La “conspiración” en marcha
Hace pocos días, los medios de comunicación, las redes sociales y la opinión pública de Guatemala, en general, se escandalizaron cuando el Presidente Constitucional de la República, licenciado Jimmy Morales Cabrera, declaró que hay indicios de que existe una conspiración en el país; y, naturalmente, muchos pegaron el grito en el cielo, y hasta los mismos involucrados en el macabro plan se rasgaron las vestiduras y clamaron al cielo alegando que era una “irresponsabilidad” del mandatario hablar de una conspiración sin especificar de parte de quién. Agregaron, además, que el mandatario se expone a ser acusado de cometer el flagrante delito de omisión de denuncia al no hacer la denuncia ante el conocimiento del Ministerio Público, como lo manda la ley. Pero con ello los sectores de izquierda han hecho una campaña de desprestigio contra el Presidente Jimmy Morales para declarar un estado fallido y luego organizar manifestaciones para pedirle su renuncia. Como la que ya han programado para el 7 de marzo próximo.
Últimamente han aumentado los indicios de que la mentada “conspiración” no es de que se produzca un cuartelazo contra el Gobierno establecido, como ocurría anteriormente, cuando los militares todavía tenían alguna fuerza, sino consiste en desarrollar todo tipo de actividades tendientes a dar posiciones de poder a grupos étnicos para que, como ocurrió al final del Conflicto Armado Interno, reclaman un pedazo del territorio nacional para establecer un diferente país, que se proponen llamar “Mayalandia”, “Guatemaya” o algo parecido, apoyándose en la Autodeterminación de los Pueblos decretada por la ONU. Pero en una etapa de su plan se proponen hacer una campaña de desprestigio contra el presidente Jimmy Morales Cabrera y organizar manifestaciones para exigir su renuncia, para que luego asuma ese cargo el actual vicepresidente, doctor Jafeth Cabrera y se nombre un vicepresidente de ideología de izquierda, pero acto seguido obligar a renunciar también al presidente Jafeth Cabrera por actos de corrupción para que asuma la presidencia el vicepresidente izquierdista, y así adueñarse del poder, lo cual no lograron hacer por medio de las armas durante 36 años de lucha armada. Mucho menos lo han podido lograr a través de elecciones porque en las que han participado han obtenido una minoría de votos.
Reproduzco a continuación este interesante artículo, publicado recientemente en las páginas editoriales de Prensa Libre:
En reunión secreta se planeó sitiar a Guatemala
Por Antonio Mosquera Aguilar
El 31 de enero pasado se realizó un conciliábulo en Tapachula para evaluar escenarios posibles en el país. Los asistentes fueron la generala Lori Robinson, jefa del US comando norte; Almirante Kurt Tidd del US comando sur; la US embajadora en México, Roberta S. Jacobson, y por México, la embajadora Socorro Flores, encargada de Latinoamérica y el Caribe. El Pentágono y el comando norte indicaron que también estuvo presente Luis Videgaray, secretario de Relaciones Exteriores de México.
1. Se examinó el alcance de acciones destinadas a fragmentar la unidad estatal guatemalteca. Se busca favorecer a caciques y gamonales oenegeístas, iniciadores de movimientos territoriales que rompan la legalidad. Consideraron desde la segregación legal hasta la partición del país. El objetivo es instalar una autoridad menos corrupta que el resto del gobierno nacional que impida la migración guatemalteca, así como la de Honduras y El Salvador.
2. Se evaluó sellar la frontera de México con Guatemala. Como se sabe, la mayoría de cruces peatonales sin documentación migratoria a lo largo de la frontera de EE. UU. con México ocurren por parte de centroamericanos y no por mexicanos. De esa cuenta amerita el control de los migrantes del triángulo norte de Centroamérica y no de mexicanos.
