Mientras un experto en la materia ha reconocido que la economía de los Estados Unidos de América ya se encuentra en un período de recesión, y la más reciente encuesta de opinión del pueblo estadounidense dio como resultado que el 80 por ciento de los encuestados opina que, en general, la política de ese país está mal orientada y es necesario hacer un cambio, continúa entrampada la situación en el partido Demócrata para designar al candidato que va a competir con el candidato del partido Republicano para ser el sucesor del republicano George Walker Bush en las próximas elecciones que se celebrarán el 4 de noviembre del año en curso.
Si bien ya es un hecho que el senador por Arizona John Sidney McCain III, de 72 años de edad, ya es prácticamente el candidato del partido en el gobierno, a pesar de que todavía no se ha celebrado la Convención Nacional de ese partido, en la cual será postulado oficialmente, todavía no se sabe si el candidato del partido Demócrata será finalmente el senador afroamericano por Illinois Barack Hussein Obama, o si será la ex primera dama y actual senadora por el estado de Nueva York, Hillary Rodham Clinton; y, a juzgar por la firme actitud que ésta ha demostrado para no reconocer que ya está derrotada, no se podrá saber hasta que se hayan llevado a cabo todas las convenciones parciales que todavía faltan, que son como 10, comenzando por las dos siguientes que tendrán lugar en el transcurso del mes en curso en los estados de Pensilvania y Carolina del Norte, los cuales se cree que es probable que gane por una buena mayoría la senadora Clinton y así logre acortar la ventaja que le lleva su rival.
Numerosos analistas políticos han expresado su convencimiento de que la senadora Clinton debe retirar su candidatura y cnceder el triunfo a Obama porque creen que ya no tiene ninguna posibilidad de alcanzar a su opositor que le lleva una respetable ventaja en cuanto al número de delegados, pero ella ha respondido con firmeza que no piensa retirarse hasta no haber agotado todas las posibilidades de alcanzar a su opositor y obtener un número más elevado de votos populares, delegados y superdelegados a la convención del partido Demócrata que se llevará a cabo durante el mes de agostoen la ciudad de Denver, Colorado.
Un significativo indicio de cómo está la situación entre los dos precandidatos del partido Demócrata podría ser que en sólo en el transcurso del mes de marzo recién pasado Obama recaudó para su campaña 40 millones de dólares de aportes de sus partidarios, de los cuales se cree que la mayor parte son más que a su favor en contra de la senadora Clinton, mientras que ésta solamente logró recaudar 20 millones de dólares. Sin embargo, la esposa del ex presidente William Clinton está apelando a sus partidarios en los pocos estados en los que ha ganado las convenciones parciales, como California y Texas, para que contribuyan a su candidatura con pequeñas sumas, y confía que gracias a ello podrá obtener el respaldo económico que le será necesario para poder continuar hasta el día antes de la Convención Nacional de su partido.
Asmismo, muchos de los líderes más prominentes del partido Demócrata, como los senadores por Massachusetts Edward Kennedy y John Kerry, ex candidato presidencial hace 8 años, que perdió para la reelección de George W. Bush, y otros como el gobernador de Nuevo México, William (“Bill”) Richardson, ligado familiarmente a Latinoamérica por el hecho de ser nieto de la nicaraguense Rosana Ojeda e hijo de mexicana María Luisa López Collado, y haber vivido en la ciudad de México durante toda su niñez, quien durante una presentación en televisión, en enero de 2007, anunció su propósito de ser candidato a la presidencia, pero se retiró de la contienda cuando se percató que no tenía posibilidad de ganar la postulación. A pesar de haber sido alto funcionario durante los 8 años de los dos períodos del presidente Clinton, causó sorpresa que haya declarado su decisión de apoyar a Obama, al extremo de haber sido comparado con Judas. La trayectoria política de Richarson incluye 14 años en el congreso como diputado por Nuevo México, Embajador de los EE.UU. ante las Naciones Unidas en 1997, Secretario de Energía en 2004 en 1998, electo gobernador de Nuevo México en el 2003 y reelecto en el 2007, jefe de la convención Nacional del Partido Demócrata en 2005 y 2006, además de haber sido líder de la asociación de Gobernadores Demócratas, y ayudó a que los demócratas recapturaran la mayoría de los Gobiernos Estatales. Pero no debería de extrañar porque es bien sabido que así son estas cosas en todas partes en la política. Eso que se llama “lealtad” es una moneda rara.
