Miscelánea

* Confusión involuntaria, no mentira
Era demasiado temprano ayer por la mañana cuando me llamó por teléfono la viuda de un querdo amigo para reclamarme, cordialmente, desde luego, que en la relación que publiqué el domingo, sobre mi re encuentro con la bella Arabella Árbenz Villanova, yo haya dicho que fue en 1963 cuando volé de Nueva York a Paris en un avión Concorde supersónico gracias a la invitación de mis amigos el banquero francés Jean Pierre François y su esposa iraní, a quienes encontré casualmente en el King Cole bar del hotel St. Regis de Nueva York; y me recordó que fue su difunto esposo quien me invitó a volar con ellos a Paris en ese avión, en 1978, después de que nos encontramos en el bar del hotel Plaza. Cuando me lo recordó me puse a bajar libros en mi memoria y, con mucha pena, recordé que, en efecto, así fue. Cometí una involuntaria confusión ?se me chisporreteó la memoria, como diría Chespirito- pero no tuve la intención de mentir, como me dice el señor José Manuel Álvarez en este correo electrónico que también recibí ayer:
?Señor Palmieri: En lo personal a veces me gusta lo que usted escribe y a veces no, como supongo sucede a la mayoría de sus lectores. Lo que sí es indudable es que usted tiene clase y ha sabido gozar los placeres de la vida. Admiro su gusto por la buena comida y la buena vida en general. Pero lo que también es indudable es que usted miente y utiliza datos falsos en sus escritos. En éste, sobre Arabella Arbenz específicamente, usted menciona que fue invitado a París, volando en el Concorde, en 1963. Que haya ido en el Concorde, en otro avión, o en barco, no cambia en nada el interesante fondo de su escrito, por lo que no entiendo por qué tiene que mentir y publicar un dato a todas luces falso. El Concorde hizo su primer vuelo de prueba en 1969, y su primer vuelo comercial en 1976. ¿Cómo puede usted haber volado en un avión 6 años antes de su primer vuelo de prueba y 13 antes de su primer vuelo comercial? Qué lástima que usted mienta, y en forma tan evidente. Usted es un buen periodista, no tiene necesidad de escribir paja. Qué lástima también que en su página web no haya lugar para comentarios de los lectores, donde podríamos refutar las barbaridades y mentiras que escribe a veces, así como felicitarlo por muchas cosas buenas que comparte con nosotros?.
¡Tiene razón! Lo lamento profundamente. Fue una involuntaria confusión de mi cansada memoria, pero le juro que no tuve la intención de mentir. En cuanto a que es una lástima que en mi página web ?no haya lugar para comentarios de los lectores donde podrían refutar las barbaridades y mentiras? que dice que escribo a veces, así como felicitarme ?por muchas cosas buenas? que comparto con mis lectores, le explico que esta página no tiene el propósito de provocar polémicas, sino simplemente exponer mis pensamientos y sentimientos. Y por experiencia no quiero correr el riesgo de que se aprovechen para decirme vituperios las personas resentidas. Empero, como podrá darse cuenta, atiendo las oportunas observaciones que me hacen personas respetuosas, como él.
En efecto, los primeros vuelos comerciales del Concorde comenzaron el 21 de enero de 1976 con las rutas Londres?Bahrein y París?Río de Janeiro. En Estados Unidos, el Congreso prohibió el aterrizaje de ese avión en su territorio por las quejas que recibió por el sonoro «bum» supersónico. Esto causó un grave problema a las compañías Air France y British Airways que tenían programados vuelos transatlánticos regulares. Sin embargo, Nueva York suprimió la restricción en 1977 y el 22 de noviembre de ese año se abrieron las rutas Nueva York?París y Nueva York?Londres. La duración media del vuelo en los dos itinerarios era de aproximadamente tres horas y media. Hasta el año 2003, tuvieron vuelos regulares con Nueva York. El 1 de noviembre de 1986, el Concorde realizó la vuelta al mundo en 31 horas y 52 minutos.
