EL OCASO DE UN CAMPEÓN

Lance Armstrong

La leyenda del ciclismo mundial, el estadounidense Lance Armstrong, se desmoronó esta semana cuando, el mismo que había sido reconocido como siete veces campeón del Tour de Francia, admitió ante el mundo que utilizó sustancias dopantes para mejorar su rendimiento. Pero agregó que está seguro de que no habría sido descubierto si no hubiese regresado a competir el año 2009. Y dijo que supo que su suerte estaba sellada cuando su viejo amigo, compañero de entrenamientos, George Hincapie, quien participó con él en sus siete triunfos en el Tour de Francia, fue forzado a denunciarle ante las autoridades antidopaje. Pero desde el inicio de la primera parte de la entrevista, el ex campeón de ciclismo admitió que había mentido sobre ello reiteradamente durante años y que él fue el líder de un minucioso esquema de dopaje en un equipo del Servicio Postal estadounidense que le llevó al tope del podio en Francia una y otra vez.

Las dramáticas confesiones las hizo en una larga entrevista que le hizo la famosa e influyente periodista, productora y presentadora de televisión Oprah Winfrey, la cual tuvo que dividida en dos capítulos, el primero de los cuales fue transmitido el jueves por la noche por el Canal OW (iniciales de la multimillonaria propietaria del canal) y el segundo anoche. Este último fue el más dramático porque en el transcurso del mismo afloraron más las emociones de arrepentimiento y tristeza del ex campeón, sobre todo al relatar cómo tuvo que confesarle a su hijo que era verdad lo que se decía de que había empleado sustancias dopantes para mejorar su velocidad y resistencia.

En plena entrevista de Oprah Winfrey a Lance Armstrong 

Previo a la entrevista con Oprah Winfrey, Armstrong había acusido a la fundación Livestrong para ofrecer disculpas a los empleados de lucha en contra del cáncer, según informó Rae Bazzarre, portavoz de la organización. Evadió pocas preguntas y se negó a implicar a nadie más, incluso tras decir que era humanamente imposible ganar siete tours consecutivos sin haberse dopado. Lance vino a la sede de la fundación para sostener una conversación privada con nuestro equipo y ofreció una disculpa sincera y sentida por el estrés que han soportado gracias a él”, dijo. Agregó que Armstrong es un sobreviviente de cáncer que fundó en 1997 la obra de caridad y urgió a los empleados a “mantener su gran trabajo en la lucha por las personas afectadas por cáncer”.

Aunque no se dieron más detalles de la entrevista que ofreció, según el diario de gran circulación USA Today, Armstrong estaba planeando admitir en la charla su dopaje durante toda su carrera, pero no entraría en detalle sobre casos específicos y eventos en los cuales hizo uso de dichas sustancias.

La entrevista con la famosa, multimillonaria y sumamente influyente presentadora Oprah Winfrey fue la primera que Lance Armstrong concedió desde que fue despojado en octubre pasado de sus siete títulos del Tour de Francia después de que la Agencia Antidopaje (USADA) consignara en un informe que él ayudó a coordinar el programa antidopaje más sofisticado en la historia del deporte. De ser cierta su confesión, podría tener ramificaciones legales o financieras.

Y es que desde que la Unión Internacional de Ciclismo borrara sus récords de los libros de registro, el diario británico Sunday Times demandó a Armstrong por más de 1.6 millones de dólares sobre un pago por difamación que le hizo en el 2006, el cual se pretende que devuelva.

El diario pagó a Lance 300,000 libras para resolver un caso de difamación tras publicar una historia sugiriendo su dopaje y ahora la publicación buscará que le regresen el dinero más los intereses y costos legales.

Una compañía de seguros de Texas amenazó con abrir acciones legales en contra de Lance para recuperar millones de dólares en bonos que le pagó por múltiples victorias del Tour de Francia. Y él ha declarado que probablemente le costará más de 70 millones de dólares en patrocinios por haber hecho esta dramática confesión.

Luciendo una chaqueta azul y una camisa con el cuello abierto, Armstrong fue directo en sus respuestas, y no estuvo defensivo ni afligido. Durante la conversación hubo pocas lágrimas y muy pocas risas. Durante todo ese tiempo, Armstrong soslayó a compañeros de equipo que cuestionaban esas tácticas, al tiempo que juraba que estaba limpio y trataba de silenciar a cualquiera que lo negase.

