Mano de acero inoxidable

Como reacción a mi declarada firme oposición a que se instaure en nuestro país un gobierno con ?mano dura? como consecuencia de las ya muy próximas elecciones, como el que ha venido ofreciendo el general retirado Otto Pérez Molina, recibí un correo electrónico titulado ?No jodas Palmis? que creo que es otro de tantos anónimos que andan circulando, por más que está firmado con el nombre René Adams, con la dirección tajumulco_1964@yahoo.com y, entre muchas otras cosas que me dice, con el evidente propósito de tratar de taparme la boca para que deje de oponerme y criticar la candidatura presidencial del general y su ?mano dura?, me recuerda que fui ?íntimo? del general e ingeniero Miguel Ydígoras Fuentes, ex Presidente constitucional de la República, quien durante su campaña electoral prometía hacer un gobierno con ?mano de acero inoxidable? y fue electo en elecciones libres compitiendo con el candidato oficial del partido Movimiento de Liberación Nacional, en el gobierno, y tomó posesión de la presidencia el 2 de marzo de 1958, pero su período constitucional fue interrumpido de manera exabrupta cuando fue derrocado por un golpe militar que tuvo lugar a la media noche del 30 de marzo de 1963 encabezado personalmente por su ahijado el coronel e ingeniero Juan de Dios Aguilar Deleón, tras de lo cual el gobierno fue asumido por la institución militar y lo presidió de facto el ministro de la Defensa, coronel Enrique Peralta Azurdia, y adoptó el nombre de ?Operación honestidad?.
Se equivoca el autor de ese correo electrónico si creyó que iba a causarme vergüenza mi amistad con el general e ingeniero Ydígoras Fuentes y con ello iba a callarme, porque no tengo de qué avergonzarme. Todo lo contrario, me causa mucha satisfacción y orgullo que él haya sido amigo mío y yo haya sido amigo de él.
El general Ydígoras Fuentes hizo su campaña electoral prometiendo que iba a gobernar con “mano de acero inoxidable”, aunque la verdad es que jamás usó esa anunciada mano metálica a pesar de que se lo pedían sus conmilitones. Pero nunca dijo que iba a usar ?mano dura? porque él no quiso ser dictador por ser un hombre ilustrado y culto. En opinión del licenciado y periodista Clemente Marroquín Rojas, hasta el gobierno del general Kjell Laugerud García, el general Ydígoras había sido el presidente más ilustrado que había tenido el país, aunque el doctor Arévalo fuese el más preparado.
Yo nunca fui funcionario de su gobierno a pesar de que, sin consultarme, un día me nombró Secretario de Relaciones Públicas de la Presidencia, pero no le acepté el cargo y le respondí francamente que se lo agradecía y me disculpara por no aceptarlo porque el trabajo de ese funcionario consiste en defender al gobierno al cual sirve y yo no me sentía con capacidad para defender a su gobierno. El general presidente se emocionó al escuchar mi franqueza y en vez de disgustarle me la agradeció. Y continuamos siendo tan buenos amigos como siempre hasta su muerte.
Esto me permite la oportunidad de hacer un recordatorio histórico que considero conveniente, no por el hecho que se me quiera vincular con ese gobierno, del cual jamás formé parte, insisto, sino porque se me está enrostrando mi amistad personal con ese gobernante y esta narración puede servir para informar a los jóvenes que probablemente sólo conocen de oídas ese episodio de la historia patria por la mala fama que se le hizo acusándole de corrupción y de ser “un payaso” porque tenía mucho sentido del humor y se reía de lo que se decía de él.
