¿REGATEO CON ALFONSO PORTILLO?

Ha llegado a mis manos una copia auténtica de la acusación (Indictment Title 18 United States Codes, sections 982 and 1996) que el fiscal de Estados Unidos de América Phreet Bahrara ha presentado ante el juez federal Robert Patterson de la United States District Court Southern District of New York contra el ex presidente de la República de Guatemala Alfonso Portillo, y he llegado a la conclusión de que está muy bien documentada por una exhaustiva investigación, sumamente minuciosa, en la que se proporciona muchísimos datos sobre los caminos y vericuetos que recorrieron los millonarios depósitos del ex mandatario en dos bancos de Guatemala y varios bancos extranjeros –en Miami, en Nueva York, en París, en Lichtestein y en Londres– sospecho que los gringos saben que su caso es apenas la punta del Iceberg de algo mucho más importante, que la CICIG no ha sido capaz de descubrir y procesar. Sospecho que creen que éste es apenas el inicio de un caso mucho más explosivo en el están involucradas muchas personas que en este documento no son mencionadas con nombres y apellidos, pero están debidamente identificadas y clasificadas. Es innegable que antes de extraditar al ex presidente Portillo se aseguraron de tener suficientes datos para que al juzgarle sea condenado a por lo menos 20 años de cárcelLo cual mueve a sospechar que lo que realmente buscan al condenarle es que les permita “regatear” con él ofreciéndole hacerle “una rebaja” en la condena si él accede a colaborar con ellos para investigar, capturar y extraditar a otros personajes de nuestro país que, según la embajada de EE.UU., la DEA y otras autoridades norteamericanas, podrían estar comprometidos en “grupos paralelos del crimen organizado” que se han venido dedicado al contrabando, al lavado de dinero y al narcotráfico.

Sobre este particular, el 1 del mes en curso el distinguido jurista Gabriel Orellana Rojas, ex ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, publicó este artículo en su acreditada columna titulada Vox Signata en el diario Siglo Veintiuno:

Y ahora ¿qué?

Gabriel Orellana Rojas

Reducido es el espacio que dispongo para responder las preguntas que estos días me han hecho frecuentemente sobre el tema. Y en aras de la objetividad, recurro a Rafael Ruiz Harrell (1933-2007), destacado penalista mexicano, de quien copio lo siguiente: “los tribunales penales estadounidenses están diseñados —como todos los sistemas de esta naturaleza—, para encontrar culpable al acusado. La propaganda podrá decir lo contrario, más las cifras disponibles revelan claramente que no es así […] en Estados Unidos son declarados culpables entre el 94 y el 97 por ciento de los acusados. […] Nuestro sistema, por fortuna, es en esto menos eficaz […] La diferencia es clara: los juicios penales realizados en México encuentran inocente a una persona de cada siete. En Estados Unidos sólo a una de cada veinticuatro.

El Regateo. Ante tan abrumadora presunción de culpabilidad, y el hecho de que llegar a ser declarado inocente sea tardado, difícil y extraordinariamente costoso, el sistema yankee ha terminado por dar origen a una absurda institución: el regateo. […] al acusado se le ofrecen de entrada dos opciones: declararse culpable o inocente. Lo importante no es si cometió o no el delito que se le atribuye, sino cómo se declara, y todo está diseñado para conseguir que se confiese culpable. Hacerlo tiene varias ventajas para el acusado. La primera es que no tiene declararse culpable del delito que se le imputa. Puede hacerlo por una menor y recibir una sanción menos severa. La segunda es que los jueces y abogados, sobre todo los defensores de oficio, ven con disgusto a quien se declara inocente, ya que si lo hace habrá de llegar a juicio –lo que implica más trabajo y más costos, y por lo general, una condena mayor. Todo el sistema conspira para convencer al acusado que lo mejor para él –ya que de todas formas está perdido—, es que se declare culpable y le permita a su defensor regatear la pena y ahorrarse varios años de cárcel. Año con año, así, se declaran culpables en Estados unidos entre el 80 y el 90 por ciento de los acusados. […].” (Criminalidad y Mal Gobierno, págs. 236-7 México, 1998).” Sin comentarios.

Otro más

Esta tesis coincide con el excelente reportaje que la periodista profesional Claudia Méndez Arriaza publicó en elPeriódico el miércoles 27 de enero de 2010 y no se por qué motivo no se le dió la importancia que merece.

“Portillo, un eslabón más de una extensa y poderosa cadena”

Claudia Méndez Arriaza

“elPeriódico” tuvo acceso a la acusación de la Fiscalía de Nueva York contra Alfonso Portillo. Esta, aunque mantiene bajo reserva los nombres, da cuenta de al menos 5 co-conspiradores