LAS “ALEGRES” ELECCIONES

Juan José Arévalo

Juan José Arévalo Bermejo, nacido en Taxisco, Escuintla, en septiembre de 1904, graduado de maestro en la Escuela Normal para Varones de esta capital y después doctor  en Filosofía y Pedagogía en la Universidad de La Plata, Argentina. Fue Presidente de la República del 15 marzo de 1945 al 15 marzo de 1951.

Esta foto fue tomada cuando era candidato presidencial y obtuvo más del 85 por ciento de los votos para ejercer dicho cargo. El suyo ha sido calificado como “el primer gobierno de la Revolución”.  Además de su indiscutible elevada calidad académica  como maestro, humanista y escritor, tenía una excelente prestancia y extraordinario carisma. Imposible compararlo con los actuales candidatos.

Calificar de “alegres” los procesos electorales que se celebran en Guatemala se debe al ingenio sarcástico del ilustre doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación Juan José Arévalo Bermejo -de grata recordación-, pero la verdad es que no se puede decir que todas las elecciones en nuestro país sean siempre “alegres”. Para no ir muy lejos, creo que no lo serán las que tendrán lugar el 11 de septiembre del año en curso, aunque a juzgar por el elevado número de candidatos y candidatas que hay, cualquier observador extranjero que ignore la forma de ser de los guatemaltecos, podría creer que en nuestro país abundan las personas talentosas, preparadas y capacitadas para desempeñar ese cargo, pero lo que sucede es que la mayoría de los pretendientes tienen un Ego descomunal y excesivamente elevada su autoestima. Además, a lo largo de nuestra historia patria hemos tenido tantos presidentes ignorantes, incapaces y corruptos que muchos creen que si aquellos pudieron sentarse en el trono presidencial, también podrían hacerlo ellos. No obstante lo cual, creo que se debe respetar a todos los candidatos presidenciales aun cuando estemos convencidos de que no merecen que se vote por ellos, porque es evidente que son oportunistas en busca de poder y de fortuna. A eso se debe que la mayoría de quienes han sido presidentes de la República se convierten en millonarios en corto tiempo. El caso más escandaloso en este sentido lo ha dado el ex presidente Alfonso Portillo Cabrera, quien actualmente está siendo juzgado, acusado de haber cometido peculado por la “misteriosa desaparición” de Q.190 millones del ministerio de Defensa que fueron depositados en el Crédito Hipotecario Nacional por militares corruptos a su servicio, y luego “se esfumaron” sin dejar huella, pero se ha dicho que por lo menos Q30 millones fueron a parar a cuentas bancarias en Estados Unidos y en Francia de su hija Otilia y su ex esposa, quien hace poco tiempo se suicidó de un balazo en Chilpancingo, Guerrero, probablemente porque comprendió que su libertad estaba en peligro por haber cometido “lavado de dinero”. Pero también hubo corrupción durante el período que gobernaron el país Óscar Berger  Perdomo y Eduardo Steinn Barillas, y en los círculos políticos y periodísticos se dice que cometieron muchos actos de corrupción algunos íntimos amigos del mandatario, tales como “Micky” Fernández y “El Perico” Pellecer, sus hijos y su yerno, apodado “La Ruca“. Y aunque aún no se han denunciado ante el Ministerio Público, se dice que en el actual gobierno también ha habido corrupción, y es vox populi que han sido especialmente para favorecer a quienes aportaron importantes sumas de dinero para la campaña electoral.

Es notorio que los “partidos políticos” de Guatemala no son tales, propiamente, porque carecen de ideología, de principios y de programas, sino son simples vehículos electorales que se forman alrededor de un dirigente para que pueda ser candidato presidencial y competir en las elecciones. A eso se debe que algunos candidatos presidenciales se cambian de partidos políticos, como si fuesen camisetas, de acuerdo a sus necesidades.

Binomio del Partido Patriota, general Otto Pérez Molina y señora Ingrid Roxana Baldetti Elías.

Los principales contendientes en las próximas elecciones a celebrarse en primera vuelta el 11 de septiembre serán el general retirado Otto Pérez Molina, de 56 años de edad, ex jefe de la sección de Inteligencia del Ejército (G-2), ex Jefe del Estado Mayor Presidencial durante el período que ejerció la Presidencia de la República el licenciado Ramiro de León Carpio, quien fue designado por el Congreso Legislativo para terminar el período que dejó trunco el ingeniero Jorge Serrano Elías cuando trató de convertirse en dictador y canceló los poderes Legislativo y Judicial, así como también la Procuradería de Derechos Humanos, imitando al entonces presidente del Perú, Alberto Fujimori. Durante ese tiempo, el general Pérez Molina tuvo mucho poder y se dice que tomó muchas decisiones presidenciales.

El general retirado Otto Pérez Molina es oficial del Ejército desde 1973. Sus seguidores le llaman “el general de la paz” por haber firmado en 1996, en representación de las Fuerzas Armadas, los acuerdos de paz  con la guerrilla, que pusieron fin a la esteril guerra civil que sufrió nuestro país de 1960 a 1996. Su propuesta de reforma constitucional  que él llama “refundar el Estado de Guatemala”, busca acabar con “la politiquería” proponiendo reducir el número de diputados y dar autonomía a los poderes locales. En mayo de 1993, rechazó el auto-golpe de Estado del presidente Jorge Serrano Elías denominado popularmente “Serranazo” en el que clausuró los otros dos poderes del Estado: el Legislativo y Congreso de la República, y el Judicial y la Corte Suprema de Justicia, clausuró la Corte de Constitucionalidad, la Procuraduría de Derechos Humanos y todos los partidos políticos. Junto con el alto mando militar de entonces y organizaciones civiles, obligó al retorno de la institucionalidad. El licenciado Ramiro de León Carpio, por entonces Procurador de los Derechos Humanos, sustituyó a Serrano por elección del Congreso, obedeciendo una decisión inconstitucional tomada por la misma Corte de Constitucionalidad que él trató de cancelar, y le nombró Jefe del Estado Mayor Presidencial (EMP), unidad militar encargada de prestar seguridad al mandatario y a su familia. Durante esta época, 1993-96, fue, de facto, el segundo hombre del régimen.

