Los candidatos a la Presidencia de la República, con sus respectivos candidatos a la Vicepresidencia, ya están haciendo sus campañas proselitistas para tratar de ganar la confianza de los electores que vamos a depositar nuestros votos en las urnas el próximo 9 de septiembre. Con el respeto que todos merecen -unos más y otros menos-, aunque es obvio que algunos de ellos están más locos que una cabra si de verdad creen que pueden ganar y llegarán a ocupar esos cargos, me permito dirigirles la siguiente solicitud:
1) que jueguen limpio, que no sean shucos y si lo son que lo disimulen para no desprestigiar más a los políticos;
2) que no hagan campañas negras contra ninguno de sus oponentes, porque eso no se vale;
3) que no sigan la puñetera tradición de tratar de ganar los votos de la gente más pobre regalando camisetas, cachuchas, pelotas y gorgoritos;
4) que no sean mentirosos ni demagogos en sus planteamientos, sino que digan estrictamente la verdad de lo que se proponen hacer si es que acaso se hacen cargo del Gobierno de la República;
5) que no traten de ganar las elecciones con cancioncitas babosas más o menos pegajosas y algunas de ellas plagiadas y con publicidad barata, como si fueran productos comerciales como una pasta de dientes o condones, sino que traten de convencer con sus planes a corto, mediano y largo plazo;
6) que participen en todos los debates públicos serios que organicen personas y entidades responsables y transmitan los canales de televisión abierta y las estaciones de radio y expongan con meridiana claridad lo que quieren hacer si acaso llegan a ocupar esos cargos públicos;
7) que no hagan lo que dijo el mañoso ex presidente Alfonso Portillo, de vender o prometer fantasías que de antemano saben que no van a cumplir; y, sobre todo,
8) que expliquen ampliamente al pueblo lo que ofrecen que van a hacer.
Profeta en su tierra
Los tres periódicos matutinos más importantes del país me dieron ayer una grata sorpresa al dar la primera plana al concierto que ofreció el sábado por la noche, en el estadio Mateo Flores, el exitoso cantautor guatemalteco Ricardo Arjona. ¡Bien hecho! Prensa Libre publicó en su primera plana una foto de nuestro compatriota con blue-jeans, zapatos tennis y su vistoso largo gabán y el comentario ?Arjona, desde adentro. Después de una larga espera, el espectáculo se hizo corto para cientos de seguidores de Ricardo Arjona que anoche aplaudieron los éxitos de su gira internacional Adentro?.
El Periódico le dedicó más espacio en su primera plana con una estupenda fotografía de Arjona en el momento de interpretar una de sus canciones y el comentario: ?Arjona llena el Mateo Flores. Anoche, el cantautor guatemalteco inició su espectáculo con la melodía ?Iluso?.? Aunque, lamentablemente, en las páginas interiores no publicó una crónica o al menos una sinopsis del concierto, probablemente porque el director, Juan Luis Font, no encontró algún colaborador que pudiese escribirla.
Siglo Veintiuno dividió su primera plana entre una foto del doctor Humberto Ramírez y el comentario ?El cuerpo humano, al límite?, sobre la medicina espacial, y una fotografía de Arjona con el micrófono en sus manos y luciendo su vistoso gabán en el escenario, con este pie de foto: ?Emociones al máximo con Arjona. Desde las 10:30 de la mañana, fanáticos de la estrella chapina se apostaron en la puerta de estadio Mateo Flores para presenciar el concierto más esperado del momento. El cantautor no los defraudó: la música vibró y los sentimientos estuvieron a flor de piel?. Y dedicó toda la página 2 para publicar un amplio reportaje sobre el concierto.
¡Me alegra mucho! Pero no sólo me alegra que el compatriota Ricardo Arjona se haya presentado en Guatemala de nuevo en un concierto que fue parte de su nueva gira internacional, y que su actuación haya merecido el aplauso y la aprobación del numeroso público que asistió; sino me alegra particularmente que esos medios de comunicación escrita le hayan dado la importancia que tuvo ese hecho y con ello hayan reconocido la calidad de ese cantautor guatemalteco que es altamente apreciado y aplaudido en todas partes donde se presenta, al extremo que ha roto records de número de presentaciones en los coliseos de grandes capitales como Buenos Aires, Santiago de Chile y el Distrito Federal de México.
Ricardo Arjona ha hecho suficientes méritos artísticos para recibir diferentes premios internacionales, efectivamente, pero lo que más me conmueve es que los tres diarios matutinos más importantes de Guatemala le hayan dado las primeras planas de sus ediciones de ayer. Esto quiere decir que los periodistas guatemaltecos estamos dejando atrás los egoísmos y las envidias que han sido características para no reconocer a los valores nacionales y minimizar lo que hacen.
Ricardo Arjona ha logrado el milagro de ser un profeta en su tierra. ¡Bravo! ¡Lo felicito! Pero insisto en que más que por él me alegra por Guatemala, porque esa es una buena señal.