MISCELÁNEA DEL 11/04/13

1.- ¡Apareció el peine!

El título de esta nota obedece a una expresión popular guatemalteca que se emplea cuando, en algún tema que está en discusión, sorpresivamente, se agrega algo que estaba oculto y no viene a cuenta. Y la expresión ahora viene a cuento por el hecho que en el juicio que se está siguiendo en el Tribunal Primero de Mayor Riesgo A contra los generales José Efraín Ríos Montt y Mauricio Rodríguez Sánchez, por el delito de genocidio y violación de derechos, el Ministerio Público (MP) se sacó de la manga, como un mago, al “testigo protegido” Hugo Ramiro Leonardo Reyes quien, por medio de una videoconferencia, declaró que en Santa María Nebaj funcionó la Primera Compañía de Batallón de Ingenieros del Ejército, en la cual se desempeñó como mecánico especialista militar de la tropa kaibil, y que “las personas que llegaron a ser ejecutadas en el campamento llegaban golpeadas, torturadas, con la lengua quitada, con las uñas quitadas, entre otras lesiones”, y agregó que “los militares y los soldados a las órdenes del mayor Tito Arias, conocido como Otto Pérez Molina, el general -José Luis- Quilo Ayuso y (…) los comandantes de las compañías de ingenieros coordinaban la quema y el saqueo de la gente para luego ejecutarlos”. Pero es falso lo que dijo y el MP no debió autorizar que lo declarase, ya que su participación es lo que se llama “compadre hablado”, porque al entonces mayor Pérez Molina no se le conocía como “comandante Tito Arias”, sino como “comandante Tito”, sin ningún apellido. Sin embargo, Pérez Molina participó en varias de las reuniones que se llevaron a cabo entre los representantes del Estado  y los representantes de la Unidad Revolucionaria Nacionalista Guatemalteca (URNG) para lograr la paz, hasta la firma del Acuerdo de Paz Firme y Duradera que tuvo lugar el 29 de diciembre de 1996 en el Palacio Nacional de la Cultura durante el primer año del período presidencial de Álvaro Arzú Irigoyen. Acuerdo que, por lo visto, no sirvió de nada porque los subversivos izquierdistas continúan en pie de guerra contra los militares, pero ahora de otra manera. No obstante, no es posible creer que, por mucha presión internacional para firmar la paz después de más de tres décadas de guerra, la Institución Armada hubiese accedido a hacerlo sin que se estableciese una amnistía. Por lo que el estar juzgando ahora a los que fueron jefes militares durante esos años es inaceptable. A menos que se tome como una revancha política de quienes perdieron la guerra pero ganaron la paz. Para lo cual se posesionaron ventajosamente en el Ministerio Público y en el Organismo Judicial. Particularmente en la rama penal, que preside el licenciado César Barrientos, quien no oculta su propósito de ser el próximo presidente del Organismo Judicial y Corte Suprema de Justicia para asegurarse de que los juicios tengan apariencia de legales, aunque se podría apostar que los fallos ya fueron escritos y lo que actualmente tiene lugar no es más que una burda payasada para que los dirigentes locales de las ONGes justifiquen los fondos que reciben de ciertos países empeñados en desprestigiar y, de ser posible, cancelar al Ejército, tales como Canadá y unos escandinavos. Pero es obvio que el tribunal del juicio contra los generales Ríos Montt y Fernández Sánchez es legalmente nulo por la evidente parcialidad que ha puesto de manifiesto la presidenta del Tribunal, licenciada Jazmín Barrios, que no contenta con haber dejado sin abogado defensor a Ríos Montt, trató de imponerle un defensor, y no cumplió con lo que establece el Código Procesal Penal en los casos en que un juez es recusado, que antes de continuar el juicio debe elevar la consulta a un juzgado superior para que éste decida si procede o no la recusación. Pero ella, en cambio, por sus ovarios tomó la decisión de rechazarla, sin elevar la recusación a un tribunal superior. Con lo cual burló lo que está establecido en esos casos, y ha seguido adelante con la payasada, lo cual hace suponer que actúa bajo consignas políticas y que ya tiene preparado el fallo. ¡Y pensar que en algún caso eventual ella podría sustituir a alguno de los actuales magistrados!

El el 29 de diciembre de 1996, el general Otto Pérez Molina firmó el “Acuerdo de Paz Firme y Duradera” como representante del Ejército, al lado del Secretario General del Partido Guatemalteco del Trabajo (comunista), Ricardo Rosales Román. 