En el año 2000, tras dejar el Ejército, impulsó la creación del Partido Patriota, una agrupación de derecha integrada por militares retirados, empresarios y políticos conservadores, de la cual era secretario general. Cursó estudios superiores de Defensa Continental en el Colegio Interamericano de Defensa de Washington, y siguió cursos del Programa de Alta Gerencia en el Instituto Centroamericano de Estudios Económicos (INCAE) de Costa Rica, y una maestría en Ciencias Políticas por la Universidad Francisco Marroquín, centro del pensamiento liberal en Guatemala.

Dirigió el grupo de oficiales jóvenes que en 1982 se opuso al golpe militar promovido por el general Efraín Ríos Montt, quien a su vez depuso al también general Romeo Lucas García. Esa acción le valió, además de la permanente enemistad con Ríos Montt, un prolongado arresto militar acusado de insubordinación. También ha sido acusado por sus detractores de estar vinculado a las masacres ocurridas en 1982 en la zona de Nebaj, departamento de el Quiché, durante la guerra civil, pero él lo niega asegurando que no ee manchó las manos.

La leyenda negra indica que es uno de los jefes de los grupos clandestinos de seguridad, como quedó reflejado en un informe publicado por la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, en inglés), denominado “Poderes ocultos en la Guatemala post conflicto“. En este estudio se señalaba que Pérez Molina lidera el grupo conocido como “El Sindicato” enfrentado a la llamada “Cofradía“, dos grupos compuestos por militares y enfrentados entre sí. Pérez Molina ha desmentido esas acusaciones y en su defensa asegura que “se trata de campañas negras” promovidas por sus adversarios para desprestigiarlo. Así mismo, se cree que se le quiere acusar de haber ordenado cometer masacres mientras fue Comisionado Militar en el departamento de el Quiché y, específicamente, de la captura y desaparición del comandante guerrillero Efraín Bámaca (alias Comandante Everardo), al extremo que en la Revista del órgano oficial Diario de Centro América se publicó el viernes 8 de abril un largo artículo en las dos páginas centrales titulado “El oscuro destino de Everardo” sobre este controvertido caso, conteniendo las acusaciones de la abogada norteamericana Jennifer Harbury, quien afirma que se casó con él en los Estados Unidos. Esta publicación tiene la tendencia a señalar al general Pérez Molina de haber participado en su captura y desaparición para tratar de eliminar su candidatura o desprestigiarle, porque los partidarios de la candidata oficial, señora Torres Casanova, saben que si lo eliminan de la contienda electoral ella sería la ganadora y próxima presidenta de la República. O sea la primera mujer en la historia política de nuestro sufrido país en ocupar ese alto cargo.

Publicación en La Revista del órgano oficial del gobierno, Diario de Centro América, con tendencia a involucrar al general Pérez Molina para eliminarle de las elecciones del 11 de septiembre próximo.

El mismo general Pérez Molina designó a la destacada diputada Ingrid Roxana Baldetti Elías, quien ha sido jefe de la bancada del Partido Patriota en el Congreso y secretaria general del mismo, para que sea su compañera en la papeleta electoral como Vicepresidenta de la República, lo cual es innegable que merece porque valientemente ha venido sosteniendo en alto al PP desde su curul en el Congreso, pero su designación ha despertado comentarios adversos de la infaltable maledicencia que argumenta que entre ellos ha existido una relación íntima, pero esto no parece ser verdad porque él está casado con la profesora Rosa Leal de Pérez, con quien tiene dos hijos, uno de ellos es Otto Pérez Leal, quien al mismo tiempo que su papá es candidato a la Presidencia de la República, él es candidato a ser Alcalde de Mixco, lo que parece un acto de nepotismo, y una hija que sufrió un atentado hace algún tiempo; y Roxana está casada con el señor Mariano Paz, con quien ha procreado dos hijos, Luis Pedro y Mario Antonio. Sin embargo, hay personas que se preguntan qué pasará si ganan las elecciones y ocupan la Presidencia y la Vicepresidencia cuando él tenga que salir de viaje más allá de nuestro país y de los países de Centroamérica y ella quede al frente del gobierno.

La campaña publicitaria que han venido desarrollando ha sido probablemente la que más millones de quetzales ha costado pero también ha sido una de las más impactantes, a pesar de que siguen con la desafortunada cantaleta de que van a gobernar con “mano dura”, lo que a los guatemaltecos trae malos recuerdos por tantos años que los militares gobernaron el país con “mano dura”. No obstante, parece que esta es la opción que tiene más posibilidad de ganar después de haber perdido la elección anterior y por la fuerte propaganda que han hecho. Aunque el general Pérez Molina carece de carisma en sus alocuciones y del don de convencimiento y sus mensajes se limitan a amenazar con aplicar la “mano dura” a los delincuentes, pero sin contenido ideológico político. Y hay que decir que ha caído mal que se esté aprovechando de la sanguinaria masacre que se produjo en la finca “Los Cocos” situada en el municipio La Libertad, del departamento de el Petén. (Continuará)