Al medio día de hoy (12:00 horas para Washington, D.C. y 11:00 para Guatemala) tendrá lugar en la ciudad de Washington, Distrito de Columbia, un acontecimiento de enorme trascendencia para la democracia mundial, cuando el afroamericano Barack Hussein Obama sea juramentado 44o. Presidente de los Estados Unidos de América, el primer descendiente de raza negra que alcanza esa elevada posición. Los estadounidenses deben sentirse orgullosos de haber sido capaces de elegir democráticamente a su presidente entre los valiosos candidatos, tanto del partido Republicano como del partido Demócrata, en un largo proceso electoral sin precedentes. Dios quiera que sea para la paz y la felicidad de todo el mundo y aún mayor engrandecimiento de ese gran país. Los actos protocolarios serán transmitidos en vivo por las cadenas de televisión norteamericanas y algunas de otros países y serán narrados por algunas radiodifusoras. Se calcula que cerca de 2 millones de personas asistirán para verlos personalmente y más de 200 millones los verán por televisión. Les aconsejo tratar de ver esta ceremonia política tan importante y de tanta trascendencia no sólo para los Estados Unidos de América, sino para todo el mundo.
Síntesis de la biografía de Barack Hussein Obama Jr.
Nació en la ciudad de Honolulu, estado de Hawaii, el 4 de agosto de 1961. Hijo de Barack Obama, un economista nacido en Kanyadhiang, Distrito de Rachuonyo, Kenia (África); y de Ann Dunham, una antropóloga de raza blanca, “más blanca que la leche”, originaria de Wichita, Kansas, Estados Unidos. Sus progenitores se conocieron cuando asistían a la Universidad de Hawaii, en Manoa, donde su padre estaba matriculado como estudiante extranjero. Cuando tenía sólo dos años de edad sus padres se separaron. Después del divorcio, su padre regresó a Kenia y en 1971 se reunió por última vez con su hijo, antes de morir en un accidente automovilístico, en 1982. Su madre contrajo matrimonio de nuevo, y en 1967 se mudó con su familia a Indonesia, el país de origen de su segundo esposo.
Obama asistió a las escuelas locales en Yakarta hasta que cumplió los diez años. Luego regresó a vivir en Honolulu con sus abuelos maternos y en 1971 fue inscrito en el quinto grado de la escuela Punahau School, hasta su graduación de la secundaria en 1979. Su madre regresó a Hawaii en 1972 y permaneció allá varios años hasta que viajó otra vez a Indonesia para realizar su trabajo de campo. En 1995, Ann falleció a causa de un cáncer de ovario. Durante el foro civil por la presidencia, realizado en la iglesia Saddleback Church, Obama admitió haber consumido marihuana, cocaína y alcohol en su juventud.
Una vez que culminó su bachillerato, se mudó a Los Ángeles e inició sus estudios en el Instituto Occidental College durante un periodo de dos años. Posteriormente, se trasladó a la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York, en la carrera de Ciencias Políticas, con una especialización en Relaciones Internacionales. Se graduó con el pregrado académico licenciatura en Artes Liberales de Columbia en 1983, y a continuación empezó a trabajar en la compañía Business International Corporation y en New York Public Interest Research Group.
Después de trabajar durante cuatro años en Nueva York, se trasladó a Chicago, donde fue un activo organizador comunitario y director del proyecto Developing Communities Project (DCP), una organización religiosa que originalmente contaba con ocho parroquias católicas en el Gran Roseland, que incluye a Roseland, West Pullman y Riverdale, en la zona sur de la ciudad, denominada South Side, la zona más pobre y peligrosa de la llamada Windy City (“la ciudad del viento”) desde junio de 1985 a mayo de 1988. En su desempeño como director del DCP, aumentó el número de personal del 1 al 13, el presupuesto anual creció de $70.000 a $400.000, y entre sus logros también se encuentra la ayuda que prestó para establecer un programa de entrenamiento laboral, una tutoría preparatoria para la universidad y una organización a favor de los derechos de los inquilinos en Altgeld Gardens. Del mismo modo, trabajó como consultor e instructor para la fundación Gameliel Foundation, el cual es un instituto de organización de comunidades. A mediados de 1988, viajó por primera vez a Europa por tres semanas, después fue a Kenia por cinco semanas y conoció a sus parientes cercanos por parte de su padre.
