1.- Un aplauso nacional
Mauricio López Bonilla, ministro de Gobernación
Por primera vez desde que comenzó este gobierno, las autoridades competendes se decidieron a actuar para reprimer a los estudiantes bochincheros que impusieron el desorden y bloqueron el libre tránsito de las personas, lo cual está obligado a garantizar el Estado por mandato Constitucional. Pero por más que las autoridades les pedían que no lo hicieran, las turbas les desafiaban armados de bombas molotov que lanzaron a los policías. Si bien es también un derecho constitucional el manifestar públicamente una protesta, es indispensable que quienes lo hagan no tengan el rostro cubierto, como lo hacen los delincuentes para no ser reconocidos, y de manera pacífica. Pero en el transcurso del gobierno de Álvaro Colom se produjeron constantes bloqueos en las calles y eb las carreteras, al extremo de causar graves daños, no sólo a las personas, sino también a la econmía nacional, porque les costaba mucho dinero a quienes transportaban alimentos perecederos. Por otra parte, ya se estaba volviendo costumbre que miles de maestros, encabezados por su líder Joviel Acevedo, bloqueban las carreteras para impedir el libre tránsito. Y no pasaba nada. Por fin, el actual ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, se ha atrevido a impedirlo con el empleo de las fuerzas de seguridad. Lo cual ha merecido un aplauso nacional. Por más que haya elementos diasociadores que protestan por todos los medios a su alcance por la represeión del Estado. Y, lamentablemente, hay algunos medios de comunicación que se limitan a publicar las fotos en las que se ve a algún estudiante que está siendo golpeado, pero no publican las escenas en las que comprueba de provocación de los grupos bochincheros. Por otra parte, no hay que desestimar que en la mayoría de esos perturbadores de la paz hay personas infiltradas que obedecen a inconfesados propósitos políticos. De no actuar ahora con firmeza para impedir que ocurran esos bloqueos ilegales por temor a que los insatisfechos adopten “medidas de hecho” (¡siempre amenazan con las “medidas de hecho”!) cada vez para amedrentar al gobierno y a la población y algunos comentaristas izquierdosos trasnochados de los medios de comunicación critican a las autoridades acusándolas de ser ser muy autoritaristas. Pero de seguir así se corre el riesgo de que Guatemala caiga en la anarquía, de la cual ya sería sumamente difícil salir. ¡Bien hecho por el gobierno en general y por el ministro López Bonilla en particular por haber adoptado las medidas necesarias para imponer el orden! Con mucho entusiasmo, me uno al aplauso nacional por haber adoptado finalmente estas medidas.
Bochinchero a punto de lanzar bomba molotov
Con el rostro cubierto para no ser identicados, lo cual prohibe la ley, estos estudiantes bochincheros lanzaban bombas molotov a la Policía Antimotines.
Policías Antimotines esperaron antes de reprimir
Bochincheros con el rostro cubierto preparando bomba molotov
Los gases lacrimógenos no lograron dispersar a los bochincheros
2.- Merecida condecoración
El Presidente Otto Pérez Molina condecora a Stephen G. McFarland y a su lado sonríe el Canciller Harold Caballeros, con lo que, lamentablemente, restó seriedad al acto.
En el Salón de Recepciones del Palacio Nacional, hace pocos días fue condecorado con la Orden del Quetzal en el máximo grado el ex embajador de Estados Unidos de América y amigo de Guatemala y de los guatemaltecos el señor Stephen G. McFarland, quien durante su larga estancia en nuestro país, primero como Ministro Consejero de la misión estadounidense y después como Jefe de la misión en calidad de Embajador Plenipotenciario y Extraordinrario, se supo granjear la simpatía y amistad de numerosos guatemaltecos, no sólo por su insólita sencillez y simpatía y por su desempeño como embajador, sino, principalmente, por su alta calidad humana. Por otra parte, hay que insistir en que Stephen McFarland es buen amigo de Guatemala. Por eso cuando se fue del país al terminar su período, declaró que aunque él se iba de Guatemala, Guatemala no se iba de él y seguiría visitando el país que se llevaba en el corazón. De hecho, el motivo de esta corta visita, aompañando de su encantadora esposa Karen, fue asistir a la graduación de uno de sus hijos que se quedó estudiando en un colegio guatemalteco. Le felicito cordialmente por haberse hecho merecedor de la más alta condecoración e Guatemala y le deseo muchos nuevos éxitos y satisfacciones en el transcurso de su carrera diplomática,
3.- Exequias del Cardenal Rodolfo Quezada Toruño
Multitudinario sepelio del Cardenal Rodolfo Quezada Toruño
Muchos miles de personas acudieron a la Catedral Metropolitana, donde estsban siendo velados los restos mortales del altamente apreciado Ex Arzobispo Metropolitano y Príncipe de la Iglesia Católica, monseñor Rofdolfo Quezada Toruño. Después, el féretro fue sacado en hombros de la catedral por un numeroso cortejo de sacerdotes y conducido a la bóveda en los se encuentran también los restos mortales de su colega y amigo íntimo, monseñor Juan Gerardi Conedera, quien fue su colaborador en la primera etapa de las pláticas de paz con los dirigentes de los grupos guerrilleros que después se integraron a la Unidad Revolucionaria Nacionalista Guatemalteca (URNG), hasta que finalmente se firmó el Acuerdo de paz “firme y duradera” el 29 de diciembre de 1996 en el Palacio Nacional, ante la presencia de altos dignatarios de varios países y del Secretario General de la ONU, durante el gobierno que presidió el señor Álvaro Arzú Irigoyen, actual Alcalde de esta ciudad capital. Es evidente el amor y el respeto que el pueblo de Guatemala y cientos de prelados demostraron por el Cardenal Quezada Toruño, como se pudo de manifiesto durante sus solemnes honras fúnebres. ¡Que en paz descanse el Obispo Conciliador de la Paz!
Twitter: @jorgepalmieri