OTRO EXITO DEL ESCULTOR JOSE TOLEDO ORDÓÑEZ (1)


José (Pepo) Toledo en una foto de Ricardo Mata

Radio Faro Cultural y Educativa solicitó al artista José Toledo Ordóñez (conocido simplemente como Pepo Toledo) que escribiera algunos de sus más destacados datos biográficos y su propia opinión sobre su obra, porque deseaban hacerle un homenaje en las transmisiones de los días 26 y 29 de agosto próximo pasado, por lo cual éste escribió:

“Nací en 1951 en la ciudad de Guatemala. Soy casado, con cuatro hijos. Mi pasión por los automóviles me llevó participar en competencias y comenzar mi carrera como técnico automotriz. Modificando autos vino mi primer contacto con la lámina.

Mi padre, el ingeniero constructor José Toledo Sáenz, siempre nos enseñó a devolver a la patria algo de lo mucho que nos da. Así nació en mí la vocación por hacer trabajo institucional. En 1979 comencé mi primer proyecto, en este caso en el tema ambiental, luchando durante diez años hasta implantar la gasolina sin plomo en toda Centroamérica.

A  partir de 1991 trabajé más de dieciséis años dirigiendo la Asociación Guatemalteca de Historia Natural. Durante ese período reconstruimos el Parque Zoológico Nacional “La Aurora”. Las viejas jaulas o prisiones para los animales desaparecieron dando paso a recintos abiertos llenos de detalles artísticos en los que se replica el hábitat de los animales y se recrea la arquitectura de su lugar de origen.

Luego surgieron en mi vida otras ocupaciones tan disímiles como la de ser  Vicepresidente del Instituto Nacional de Energía Eléctrica, Superintendente de Telecomunicaciones y Presidente de la Comisión Nacional de Energía Eléctrica; Presidente del Foro Latinoamericano de Entes Reguladores de Telecomunicaciones (REGULATEL)  y Vicepresidente de la Asociación Iberoamericana de Entidades Reguladoras de Energía (ARIAE). Tuve un papel influyente en la apertura de los mercados de Telecomunicaciones y Electricidad de Guatemala.

Ejercí el periodismo durante nueve años. En el año 2000 me eligieron Presidente de Fundación Mario Monteforte Toledo, donde se desarrolló mi profundo amor por el arte.

Pasé muchos años promocionando literatura y arte nacionales, produciendo películas documentales y publicando o escribiendo libros de los grandes valores del arte guatemalteco, entre otros temas. En ese ambiente entablé amistad con los grandes artistas de mi país, de donde surgieron las Tertulias de los Jueves, tradición que aún se conserva.

Me considero una persona de carácter fuerte y soy muy pragmático. Me apasionan los proyectos. Muchos de ellos, técnicamente bien hechos, fracasan cuando son planificados desde abajo. Lo primero que hago es tener una visión macro, me “subo al avión” y veo el proyecto desde arriba. Sigue un liderazgo recio pero a la vez cuidando la motivación del recurso humano. Lo más importante es aterrizar. Guatemala es un país sobre diagnosticado. Sabemos qué hacer pero no aterrizamos.

Dios me cambia de oficio cada cierto tiempo, lo cual implica un continuo aprendizaje de la vida. Este ir y venir me ha hecho multifacético. Me inquieta la inactividad. Hago fluir el exceso de energía participando en tres o más actividades o proyectos al mismo tiempo. La soledad no me molesta y es en ella cuando más fluyen las ideas, o en las madrugadas.

Mi padre nos inculcó valores morales muy sólidos, y, aunque él decía que era “ateo”, siempre agregaba que los Diez Mandamientos son una cosa muy buena y hay que seguirlos. He tenido mucho éxito la mayor  parte del tiempo pero también he conocido el fracaso.  Así he aprendido a conocer la ley de la siembra y la cosecha. He visto en mi vida una y otra vez cómo el éxito surge al ponerse en las manos de Dios y cómo se produce el fracaso cuando nos apartamos de Él. A Dios le debo mi incursión en el arte y todas las cosas que he hecho y que tengo, desde las más pequeñas hasta las más significativas.

