MISCELÁNEA DEL 31/03/12

1) Necesaria justificación

Informo a mis habitualess lectores que la razón de la ausencia de este blog durante la semana pasada  fue debida a que padecí algunos quebrantos de salud que me quitaban las ganas de escribir. Les ruego que me disculpen, procuraré que no me vuelva a ocurrir. ¡Pero a mi avanzada edad solo Dios sabe en qué momento voy a tener que hacer mutis en forma definitiva! Espero que no será demasiado pronto, pero no me comprometo a que falte mucho tiempo.

2) Indeseables dimes y diretes

General (R) Otto Pérez Molina

Cuando el Presidente Constitucional de la República, general (retirado) Otto Pérez Molina, declaró primero su intención de “despenalizar” las drogas prohibidas, me permití opinar que no es así nomás la cosa, porque no se puede hacer de manera unilateral, a menos que se corra el peligro de que se confunda al país como colaborador de algún cártel de las drogas; sino es algo que se tiene que analizar muy detenidamente, consensuar las probables consecuencias, y proponer a los países que se podrían ver involucrados adoptar una determinación en conjunto. Sin olvidar las consecuencias que una “despenalización” de las drogas en estos países podría causar a Estados Unidos de América, que es el principal consumidor. Pero, por fortuna, inmediatamente después el mandatario guatemalteco aclaró que no se proponía tomar una medida unilateral, sino que se analice y se discuta el tema. Lo cual me pareció acertado, y así lo expresé acto seguido. Sin embargo, el general Pérez Molina ha seguido insistiendo en el tema, con lo cual, naturalmente, ha adquirido un relativo protagonismo internacional.

Por esos días vino de visita a Guatemala el presidente de la hermana República de El Salvador, periodista Carlos Mauricio Funes Cartagena, y nuestro gobernante le explicó su iniciativa y le propuso sumarse a discutir el peliagudo tema, a lo cual, según tengo entendido, Funes respondió que en principio estaba de acuerdo. Pero, como era de esperarse, cuando regresó a San Salvador pensó mejor la cosa o la consultó con su vicepresidente y otras personas, y decidió que sería mejor no comprometerse con la iniciativa del presidente guatemalteco.

Janet Napolitano

Y sin pérdida de tiempo, el poderoso gobierno de EE.UU., que todo lo sabe, envió primero a la poderosa señora Janet Napolitano, Secretaria de Seguridad Interna del gobierno del presidente Barack Obama, y, por si sus palabras no hubiesen sido suficientes para convencer al presidente de Guatemala, de que no debe precipitarse en promover su idea, detrás de ella vino el señor John Biden, nada menos que Vicepresidente de esa poderosa nación catalogada por los izquierdistas como “imperial”, y cuando nuestro gobernante trató de discutir el tema, Biden habló claro y pelado cuando le respondió que ese punto no estaba en su agenda y el gobierno de Barack Obama no está dispuesto a permitir que se tome unilateralmente tan atrevida medida; pero, agregó que se podrá plantear la iniciativa en la próxima Cumbre Presidencial a celebrarse próximamente en Cartagena de Indias, Colombia. Con lo cual se debió entender que no se debía seguir hablando del asunto, porque, como dice el refrán popular “al entendido por señas”. Entonces vino de visita a algunos países centroamericanos el señor William Brownfield, ampliamente conocido como “El zar antidrogas” del gobierno norteamericano, quien, para no andarse por las ramas, desde que todavía se encontraba en Honduras, previo a su visita a Guatemala, declaró sin ambajes que el plan del presidente Pérez Molina “no sirve”. Como dice el refrán:“¿Quién con una luz se pierde?”. Pero aparentemente nuestro gobernante no vio la luz.

