INJUSTA DIATRIBA CONTRA RICARDO ARJONA

El lunes 27 de febrero, recién pasado, la columnista de elPeriódico Marcela Gereda publicó un artículo titulado “Arjona, ¿héroe musical?” que me parece una diatriba injuriosa, grosera e injusta contra el internacionalmente popular y famoso canta-autor guatemalteco Ricardo Arjona. Y, días más tarde, la acuerparon varios conocidos “izquierdosos” que probablemente resienten que nuestro compatriota no haya cantado loas a la subversión guerrillera, como las que le cantaron al principio a la Revolución de Cuba los canta-autores Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, creadores de la “Nueva Trova cubana”, antes de que se percataran de su error y se convirtieran en severos críticos de los hermanos Fidel y Raúl Castro. Ignoro a qué se debe el título del artículo, porque no he sabido que alguien le haya calificado de “héroe nacional”, pero es fácil sospechar que es probable que exista un resentimiento de carácter personal de su parte. Aunque, aparentemente, todo proviene de dos video clips promocionales que Arjona hizo en nuestro país: el primero para lanzar su canción “Fuiste tú”, que canta a dúo con nuestra bonita y talentosa compatriota Gaby Moreno, y el segundo para publicidad de un refresco enlatado, y en ambas hay  escenas captadas en lugares de Guatemala como la Antigua, el lago de Atitlán, y las pirámides mayas de Tikal. Pero en la segunda de ellas dice en una estrofa, en la que se identifica con Guatemala y los guatemaltecos, y aconseja que si queremos un cambio comencemos por cambiar nosotros mismos y agrega “si vas a fallarle a Guatemala recordate que es tu patria, que es tu raíz”, o algo por el estilo. En lo cual tiene toda la razón, porque, lamentablemente, los guatemaltecos somos muy negativos, muy dados a criticar todo lo que es nuestro y nunca estamos de acuerdo con nada que otros hagan. Y es evidente que el hecho que haya dicho esto ha molestado a la columnista y a otros que resienten que eso lo exprese un hombre exitoso que no vive en Guatemala, sino en México, donde es internacionalmente famoso y es obviamente un hombre muy adinerado gracias al éxito comercial que ha logrado con su inspiración, sus interpretaciones, sus presentaciones personales y sus actividades promocionales.

Pero desde la entrada de su artículo la periodista Gereda le recrimina que “Su deseo de ser famoso a costa de inventar letras cutres para un nicho de mercado que supo identificar”; a lo que habría que preguntarle qué tiene de censurable que Arjona haya tenido el deseo de ser famoso?  Y luego agrega: “Si las disqueras, la televisión y los espacios radiales abrieron con fuerza sus puertas desde los noventa no fue por el supuesto talento de Arjona, sino por el negocio que representa para estas. La definitiva alianza matrimonial a conveniencia entre capital e industria musical”. Yo le pregunto: ¿Y eso qué? Si las canciones de Arjona representan un negocio para las disqueras, la radio y la televisión, es porque son del gusto popular, que es, justamente, lo que persiguen todos los intérpretes populares. Pero más adelante le califica de “fantoche que se las da de poeta maldito, activista y comprometido”. Después sigue diciendo: “Lejos de ser héroe nacional, Arjona es un verdadero actor que no sabe serle fiel sino a su bajo deseo de ser famoso a costa de inventar letras cultres para un nicho de mercado que supo identificar muy bien”. Para beneficio de quienes ignoran el significado del adjetivo “cultre” (como lo ignoraba yo), de acuerdo al DRAE quiere decir “tacaño, miserable, //2 Pobre, descuidado, sucio o de mala calidad”. Y, sinceramente, no veo a qué obedece ese calificativo, a pesar de que o no le gustan las letras de las canciones de Arjona, aunque, de acuerdo a la libertad de expresión, está en su legítimo derecho a expresar si le gustan o no. Pero la libertad de expresión no le da derecho a menospreciarle en esa forma ni, mucho menos, a ofenderle en esa forma tan grosera. La libertad de expresión siempre se debe emplear con responsabilidad. De lo contrario se corre el peligro de que se vuelva fuente de corrupción. En el siguiente párrafo dice que es: “Un fantoche que se las da de “poeta maldito”, activista y comprometido. Un cantante con letras risibles que se contradicen y se caen por sí mismas. Una vida musicalizada dedicada a la imagen, la superficialidad y el hedonismo”. Y para mayor insulto agrega que un escritor chileno (?) describe a Arjona como “un bufón de circo de segunda”. A lo que habría que ver quién pueda ser ese “escritor chileno” y cuál es la opinión que él nos merece. Pero también vale la pena recordar que nuestro compatriota ha obtenido un gran éxito en sus presentaciones en el Festival de Viña del Mar (Chile) donde ha recibido todas las Gaviotas habidas y por haber. Lo cual seguramente no ha merecido ese “poeta chileno” al que se refiere.
Después recrimina: “Cuando a Arjona se le invitó a celebrar el Recital de la Paz para la celebración de la Firma de los Acuerdos de Paz el 29 de diciembre de 1996, se negó dando la respuesta de que “los guatemaltecos no apreciamos su arte”. Y en seguida pregunta: “¿Cuál arte?, cuando en su reciente video clip aparece como actor de su cuna Televisa entre la selva petenera cual mochilero buscando una identidad perdida y con sonrisa falsa jugando con niños pobres y contemplando los atardeceres de una región mágica que no siente suya”. A lo cual cabe responder a su preegunta “¿Cuál arte?” que al arte de él, que para algunos podrá ser bueno, malo o regular… y es obvio que para ella es “cultre”, pero eso no ha impedido el extraordinario éxito que Ricardo Arjona ha logrado internacionalmente.