Miguel Ydígoras Fuentes nació el 17 de octubre de 1895 en la ciudad de Retalhuleu y fue el oficial número 1 de la promoción número 1 que se graduó en el año 1912 de la Academia Militar que funcionó de 1912 a 1920, antes de que el 2 de mayo de 1920 reiniciara sus actividades la actual Escuela Politécnica por Acuerdo Gubernativo del Presidente de la República Carlos Herrera, quien gobernó del 8 de abril de 1920 al 5 de diciembre de 1921, a raíz del derrocamiento del dictador Manuel Estrada Cabrera, quien había gobernado de manera dictatorial durante 22 años, del 9 de febrero de 1898 al 8 de abril de 1921, cuando fue derrocado por un movimiento popular organizado por patriotas del partido Unionista, encabezados por don José Azmitia y un golpe de estado que encabezó un triunvirato militar compuesto por los generales José María Orellana, José María Lima y Miguel Larrave, quienes llamaron a elecciones y resultó electo el general José María Orellana, quien gobernó del 10 de diciembre de 1921 al 26 de septiembre de 1926, cuando falleció en el hotel Manchén de la Antigua, a las 0 horas con 15 minutos, como consecuencia de una fulminante angina de pecho, a los 54 años de edad, cuando estaba en ejercicio de la presidencia. La antigua Escuela Politécnica fue creada por el Decreto número 86 y empezó a funcionar el 1 de septiembre de 1873 por iniciativa de los generales Justo Rufino Barrios y Miguel García Granados, y funcionaba en el Convento de la Recolección, contiguo a la iglesia del mismo nombre, en la 3a. avenida y 2a. calle de la actual zona 1, pero fue clausurada el 20 de abril de 1908 como represalia del dictador Estrada Cabrera por el atentado que unos cadetes hicieron contra él.
El general Ydígoras Fuentes fue un personaje de larga trayectoria y experiencia en distintos cargos públicos que desempeñó durante la dictadura de 14 años del llamado ?general? Jorge Ubico Castañeda (digo llamado y pongo ?general? entre comillas porque no estudió ni se graduó en la escuela militar ni estuvo de alta en un cuartel, ni participó jamás en acciones bélicas, y si llegó a ser general fue ?de dedo?). Ydígoras Fuentes fue Director General de caminos muchos años y después gobernador del departamento de San Marcos.
Para el 20 de octubre de 1944 actuó como mediador entre el gobierno espurio del general Federico Ponce Vaides y los líderes de la insurrección militar. Luego fue nombrado Ministro plenipotenciario en el Reino Unido. En 1950 fue candidato a la presidencia de la república y perdió las elecciones que ganó en forma aplastante el coronel Jacobo Arbenz Guzmán.
Por ser perseguido emigró a El Salvador y en 1954 se le pidió que encabezara la invasión para derrocar al gobierno de Árbenz del denominado ejército de Liberación que organizó y comandó el coronel Carlos Castillo Armas, pero rehusó tomar parte en una invasión al país porque le pareció que sería una afrenta a la soberanía nacional.
Tras el asesinato de Castillo Armas y el breve mandato de su sucesor, el licenciado Luis Arturo González López (del 26 de julio al 24 de octubre de 1957) asumió el poder un triunvirato integrado por los coroneles Óscar Mendoza Azurdia, Roberto Lorenzana y Gonzalo Yurrita Nova, quienes gobernaron del 24 al 26 de octubre de 1957, día en el que llamaron a que asumiera la presidencia el primer designado, coronel Guillermo Flores Avendaño, quien gobernó del 26 de octubre de 1957 al 2 de marzo de 1958, período durante el cual llamó a elecciones en las que participó el general Miguel Ydígoras Fuentes. Oficialmente ganó la elección el candidato oficial, licenciado Miguel Ortiz Passarelli, postulado por el partido Movimiento de Liberación Nacional, pero Ydígoras alegó que había habido fraude y se produjo una acción popular de protesta que fue llamada ?movimiento de las bicicletas?, porque muchos de sus partidarios recorrían las calles de la capital en bicicleta mientras él y otros partidarios permanecían sentados en las gradas del Palacio Nacional, hasta que el gobierno provisorio convocó a nuevas elecciones que ganó el general Ydígoras Fuentes. Entre sus contendientes estaba el licenciado Mario Méndez Montenegro, postulado por el Partido Revolucionario (PR) al cual yo estaba afiliado y en cuya campaña electoral participé activamente, por lo cual me dí color como opositor al veterano general a quien no había conocido personalmente.