A finales de 1988 ingresó en la escuela de Derecho Harvard Law School y durante su primer año como estudiante fue seleccionado como editor de la revista Harvard Law Review, debido a sus calificaciones y por un concurso de escritura. En su segundo año de carrera, fue electo presidente de dicha publicación, y se desempeñó como voluntario a tiempo completo, ejerciendo las labores de jefe de edición, y supervisando al personal conformado por 80 editores. El hecho de que haya sido escogido en febrero de 1990 como el primer presidente afroamericano del suplemento de leyes, fue ampliamente recogido por los medios de comunicación y se le realizaron detalladas reseñas biográficas. En 1991, se graduó de Harvard, como estudiante con calificaciones magna cum laude y con el título de Doctor en Jurisprudencia o Juris Doctor (JD). En el verano de ese mismo año, regresó a Chicago y en 1990 trabajó como asociado de las firmas legales Sidley Austin en 1989 y Hopkins & Sutter.
La publicidad que obtuvo a causa de haber sido el primer presidente de raza negra de la revista jurídica de Harvard, ayudó a que consiguiera un contrato universitario y que avanzase en la escritura de un libro acerca de las relaciones raciales. En un esfuerzo para reclutarlo como profesor de la facultad de derecho de la Universidad de Chicago, se le ofreció una beca de investigación y una oficina para que trabajase en su libro. Originalmente había planificado concluir la escritura de su obra en un año, pero le tomó más tiempo ya que ésta evolucionó a una recopilación de sus memorias personales. Sin embargo, para poder trabajar sin interrupciones, Obama y su esposa Michelle viajaron a Bali, donde él se dedicó por varios meses únicamente a la escritura de su libro. A mediados de 1995, el manuscrito del libro fue finalmente publicado bajo el título Dreams from My Father (“Sueños de mi padre” en español ).
De abril a octubre de 1992, dirigió la organización sin ánimo de lucro denominada Project Vote, que estaba conformada por un personal de 10 trabajadores y 700 voluntarios, y a través de este proyecto alcanzó la meta de registrar 150.000 de 400.000 afroamericanos que no estaban registrados en el estado de Illinois. Su labor en este proyecto le mereció ser nombrado en el semanario Crain Chicago Business en su lista de 1993, como futura promesa entre los 40 menores de cuarenta (En inglés Forty under Forty).
Durante un periodo de doce años (1992-2004) enseñó derecho constitucional en la facultad de leyes de la Universidad de Chicago, los primeros cuatro años ejerció como catedrático, y luego como profesor superior. Nuevamente fue reelecto para el senado de Illinois en 1998 y en el 2002. En el 2000, perdió una carrera primaria del partido demócrata por un cargo en la cámara de representantes de los Estados Unidos contra su contrincante, con un margen de diferencia de dos a uno. Posteriormente se convirtió en presidente del Comité de Salud y Servicios Humanos del senado de Illinois, en enero de 2003, después de que los demócratas obtuvieran la mayoría de puestos en la Cámara Alta del Congreso, dejando en el pasado una década como minoría.
En julio de ese año, Obama realizó un discurso de apertura en la convención demócrata nacional, en Boston, Massachusetts. Después de describir las experiencias de su abuelo materno como veterano de la segunda guerra mundial y beneficiario de las medidas económicas New Deal en la Administración de vivienda federal y del Acta de reajuste para los hombres de servicio, propuso el cambio de las prioridades económicas y sociales del gobierno de los Estados Unidos. Asimismo, cuestionó el manejo de la administración Bush concerniente a la guerra de Irak y resaltó las obligaciones de su país con los soldados. Mediante el uso de ejemplos de la historia de los EE.UU., criticó fuertemente las visiones sesgadas del electorado y solicitó a los estadounidenses que buscasen unidad en la diversidad, expresando la siguiente frase: “No existe una América conservadora y liberal; sólo existe los Estados Unidos de América”. La transmisión del discurso por las más importantes agencias de noticias ayudaron a que consiguiese el reconocimiento del público como una figura política nacional, logrando a su vez adquirir un empuje en su campaña por el senado.