En el párrafo siguiente agrega: “Dice el cantante argentino Fito Páez que su país vive un “aniquilamiento cultural y vaciamiento de las ideas” al aplaudir y asistir a los conciertos de Ricardo Arjona”, a lo que le respondo que Ricardo Arjona es sumamente popular y querido en Argentina y varios días consecutivos ha llenado totalmente el estadio Luna Park. Lo cual, dicho sea de paso, jamás ha logrado Fito Páez. Hace pocos días, Arjona se presentó en el Madison Square Garden de Nueva York y lo llenó de bote en bote. Y lo mismo sucede cada vez que se presenta en el Auditorio Nacional de México.

En el colmo de ignorancia y mezquindad, Marcela Gereda dice: “Ricardo Arjona no es sino un artista inventado por los medios de comunicación, la industria musical y la televisión mexicana. Su fama y popularidad habla de la bajeza cultural en la receptividad de un público poco educado auditiva e intelectualmente”. Con lo cual pone en evidencia que siente un odio visceral contra Arjona y que no comprende que para ser exitosos todos los artistas famosos y populares deben serlo en los medios de comunicación en la industria musical y la televisión (no sólo mexicana, sino hispanoamericana, aunque le duela) porque les gusta al público, aunque a ella no les gusten.

Hasta aquí voy a dejar esa infame diatriba contra Arjona porque lo que sigue es demasiado pedestre, como el hecho de llamarle “fantoche” y otros insultos personales. En vez de continuar glosando su infame diatriba, voy a permitirme reproducir a continuación la columna que publicó hoy en elPeriódico el veterano y reputado periodista Gustavo Berganza, a manera de desagravio a Ricardo Arjona:

Dejen tranquilo a Arjona
“Que diga Fito Paez lo que quiera. El ha debido cancelar conciertos.
Ricardo Arjona no pretende ser un teórico de las ciencias sociales ni un especialista en estudios culturales. Tampoco ha hecho canciones sobre la base de poemas, porque no se considera poeta. Lo suyo no es el cambio social, ni la destrucción del capitalismo salvaje ni la reforma del sistema político. Y tampoco tendría porqué serlo.
Él es un trovador. Como tal, su afán es componer canciones y cantarlas. Le gusta, como a cualquier artista popular, que sus discos se vendan y que la gente que va a sus conciertos pase un rato agradable. Le encantan los aplausos y goza cuando las multitudes corean sus baladas. Ricardo no es Billy Graham ni Benedicto XVI, porque no quiere “convertir” a sus fans a su credo. Solamente quiere agradarles, compartir su estética particular, que a algunos les gusta y a otros no.
No quiere eso decir que Ricardo sea una persona despreocupada por la humanidad. Que no se dé ínfulas, como Bono, que igual opina sobre la globalización, la crisis de la deuda en Europa o el hambre en África, no implica que sea insensible a lo que le rodea. Ricardo es un hombre que da porque es generoso, no como parte de una estrategia de imagen. Gracias a él, la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Carlos, en donde él estudio publicidad en la segunda mitad de 1980, pudo contar con su primer laboratorio de computación.
Ricardo nunca ha olvidado de donde viene, ni las grandes dificultades que tiene que afrontar un muchacho de provincia con vocación artística. Por eso, porque no olvida sus orígenes dotó de instrumentos al coro infantil de Zacapa y a escuelas en Sololá, Petén, Izabal,  San Marcos y Suchitepéquez. No olvidemos que las ganancias del último concierto de su gira “Quinto Piso” las donó para ayudar a los damnificados de Agatha.
Y el que no sea un músico académico, no le inhibe de apreciar el enorme talento de compositores eruditos como Joaquín Orellana, a quien admira de manera incondicional. Ricardo, al enterarse de que el maestro Orellana tenía problemas de audición, le compró un sofisticado aparato que le ha devuelto a Joaquín la posibilidad de gozar de nuevo de los sonidos ambientales de la realidad guatemalteca, que son la base de sus riquísimos frescos sonoros.
Todo esto no lo podría hacer Ricardo si no contara con los ingresos que le rinden sus discos, sus derechos de autor –hay muchas canciones suyas que han sido grabadas por otros cantantes–, sus conciertos y lo que ahora le paga Cabcorp por esa campaña que tanta roncha ha desatado en Guatemala.
Que diga Fito Páez lo que quiera, que digan sus críticos que sus canciones tienen rimas forzadas y facilonas. Tienen el derecho de hacerlo. Pero a diferencia de Páez, que ha tenido que cancelar conciertos porque no llena el cupo para pagar los gastos, Arjona llena el Madison Square Garden, el Mateo Flores, la Quinta Vergara en Viña del Mar y el Luna Park en Buenos Aires. Y, además, me consta que Ricardo quiere mucho a Guatemala porque ha ayudado a muchos connacionales a mejorar sus condiciones de vida. ¡Dejen de joderlo!” (Fin del artículo)