Siempre he querido poner un grano de arena para cambiar a mi país. El cambio molesta a muchos, sobre todo a los que detentan privilegios y a los que no soportan la verdad. La búsqueda de la verdad y la libertad me ha hecho blanco de muchos ataques, pero no me arrepiento porque también he tenido grandes satisfacciones. Volvería a hacer lo que hice. Ya estoy acostumbrado a la batalla.

Paralelamente a todas estas actividades formé una colección de arte moderno guatemalteco donde se puede leer toda su historia. Comencé a dibujar y  pintar en tiempos libres y a participar en exposiciones colectivas.

No fue sino hasta el año pasado, no sin dejar de sentir un poco de egoísmo, que decidí dedicarme a lo mío y dejar explotar la vorágine de ideas que durante mucho tiempo llevaba adentro. Fue una decisión valiente. Todos sabemos que el que expone, se expone. Se le atribuye a Goya haber dicho: “El arte es una aventura en un mundo desconocido, que sólo puede ser explorado por quienes están dispuestos asumir riesgos”.

A esto siguió una pequeña “revolución”. Los detractores de mi obra no se hicieron esperar. Algunos de ellos fueron ciertos artistas a quienes había apoyado mucho tiempo y decían que eran mis amigos. No podían comprender cómo un promotor y mecenas de arte se atrevía a invadir el campo propio de los artistas.  Alguien dijo que “la crítica es el impuesto que la envidia percibe sobre el mérito”.  Me reconfortó mucho leer estos versos de José Martí: “Dicen que triste cosa es no tener amigos, pero más triste es no tener enemigos. Porque quien enemigos no tenga, es señal de que no tiene ni talento que haga sombra, ni bienes que se le codicien, ni carácter que impresione, ni valor temido, ni honra de la que se murmure, ni ninguna cosa buena que se le envidie”.  Así fue como comencé mi proyecto escultórico. Mi primera exposición de escultura la realicé en julio de 2010 en el Hotel-Museo Casa Santo Domingo en la Ciudad de Antigua-Guatemala . La muestra se dividió en tres series: Bestiario, Bosque urbano y Ciudades utópicas. Esta última fue desarrollada en grande en otra muestra que se llevó a cabo en la Ciudad de Guatemala, en enero de 2011, en la Galería Latinoamericana Ana Lucía Gómez.

Paralelamente hubo otras exposiciones y proyectos. Sugiero visitar mi sitio web www.pepotoledo.com o bien leer el detalle de mi producción artística al final de este documento.

Se me ha pedido opinar sobre mi propia obra. La crítica es personal y subjetiva, pero fundamentada objetivamente en las disciplinas del arte y su historia. Es comprender, valorar, comparar, informar. Se dice que un buen artista debe ser crítico de sí mismo y de su propio trabajo. Auto criticarse tiene un sesgo porque el artista ve la obra desde adentro. La crítica a su vez, trata de posesionarse de la visión del artista. La primera es el artista explicando lo que quiso expresar y la segunda es el crítico explicando lo que cree que ve en el artista y en su obra. Al final, la crítica no es más que la continuación de la experiencia que comienza con la obra.

El arte es, antes que nada, expresión y no forzadamente representación. La expresión y no la técnica es el significado de la obra. Podemos reconocer el estilo en el sentido de una técnica característica, pero al artista lo entendemos por el carácter de sus ideas o la fuerza de sus sentimientos.

Con mi escultura pretendo expresar lo que soy por medio de las tres grandes pasiones de mi vida: los automóviles, los animales y el arte. A la vez, transmitir el amor y respeto que siento por la obra del Creador: la fauna, la flora y el hombre, representadas en las series Bestiario, Bosque Urbano y Ciudades Utópicas, respectivamente. Dios nos dio el mundo para señorearlo. Esto significa administrarlo, respetarlo y no dilapidar sus recursos. Mi mensaje va en contra de la destrucción de la naturaleza y la degradación de las relaciones humanas.