El general e ingeniero Ydígoras Fuentes ganó las elecciones y asumió la presidencia el 2 de marzo de 1958 para un período de seis años que no pudo terminar. Entonces decidí dedicarme por completo al periodismo y para ello renuncié a militar en la política partidista. Escribía en Prensa Libre todos los días dos columnas que alternaba: Escena por Apuntador, que tenía un carácter un tanto frívolo, y Buenos días, que firmaba con mi nombre y pretendía ser muy seria. En eso fui invitado a asistir a la tradicional Feria de Manizales, Colombia, y tuve la inolvidable satisfacción de ir acompañado del periodista y poeta Francisco Méndez, de El Imparcial, quien allá me enseñó que ?botella abierta, botella muerta? y así le dimos muerte a muchas botellas del magnífico Ron de Caldas. En la delegación guatemalteca estaban incluídos la bella Reina del Café Ana María Arzú, la marimba Maderas de mi Tierra y el cantante Rodolfo Augusto Tejada, quien popularizó la canción ?Milagroso Señor de Esquipulas?, del recordado periodista y compositor José Ernesto Monzón.
En Colombia me enteré con mucha vergüenza de los escándalos en los que se había visto envuelto el embajador de Guatemala, quien era homosexual, y cuando regresé al país publiqué una serie de crónicas sobre ese viaje. Pero cuando llegó el momento en el que debía relatar algo sobre los escándalos sexuales del embajador, el director del periódico me aconsejó que antes de hacerlo le mandara un telegrama al presidente diciéndole que le solicitaba una audiencia privada para informarle confidencialmente de los escándalos de los que me había enterado que se había visto envuelto en Bogotá su embajador homosexual. Y el viejo Ydígoras, que era un zorro que creía que se las sabía de todas todas, se recordó de un encuentro no muy amistoso que habíamos tenido al cruzarnos en San Antonio Suchitepéquez su comitiva y la del candidato del PR, entre la cual iba yo, y pensó ?Ahora me las va a pagar? y me contestó por telegrama que si tenía algo que decir del embajador lo publicara apegado a mi ética profesional. ¡Para qué me lo dijo! ¡El viejo presidente no sabía con quién se metía! Me dije ?¿Ah si?, pues ahora verá este viejo? y comencé a publicar algunos de los datos que había obtenido en Colombia sobre las ?travesuras? sexuales de ese maricón que era amigo de Ydígoras y le había proporcionado fondos para su campaña. Después de publicar tres de esas columnas, recibí una invitación de él para visitarle en su despacho en el Palacio Nacional una noche a las 19 horas. Pero pocos días antes el presidente había dado una patada al destacado periodista Julio Vielmann en el lobby del hotel Palace porque había publicado la posibilidad de que se devaluara el quetzal, y unos amigos me aconsejaron que mejor no fuera. Pero yo decidí correr el riesgo y acudí puntualmente a la cita. A las 7 y 30 todavía no me recibía y me levanté a decirle al jefe del Estado Mayor Presidencial, que era el coronel Gildardo Monzón Peulvé, que me iba a retirar porque mi cita era para las 7 y ya había pasado media hora y aún no me había recibido el presidente. El chafa se sorprendió mucho, no podía creer que yo fuera capaz de irme sin esperar más tiempo al presidente, pero me contestó: ?espéreme un minuto, voy a ir a decirle al señor presidente que usted ya se va si no lo recibe?, y se entró al despacho presidencial. En un minuto salió a decirme: ?El señor presidente está atendiendo a su colega David Vela, pero dice que ahora mismo lo va a recibir?. Y así fue, en efecto. Salió del despacho el admirado y querido David Vela, se me acercó y me dijo sonriendo de oreja a oreja: ?No te preocupés porque ya te lo dejé amansado?. Pero cuando entré al despacho, el presidente comenzó a gritarme ?¿Qué se está creyendo usted para amenazar al presidente de la república con publicar las huecadas del embajador en Colombia??, a lo que yo le contesté sin amedrentarme: señor presidente, yo no tengo por qué soportar que usted me grite porque no soy su subalterno, así que mejor me retiro. Entonces Ydígoras me dijo: ?No, no, no se vaya, pase adelante y siéntese. A mí usted me caía mal porque me habían dicho que era hueco, pero ya me dijo David que no es verdad, porque usted es un pisón. Pase adelante, siéntese?.