Entre 1979 y 1988, Braniff International alquiló dos aviones Concorde: uno que pertenecía a British Airways y otro a Air France y fueron utilizados para vuelos regulares entre el aeropuerto de Fort Worth de Dallas (Texas) y el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York. Por motivos legales, los aviones utilizados por Braniff fueron registrados en los estados de Texas y Nueva York y, además, uno en Francia y otro en el Reino Unido. El mantenimiento era realizado por sus compañías europeas de origen. Sin embargo, la Braniff dejó de operar el Concorde en esos vuelos porque no eran rentables, ya que generalmente solamente se llenaban en un 25% de su capacidad.
* Adiós a Prensa Libre
Mi querida amiga la valiosa y valiente periodista Dina Fernández, nieta del recordado periodista Pedro Julio García (qepd), principal fundador del diario Prensa Libre, un medio de comunicación que en el transcurso del tiempo se tranformó en una empresa muy importante, publicó ayer su última columna Xokomil que tituló ?Adiós a Prensa Libre?, en la cual dice escuetamente como entrada: ?Le doy las gracias a este diario por el espacio concedido?. Pero luego, en los dos primeros párrafos de su despedida, explica: ?Al desaparecer mis columnas de Prensa Libre, hoy podrán celebrar políticos corruptos, capos del crimen organizado, burócratas negligentes, sindicalistas aprovechados, empresarios con ínfulas de encomenderos y demás personajes con vocación para la rapiña y el abuso?. Y con poco disimulada amargura agrega: ?Me voy porque la mayoría de socios ha decidido cancelar mis notas a raíz de que mi familia optara por desvincularse de esta empresa noticiosa?. ¡Qué lástima! La empresa de Prensa Libre sabe lo que hace, pero creo que pierden a una de las mejores columnistas, Pero, para tranquilidad y satisfacción de sus admiradores y asiduos lectores, antes de terminar la columna dice: ?Este no es un adiós definitivo porque el oficio de escribir corre en mi sangre y la columna resurgirá pronto en otro periódico?. Según estoy informado, próximamente va a comenzar a publicar sus interesantes columnas en El Periódico. ¡Me alegra mucho que así sea y le deseo muchas nuevas satisfacciones en su vocación!
* Mi hijo Alejandro y yo
Probablemente mis lectores ya están enterados de que mi hijo Alejandro Palmieri Waelti ha sido nominado candidato a diputado en el décimosegundo lugar del listado nacional por el partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), y creo necesario y conveniente informarles que soy totalmente ajeno a la decisión que él tomó de aceptar dicha nominación. Si hubiese consultado mi opinión le habría aconsejado que no aceptara, porque tengo la impresión que esa posición equivale a que le hayan dado atole con el dedo porque son pocas las posibilidades de que sea electo. Sin embargo, él es un hombre adulto que toma sus propias decisiones, y yo no tengo derecho a discutirlas. Pero creo sinceramente que los dirigentes de ese partido debieron darle una mejor posición en el listado nacional, pero no me sorprende lo que hacen cuando veo que le dieron el séptimo lugar para que se reelija al actual diputado Mario Taracena Díaz-Sol, a pesar de su discutible historial político desde que primero fue miembro del partido de Unión del Centro Nacional (UCN) y después del partido de Avanzada Nacional (PAN), así como por su controvertida actuación en el Congreso de la República durante el presente período de sesiones. Decía un filósofo griego que los hombres son los únicos animales que se tropiezan dos veces con la misma piedra y, sin ánimo de calificar de animales a los dirigentes de la UNE, creo que debieron recordar la forma en que Taracena Díaz-Sol salió de la UCN y salió recientemente del PAN, para echar pan a su matate. Pido a Dios que mi amado hijo menor -un buen hombre, inteligente y preparado- tenga oportunidad de aprender mucho más en la actividad política partidista y, sobre todo, que tenga muchas satisfacciones por servir los intereses de nuestra patria y velar por el bienestar y engrandecimiento del pueblo guatemalteco.

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