1.) Muchas gracias por su apoyo
Agradezco inmensamente las numerosas y generosas muestras de beneplácito y simpatía que he venido recibiendo desde ayer por el hecho de volver a escribir en un medio impreso como elPeriódico, después de más de ocho años de dedicarme a escribir únicamente en un blog (www.jorgepalmieri.com). Aparentemente, se han multiplicado los tradicionales cuatro gatos que yo siempre decía que me leían. Espero poder servirles, informarles y entretenerles con amenidad en la medida de mis posibilidades en todo lo que en adelante escriba. Afortunadamente, cuando se llega a mi avanzada edad y sobre todo cuando se vive en las postrimerías de la vida, uno se vuelve más mesurado, más sereno, más prudente y menos impulsivo. Ya he comprendido que todo lo que pienso y creo no es necesariamente la única verdad que existe, porque ninguno es dueño absoluto de la verdad, como se piensa cuando uno es demasiado joven y pretencioso. Espero no defraudarles. Mi máxima ambición será tratar de servir a nuestra sociedad y ser útil a nuestra patria.
2.) Hoy se decidirá el futuro inmediato de la patria
Hoy, domingo 25 de octubre de 2015, es el día designado para celebrar la segunda vuelta electoral para elegir a los próximos Presidente y Vicepresidente de la República de Guatemala para los siguientes cuatro años (2016- 2020), o sea que los guatemaltecos empadronados deberemos acudir a las mesas electorales a depositar nuestro voto en las urnas. Y debemos hacerlo si en verdad nos interesa el destino inmediato de nuestra patria. Les insto cordialmente a que todos lo hagamos. No debe haber ninguna excusa ni pretexto válido para no hacerlo. No votar o votar nulo sería un error porque todos los votos valen. Y votar nulo sería una burla.
Comprendo que asiste cierto grado de razón a las personas que desearían que no se llevaran a cabo las elecciones o que estas se declarasen desiertas porque no les termina de gustar la única opción que se nos presenta: la licenciada en Ciencias de la Comunicación y ex “Primera dama del país” Sandra Torres Casanova y el Contador Público, licenciado en Administración de Empresas, empresario y actor cómico Jimmy Morales Cabrera.
Ninguno de los dos contendientes terminan por gustarnos lo suficiente, porque pretendemos que los candidatos estuviesen a la altura intelectual y moral del insigne doctor Juan José Arévalo Bermejo. Pero tampoco este primer presidente de la Revolución de Octubre vino sabiendo cómo gobernar, porque no tenía ni el más mínimo conocimiento de ello. Es verdad que era un hombre ilustre, académico, ampliamente conocedor de Pedagogía y Docencia, catedrático en la Universidad de La Plata, en Argentina pero nada sabía de cómo gobernar un país. Sin embargo, siendo un hombre tan inteligente, como era, pronto aprendió a gobernar y durante seis años (de 1945 a 1951) fue un gran presidente de la República. Lo digo para que Sandra Torres Casanova y sus partidarios no traten de disminuir a Jimmy Morales aduciendo que ella sí está preparada y que él no lo está porque hasta ahora no ha tenido experiencia en el Estado. En Guatemala no existe ninguna academia o escuela de gobernabilidad, sino se aprende en la marcha. “Caminante, no hay camino, el camino se hace al andar”, como canta el genial cantautor catalán Joan Manuel Serrat.
El general retirado tenía una larga y brillante carrera militar y había sido Jefe del Estado Mayor Presidencial (EMP) del presidente Ramiro De León Carpio, período durante el cual se decía que tenía mucho poder (y otras cosas) mientras que ella había sido fundadora del Partido denominado Patriota y diputada y jefa de la bancada de ese partido en el Congreso de la República.
Entre las “otras cosas” que se dijeron cuando eso ocurría era que a pesar de ser el Jefe del EMP y, por lo tanto, el hombre de más confianza del mandatario, Pérez Molina sostuvo relaciones amorosas clandestinas con Shenny Morales, la llamada “primera dama del país”, segunda esposa de Deleón Carpio. Algo que nunca se ha dicho porque se ha guardado en profundo secreto.