La palabra favorita para referir la frontera de México con Guatemala es porosidad. No hay pazguato que no la use cuando describe la convivencia entre las dos naciones. La pacífica y fraternal convivencia entre los dos países no abona en nada, pues siempre se sugiere sellar los pasos “ciegos”. Las relaciones familiares, de negocios lícitos y hasta festejos compartidos se desconocen por los oportunistas e ignorantes.
Sin contar a los cubanos, a nuestro país se le acusa de haber permitido el paso de más de cinco mil viajeros de Haití, África y Asia que residen en Tapachula, desde donde se disponen a una larga jornada para alcanzar la frontera en California.
Si se prestara atención a los trabajos académicos, se podría obtener una visión histórica de las relaciones migratorias y poblacionales de México y Guatemala. En mi texto, los trabajadores guatemaltecos en México, además de referir la historia demográfica entre los dos países, se cita que en 1983 una comisión del Senado mexicano llamó a construir un muro de justicia. No se trataba de una valla, como la que se discutió ahora en la junta secreta, sino de entender la dinámica social y económica de esa frontera.
El síndrome del mendigo guía la actuación nacional. Cuando el general John F. Kelly, hoy jefe de US seguridad patria, visitó al país, el encarcelado ministro de Gobernación solicitó unos vehículos todoterreno. Después, al también recluido expresidente se le ocurrió organizar un éxodo de menores de edad sin compañía hacia EE. UU. Seguro pensó que los norteamericanos eran tontos, mientras su persona y la otra integrante del binomio presidencial se pasaban de listos.
De nuevo acude el general Kelly, trae órdenes. Por primera vez desde 1954, el país debe con dignidad satisfacer a los gringos, sin pedir nada a cambio. Ordenar la migración conviene a los intereses de este pequeño país, así como a la superpotencia. Si no se actúa, los poderosos EE. UU. que manifiestan sin ambages su racismo contra los “hispanos” apoyarán la subversión. Entrenaron al personal de Conamigua y varios oficiales. En la torre Trump, cuando Kelly mencionó a sus socios en el continente fueron Colombia, Chile, Brasil, El Salvador y Panamá. En consecuencia, no considera fiable al país. ¿Para qué retarlo? Gracias por vínculos al Dr. Jalife Rahme. (Fin del artículo)
Visita del general John F. Kelly
El general John Francis Kelly del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, quinto Secretario de Seguridad de ese país nombrado desde el 20 de enero de 2017 por el Presidente Donald Trump. Especial conocedor de América Latina, lideró de 2012 a 2016 el Comando Sur de Estados Unidos, cuyas misiones van desde el combate al crimen organizado hasta la ayuda en desastres naturales, pasando por entrenamientos con militares de Centroamérica, América del Sur y el Caribe. La responsabilidad del Secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos es velar por el mantenimiento de las fronteras y el combate contra la inmigración ilegal y el tráfico de drogas y el terrorismo.
El Secretario de Seguridad John Kelly fue recibido en el aeropuerto por el Canciller Carlos Raúl Morales y de inmediato visitó al Presidente Jimmy Morales en su despacho del Palacio Nacional de la Cultura, acompañado del embajador de los Estados Unidos, el afroamericano Todd Robinson y de una intérprete simultánea.