Cuando Oprah Winfrey le preguntó sobre el médico italiano Michele Ferrari, quien fue implicado en dopaje y ha sido suspendido también del ciclismo de por vida, Armstrong dijo: “Es muy difícil hablar de algunas de estas cosas y no mencionar nombres. Hay personas en esta historia, son buenas personas y todos hemos cometido errores (…) no son monstruos, no son dañinos, no son malos, y yo consideré a Michele Ferreri como un buen hombre y un hombre inteligente, y aún lo pienso”. Pero Armstrong se mostró evasivo cuando Oprah Winfrey trató de conectar su uso de drogas a otras personas que ayudaran o permitieran su componenda en el equipo.

Oprah inició la entrevista a quemarropa solicitando a Lance que respondiera varias preguntas simplemente con un sí o un no, sin hacer comentarios.

Contésteme solamente si o no: ¿usó substancias prohibidas?, le preguntó Oprah, y Armstrong respondió ““. Y agregó: “¡Soy un personaje imperfecto!”.

¿Y en el momento que lo hizo no le pareció que estaba mal?, preguntó Winfrey.

No, incluso eso es lo más escalofriante“. replicó Armstrong. “

¿Se sintió mal por lo que estaba haciendo?, insistió Winfrey.

No. ¡Insisto en que eso es lo más escalofriante!“, dijo el ex campeón. Ese afán incansable es lo que Armstrong dice lamentar más.

¿Sintió de alguna manera que estaba haciendo trampa?, preguntó Oprah.

No, ¡nunca!“, dijo Armstrong tras una pausa, y agregó: “¡Y eso es lo peor!“. Y momentos más tarde agregó: Yo busqué la definición de trampa y la definición es ganar una ventaja sobre un rival. Yo no lo consideré así. Yo lo consideré hacer lo necesario para emparejar las cosas“.

¿Usó EPO (la droga que estimula la producción de glóbulos rojos)?, a lo que Lance respondió con un lacónico ““. Lo que llamó “mi coctel” contenía el esteroide testosterona y EPO, “pero no mucho”, dijo Armstrong. Eso fue además del dopaje sanguíneo, que consistía en extraer su propia sangre y reinyectársela semanas más tarde

¿Se sometió a transfusiones y dopaje sanguíneo? y el campeón volvió a responder ““.

¿Usó testosterona, cortisona y la hormona del crecimiento humano?, preguntó la Winfrey, a lo que Armstrong respondió ““.  Y agregó: “Es una enorme falta. Se trata de un hombre que esperaba conseguir todo lo que quería y controlar todos los resultados. Y eso es inexcusable. Y cuando digo que hay personas que van a oír esto y nunca me van a perdonar, también lo entiendo. ¡De veras!”.

¿Lo hizo en todas sus victorias en el Tour de Francia? preguntó la entrevistadora y Armstrong respondió: ““.

Aún es muy pronto para saber si esta confesión televisada va ayudar o dañar aún más la ya bastante vapuleada reputación de Armstrong y su ya tenue defensa en al menos dos demandas legales pendientes; y probablemente una tercera. De cualquier modo, resultó ser falsa una historia que parecía demasiado linda para ser cierta, la de un sobreviviente de cáncer que ganó una de las pruebas más duras del deporte siete veces seguidas.

Las autoridades antidopaje han dicho que solamente una confesión bajo juramento — “no hablando con una anfitriona de televisión”, como dijo el director general de la Agencia Mundial Antidopaje, David Howman — podría motivar una reconsideración de la prohibición de Armstrong de todos los eventos competitivos oficiales.

Armstrong ya ha hablado con dirigentes de la Agencia Estadounidense Antidopaje, incluido su director ejecutivo, Travis Tygart, según medios de prensa. En octubre, la agencia emitió un reporte de 1.000 páginas que incluía declaraciones de casi una docena de ex compañeros de equipo que expuso a Armstrong y que llevó a despojarlo de sus títulos del Tour.

Poco después, perdió casi todos sus patrocinios, fue forzado a abandonar el centro caritativo contra el cáncer Livestrong que él mismo fundó en 1997 y esta semana fue despojado también de su medalla de bronce de los Juegos Olímpicos del año 2000.

Armstrong podría proveer información que llevara a que su suspensión fuera reducida a ocho años, de acuerdo con una persona con conocimiento del asunto. Pera entonces, Armstrong tendría 49 años. Tras retirarse del ciclismo en el 2001, regresó a los triatlones, donde comenzó su carrera de adolescente, y ha dicho que está desesperado por volver.