En primer lugar, ¿a qué viene inolucrar en ese juicio al actual presidente de la República? Es evidente que hacerlo fue un craso error del MP. Además, es obvio que aleccionaron mal a su “testigo protegido” porque el nombre con el que entonces era conocido en el área Ixil el ahora general Pérez Molina era “comandante Tito” (sin apellido). Pero el “testigo protegido” del MP le llamó “comandante Tito Arias”, nombre que fue del abogado, periodista, diplomático y político panameño, hijo del ex presidente de Panamá Harmodio Arias, y sobrino del médico y cirujano y político Arnulfo Arias, quien fue elegido presidente cuatro veces y tres de las cuatro veces fue derrocado por golpes militares. La cuarta vez ni siquiera le permitieron asumir el cargo.

2.- Quien fue Roberto “Tito” Arias

Es el nombre con el que se conocía a Roberto Emilio Arias (1918–1989), un brillante y ambicioso abogado, diplomático y periodista panameño, ampliamente conocido como “Tito”, hijo del ex presidente Harmodio Arias Madrid (1886-1963) y sobrino del médico y cirujano Arnulfo Arias Madrid (1901-1988), tres veces elegido presidente y tres veces derrocado.  “Tito” Arias fue esposo de la máxima bailarina del ballet Dame Margot Fonteyn, nacida en Surrey, Inglaterra, el 18 de mayo de 1919 con  el nombre de Margaret “Peggy” Hookman, y fallecida en Panamá el 21 de febrero de 1991. Fue una famosa bailarina de ballet británica que alcanzó el título de prima ballerina assoluta, y considerada la mejor del ballet clásico de su tiempo, siendo también condecorada por la corona británica con el galardón de Dame. Cuando el gran bailarín ruso Rudólf Nureyév (1938-1993), reconocido por muchos como el mejor bailarín que ha existido en el mundo escapó de la Unión Soviética, en 1961, fue invitado a bailar en Londres como partenaire de Margot Fonteyn, quien ya había sido consagrada como estrella del Royal Ballet y si bien se creía que esta alianza no iba a perdurar largo tiempo, fundamentalmente porque ella ya tenía cuarenta y tres años de edad y ya había anunciado su intención de retirarse definitivamente de la profesión, la pareja persistió con extraordinario éxito a lo largo de varios años de actuaciones hasta llegar a ser la más famosa pareja en la historia del ballet clásico que ha habido. En 1955, Arias se casó con la gran bailarina inglesa Margot Fonteyn, tras divorciarse de su primera esposa, con quién tuvo tres hijos. Después de su matrimonio, Arias fue nombrado embajador de Panamá ante el Reino Unido. En 1959 él y Dame Margot Fonteyn fueron acusados de intentar un contrabando de armas en su yate a poca distancia de las costas de Panamá. Lo cual fue verídico porque había tratado de organizar una absurda invasión en la que iba a participar también mi amigo el coronel y aviador guatemalteco Francisco Consenza, ex jefe de la FAG y ex embajador en México durante el gobierno del coronel Jacobo Árbenz, quien entonces estaba exiliado en Costa Rica, donde me lo contó un día y en vista de que me preguntó mi opinión, yo opiné que estaban más locos que una cabra. En esa oportunidad, “Tito” Arias fue acusado de tratar de provocar una revuelta contra del presidente Ernesto de la Guardia y de llevar armas escondidas en su yate, por lo cual la Dame Margot fue deportada inmediatamente a su natal Inglaterra y “Tito” Arias pidió asilo diplomático en la embajada de Brasil donde permaneció durante dos meses antes de que se le concediera el salvoconducto para salir del país. Finalmente los cargos les fueron retirados y después del cambio de gobierno, se permitió a la pareja regresar a Panamá. En mayo de 1964 “Tito” Arias fue electo diputado en la Asamblea Nacional, en su primera incursión en la política activa. Dos meses más tarde recibió un balazo durante una discusión con un amigo y antiguo asociado político, Alberto Domínguez, como resultado de un amorío que Arias mantenía con la esposa de Jiménez. A pesar de que fue tratado durante 18 meses en los mejores hospitales británicos, pasó el resto de su vida cuadrapléjico, confinado el resto de su vida a una silla de ruedas. De hecho, una de las principales razones que mantuvo a Margot Fonteyn activa en el ballet durante tanto tiempo fue para poder pagar las costosas cuentas médicas de su esposo. “Tito” Arias fue tan empedernido y descarado fornicador, que se decía que durante la ausencia de su esposa, cuando esta se iba de gira con Nureyév, una bella mujer panameña de clase acomodada, de nombre Anabella Vallarino, se mudaba a la casa de Arias en calidad de amante, y permanecía ahí todo el tiempo que estaba ausente la Fonteyn, y se iba un día antes de que la Fonteyn regresara de sus giras. El día que “Tito” Arias murió, la Vallarino se suicidó tomando una botella de cloro y ambos fueron sepultados el mismo día en tumbas poco distantes.