Obama fue investido senador por Illinois el 4 de enero de 2005. Adicionalmente se convirtió en el quinto senador afroamericano en la historia de los Estados Unidos y el tercero en ser elegido popularmente. Es el único miembro del Senado que pertenece a la organización que representa a las minorías de raza negra en el congreso, denominada Congressional Black Caucus
El 10 de febrero de 2007 anunció frente al antiguo edificio del capitolio estatal en Springfield que lanzaría su candidatura para la Presidencia de los Estados Unidos de América. La elección de esta ubicación para su anuncio fue simbólica, debido a que también fue donde Lincoln pronunció, en 1858, su histórico discurso “Casa Dividida” (House Divided en inglés). A lo largo de su campaña electoral hizo énfasis en los asuntos concernientes a concluir con la guerra de Irak, aumentar la independencia energética, proveer asistencia sanitaria universal, e identificó estos temas como sus principales prioridades.
Su campaña electoral recaudó 58 millones de dólares durante la primera mitad de 2007, de los cuales $16,4 millones provenían de pequeñas donaciones individuales de menos de $200.86. Los $58 millones marcaron una cifra récord de recaudación de fondos para una campaña presidencial, seis meses antes de las elecciones primarias del partido político. La magnitud de la porción de las pequeñas donaciones fue algo extraordinario desde las perspectivas absolutas y relativas. En enero de 2008 su campaña estableció otro récord con la cifra de 36,8 millones de dólares, debido a que fue la cantidad más alta que se ha recolectado en un mes por un candidato presidencial en las elecciones demócratas primarias.
Durante las elecciones primarias del partido Demócrata para la presidencia en el 2008, Obama obtuvo el mismo número de delegados en el estado de New Hampshire que su rival la ex primera dama y senadora por el estado de Nueva York, Hillary Rodham Clinton; sin embargo, superó a su contrincante en las votaciones o asambleas partidistas de los estados de Iowa, Nevada, y Carolina del Sur. El “Súper martes” o el día en que se realizan la mayor parte de elecciones simultáneas en diferentes estados, consiguió 20 delegados más que la señora Clinton. En los primeros meses de 2008, estableció nuevamente una marca de recaudación de fondos, acumulando alrededor de $90 millones para su campaña, en comparación de los $45 millones de Hillary Clinton. Después del “Súper martes”, en el mes de febrero, ganó las primarias en los once estados restantes. El 4 de marzo empató con la senadora Clinton en las contiendas de los estados de Vermont, Texas, Ohio, y Rhode Island, con un estrecho margen de votos, y finalizó el mes con victorias en Wyoming y Mississippi.
En los meses de abril, mayo y junio, ganó las elecciones primarias en los estados de Carolina del Norte, Oregón, y Montana, manteniéndose en la delantera en el cómputo de votos de delegados en comparación con sus contrincantes, mientras que Hillary Clinton lo había vencido en Pensilvania, Indiana, Virginia Occidental, Kentucky, Puerto Rico, y Dakota del Sur. Durante ese periodo recibió el respaldo de un mayor número de superdelegados que la senadora Clinton. El 31 de mayo, el Comité Nacional Demócrata aceptó reunir a todos los delegados de los estados de Michigan y Florida durante la convención nacional, y se les otorgó medio voto a cada uno, estrechando la delantera que Obama tenía con su rival, pero aumentando el escrutinio de votos que necesitaba para vencer la nominación presidencial de su partido. El martes 3 de junio de 2008 superó en las votaciones a la señora Clinton y ese mismo día pronunció un discurso en Saint Paul, Minnesota. Por su parte, la senadora Clinton suspendió la campaña el 7 de junio para incorporarse a la campaña de Obama. A partir de esta fecha inició su competencia en las elecciones generales presidenciales contra el senador John McCain, quien ya había sido desginado candidato del partido Republicano.