Me hizo mucha gracia el viejo general y entré a tomar asiento en un sofá. Al lado se sentó él y comenzó diciéndome: ?Vea, ese embajador me ayudó con cincuenta mil dólares para mi campaña y cuando gané me pidió que lo nombrara jefe del protocolo, pero yo pensé ¿cómo voy nombrarlo para ese puesto y el día menos pensado se pone a desabotonar la sotana del Nuncio del Papa? Entonces decidí que mejor lo mandaba a Colombia, donde yo fui embajador y pude darme cuenta de que hay muchos homosexuales. Pero después de enterarme de lo que usted ha publicado voy a destituirlo?. Luego tuvimos una conversación muy agradable y sabrosa, salpicada con el gran sentido del humor que era característico en él. Y al despedirme me dijo que iba a invitarme a su próxima gira por el interior de la república. Y así lo hizo, efectivamente, y pude darme cuenta de su sencillez y simpatía, y de la forma como trataba a la gente humilde y resolvía los problemas que llegaban a plantearle. Y así comenzamos a cultivar una amistad que duró desde entonces hasta el día de su muerte, muchos años más tarde.
Uno de los problemas de mayor resonancia internacional que tuvo durante su gobierno fue en los años sesentas al haber permitido que en la finca Helvetia, de Retalhuleu, propiedad de su amigo Roberto Alejos Arzú, se entrenaran las tropas de exiliados cubanos auspiciados por la CIA para invadir Cuba en la fracasada acción de Bahía de Cochinos. Durante su gestión se concluyeron distintos tramos asfálticos en carreteras del país, se terminaron los puentes que hacían falta para la finalizar la Ruta al Atlántico, en noviembre de 1959 se terminaron los trabajos del complejo vial conocido como El Trebol; se hizo el Parque de La Industria, construído bajo la supervisión ad honorem de Ramiro Samayoa Martínez y yo, el puente Belice; el Puente Baltazar Orellana sobre el río Los Esclavos, el Hospital Antituberculosos “San Vicente”, el Hospital infantil ?María Teresa?; se identificó la reclamación guatemalteca sobre el territorio de Belice, se dio atención al departamento de Petén por medio del FYDEP, se fomentó notablemente la avicultura en el país gracias al cubano Domingo Moreira porque él había prometido en su campaña que durante su gobierno todos los guatemaltecos podrían tener “un pollo en su puchero” y se participó activamente en el Mercado Común Centroamericano. Una de sus mayores preocupaciones fue dar vivienda a la clase media, planificando colonias con el lema de ?Esfuerzo propio, ayuda mutua?. Su período de gobierno fue interrumpido súbitamente el 30 de marzo de 1963 porque el Ejército temía que el ex presidente Juan José Arévalo fuese a ganar las siguientes elecciones y la única manera de impedirlo era rompiendo el orden institucional y evitando que hubiese elecciones.
En 1982 falleció a la edad de 87 años en la ciudad de Guatemala. Que descanse en paz mi querido amigo el general e ingeniero Miguel Ydígoras Fuentes, ex Presidente constitucional de la República, a quien recuerdo con profunda simpatía y gran afecto.

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