Yo tuve el privilegio de haber sido amigo personal de Roberto “Tito” Arias y de su bella esposa, la gran bailarina de ballet Margot Fonteyn, quienes una vez me invitaron a almorzar en el famoso restaurante Maxims de París y en otra oportunidad me invitaron a cenar en el elegante Hotel de París de Montecarlo, cuando ya Tito estaba cuadrapléjico y se movía en una silla de ruedas. Pero a pesar de ello nunca perdió su simpatía y sentido del humor.

 3.- Caso Efraín Bámaca Velásquez

No hay que olvidar que el 25 de noviembre del año 2000 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió sentencia sobre el caso de Efraín Bámaca Velásquez por la denuncia 11.129 planteada por la Comisión de Derechos Humanos (CDH), solicitando a la CIDH que decidiera si el Estado de Guatemala violó las siguientes normas: Artículo 3 (Derecho al Reconocimiento de la Personalidad Jurídica), Artículo 4 (Derecho a la Vida), Artículo 5 (Derecho a la Integridad Personal), Artículo 7 (Derecho a la Libertad Personal), Artículo 8 (Garantías Judiciales), Artículo 13 (Libertad de Pensamiento y de Expresión), Artículo 25 (Protección Judicial) y el Artículo 1 (Obligación de Respetar y Garantizar los Derechos). El Juez Oliver Jackman se abstuvo de conocer este caso por haber participado en varias etapas del mismo durante su trámite ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) cuando era miembro de ésta. Pero la incansable ex conviviente de Efraín Bámaca Velásquez, la abogada norteamericana Jennifer Harbury, no va a quitar el dedo de la llaga tan fácilmente y no se dará por satisfecha mientras no logre que el “comandante Tito” (o sea el general Otto Pérez Molina) sea llevado ante un tribunal de justicia porque le acusa de haber capturado, torturado y “desaparecido” o asesinado a su conviviente, el guerrillero Efraín Bámaca Velásquez. Eso mismo dijo Tomuchat en su conversación con el periodista de elPeriódico al afirmar que también al presidente Pérez Molina habría que investigarle por su participación en el conflicto armado. Así que el actual mandatario debería poner sus barbas en remojo y no debe sentirse muy seguro porque actualmente está gozando de antejuicio mientras sea presidente de la República. Pérez Molina debe recordar que con el tiempo todo pasa. Y que no va a ser presidente de la República durante el resto de su vida.