El 19 de junio se convirtió en el primer candidato presidencial de un partido mayoritario en rechazar el financiamiento público para su campaña en la contienda general, desde que el sistema fue creado en 1976. Posteriormente seleccionó al senador del estado de Delaware, Joseph Biden, como su compañero de fórmula para la vicepresidencia, el 23 de agosto de 2008. Durante la convención demócrata nacional, realizada en Denver, Colorado, su antigua rival en las elecciones primarias, Hillary Clinton pronunció un discurso en el que manifestó su apoyo total a la candidatura de Obama y expresó que él había sido elegido por aclamación popular. La brillante ex primera dama durante los 8 años que fue Presidente su esposo, William Clinton, será seguramente una gran Secretaria de Estado.
El 4 de noviembre de 2008 Barack Obama obtuvo el 64.9% de los votos electorales y se convirtió en el presidente cuadragésimo cuarto de los Estados Unidos de América. Después de su victoria en las elecciones presidenciales, pronunció un discurso en Chicago frente a cientos de miles de sus partidarios, y proclamó que “el cambio ha llegado a los Estados Unidos”. Además hizo eco al discurso de Martin Luther King “He estado en la cima de la montaña” (I?ve been to the Mountaintop, en inglés), y declaró: “El camino por delante será largo. Nuestro ascenso será empinado. Puede que no lleguemos ahí en un año o quizás en un mandato, pero Estados Unidos nunca he tenido tanta esperanza como en esta noche en que llegaremos.”
Obama venció a su rival republicano en las elecciones generales con 365 votos electorales en comparación a los 173 de McCain, y se convirtió en el primer afroamericano que ha sido electo Presidente de los Estados Unidos de América. En su discurso de victoria proclamó de nuevo que el “cambio ha llegado a los Estados Unidos” frente a cientos de miles de sus partidarios en el parque Grant Park de Chicago. Se cree que aproximadamente dos millones de personas acudirán hoy a Washington D.C. a ver la ceremonia que tendrá lugar en las gradas del Capitolio y después habrá un desfile militar en la avenida Pensilvania. El ex Presidente George W. Bush y su esposa Laura ya abandonaron definitivamente la Casa Blanca, después de haberla ocupado durante del año 2001 al 2009 en los que se produjo el ataque terrorista suicida de los musulmanes fundamentalistas de Osama Bin Laden a las Torres Gemelas de Nueva York que llevó a los Estados Unidos a dos guerras en el Oriente Medio, una en Afganistán y otra en Irak y creó una tensión en esa zona. Además, Bush deja una situación económica desastrosa por la crisis bancaria que se produjo por la excesiva ambición de algunos banqueros y ha causado una recesión que amenaza con llegar a una deflación de la que tomará mucho tiempo rehacerse, a lo que se suma una tasa de desempleo de 7.3 por ciento, la más alta que ha habido en muchos años. Por otra parte, deja a los Estados Unidos en una mala situación internacional con las enemistades de varios países latinoamericanos, como Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua, a los que parece que van a sumarse Ecuador, Paraguay y Argentina. Finalmente, el 43o. presidente de los Estados Unidos terminará hoy a las 12:00 horas su segundo período de gobierno con un rechazo del 61 por ciento de las personas consultadas en una encuesta reciente. Al gobierno de George W. Bush se le cataloga como “el peor que ha tenido los Estados Unidos en toda su historia”. Únicamente los gobiernos de los presidentes demócratas Harry S Truman (1944-1953) y Jimmy Carter (1977-1981) habían sido tan pobremente evaluados.