Los sucesivos triunfos de Obama en la mayoría de las convenciones parciales que se han celebrado hasta la fecha no han logrado hacer bajar la guardia a la senadora Clinton, empecinada en llegar a ser la primera mujer en ser electa presidenta del país más poderoso del mundo, mientras que el senador Obama está también empecinado, a su vez, en ser el primer afroamericano en desempeñar ese cargo. Una cosa que está clara es que la mayoría de los votantes negros o afroamericanos están decididos a votar por Barack Obama y es probable que de no ser postulado candidato del partido Demócrata, en la elección de noviembre podrían optar por votar por el candidato Republicano John McCain quien, por otra parte, se le debe reconocer que tiene un excelente historial, por haber sido nieto e hijo de dos admirantes de cuatro estrellas en la Marina norteamericana, graduado de la Academia Naval, piloto de guerra y héroe y prisionero de guerra en Vietnam del Norte durante cinco años, y primero diputado y después senador por Arizona.
Hay quienes creen que si el candidato del partido Demócrata fuese Hillary Clinton al final de cuentas, podría tener alguna posibilidad de ganarle a McCain, pero que si el candidato llegase a ser Obama, todos los blancos de ese país, tanto Demócratas como Republicanos, se unirían para votar por McCain para impedir que pueda llegar a ser presidente un afroamericano, porque todavía no se ha logrado superar la tradicional discriminación racial, a pesar de los notables avances que se han logrado. Por eso los republicanos se frotan las manos con alegría al ver que el senador Obama es tan popular entre los demócratas y probablemente será el contrincante del senador McCain.
Aniversario de Martin Luther King
En días recién pasados se conmemoró en los Estados Unidos otro aniversario del asesinato del reverendo Martin Luther King, ministro de la iglesia bautista, infatigable luchador por la igualdad de derechos civiles de los negros y premio Nobel de la Paz, y los dos pre candidatos demócratas participaron en las ceremonias que tuvieron lugar en Atlanta, el pueblo natal del mártir, para tratar de obtener el apoyo de los fieles seguidores de King, mientras que el candidato del partido Republicano pronunció un discurso en el que reconoció que se equivocó cuando, en el Senado, votó en contra de que se institucionalizara el día de conmemoración del asesinato de King.
Los impuestos de los esposos Clinton
Los esposos William y Hillary Clinton han dado a conocer que pagaron 33.8 millones de dólares por el Impuesto Sobre la Renta durante los últimos siete años (del 2000 al 2007) porque sus ingresos fueron de 109.2 millones de dólares, de los cuales el ex presidente ganó 52 millones entre las conferencias que dió, más 30 millones por la venta de su libro autobiográfico My Life (?Mi vida?) y 2.7 millones por su asesoría a las compañías Yucaipa mientras que su esposa ganó 10 millones de dólares por la venta de su libro titulado ?Episodios de Vida?. Asimismo, ambos reportan que en el transcurso de esos 7 años concedieron 3 millones de dólares a diferentes causas benéficas.
Ninguno de los contrincxantes de la senadora Clinton ha informado sobre sus ingresos y el pago al Impuesto Sobre la Renta, pero se sabe que Michelle Obama, la esposa de Barack Obama, reportó el año pasado un ingreso de más de un millón de dólares y que la esposa del senador McCain, Cindy, es multimillonaria porque es propietaria de una empresa que está valuada en varias decenas de millones de dólares.