MISCELÁNEA 23/11/15

El llamado Cuarto Poder.

Durante muchos años, la prensa y todos los demás medios de comunicación –como la televisión y la radio– fueron llamados “Cuarto Poder”, respetando la posición de los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Pero de un tiempo a estas fechas el llamado “cuarto poder” ha pretendido sustituirles en todas partes del mundo. Al extremo de exigir que éstos hagan lo que él ordena o se expongan a las críticas.

Guatemala no es la excepción. Aquí también ocurre que ciertos periodistas se consideran unos “divos” y abusivamente se erigen en jueces de todo lo que pasa y señalan a los poderes del Estado lo que deben hacer. Sin respetar que el presidente del Ejecutivo y todos los miembros del Legislativo son elegidos por el pueblo y que los miembros del Poder Judicial son elegidos por los otros dos poderes del Estado y por el Colegio de Abogados y las facultades de Derecho de las universidades del país. Esto se ha debido al desprestigio en que últimamente ha caído la clase política por su comprobada incapacidad y corrupción. Por lo que es deseable que la política recupere el buen nombre que debe tener y desempeñe sus funciones sin interferencia del llamado Cuarto Poder.

Nuestro país pasa por una etapa en la que el jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), Iván Velásquez, y la Fiscal General del Ministerio Público (MP), Thelma Esperanza Aldana, han obtenido resonados éxitos en sus recientes investigaciones sobre la corrupción en el régimen del partido mal llamado Patriota por lo cual basta con hacer señalamientos contra cualquier persona para que, sin tomar en cuenta la presunción de inocencia, esta sea ipso facto condenada y linchada moralmente por los medios de comunicación y por la opinión pública, a pesar de no haber sido escuchada en juicio, ni encontrado culpable del delito que se le imputa, mucho menos condenado. Pero los jueces no se atreven a contradecir a la CICIG y al MP por temor a ser señalados de complicidad y luego destituidos. A eso se debe que basta con que la CICIG y el MP sindiquen a una persona para que sin más trámite ésta sea considerada culpable por los medios de comunicación y la opinión pública, sin derecho a juicio ni a defenderse.

Además, como he señalado en otras oportunidades, en nuestro país se cultiva la descalificación de las personas, y los medios de comunicación y ciertos periodistas que se creen los “Siete sabios de Grecia” y pretenden ordenar lo que deben hacer a todas las personas en el servicio público y al gobierno de la república a quiénes puede nombrar para desempeñar cualquier función.

Este es el caso del capitán Óscar Platero Trabanino (retirado del Ejército desde hace 25 años), historiador y analista de inteligencia, formado en Argentina y los Estados Unidos de América, criminólogo, criminalista e instructor de balística, con cursos en EE.UU. de Antiterrorismo, Antinarcóticos e Inteligencia Técnica, escritor y autor de los libros Las Batallas por Guatemala (Tomo I), La farsa del Genocidio y Las Batallas por Guatemala (Tomo III). Hace pocos días, asumió el cargo de Subdirector de la DICIGI (Dirección General de Inteligencia Civil) lo cual desencadenó una apasionada oposición en la que participan unos ex guerrilleros y otros izquierdistas radicales subversivos que se valen de otras personas para tratar de impedirlo por intereses desconocidos, principalmente por haber sido miembro del Ejército y su lucha contra la subversion. Pero para sustentar su oposición, sus detractores han inventado el absurdo embuste que no es conveniente porque la embajada de la Avenida Reforma no está de acuerdo. Estoy consciente de que voy a caerles de la patada por decir estas cosas. Pero no me importa.

El viernes de la semana pasada, en el programa A las 8 y 45, de canal Antigua, el periodista Juan Luis Font, quien ha puesto en evidencia muchas veces que se cree un sábelotodo, se manifestó en contra de este nombramiento aduciendo “razones” sin sustento legal.

Por cierto que en otro de los programas que transmite el mismo canal Antigua, denominado Destino 2016, anoche fue entrevistado el actual presidente de la república, licenciado Alejandro Maldonado Aguirre, por un numeroso panel de presentadores y analistas, a quienes se les promocionó previamente como “los mejores columnistas y analistas del país”, lo cual ellos saben muy bien que no es verídico. Me parece que si en verdad ellos fuesen los “mejores columnistas y analistas del país”, debería ser el publico quien les califique de esa manera y no el canal para el cual trabajan ni, mucho menos, ellos mismos. Pero es obvio que Font y sus compañeros se creen “los mejores periodistas de Guatemala”. Aunque estoy seguro de que en el fondo ellos saben que no lo son.

Twitter@jorgepalmieri

 

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