Para asegurar la protección al nuevo presidente, hay un número sumamente elevado de elementos de las diferentes Policías y del Servicio Secreto y han construído varias limousines iguales que son más blindadas que cualquiera de las que ha tenido a su servicio cualquier presidente anterior, las cuales son mitad automóviles y mitad tanques de guerra porque, además, tienen instaladas armas defensivas similares a las de las películas de James Bond, el Agente 007. Estas limousines blindadas son tan impresionantes que han sido bautizadas como “las bestias”. Pero de ahora en adelante Obama tendrá que cuidarse mucho porque a pesar de la insólita popularidad de la que goza, hay estadounidenses fundamentalistas que odian por principio a las personas de raza negra y se niegan a aceptar que un negro ocupe la famosa oficina Oval de la Casa Blanca y gobierne a la Federación Americana; y podrían ser capaces de tratar de hacer cualquier cosa para impedirlo.
No hay que olvidar los dramáticos antecedentes que ha habido en la historia: el 16o. presidente, Abraham Lincoln, fue asesinado en un palco del teatro Ford, de Washington D.C. mientras asistía a una representación musical con su esposa, Mary Tood Lincoln; el líder pacifista hindú Mahatma Gandhi fue asesinado por un elemento fundamentalista que se hizo pasar por partidario suyo; el reverendo Martin Luther King, que predicaba la paz y la no violencia, fue asesinado presuntamente por un racista, aunque también hay una versión de que pudo haber sido por órdenes personales del entonces director del F.B.I Edgar H. Hoover, pero no hay pruebas de ello; el presidente demócrata John Fitzgerald Kennedy fue asesinado en Dallas, Texas, y se cree que haya podido ser por una conspiración de elementos de la derecha, entre ellos unos millonarios petroleros y cubanos anticastristas resentidos porque no les dio apoyo aéreo en la fracasada invasión a Cuba por Bahía de Cochinos; y su hermano Robert Kennedy fue asesinado en un hotel de San Francisco, California, porque se sabía que seguramente iba a ser el ganador en las siguientes elecciones. ¡Cuidado! ¡Obama debe tener mucho cuidado para no exponerse a que le pueda ocurrir lo mismo!
Dios quiera que todo sea para el bien y para felicidad de todo el mundo, en general, y en particular de los Estados Unidos de América y del continente americano. Ojalá que terminen de una vez por todas la discriminación racial y la guerra en Irak, y que el nuevo gobierno de la más grande potencia mundial sea para garantía de la paz y la concordia en todo el mundo.
El 1 de enero de 1863 Abraham Lincoln emancipó a los esclavos negros.
Ante la penetrante mirada vigilante de Abraham Lincoln, el 16o. Presidente de la Unión Americana (de 1861 a 1865), quien abolió la esclavitud y con ello provocó una cruenta guerra de cuatro años de diración entre los estados del Norte y los del Sur, hoy tendrá lugar la solemne ceremonia en la que será juramentado el 44o. Presidente de los Estados Unidos de América, Barack Hussein Obama Jr. en las gradas del Capitolio, edificio que fue construído por esclavos negros, y de hoy en adelante vivirá con su esposa y dos hijas menores en la Casa Blanca, otro edificio que también fue construído por esclavos negros. Obama no es descendiente de esclavos, porque su padre fue un Economista que nació en Kenya (África) y fue graduado en los Estados Unidos, pero es lo que aún se conoce como “afroamericano”; aunque ya es hora de que los ciudadanos estadounidenses descendientes de raza negra puedan ser denominados simplemente “americanos” y no “afroamericanos”, porque es discriminatorio. Este acontecimiento tan extraordinario enaltece y honra al pueblo de esa gran nación, porque era muy difícil creer que un descendiente de negros podría llegar a ser algún día Presidente de los Estados Unidos de América, o sea el hombre más poderoso del mundo. ¡Mis felicitaciones a los estadounidenses!
A pesar de que su recorrido está lleno de hitos, cuando todavía era presidente electo Barack Obama tomó prestada una página de la historia al hacer en tren el mismo trayecto entre Filadelfia y Washington que hizo hace 150 años Abraham Lincoln, su más admirado modelo. Saludando a sus seguidores antes de partir desde la estación de Filadelfia, Obama hizo un llamamiento a la nación para que mantenga “la perseverancia y el idealismo” de los Padres Fundadores que conformaron ese país. En su opinión, no sólo hay que salvaguardar la independencia ganada en Filadelfia, dónde hace más de 200 años se promulgó la Constitución Americana, sino que se hace necesaria “una nueva declaración de independencia, no sólo de nuestra nación, sino de nuestras vidas”. El tan prometido cambio prometido por Obama va a llegar si no ocurre una tragedia que impida que él pueda gobernar al país más poderoso del planeta.