Comento: Cuando me encontraba tratando de escribir un artículo para responder la diatriba de la columnista Marcela Gereda, llegó a mis ojos la columna de hoy del veterano periodista Gustavo Berganza, con el cual estoy totalmente de acuerdo. Solamente quiero agregar que Arjona tenía programado dar un concierto en Guatemala, en el Estadio Mateo Flores, pero hoy han dado a conocer que se ha visto obligado a programar otro porque para el primero ya están agotados los boletos y el público le ha pedido que se presente otra vez. Asimismo, en Prendsa Libre de hoy se publica una nota titulada “Arjona lidera en Billboard”, que literalmente dice: “Ricardo Arjona y su compatriota guatemalteca Gaby Moreno ocupan el primer lugar de la categoría pop latino en los Billboard, por su tema Fuiste tú. La canción forma parte de Independiente, el reciente álbum del cantautor.

OTRA FECHA

Ayer se empezaron a vender los boletos para un segundo concierto que Ricardo Arjona ofrecerá en Guatemala el 1 de abril, en el estadio Mateo Flores. Según los organizadores, hasta ayer en la tarde se habían vendido unas dos mil entradas de diferentes localidades, Más información sobre los boletos en todoticket.com.”

A continuación les invito a escuchar el promocional de su último disco Fuiste Tú

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=I9cCPQVPv8o[/youtube]

Y ahora vean y escuchen el promocional guatemorfosis de Pepsi Cola y comprobarán que es diferente, aunque aprovecharon algunas tomas de algunas de nuestras bellezas naturales, como el lago de Atitlán, y lugares históricos como la Antigua y las ruinas de las pirámides mayas de Tikal. Pero al mismo tiempo es muy diferente.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=95TqWSHqrfU[/youtube]

Como podrán darse cuenta, aunque aprovecharon varias tomas en la Antigua, el lago de Atitlán y las pirámides de Tikal, tiene un texto diferente, en el cual Arjona se identifica como guatemalteco y expresa sus pensamientos sobre nuestra patria –que es la de él–, diciendo, entre otras cosas: “esta tierra es nuestra y dividirnos es abrirle las puertas a la desgracia en Guatemala”, y agrega: “Hay un cambio esperando a Guatemala y este cambio solo empieza si vos cambiás. ¡Cuando estés tentado de fallarle a Guatemala, acordate que es tuya, y que es fallarte a vos mismo!”. Y sigue diciendo:  “Igual que vos, esta es mi patria, esta es mi gente, mi país”. Y termina cantando: “¡Mi país, más que mi patria es mi raíz!”. Y si al final dice ¡Pepsi! es porque para eso le pagaron.

Finalmente, una persona criticó a Ricardo Arjona porque tiene guardaespaldas que no permiten que se le acerquen, pero eso mismo tienen que hacer todas las figuras populares del mundo, tales como Luis Miguel, Juan Gabriel, o Alejandro Fernández, no sólo para que les protejan de un posible secuestro para sacarles dinero, sino para impedir que cualquier persona no autorizada pueda acercarse a ellos para molestarles. ¡Quien no lo entienda es porque es tarado!

Twitter @jorgepalmieri