RESPONSO A EUNICE LIMA

Por Alejandro Maldonado Aguirre

Licenciada Graciela Eunice Lima Shaul

Cedo hoy este espacio para reproducir las palabras que pronunció el licenciado Alejandro Maldonado Aguirre durante el sepelio de la licenciada Eunice Lima:

“Despedir a una gran amiga en su definitiva partida, tiene que producir esa reflexión que entiende cuán frágiles somos como criaturas de un universo infinito y de un tiempo inextinguible. Vivimos cual partículas transitorias en la inmensidad y solamente duramos el instante que debe durar. Pero somos eternos, porque encima del determinismo del tiempo y del espacio, tenemos conciencia de  un alma imperecedera que se proyecta misteriosamente en lo que fuimos, hicimos, pensamos y creímos. En esa memoria estará siempre la presencia de Eunice Lima.

“El honrosísimo encargo de los hijos de ella, para que haga yo el recuerdo de nuestra amiga, me sitúa en una condición de privilegio, dado que lo debo hacer en condición de compañero de muchas décadas de compartir con ella ilusiones, realizar proyectos conjuntos, apoyar en alguna medida sus iniciativas,  admirar su entusiasmo y valorar su coraje en las grandes tareas que emprendió para el bien de nuestra Patria.

“Eunice Lima fue líder, motivadora, gestora de grandes causas. Desde muy joven, allá en la bella ciudad de Quetzaltenango, demostró su carácter al elegir la carrera del magisterio, que significaba un cauce para servir a la comunidad y un ejercicio moral de compartir conocimientos y prodigar afecto a la niñez y a la juventud. Esa experiencia docente en los niveles primario, medio y superior, la calificó para entender el espíritu nacional, tanto en sus elementos sociales como en su conformación cultural.

“Es seguro que el contacto con la realidad humana motivó en la joven maestra el ánimo por ascender a otros niveles de perfección profesional, inclinándose por la carrera de las Ciencias Jurídicas y Sociales, en su tiempo quizás la más afín a su inquietud por los problemas de la sociedad. Eunice se abrió paso hacia la Universidad, en su época de difícil acceso a la mujer, cuyo progreso social y cultural ha sido obtenido por el empeño tenaz de mujeres como ella. En esos tiempos las mujeres inscritas en la Carolina eran pocas, en  cantidades tan limitadas que, por su número, no podían proveer las complejas necesidades del Estado, de las empresas y de la colectividad.

“Las sociedades actuales quizás no recuerden el proceso de incorporación de la mujer a la vida política, económica, laboral, cultural y educativa. Pero fue un proceso en muchas épocas lento, como lo puede dibujar la historia de las instituciones. Mujeres en los altos cargos públicos aún son muy raras. Con decir que en las asambleas constituyentes anteriores a la de 1984 sólo se registró una mujer representante. Tampoco figuraron en el gabinete de gobierno o en los cuerpos legislativos, sino hasta hace pocos años. En el organismo judicial fueron incorporándose en condiciones modestas y es muy reciente la posibilidad de que ellas ocupen las altas magistraturas. Lo mismo ocurre en los cargos universitarios, los entes autónomos, los gobiernos locales y el mundo diplomático.

“El recuento, a la luz de los parámetros de otros países, puede resultar muy pesimista, puesto que la cuota femenina de participación es mínima. Sin embargo, en nuestro país el balance podría haber sido peor, de no haber ocurrido liderazgos de tanta fuerza intelectual como los de Eunice Lima, pionera en muchas actividades y en tantas y difíciles campañas. Y que conste, que el lugar alcanzado por ellas no lo obtuvieron por misericordia ni por cortesía. Lo ganaron luchando palmo a palmo, con tenacidad y con muchísimo talento.

“Siendo Eunice Lima una de las primeras mujeres graduadas universitarias es, a la vez, la primera mujer inscrita en el Colegio de Abogados. Ella fue la agremiada más antigua con medio siglo de ostentar con lozanía y garbo los títulos de la Abogacía y el Notariado. La Universidad de San Carlos la formó en la carrera del Derecho para prestigio de nuestra casa de estudios, porque pudo demostrar no sólo su calidad como profesional sino su afán de superación académica, asistiendo a cursos y eventos impartidos en universidades extranjeras. Por caso: Doctrinas Políticas, en Chile; Derecho de Familia, en Buenos Aires; Derecho Comparado y Filosofía del Derecho en  México; Población y Desarrollo en Colombia; Dinámica de Grupos en Washington y Sociología en la Universidad Francisco Marroquín.