No es verdad que haya visitado las oficinas de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) para entrevistarse con el comisionado Iván Velésquez Gómez, no obstante, se publicó en todos los medios y en las redes sociales que durante el saludo que le hizo el fiscal colombiano Velásquez, en compañía del embajador de Estados Unidos, el Secretario Kelly había expresado su incondicional apoyo a la labor de Iván Velásquez al frente de la CICIG. Por lo que vale preguntarse, ¿qué tiene que ver el Secretario de Seguridad Nacional de EEUU con el Convenio de la CICIG firmado entre el Gobierno de Guatemala y la ONU por solicitud del Gobierno de Guatemala? No hay que olvidar que quien inició esa gestión fue Edgar Gutiérrez, entonces Ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, durante el gobierno de Alfonso Portillo Cabrera, por lo que se creó la Comisión de Investigación de Cuerpos Ilegales y de Aparatos Clandestinos (CICIACS), pero dicho convenio fue rechazado por la Corte de Constitucionalidad (CC) pero el nefasto gobierno siguiente, de Óscar Berger Perdomo, por medio de su vicepresidente, el ex guerrillero Eduardo Stein Barillas, firmó el convenio para la reforma de la CICIACS y la creación de la Comisión de Investigación Contra de Impunidad en Guatemala (CICIG) y el convenio fue ratificado en la ciudad de Guatemala el 27 de febrero del año 2008 por el primer comisionado, licenciado Carlos Castresana Fernández, y el entonces Fiscal General de la República, licenciado Juan Luis Florido Solís, quien poco tiempo más tarde fue obligado a renunciar a ese cargo por presiones del mismo Castresana. Y desde entonces la CICIG ha sembrado el pánico en el sistema judicial porque no hay juez que se atreva a desafiar su poder por el temor a ser investigado y acusado de algún supuesto delito. Porque se ha implantado que basta que sean acusados para ser capturados y enviados a “prisión preventiva” sin antes haber sido juzgado y sentenciado. El principio de presunción de inocencia ha desaparecido, porque ahora un acusado tiene que probar que es inocente desde la cárcel, en vez de que se le pruebe su culpabilidad antes de ser enviado a la cárcel. Lo cual ha permitido que la CICIG y el MP envíen a la cárcel “preventiva” a una lista muy larga de personas sin que antes se pruebe su culpabilidad. Y los plazos fijados por el Código Penal para que los jueces oigan a los acusados y dicten sentencia no se cumplen impunemente. Gracias a lo cual hay muchas personas en las cárceles “preventivas” y en los cuarteles militares como el Mariscal Zavala y Matamoros sin que se les notifique de qué se les acusa ni, mucho menos, cuándo serán juzgados y sentenciados por un juez competente. Y muchos ya llevan mucho tiempo en cárceles “preventivas” sin que un juez les de audiencia. Y los bienes de varios de los acusados ya han sido incautados sin haber sido juzgados. ¡Lo cual es ilegal!
El general Joseph F. Kelly, Secretario de Seguridad de los Estados Unidos de América con el Comisionado de la CICIG Iván Velásquez Gómez y el embajador Todd Robinson. Desde el final de la reunión se ha venido publicitando que el alto funcionario del gobierno de Trump expresó su apoyo incondicional a la CICIG y al fiscal Iván Velásquez.
Me es difícil creer que el Secretario John Kelly haya expresado su opinión en un tema que no le incumbe. Se ha dicho que le manifestó a Velásquez su “incondicional” apoyo. Porque aunque es innegable la influencia de los Estados Unidos en los asuntos internos de nuestro país, no creo que se haya atrevido a decirlo. Eso solo lo hace cuando le da la gana el impertinente embajador Robinson violando lo establecido en la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas. Ya con eso tenemos bastante.
Justicia ancestral o indígena
Los jefes de los 14 cantones del departamento de Totonicapán que están empeñados en gobernar una parte del país con el apoyo de Iván Velásquez, comisionado de la CICIG y el embajador de Estados Unidos Todd Robinson. Numerosa porra de indígenas y aliados de tendencia izquierdista asistieron al Congreso de la República a apoyar a los diputados y que se manifestaban a su favor y a insultar con gritos destemplados a los diputados que se manifestaban en contra de sus pretendidas reformas constitucionales, en especial el artículo 203.
Hoy continuará en el pleno del Congreso la discusión de las propuestas reformas constitucionales.
Valiente y constante lucha del abogado Giovanni Fratti
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Inconcebible fallo de la CC
Por increíble que parezca, la Corte de Constitucionalidad (CC) acaba de emitir un fallo suspendiendo las actividades de las hidroeléctricas OXEC I y OXEC II ya en funcionamiento.
¿Es esta la “Justicia” indígena?