Como Júpiter tonante

Los medios de comunicación del país han reportado que durante la conferencia de prensa que ofreció al regresar de su breve largo viaje a Brasil, el Presidente de la República, ingeniero Álvaro Colom Caballeros, reaccionó como un Júpiter tonante al referirse a las críticas que se han hecho a que su esposa, la licenciada Sandra Torres Casanova de Colom, desempeñe funciones gubernamentales que no le corresponden, y se haya convertido, prácticamente, en una especie de co-presidenta de la República a cargo de funciones que correspoden al Vicepresidente, doctor Rafael Espada. Al abordar ese tema, el mandatario calificó de ?machistas? a quienes hemos planteado esas críticas, entre quienes se encuentran varios respetables expertos constitucionalistas, como son los destacados abogados Anabella Morfín, Gabriel Orellana y Luis Mijangos. La primera declaró que la llamada Primera Dama ?se está tomando facultades que no le otorgan ni la Constitución ni las leyes que rigen al país?; el segundo dijo que ?es un verdadero abuso y una ilegalidad flagrante que no tiene un verdadero respaldo constitucional?, y el tercero expresó que ?es una situación absolutamente anómala, porque ella no tiene ningún cargo público por desempeñar?.
En efecto, a pesar de que la Constitución y las leyes del país no le asignan una función gubernamental específica a la esposa del gobernante, las que ella está ejerciendo es Coordinadora de la Comisión Interinstitucional de Cohesión Social y con ello el gasto de 2 mil 191 millones de quetzales. Sin embargo, no tiene la responsabilidad de rendir cuentas ante la Contraloría de Cuentas, ni está expuesta a ser interpelada en el Congreso de la República.
Y para justificar este privilegio, en el artículo 3 del acuerdo gubernativo 79-2008 se estableció que dicha comisión ?se integra de la siguiente manera: ministerio de Educación, ministerio de SaludPública y Asistencia Social, el Secretario de Seguridad Alimentaria y Nutricional, y Secretaría de Obras Sociales de la esposa del Presidente?; y en su artículo 4 agrega que ?la Comisión Interinstitucional de Cohesión Social será coordinada por la esposa del señor Presidente de la República?. Y para tratar de justificar que la señora de Colom no está expuesta a controles contables o políticos, en el artículo 6 se estableció que ?los integrantes de la Comisión Interinstitucional de Cohesión Social desempeñarán sus cargos en forma ad honórem?.
Por lo cual el Secretario General de la Presidencia, abogado Carlos Larios Ochaita -nada menos que ex Magistrado de la Corte Suprema de Justicia- trató de pasarse de listo y justificar lo injustificable, como si tratase de vernos cara de babosos, diciendo que la señora de Colom no es funcionaria pública “porque no fue nombrada, sino fue designada”. ¡Como si los términos nombrar y designar no fuesen sinónimos! En la página 105 del Diccionario de Sinónimos e Ideas Afines del Lexicógrafo Julio de la Canal leemos que son sinónimos de designar: destinar, indicar, elegir, fijar, nombrar, señalar; y vemos en la página 231 que entre los sinónimos de nombrar están: designar, escoger, elegir, preferir, optar.

“Ella es los ojos del presidente” (Lic. Carlos Larios Ochaita)
Con todo el respeto que me merece por su alta investidura el Presidente de la República y en lo personal el ingeniero Álvaro Colom, me permito aconsejarle que no se disguste por esas críticas, porque, como es bien sabido, en política quien se disgusta pierde, sino que tome las críticas con la serenidad que debe tener un Estadista y comprenda que no se trata de probar si sus argumentos pueden ser válidos y aceptables o si, por el contrario, no son válidos y son inaceptables.
Tanto él como su esposa, la licenciada Sandra Torres Casanova de Colom, deben compender que no es que se ponga en duda la idoneidad, preparación, capacidad y transparencia de ella para estar a cargo de la Comisión Interinstitucional de Cohesión, porque quienes la conocemos le reconocemos que posee esas cualidades, sino el hecho que el Presidente de la República no puede hacer todo lo que no le prohíbe la Constitución de la República, sino debe hacer únicamente lo que ésta le autoriza. Y en ninguna parte de nuestra Carta Magna dice que una de las atribuciones presidenciales es “designar” (para no decir nombrar) a su esposa para desempeñar funciones gubernamentales que no están debidamente especificadas en la Constitución y las leyes.
No deben pensar ellos que las críticas al insólito papel que ha comenzado a desempeñar la licenciada Sandra Torres Casanova de Colom se deben a que no se le reconoce que tiene la idoneidad, preparación y capacidad de trabajo para desempeñar como es debido esas importantes atribuciones. Porque que lo que se persigue es que, en todo caso, su actividad en el Gobierno, cualquiera que ésta pueda ser, se ajuste a los mandatos constitucionales y al estricto apego a las leyes. Se reconoce el patriotismo y el conocimiento político de la señora Torres Casanova de Colom, y no hay ninguna razón para sospechar que no será transparente en el manejo de los 2,191 millones de quetzales que han puesto a su disposición. Pero tenemos derecho a pedir que se especifique cuáles son esas funciones, que siempre deberán ser totalmente de acuerdo con la Constitución y las leyes, y ante cuál de los organismos contables deberá rendir cuentas de la “coordinación” del manejo de más de 2 mil millones de quetzales del Estado. Porque por más que se diga que ella no va a ser quien sacará de su presupuesto esos millones de quetzales, sino serán los ministerios que integran la Comisión Interinstitucional de Cohesión, tarde o temprano los ministros tendrán que responder ante la Contraloría de Cuentas por el manejo de esos millones que, en realidad, dispuso hacer la esposa del Presidente de la República.
Sería conveniente que el presidente Álvaro Colom Caballeros haga honor a su apellido materno para ser respetuoso de las desinteresadas opiniones de los constitucionalistas antes citados, y las tome en cuenta en sus decisiones para corregir los errores, en vez de adoptar un papel de Júpiter tonante -que realmente no le luce- sólo por el hecho que se le diga que su esposa no debe desempeñar una función que no está contemplada en la Constitución de la República ni en las demás leyes.
Debe recordar que en las dos vueltas electorales que le llevaron a ocupar la Presidencia de la República la mayoría de los votantes le eligió solamente a él para desempeñar las funciones específicas de Presidente de la República y no eligió a los dos miembros del matrimonio para que entre ambos puedan hacer micos y pericos sin apegarse a la Constitución y a las leyes.
No se trata de buscarle problemas gratuitos al Gobierno, sino de hacer ver al mandatario que está cometiendo un error que debe enmendar cuanto antes. Mi consejo cordial es que no adopte actitudes que no le van, como es la de imitar a Júpiter tonante, porque no es el dueño de este país, sino solamente es el primer empleado público; y que escuche con atención y respeto las críticas que se le planteen y haga esfuerzos para actuar inteligentemente, como deben hacerlo siempre todos los gobernantes que están conscientes de hasta donde llega su capacidad de mando y conoce sus limitaciones legales.
Más vale que lo comprenda desde ahora, cuando apenas está comenzando el período de cuatro años para el cual fue electo, porque si no lo hace ahora mismo podría llegar a ser demasiado tarde cuando trate de rectificar un empecinamiento insostenible.

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