Pretendo también poner un grano de arena en esa batalla de formas en constante cambio, en frágil estabilidad y en continua transición hacia nuevas formas: el universo visto en el transcurso del tiempo.

Todo esto con un estilo diferente: romper paradigmas, romper formatos y a expresarse a lo grande. La técnica empleada en mis esculturas es lámina de metal incorporando algunas veces piezas de automóvil, no como chatarra o arte povera sino puestas a valer, como si hubiesen sido fabricadas especialmente para la obra. Busco piezas cinéticas que sugieran ritmos y movimientos.

Reconozco en mis obras influencia del cubismo y del constructivismo llegando muchas veces al abstracto. Trato de representar relaciones simples de formas geométricas, a las cuales, según Cézanne, pueden ser reducidas todas las formas naturales. Renuncio a la estética de la masa y la reemplazo por la estética de líneas y planos. Privilegio al aire en su eterna competencia con la masa. En algunos casos el movimiento en mis obras fluye evocando  a los futuristas de principios del siglo XX.

En la serie Bosque Urbano, por ejemplo, se aprecia más la influencia del constructivismo. Los volúmenes sugieren abstracciones de  plantas con elementos artificiales como gruesos anillos, a manera de punto de contacto con las formas urbanas.

Considero a mis esculturas maquetas ansiosas por crecer, aspirando llegar a dimensiones monumentales para dialogar con la luz del día, interactuar con los espacios urbanos y mejorar la calidad de vida llevando el arte a las calles, como bien lo apuntó el maestro Maurizio Colombo en su discurso durante la inauguración de mi exposición en la antes mencionada Galería Latinoamericana Ana Lucía Gómez.

La obra de arte al salir a la luz pública se socializa y deja de pertenecer al artista. El maestro Chillida nos hablaba de un espacio interior encerrado en el espacio exterior que vemos y palpamos. El espacio vedado, desconocido, que encierra cada obra y que sólo se puede percibir con los sentidos. Energía prisionera, foco de irradiación.  En este sentido me identifico con Chillida. No busco la monumentalidad de las piezas por sus grandes proporciones sino por la energía que contienen y la espiritualidad que emana de ellas.

Los museos en nuestro medio son visitados por muy poca gente. Adentro encontramos letreros de “No tocar” y guardias que constantemente nos llaman la atención cuando en algún arranque de emoción o curiosidad nos acercamos demasiado a una obra.

Así nació mi deseo de hacer arte para las calles, en lugares donde el público pueda interactuar con las obras e incluso tocarlas: lo cual considero que es arte para el pueblo.  Creo que el arte debe salir de los museos y manifestarse en las calles y plazas.

Cito de nuevo al maestro Maurizio Colombo: Un error en que se ha incurrido en la política en los últimos años es  pensar que la cultura está en otra parte, como si fuera la oposición. Sería muy provechoso para nuestra sociedad que las Instituciones de gobierno tuvieran personas que dediquen a la cultura una atención política, al grado de llenar la política de cultura. El esfuerzo  ético de llevar la estética a los ciudadanos es encomiable, de elogiar, apoyar y sobretodo continuar  y expandir”.

Mi aspiración de llegar a las calles con mis esculturas fue recompensada en poco tiempo. Estando en proceso mi primera muestra en el Hotel Museo Casa Santo Domingo, mis esculturas El grito y Taurus de la serie Bestiario fueron escogidas por la Dirección de Urbanística de la Municipalidad de Guatemala para la cuadra modelo de la calle peatonal Paseo de la Sexta. Las develamos el 17 de julio de 2010. Esta serie es una denuncia por la destrucción del hábitat de los animales. Tiene su máxima expresión en El grito, un oso polar extendiendo su cuello  desesperadamente hacia el  cielo.