No era ésta la primera vez que Obama ha evocado la imagen del presidente que acabó con la esclavitud. Al igual que Lincoln, Obama hizo su carrera política en el estado de Illinois, donde, además, lanzó su campaña electoral desde el Capitolio de Springfield. Habrá momentos en los que el presidente número 16o. de los EE. UU. estará presente en la juramentación del presidente número 44 asumirá su cargo hoy poniendo su mano izquierda sobre la misma Biblia que Lincoln usó cuando juró lealtad a la Constitución de su país hace 148 años. Durante su toma de posesión, el primer presidente negro en la historia de EE. UU. hará referencia a uno de los discursos más célebres de la historia, que Lincoln pronunció en Gettysburg en 1863, invocando los principios de igualdad de todos los hombres que están consagrados en la Declaración de Independencia de ese país.
Entre Filadelfia, la cuna de la Independencia, y Union Station en Washington, el Whistle Stop Train Tour, en alusión al silbato de las antiguas locomotoras de vapor, hizo su primera parada de un recorrido de 225 kilómetros en Wilmington (Delaware). Allí no paró Lincoln, pero Obama debía recoger a su Vicepresidente electo, Joseph Biden. Miles de personas le esperaban aún soportando temperaturas de 15 grados bajo cero. Otros miles se concentraron al lado de la vía a lo largo de todo el viaje en el primer baño de masas que marca el inicio de las celebraciones de la toma de posesión. Las medidas de seguridad en todas partes eran extremas. Con Biden al lado, Obama prosiguió viaje en un lujoso vagón estilo Pullman con accesorios de madera color cereza del año 1930. Fue un gran día la jornada de ayer para los Obama, día en que su esposa Michelle además cumplía 45 años de edad. La multitud en Wilmington no paraba de cantarle el Happy Birthday (feliz cumpleaños) a la próxima primera dama, lo que obligó a su marido, ya casi presidente, a retrasar el comienzo de su segundo discurso del día, que centró en los problemas de la clase media. Su siguiente parada sería Baltimore, en Maryland, para concluir el viaje hacia las siete y media de la tarde en la capital de la nación.
Pero no sólo el emancipador de la esclavitud, Abraham Lincoln, ha sido compañero de este viaje de Obama. Desde que ganó las elecciones en noviembre, la historia y sus protagonistas han acompañado al joven político. Y el recuerdo más constante ha sido el de la “Gran Depresión” de 1929 y los discursos del presidente demócrata Franklin Delano Roosevelt. Cuando faltaban solamente dos días para que Obama asumiera el cargo, el presidente electo volvió a recordar que se esperan “días difíciles”, como dijo Roosevelt en aquella otra gran crisis, la única que se asemeja en proporciones a la que acompañará a Obama, al menos durante los primeros tiempos de su mandato.
Lincoln fue el décimo sexto presidente de los Estados Unidos, de 1861 a 1865. Nació en 1809 en el seno de una familia de colonos cuáqueros en Hodgenville (en el actual estado de Kentucky), y murió asesinado en Washington D.C. en 1865. Nació Durante su infancia y su juventud, marcadas por la pobreza de su familia, recorrió el Missisippi y vivió de cerca las condiciones infrahumanas que padecían los esclavos negros. Lincoln tenía veintitrés años cuando dejó la granja donde trabajaba para combatir como soldado raso en la guerra contra los indios. Mientras tanto, emprendió su formación autodidacta y hacia 1836 logró licenciarse en derecho. Dos años antes, su actitud contraria a la esclavitud lo había conducido a intervenir en política, lo que le valió su elección como diputado de Illinois para el período 1834-1842. Merced a su defensa de mejores condiciones de vida para los negros y a su gran elocuencia, logró una gran popularidad en todo el estado.
