ocho días, que conmemora la derrota de loa helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos sobre los griegos, y la posterior purificación del Templo de Jerusalén de los iconos paganos, en el siglo II a. C. La tradición judía habla de un milagro, en el que pudo encenderse el candelabro del Templo durante ocho días consecutivos con una exigua cantidad de aceite, que alcanzaba solamente para uno. Esto dio origen a la principal costumbre de la festividad, que es la de encender, en forma progresiva, un candelabro de nueve brazos llamado januquiá (uno por cada uno de los días más un brazo “piloto”). La festividad acontece el 25 de Kislev del calendario judío, fecha que acaece entre fines de noviembre y fines de diciembre del calendario gregoriano. El Talmud y el Midrash Raba sugieren también otro origen para la festividad. Según estas fuentes, la Janucá es una manifestación de la festividad del solsticio de invierno, que es el momento en que los días dejan de acortarse y comienzan a alargarse. El Talmud relata historias de Adán, el primer hombre, que vio ponerse al sol por primera vez en su vida y entró en pánico, y conectan esta historia con la festividad del solsticio de invierno. Según el relato, el primer año ayunó durante ocho días, y luego —al comenzar a alargarse los días nuevamente— festejó durante otros ocho; pero el segundo año, al comprender que este era el orden natural, solo festejó (Talmud, Tratado de Avodá Zará, Ba. La Janucá acontece alrededor del 22 de diciembre, fecha del solsticio en el hemisferio norte. Este relato explicaría el motivo central de la festividad: el encendido de luminarias, que simboliza la expulsión del invierno.Coincide también con las fechas del nacimiento de todos los profetas, como Jesús, que se dice que nació el 24 de diciembre, fecha en la que los cristianos celebran Navidad, y las supuestas fechas de los nacimientos de todos los diversos avatares que han existido, tales como Mahoma para los islámicos, Horus, para Egipto, Attis para Grecia,1200 años antes de Cristo, Krishna para la India, supuestamente nacido de una virgen el 25 de diciembre, 900 anos de Cristo, a los 33 años murió y fue enterrado pero resucitó al tercer día; Dionisio para Grecia, 500 años a. de C. Nació un 25 de diciembre supuestamente hijo de una virgen, hacía milagros y era llamado “Rey de Reyes”, “Alfa y Omega”, “El único hijo de Dios”, murió a los 33 años y fue enterrado, pero y resucitó a los 3 días; Mithra, para Persia, nacido el 25 de diciembre, supuestamente hijo de una virgen, tuvo 12 apóstoles, hacía milagros, murió sacrificado a los 33 años y fue sepultado, pero resucitó al tercer día; Chrishna de Hindustán, Buda Sakia para la India, Zulis (o Zhule, o Asiris o Orus) para Egipto. Odin o Wotan para los Escandinavos, considerado el dios principal de la mitología nórdica, y algunas religiones etenas; Zoroaster para Persia, y todos los demás avatares predecesores de Jesucristo.Al final de cuentas, volviendo al tema que hoy nos ocupa sobre el 13 bak’tu del calendario maya, quiero asegurarles que es completamente falso que hoy o mañana será el “fin del mundo” para nuestro planeta. ¡No se preocupen! ¡Son babosadas!, como decimos comúnmente.El único peligro que realmente se presenta a Guatemala con la celebración del 13 bak’tun es que algunas organizaciones no gubernamentales (ONGs) inspiradas y sostenidas por los gobiernos de ciertos países escandinavos, les han venido metiendo en la cabeza a los dirigentes indígenas que, por mandatos del universo, establecidos en el calendario maya, a partir de mañana, 21 de diciembre del 2012, les corresponde iniciar una campaña revanchista y con tendencia a pedir su independencia en contra de las autoridades establecidas por los ladinos y los mestizos que les han venido explotando inícuamente durante tanto tiempo desde que los ejércitos de sus antepasados fueron vencidos en los campos de batalla por los conquistadores españoles. Es así como, vemos que ahora resulta que el inicio de esa nueva era pronosticada, según ciertos líderes inescrupulosos que explotan a las comunidades indígenas promoviendo tensiones con los fondos que reciben del exterior, será el 30 de diciembre y ya no el 21, y les prometen que recibirán esa nueva era nada mas y nada menos que en las oficinas de la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina (CONIC). Ya solo faltaría que digan que también en el Comité de Unidad Campesina(CUC). Distorsión aberrante a la misma filosofía de la cultura maya. ¡Eso sí es un peligro latente para la paz en nuestra patria! Perdieron la guerra en el campo de batalla, pero firmaron la paz “firme y duradera” siempre pensando en apoderarse del poder de alguna manera.Pero les invito a pensar también que cualquier momento podría ser “el fin del mundo” para cualquiera de nosotros cualquier día, a cualquier hora, cuando nos llegue la hora de la muerte. Y es prudente que ese día estemos en bien con el dios que hay en nuestra conciencia. ¡Más nos vale! Porque el día del llamado “Juicio Final” nos llegará a todos, indefectiblemente, en el momento menos pensado, el día de nuestra muerte, y entonces no habrá un juez más justo e implacable que la voz de nuestra conciencia, a la que de ninguna manera se puede engañar.
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