“Su devoción por el servicio y la enseñanza, han sido condiciones más que propicias para su creatividad intelectual, publicando ensayos e impartiendo conferencias sobre una temática relacionada con la promoción social y el desarrollo humano, en asuntos de tanta importancia  y con tanta precedencia, como los que enumero en seguida:

* La Situación Jurídica y Social de la Mujer
* Los Derechos de la Mujer

* El Papel de la Mujer en la Producción y Reproducción. (La mujer y su lucha social)

* Población y Desarrollo. El Papel de la Mujer

* La Situación de la Mujer en el Derecho de Familia

* Participación Cívica y Participación Política de la Mujer

* Las Policulturas de Guatemala

* Plástica Femenina Guatemalteca Contemporáne

* Guatemala y su Patrimonio Natural y Cultural

* La Necesidad de una Política Cultural en Guatemala

* La Incorporación de la Mujer en el Proceso de Desarrollo

* El Proceso de Democratización en Guatemala

* Contenido de la Nueva Constitución Política de la República

* Los Derechos Ciudadanos

Eunice Lima se caracterizó como mujer múltiple, en tanto que se prodigó en el magisterio, la profesión del Derecho, la superación académica, la producción literaria y el servicio público. No obstante la variedad de actividades por atender, aun le quedaba tiempo para dedicarse al periodismo, a cargo de secciones especializadas en el diario “La Nación” o en columnas de “El Gráfico”. Asimismo, fue  fundadora y directora del Suplemento “Mujeres” del “Diario de Centroamérica”.

“Su tiempo siempre activo, sin tregua para el descanso, fue dedicado a tareas comunitarias en las que proyectó su sensibilidad y su enorme talento, y así la tuvimos con su peculiar encanto y su finísima cortesía, dirigiendo o cooperando con asociaciones y grupos sociales y con un partido político al que perteneció por identificarse con los ideales democráticos y de reforma política del país. Así la  encontramos como:

* Organizadora y Presidenta de Alianza Cívica de Asociaciones Femeninas

* Organizadora y Presidenta de Acción Solidarias de Mujeres

* Organizadora de la Asociación de Ciudadanas Guatemaltecas

* Promotora de campañas de Instituto Neurológico y de Cruz Roja,

En el servicio público, observado con rectitud y seriedad, se calibra la aptitud de las personas, en cuanto combinen inteligencia, capacidad y honradez acrisolada. Estos y otros y muchos méritos llenó con creces, luciendo amplio y honroso recorrido en diversos campos de acción del Estado:

* Asesora Jurídica del Ministerio de Trabajo

* Procuradora de Menores

* Fiscal del Ministerio Público

* Directora General de Cultura y Bellas Artes

* Directora de Educación y Cultura de la Municipalidad de Guatemala

* Diputada a la Asamblea Nacional Constituyente

* Ministra de Cultura y Deportes

* Embajadora en Honduras y Paraguay

* Delegada a la Asamblea General de Naciones Unidas

* Delegada a conferencias internacionales en temas de Educación, Cultura y Situación Jurídica de la Mujer.

“De los significativos y difíciles cargos desempeñados, apuntamos aquellos que han tenido que ver directamente con la profesión del Derecho, en los que Eunice demostró dos elementos fundamentales de la estructura humana: capacidad y sensibilidad. Honró con su participación a su Alma Mater, a su profesión y a su país. Precisamente por ello recibió la meritísima Condecoración Orden Doctor José María Álvarez, que se sumó a otros homenajes recibidos, que concentraron en su persona la calidad más sublime que en ella concurrieron de ser: Educadora, Jurista, Comunicadora, Promotora Social, Dignataria de la Nación,  Funcionaria del Estado, Benefactora Social, Creadora de Cultura, y, sobe todo y con plena realización, ejemplo de Mujer.

“En todo esto, lo que más puedo resaltar en ella fue su enorme aportación al arte y la cultura. Creadora, promotora, defensora, siempre en la lucha y siempre en la vanguardia. Amiga de todos, comprensiva de todas las penas y las angustias, su voz cálida tuvo un mensaje de esperanza y de estímulo. Las letras, la música, la plástica, la danza, la arquitectura y el urbanismo, y todas las expresiones del espíritu tuvieron en ella la expresión de un Renacimiento. Condición de la cultura que se produjo en medio de un conflicto cruento y en cuya vorágine ella fue siempre una tenaz defensora de la libertad creadora, y, también, una armoniosa aptitud para conciliar y animar la tolerancia y el respeto. Defensora de la vida y bandera de la dignidad.

“Estas cualidades también tuvieron su impronta en su trabajo talentoso en la asamblea que produjo una Constitución democrática, a la que aportó mucho más que su ciencia jurídica y su experiencia en los deberes y las funciones del Estado y su percepción de los anhelos humanos por la fraternidad y la superación. Porque en el despliegue de sus metas, destacó lo sublime de su maternidad, la valentía de sus convicciones sociales y políticas, y la gracia y el encanto de su feminidad.

“El país tiene un compromiso de docencia cívica con ella, destacando su valor y su significado, para ejemplo útil a las generaciones que ahora se están formando y para aquellas que vendrán en el futuro. A nosotros, los que quedamos y la sobrevivimos también nos concierne un deber que debemos cumplir con gratitud y con deleite: elevar siempre nuestro humilde pensamiento al Cielo, clamando porque Eunice siempre nos inspire un canon moral, que en alguna ocasión solemne me permití invocar, el de vivir con la esperanza de ser un recuerdo.