En 1846 Lincoln alcanzó la jefatura del partido Whig, y como diputado del Congreso federal apoyó a los abolicionistas de Washington. Sin embargo, su decidida oposición a la guerra contra México, a cuya terminación Estados Unidos se apoderó de los territorios de Alta California, Nuevo México, el norte de Sonora, Coahuila y Tamaulipas y la anexión definitiva de Texas, le hizo perder muchos votos, y fracasó en las elecciones senatoriales de 1849.
Derrotado y decepcionado, se retiró de la política y durante seis años se dedicó a trabajar como procurador. Su regreso a la vida pública se produjo en 1854, cuando el tema de la esclavitud volvió al plano político a raíz de que la Kansas-Nebraska Act propugnaba extenderla a los estados del noroeste. Si bien él al principio no era partidario de la abolición de la esclavitud en los estados en los que ya existía, sobre todo en los del sur, se oponía a que se instaurase en otros en los que no estaba autorizada. Particularmente célebre por la vehemencia de su verbo y la solidez de sus argumentaciones fue el discurso antiesclavista que pronunció en Peoria, en 1854.
Comprometido con la causa contra la esclavitud, Lincoln se afilió dos años más tarde al Partido Republicano. Derrotado de nuevo en las elecciones al Senado de 1858, la intensidad de la campaña antiesclavista y los duelos dialécticos que mantuvo con el candidato demócrata que fue elegido en esa ocasión le devolvieron la popularidad perdida. La moderación de sus posiciones fue decisiva para que en 1860 la convención republicana de Chicago lo eligiera candidato a la presidencia en detrimento de un representante de los abolicionistas más radicales.
Al año siguiente, favorecido por las divisiones internas en el partido Demócrata, ganó las elecciones a la Presidencia de la Unión, lo cual desencadenó la reacción negativa de los estados sureños. Antes de que asumiera oficialmente la presidencia, éstos, encabezados por Carolina del Sur y se declararon independientes, dando principio así a la cruenta Guerra de Secesión.
Aunque el estallido de la guerra civil parecía inevitable, Lincoln intentó detenerla y restaurar la unidad de la Unión formando un gobierno de coalición con los sureños. Iniciada la Guerra de Secesión, pese a todo, el presidente Lincoln promulgó en 1862 la Homestead Act, para la colonización del Oeste, y propuso una abolición de la esclavitud en forma progresiva, con el íntimo propósito de promover un acercamiento a la Confederación sureña que acelerara el fin de la contienda.
Tras comprobar una vez más la intransigencia del bando sureño, el 1 de enero de 1863 decretó la emancipación de los esclavos en todo el territorio de la Unión. Al año siguiente, cuando las fuerzas del Norte ya dominaban casi por completo la situación y el fin del enfrentamiento bélico se veía próximo, Lincoln fue reelegido para un nuevo mandato con un programa de reconstrucción nacional que no pudo realizar porque a los cinco días de finalizar la Guerra fratricida de Secesión, fue asesinado de un balazo por un mediocre actor fanático sureño de nombre John Wilkes Booth mientras se encontraba en un palco del Teatro Ford de Washington, asistiendo a una representación musical acompañado de su esposa Mary Tood Lincoln.
“¡Yo tengo un sueño! ¡Yo tengo un sueño!”, repitió el reverendo Martin Luther King en su famoso discurso pronunciado en las gradas del monumento a Lincoln para exigir los mismos derechos civiles de los blancos para los negros.
Otra fuerte influencia para Barack Obama proviene del reverendo Martin Luther King, nacido en Atlanta, Georgia, en 1929, y asesinado en 1968, en Memphis, Colorado. King fue un Pastor baptista defensor de los derechos civiles de los negros. Hijo de un ministro baptista, estudió teología en la Universidad de Boston. Desde joven tomó conciencia de la situación de segregación social y racial que vivían los negros de su país, y en especial los de los estados sureños.