El presidente de la Agencia Mundial Antidopaje, John Fahey, se mofó de la declaración de Armstrong de y confesó que se dopó “para emparejar las cosas” y agregó que era “una manera conveniente de justificar lo que hizo: fraude”“Se equivocó, hizo trampa y no hay excusa para lo que hizo”, señaló Fahey en declaraciones telefónicas en Australia. Tygart consideró que la declaración de Armstrong era sólo el principio, como si fuera un Iceberg. “Pero si es sincero en su deseo de corregir sus errores pasados, ofrecerá testimonio bajo juramento sobre toda la magnitud de sus actividades de dopaje”.

La entrevista reveló muy pocos detalles sobre el régimen de dopaje de Armstrong que vayan a sorprender a las autoridades.

Todo ello tuvo como objetivo aumentar la resistencia y la fuerza, pero se volvió tan rutinario que Armstrong dijo que era “como decir que tenemos que inflar nuestros neumáticos o tener agua en nuestras botellas”.

“Eso era, en mi opinión, parte del trabajo”, dijo.

Pero eso es todo lo que Armstrong diría sobre el médico que algunos reportes dicen educó al ciclista sobre dopaje y supervisó otros aspectos de su programa de entrenamientos.Se mostró igualmente renuente a discutir comentarios de sus ex compañeros Tyler Hamilton y Floyd Landis de que Armstrong les dijo, separadamente, que él había dado positivo en un análisis de drogas durante el Tour de Suiza en el 2001 y que conspiró con funcionarios de la Unión Internacional de Ciclismo para encubrirlo a cambio de una donación.

“Esa historia no es cierta. No hubo resultado positivo, ni soborno de laboratorios. No hubo reunión secreta con el director del laboratorio”, dijo.

Winfrey le presionó, preguntando si el dinero que él donó no era parte de un acuerdo. “¿Por qué hacer la donación?”

“Porque me pidieron hacerla”, dijo Armstrong. “Esto es imposible que yo lo responda y que la gente me crea”, dijo. “No fue a cambio de un encubrimiento (…) Yo tengo todos los incentivos ahora para decir que sí lo fue”.

Finalmente, resumió el episodio de esta forma: “Yo estaba retirado (…) Ellos necesitaban el dinero”.

Esta sensacional entrevista acaparó el más alto rating de audiencia entre todas las cadenbas de televisión de Estados Unidos de América, pero se ignora si Armstrong recibió un pago por su participación o si lo hizo de manera gratuita y realmente arrepentido de lo que hizo.

El campeón estadounidense Lance Armstrong reconoció que actualmente se encuentra en terapia psicológica para superar uno de los tragos más amargos de su vida.

En la segunda parte de la entrevista concedida a Oprah Winfrey, el ex ciclista declaró que en los últimos meses ha tenido una vida ajetrada y por ello ha retomado las terapias, para digerir y convivir con una de las mayores mentiras en la historia del deporte.

“Esto es muy grave. Estoy yendo a terapia. Tuve una vida ajetreada. Es un proceso largo. He vuelto ha empezar, pero acepto que jamás tendría que haber dejado la terapia”, manifestó Armstrong, quien criticó la forma en que hoy es etiquetado.

“A mí me han condenado a muerte cuando otros deportistas fueron suspendidos por seis meses. No voy a decir que sea injusto, pero mi condena es diferente. Me merezco un castigo, pero no la condena a muerte.”

Lance, quien por momentos hizo pausas para aguantar las lágrimas, sostuvo que el mayor desafío que tendrá por el resto de su vida  será “no tropezar de nuevo, no volver a perder de vista lo que tengo que hacer”.

El también competidor en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 aceptó que una de las cosas que más le han dolido desde que se destapó el escándalo del uso de sustancias prohibidas, fue confesar ante sus hijos la verdad y dejar la presidencia de su fundación Livestrong.

“Mi hijo me defendía cuando alguien hablaba sobre mi historia, no podía soportar más la situación y le dije: “Deja de defenderme, no lo hagas’”.

Armstrong desmintió que intentara sobornar a la USADA con 250 mil dólares, además de mencionar que por la noticia perdió 75 millones de dólares y se dijo consciente que ya no volverá a ganar dinero por medio del ciclismo.

 †witter: @jorgepalmieri

 

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