En la exposición realizada en la Galería Latinoamericana Ana Lucía Gómez develamos la escultura urbana Satélite el 20 de enero de 2011.  Quedó como un ícono frente a la galería  proyectándola hacia la ciudad, al universo y a la vez invitando a entrar.

Nuestras ciudades están asediadas por el tráfico, la contaminación y la delincuencia entre muchos otros males. Colombo también vio en mis Ciudades Utópicas una condena al caos y degrado metropolitano: ciudades, deshabitadas, quietas pero  a la vez desafiando la ley de la gravedad, esperando pacientemente.  Son un llamado urgente para sanar las profundas heridas metropolitanas, proponiendo un mundo ideal con el juego de inventar y descubrir.

Mi serie Bosque Urbano, por su lado, es una condena a la contaminación y la destrucción de la biomasa. Plantas abstractas, heroicos sobrevivientes, cargadas de dinamismo, ritmo, melodía y por qué no decirlo, sensualidad. Esta serie también llega a las calles, en este caso de la ciudad de San José de Costa Rica, representada por la pieza que subtitulamos con el nombre Arbustos haciéndose los interesantes, que también  representa un aspecto de las relaciones humanas. Vistos de lado sugieren danza, cortejo, enamoramiento  y al verlos de frente se tornan agresivos.

¡Irónica realidad en las relaciones del ser humano! Se pasa del amor a primera vista, que no deja de ser simple atracción, al enamoramiento con el paso del tiempo. Luego viene el desencanto, provocado por situaciones como el costo de convivencia, el revivir el pasado, la falta de perdón y qué no decir de la idealización de la persona, cuya imagen es distorsionada por los clichés de nuestra sociedad. Sigue la aversión y, finalmente, sin causa aparente, surge la hostilidad. De allí el refrán “Del amor al odio no hay más que un paso”. Tal vez un mecanismo de autodefensa contra el dolor y la frustración. Hay quien cree que la indiferencia es aún peor antagonista del amor que el  odio. ¿Es posible odiar a alguien que has amado? El amor incondicional, antídoto inefable para la aversión,  ¿pertenece al mundo de Ciudades Utópicas? Termino con una frase de F. Heumer: “El amor tiene un poderoso hermano, el odio. Procura no ofender al primero, porque el otro puede matarte”.

El día de la inauguración de mi exposición en la Galería Latinoamericana Ana Lucía Gómez tuvimos el agrado de recibir la visita de Klaus Steinmetz, quien mostró interés por mis esculturas, sobre todo en la serie Bosque Urbano. Así nació el proyecto de hacer una escultura monumental en San José de Costa Rica frente a la galería que lleva su nombre, un símbolo de este importante espacio de las artes visuales.

Escultura en una plaza en San José de Costa Rica

Esta obra fue develada el 9 de junio de 2011. Quisimos sentar allí un precedente en la forma de presentar escultura. En la plaza, la escultura urbana monumental. En el salón principal, la maqueta al centro y en las paredes, todo un desarrollo gráfico digital de la obra y otro de relieves realizados con la técnica  intaglio.

Mi próximo proyecto es exponer en México en septiembre de 2011, en una muestra itinerante por varias ciudades de ese país. Lo cual, como puede verse, el jueves próximo será una realidad en el prestigiado museo del mundialmente famoso artista mexicano José Luis Cuevas. Esta es la invitación:

Con el primordial objetivo de estar presentes en la inauguración de esta nueva exposición de nuestro querido amigo Pepo Toledo, algunos de los cofrades de los almuerzos de la Cofradía de los Viernes viajaremos mañana a la Ciudad de México, donde permaneceremos únicamente hasta el sábado para poder regresar a tiempo para votar en las elecciones generales del próximo domingo, en las que los guatemaltecos vamos a decidir el gobierno para el próximo período 2012-2016.

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