Vicepresidente Joseph Biden

No obstante, el general Otto Pérez Molina no se dio por vencido, ni satisfecho, por más que míster Brownfield trajo a regalar a Guatemala para combatir las drogas tres helicópteros y un escaner para detectarlas, convocó a una Cumbre de Presidentes Centroamericanos, a celebrarse inmeditamente en la Ciudad de Antigua Guatemala, declarada por la UNESCO “monumento colonial del mundo”. Y como es usual en estos casos, confió esa responsabilidad a su ministro de Relaciones Exteriores, doctor Harold Caballeros, para que se encargase de hacer los arreglos. Lamentablemente, el fundador y ex pastor de la iglesia “El Shadai” y actual canciller de la república, ya ha demostrado que en ese cargo “no da pie con bola” y si tiene un poco de vergüenza debería renunciar, porque a la reunión solamente vinieron la presidenta de Costa Rica, señora Laura Chinchilla, quien ya había anticipado que está de acuerdo con que se discuta el tema), y el presidente de Panamá, señor Ricardo Alberto Martinelli Berrocal, quien ya ha declarado reiteradamente que no está de acuerdo con la llamada “despenalización” de las drogas. Este resultado ha causado que se califique dicha mini reunión como “un fracaso”, en vista de que Mauricio Funes Cartagena, Porfirio Lobo Sosa y Daniel Ortega Saavedra, presidentes de las hermanas repúblicas centroamericanas de El Salvador, Honduras y Nicaragua, respectivamente, brillaron por su ausencia, no vinieron, lo cual ha merecido fuertes epítetos que les han dedicado algunos columnistas, como lo hizo ayer el periodista Gustavo Berganza en su habitual columna en elPeriódico, la cual, francamente, me sorprende  porque es sumamente impertinente e irrespetuosa para el presidente salvadoreño, a quien se atreve a califcar de “traidor” y “corrupto”, que son insultos a todas luces inmerecidos. Sobre todo después de que este “chero” salvadoreño explicó que no vinieron porque no les agradó la imposición de ese tema en la agenda, sin haberlo consultado previamente con ellos, como se debe hacer protocolariamente. La primera reacción del mandatario guatemalteco fue de fingida indiferencia que trajo a la memoria aquella famosa fábula de la zorra que cuando no pudo alcanzar con sus saltos un racimo de uvas dijo: “Están muy verdes”. El general retirado y actual presidente dijo que la ausencia de esos tres colegas no tenía la menor importancia. Pero probablemente le inyectaron más disgusto sus cercanos colaboradores, como la vicepresidenta Roxana Baldetti, a quien se llama “la dama de hierro” porque ha dado la impresión de ser demasiado exigente y rencorosa. ¿Quién iba a decirlo? Esa actitud de “perdonavidas” no le es conveniente a una ex contendiente a Miss Guatemala en 1980, empleada del noticiario “Aquí el Mundo”, de Mario David García y ex subsecretaria de Relaciones Públicas de la Presidencia en tiempo del ingeniero Jorge Serrano Elías, cuando se la acusó de haberse llevado un equipo de esa Secretaría y de haber sido censora de la prensa.

Lean lo que escribió mi colega y amigo Berganza:

¡Qué vergüenza Funes!
No solo traidor a su imagen, a sus promesas, sino también corrupto.
Gustavo Berganza
“Evidentemente, en El Salvador es más fácil ser periodista, criticar hasta la médula a los militares y a la derecha, exponiéndose con ello a sufrir atentados, ser despedido de ‘TV Azteca’ por presiones de Arena y ganar el Premio María Moors Cabot por ejercer esa profesión con gran heroísmo y compromiso, que ser Presidente y mostrar una pizca de dignidad ante las presiones de Estados Unidos.
“¡Qué vergonzosa metamorfosis la de Mauricio Funes! Un icono mediático, modelo de independencia, quien ya sentado en la poltrona presidencial renegó de su pasado para entregarse paulatinamente a los militares. Más adelante, se alió con personajes oscuros de la derecha salvadoreña, a quienes les dio puerta abierta en su gobierno y, dicen, hace negocios. Y luego, ese tránsito hacia la extrema derecha culminó en junio del año pasado en una maniobra que logró emascular a la Sala Constitucional.
“No solo traidor a su imagen, a sus promesas, sino también corrupto.
“¡Qué servilismo el de Mauricio Funes! Un personaje admirado por su independencia de criterio y su entereza para defender sus ideas que en el ocaso de su mandato como presidente se convierte en el celoso mastín que ataca a todo aquel que pretenda cuestionar la fracasada política antidrogas de los Estados Unidos.
“Ya lo oyeron ustedes en sus propias palabras: él fue quien azuzó al tontón de Lobo y al pavorreal de Ortega para boicotear el llamado de Otto Pérez a deliberar sobre nuevas formas de abordar el tema del narcotráfico y del combate a los carteles.
“¿Qué pretende ganar Funes? ¿Qué la DEA lo nombre agente honorario? ¿Qué le dé una medalla por sus servicios distinguidos en la defensa de una guerra estadounidense en la que, como en la segunda mitad del siglo XX, volvemos a ser los latinoamericanos quienes ponemos los muertos?
“No entiende uno a este mandatario, que sí se anima a explorar el camino de la negociación con las maras –aunque lo niegue– para reducir los niveles de violencia en su país, pero teme explorar otros horizontes para reducir el poder de los carteles.
“Funes, al que su victoriosa campaña electoral promocionó como el “candidato del cambio”, en efecto ha producido un cambio. Pero no uno que transforme a la sociedad salvadoreña ni dé esperanza al Istmo de renovación y de optimismo… el cambio no se produjo afuera, sino adentro, en el seno del propio Funes. Un cambio que lo alejó no solamente de la esperanzada clase media salvadoreña que lo llevó al poder, sino ahora de quienes alguna vez le tuvimos respeto como periodista. Descanse en paz la dignidad de Carlos Mauricio Funes Cartagena.” (Fin de la columna de Gustavo Berganza)

Comento: con el debido respeto que el general Pérez Molina me merece y me merece su alta investidura presidencial, me permito aconsejarle que ya no siga haciendo más comentarios sobre este caso porque los dimes y diretes entre él y Funes están dando la impresión de que más que estadistas son gallitos de pelea. Yo creía que él iba a ser más prudente y sereno, como corresponde a un estadista, porque ya había ejercido la presidencia durante el gobierno de Ramiro DeLeón Carpio (alias “huevos tibios”), pero quien realmente mandaba era él. La diplomacia debe sustituír a las alusiones irrespetuosas. Pero lo que ya es evidente es que el fundador y ex pastor de la iglesia pentecostal “El Shadai” debe renunciar porque ya ha demostrado que le quedó muy grande el tacuche de canciller. Si en verdad quiere colaborar con el actual gobierno, debe renunciar al ministerio de Relaciones Exteriores. Y así podría Pérez Molina traer en su sustitución al brillante diplomático Francisco Villagrán De León, quien ha sido nombrado embajador en Washington ante la Casa Blanca, pero el Departamento de Estado todavía no le ha otorgado su beneplácito, no obstante que él desempeñó ese mismo cargo en el gobierno de Álvaro Colom Caballeros, pero renunció cuando el presidente y su esposa, Sandra Torres Casanova, se divorciaron en forma “expresa” para que ella pudiese ser inscrita como candidata presidencial, lo cual fue motivo de risa en todo el mundo. Y el presidente Pérez Molina le pagó a Harold Caballeros la deuda política que contrajo por haberle dado su apoyo en la segunda vuelta electoral.

3) Cordial binevenida a Ricardo Arjona

Ricardo ArjonaRicardo Arjona

Ya se encuentra en Guatemala —¡su país!— el famoso y exitoso cantautor Ricardo Arjona, orgullosamente guatemalteco, para ofrecer dos conciertos consecutivos en el Estadio Mateo Flores. Uno hoy por la noche, cuyo boletaje estuvo totalmente vendido desde muchos días antes, y otro mañana, que aceptó ofrecer en vista de que muchas personas lo solicitaron porque no pudieron comprar boletos para el concierto de hoy. Con el debido respeto y simpatía que me merece, le extiendo mi más cordial bienvenida a su patria: ¡nuestro país!

Twitter: @jorgepalmieri