Convertido en pastor baptista, en 1954 se hizo cargo de una iglesia en la ciudad de Montgomery, Alabama. Muy pronto dio muestras de su enorme carisma y de su firme decisión de luchar por la defensa de los derechos civiles con métodos pacíficos, inspirándose en la figura del líder hindú Mahatma Gandhi y en la teoría de la desobediencia civil del filósofo Henry David Thoreau. Al poco de llegar a Montgomery organizó y dirigió un masivo boicot de casi un año contra la segregación en los autobuses municipales.
La fama de Martin Luther King se extendió rápidamente por todo el país y enseguida asumió la dirección del movimiento pacifista estadounidense, primero a través de la Southern Cristian Leadership Conference y más tarde del Congress of Racial Equality. Asimismo, como miembro de la Asociación para el Progreso de la Gente de Color, abrió otro frente para lograr mejoras en sus condiciones de vida.
En 1960 aprovechó una sentada espontánea de estudiantes negros en Birmingham, Alabama, para iniciar una campaña de alcance nacional. En esta ocasión fue encarcelado y posteriormente liberado por la intercesión de John Fitgerald Kennedy, entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos, pero logró para los negros la igualdad de acceso a las bibliotecas, los comedores y los estacionamientos.
En el verano de 1963, su lucha alcanzó uno de sus momentos culminantes cuando encabezó una gigantesca marcha sobre Washington, en la que participaron unas doscientas cincuenta mil personas, ante las cuales pronunció uno de sus más bellos discursos por la paz y la igualdad entre los seres humanos, recordado como I have a dream (“Tengo un sueño”). Él y otros representantes de organizaciones antirracistas fueron recibidos por el presidente Kennedy, quien se comprometió a agilizar su política contra el segregacionismo en las escuelas y en la cuestión del desempleo, que afectaba de modo especial a la comunidad negra.
No obstante, ni las buenas intenciones del presidente Kennedy, quien moriría asesinado meses más tarde, ni el vigor ético del mensaje de King, Premio Nobel de la Paz en 1964, parecían suficientes para contener el avance de los grupos nacionalistas de color contrarios a la integración y favorables a la violencia, como el llamado Black Power que integraban las organizaciones radicales denominadas “Poder Negro” “Panteras Negras” y “Musulmanes Negros”. La permeabilidad de los colectivos de color, sobre todo de los que vivían en los guetos de Nueva York y de otros estados del norte, a la influencia de estos grupos violentos, ponía en peligro el núcleo del mensaje de King, el pacifismo.
En marzo de 1965 encabezó una manifestación de miles de defensores de los derechos civiles que recorrieron casi un centenar de kilómetros, desde Selma, donde se habían producido actos de violencia racial, hasta Montgomery. La lucha de Martin Luther King tuvo un final trágico: el 4 de abril de 1968 fue asesinado en Memphis, supuestamente por un tal James Earl Ray. Mientras se celebraban sus funerales en la iglesia Edenhaëser de Atlanta, una ola de violencia se extendió por todo el país. Ray, detenido por la policía, se reconoció autor del asesinato y fue condenado con pruebas circunstanciales. Pero años más tarde se retractó de su declaración y, con el apoyo de la familia King, pidió la reapertura del caso y la vista de un nuevo juicio.
En el más famoso discurso que pronunció, el reverendo Martin Luther King repitió varias veces I have a dream!… I have a dream! (“¡Yo tengo un sueño!”… “¡Yo tengo un sueño!”) refiriéndose a que soñaba con que algún día los estadounidenses de raza negra podrían gozar de los mismos derechos civiles que los blancos, el cual pronunció desde las gradas del monumento a Lincoln, mirando hacia el Capitolio, situado a 3 millas de distancia, ante cientos de miles de personas. Y lo que ya no pudo cumplir el 35o. presidente, John F. Kennedy, por haber sido asesinado el 22 de noviembre de 1963, en Dallas, Texas, que era garantizar a los negros los mismos derechos civiles de los blancos, lo firmó su sucesor, el 36o. presidente, Lyndon Baines Johnson, a pesar de ser un sureño, nacido en Texas, donde siempre ha habido una fuerte discriminación racial.