Desde que Jimmy Morales Cabrera comenzó a ganar notoriedad en el campo de la política, como candidato a la presidencia de la república del partido Convergencia Nacional FCN-Nación, se le menospreció y descalificó llamándole “payasito” por el hecho que anteriormente había destacado como actor cómico en los programas de televisión titulados Moralejas en los que actuaba junto a su hermano como los personajes Neto y Nito y, según me han informado, también en varias películas producidas por su compañía productora. Yo nunca he visto ninguno de los programas Moralejas, ni ninguna de sus películas, ni tampoco soy crítico de arte, por lo que no tengo argumentos para criticarlas. Pero tampoco tengo motivos para descalificarlas.
Cuando él ganó la primera vuelta electoral, compitiendo con una docena de candidatos, las descalificaciones y los menosprecios aumentaron conforme crecía su posición en las encuestas de opinión. La cual creció aún más cuando ganó la segunda vuelta electoral, en la cual compitió solamente con la controvertida y prepotente candidata del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Sandra Torres Casanova, quien durante el nefasto período en el que gobernó su entonces esposo, el ingeniero Álvaro Colom Caballeros, ella fungió como “primera dama de la nación”, aunque en realidad era quien gobernaba el país junto con el millonario Gustavo Alejos Cámbara, quien desempeñaba el todopoderoso cargo de secretario privado de la presidencia, y hoy está declarado en rebeldía y es prófugo de la justicia. Aunque se dice que en el transcurso de hoy se entregará a la justicia.
En el transcurso de las campañas electorales, sobre todo previo a la segunda vuelta, en los mal llamados “debates” en los cuales participó Jimmy Morales, se expuso a que los denominados “moderadores” (a cual más incompetente) se permitieran tratar a los participantes como si fuesen niños de escuela, sin el debido respeto a sus personas y calidades. No se cómo lo soportó.
Algunos de los columnistas de opinión se han permitido el abuso de poner en entredicho su preparación y capacidad intelectual, a pesar de haber obtenido en la Universidad de San Carlos de Guatemala los títulos de Contador Público y licenciado en Administración de Empresas. A tal grado que tuvo que soportar que en una entrevista en vivo en canal Azteca, en el programa “Cara a Cara”, el presentador José Eduardo Valdizán le faltase al respeto (de acuerdo a su comportamiento habitual, por lo cual una vez el ex presidente Cerezo Arévalo tuvo que levantarse exabruptamente de una entrevista y retirarse), al calificarle de farsante o mentiroso después de hacerle un interrogatorio de corte policial.
En uno de los programas Destino 2016 de canal Antigua, tuvo que soportar someterse a un duro interrogatorio de parte de un buen número de los supuestos “analistas” de ese canal, y que después de haberles expresado sus respuestas, estos le calificasen antojadizamente como si ellos fuesen los sabios de Grecia. Todo esto se debe a que tanto el periodista Juan Luis Font como el canal Antigua, en general, se vanaglorian de que ese es “el mejor equipo de analistas del país”, lo cual no es necesariamente verdad. Si en verdad ellos lo fuesen no tendrían que autocalificarse como tales.
Ciertos columnistas parece que menosprecian que en la votación de la segunda vuelta electoral, el candidato Jimmy Morales, de 46 años de edad, tomó una clara ventaja de 67.44% (equivalente a 2,750,847 votos) en la segunda vuelta de la elección presidencial, con 100% de las mesas escrutadas, según informó el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). Su única contendiente, Sandra Torres Casanova, candidata del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), sumó un total de 1,328,381 votos, o sea un 32.56%. Por lo que Jimmy Morales ha sido el candidato presidencial que mayor número de votos ha obtenido en la historia reciente del país. Y el voto del pueblo debe respetarse. Si él ganó la voluntad popular, tiene el derecho de asumir la Presidencia de la República el 14 de enero del 2016 y a que se le otorgue el debido respeto. Así como el beneficio de la duda.
En elPeriódico de ayer (domingo) publicó el columnista Manolo E. Vela Castañeda un artículo titulado “Una estafa marca Jimmy”, que, en mi opinion, es a todas luces irrespetuoso y obviamente partidario. Ignoro cuáles son las calificaciones de ese señor para permitirse poner en solfa la inteligencia y capacidad del presidente electo de Guatemala. No se si tiene una inteligencia preclara y una extraordinaria preparación académica, pero aun que así fuere no creo que está autorizado para faltar al respeto de esa manera a Jimmy Morales Cabrera que, le guste o no, ya es el presidente electo de Guatemala.
Twitter: @jorgepalmieri