4.- Conversación con Tomuschat

Hoy publica elPeriódico una conversación –supongo que telefónica– entre el joven periodista Gerson Ortiz y el abogado alemán Christian Tomuschat, de comprobada ideología izquierdista, quien fue presidente de la comisión que se integró para redactar el informe de la CEH que, como bien dijo  el licenciado Manuel Eduardo Conde Orellana, ex presidente de la Mesa de Negociaciones  para el Proceso de Paz, durante su participación en el el octavo día del juicio contra el general Ríos Montt: “la verdad histórica fue escrita con mano izquierda”, lo cual significa que dicho documento fue escrito por personas izquierdistas. Y en vez de haber contribuido a lograr la paz del país, en general, y entre las fuerzas beligerantes, en particular, lo que persiguió –y obviamente obtuvo– fue que continuara la guerra por otros medios, como lo estamos viendo en el juicio que se les está siguiendo al ex presidente de facto Efraín Ríos Montt y al general Mauricio Rodríguez Sánchez. En resumidas cuentas, lo que se persigue con este primer juicio contra un alto jefe militar de los que participaron en el conflicto armado interno es continuar con el enfrentamiento de parte de las fuerzas izquierdistas contra elementos de la Institución Armada, porque no le perdonan que hayan derrotado en el campo de batalla a las fuerzas subversivas guerrilleras y firmaron el Acuerdo de Paz Firme y Duradera con el deliberado propósito de infiltrarse adecuadamente en el Organismo Judicial para enjuiciar y condenar a los principales militares que les combatieron y derrotaron. ¡Ese es el verdadero propósito de este juicio! Tomuschat dijo muy claro que el presidente Pérez Molina se equivoca al decir que no hubo genocidio porque ellos dejaron claramente asentado en el documento que hubo genocidio. Y dejó entrever que el actual mandatario podría ser juzgado también eventualmente. ¡Ese es el propósito! Pero el colmo de la estupidez y del fanatismo es que la poetisa y columnista de Prensa Libre Margarita Carrera publica hoy en su columna titulada “Este es mi testimonio” que la consigna de los militares era “Indio visto, indio muerto”. ¡Como si no hubiesen sido indios también los soldados que integraban el Ejército! Me han informado que esta poeta y columnista tuvo una relación amorosa con un guerrillero y desde entonces se quedó trabada. Por su parte, nuestra compatriota Marta Elena Casaús Arzú, supuesta “experta en racismo”, ha expresado esa misma opinión. Y agregó: “El racismo llega a su culmine en el conflicto armado interno, por la estigmatización del indígena. Es cuando el racismo opera con una ideología de Estado, como una maquinaria de exterminio contra un grupo, en este caso el ixil”. Para ella, la desvalorización de los indígenas, fue el caldo de cultivo para la perpetración del genocidio. Y describió los pasos previos a un genocidio: 1.) la construcción negativa del otro; 2.) el prejuicio hacia ese otro; 3.) el adoctrinamiento para rechazar a ese otro; 4.) las campañas de difamación y de planificación del genocidio; 5.) “quitarle el agua al pez”; y 6.) “ladinizarlos”, “normalizarlos”, despojarles de su cultura. Es obvio que esta señora no sabe lo que dice porque, aunque es una de las herederas de la fortuna de los propietarios de la Cervecería Centroamericana, fruto de uno de los matrimonios de la señora Odette Arzú (ex de Canivel), ha vivido la mayor parte de su vida en España. Y es evidente que sobre Guatemala no sabe lo que dice. Pero es otra de esas personas adineradas que se las dan de “izquierdistas” (?) porque piensan con los liberales pero comen con los conservadores. La señora Casaús cita frases racistas sobre los indígenas, supuestamente dichas por personas “de las elites guatemaltecas a las cuales ella entrevistó” que le dijeron: “son un freno para el desarrollo”, o “lo mejor para los indígenas es una dictadura férrea, un Mussolini, un Hitler, y yo los eliminaría a todos” (supuestamente dicha por un empresario). Concluye que “éste es un pensamiento vigente en Guatemala y que la violación de las mujeres indígenas también habla de racismo y feminicidio, porque hubo una protocolización de la violencia sexual desde el Estado en esos hechos denigrantes”. Y agregó: “En Guatemala, además del genocidio hubo un etnocidio, “….porque quisieron eliminar, no solo a las personas, sino también su cultura, la cultura ixil en sí.” Es evidente que esta pobre mujer menosprecia a los guatemaltecos de su misma condición económica y social.

5.- La extradición del ex presidente Portillo

Alfonso Antonio Portillo Cabrera, ex presidente constitucional de Guatemala

El hecho de ya fue cerrado definitivamente el juicio por peculado contra el ex presidente Alfonso Antonio Portillo Cabrera, significa que está próxima su extradición a Estados Unidos de América para ser juzgado en Nueva York por conspiración en el lavado de US$70 millones. ¡Qué triste papel el que está jugando Guatemala en el concierto de las naciones! No en vano en los demás países centroamericanos se suele decir “Guatemala, gente mala”. Por una parte el juicio contra Ríos Montt por el delito de genocidio y por la otra la extradición del ex presidente Alfonso Portillo. Aunque por ahora se encuentra en el Hospital Militar porque está sufriendo una neumonía. Y sus abogados anuncian que presentarán otro amparo para evitar (¿o retrasar?) su extradición. Pero podemos estar seguros de que se lo llevan extraditado. ¡Que triste su destino! Primero fue extraditado de México a Guatemala y ahora de Guatemala a Estados Unidos de América. Tal vez así está pagando su karma por lo que hizo en Chilpancingo. Ya bastante caro ha pagado ese karma, porque su primera esposa y madre de su primera hija, una señora de apellido Padua, se suicidó porque esos millones de dólares pasaron por sus cuentas bancarias y tuvo miedo de lo que le podría ocurrir. No cabe la menor duda de que se lo van a llevar. No soy amigo de ese señor, ni voté por él porque me opuse a su candidatura desde que reconoció en una entrevista de televisión con Chepe Zarco Bolaños que en Chilpancingo, Estado de Guerrero, México no había matado a balazos a un sólo estudiante, sino a dos. Lo cual me pareció no monstruoso sino también políticamente incorrecto. Pero no me alegra, en lo más mínimo, que sea llevado esposado como un delincuente para ser juzgado en los tribunales de  Estados Unidos de América. ¡Como guatemalteco me da vergüenza! No se debe olvidar que fue el 45º Presidente Constitucional de la República de Guatemala, legítimamente electo por la mayoría de los votantes del país. ¡Aunque los que votaron por él se hayan equivocado! Pero no hay que olvidar el latinajo que dice que Vox populi vox Dei que quiere decir “la voz del pueblo es la voz de Dios”.

Twitter: @jorgepalmieri