MISCELANEA DEL 25/09/12

1.- En la exposición de Manolo Gallardo

Vean algunas de las fotografías que captó con su teléfono un estimado amigo mío con su teléfono movil durante la inauguración de la exposición “Angelitas meonas y otras más” que tuvo lugar el 18 del mes en curso en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP). Lamentablemente no sacó fotos de la numerosa concurrencia, pero les aseguro que el salón estuvo totalmente lleno. Fue impresionante el poder de convocatoria que tuvieron tanto la Fundación Mario Monteforte Toledo o el maestro Manolo Gallardo y sus acostumbradas pinturas de bellas mujeres desnudas que le son tan características. A través de los años, el maestro Manolo Gallardo –sin duda un excelente retratista– ha venido presentando constantes exhibiciones de jóvenes y bellas mujeres desnudas, por lo cual no es de extrañar que en esta oportunidad también lo haya hecho. El título tan particular de esta exposición, sin embargo, es fácil de explicar en algunas pinturas más que en otras, como podrá verse en la propia exposición o en mi blogde ayer.

Posando con mi querido viejo amigo el maestro Manolo Gallardo

Manolo Gallardo y yo posando con las modelos Jimena e Isabella

Manolo y yo ante la pintura Mulata 

Manolo Gallardo con la bella modelo brasileña Stephany

Las modelos Stephany, las gemelas Jimena e Isabella y la niña Haidi

2.- Aniversario de la muerte del padre del Psicoanálisis Sigmund Freud

Dr. Sigmund Freud

Hace dos días se cumplieron 73 años del fallecimiento del famoso doctor Sigmund Freud, médico neurólogo austriaco que abrió las puertas del subconsciente humano con la Psicoanálisis y ha llegado a ser reconocido como una de las mayores figuras intelectuales y científicas del siglo XX.

De acuerdo a la enciclopedia libre de Wikipedia (donde he obtenido estos datos), Sigmund Freud nació el 6 de mayo de 1856 en Freiberg, Moravia (hoy República Checa) en el seno de una familia  judía. Aunque el nombre que figura en su certificado de nacimiento es Sigismund, su padre añadió un segundo nombre, de origen hebreo, Schlomo o Shelomoh (versiones de Salomón) en una inscripción manuscrita en la biblia de familia. Un documento de 1871 se refiere a Freud como Sigmund aunque él mismo no comienza a firmar con este nombre sino hasta 1875 y nunca usó el segundo nombre. Fue el mayor de seis hermanos (cinco niñas y un niño). Tenía además dos hermanastros de un matrimonio anterior de su padre. Su interés científico inicial como investigador se centró en el campo de la neurología, derivando progresivamente sus investigaciones hacia la vertiente psicológica de las afecciones mentales, de la que daría cuenta en su práctica privada. Estudió en París con el neurólogo francés Jean-Martin Charcot las aplicaciones de la hipnosis en el tratamiento de la histeria. De vuelta en Viena y en colaboración con el Dr. Joseph Breuer desarrolló el método catártico. Paulatinamente, reemplazó tanto la sugestión hipnótica como el método catártico por la asociación libre y la interpretación de los sueños. De igual modo, la búsqueda inicial centrada en la rememoración de los traumas psicógenos como productores de síntomas, fue abriendo paso al desarrollo de una teoría etiológica de las neurosis más diferenciada. Todo esto se convirtió en el punto de partida del Psicoanálisis, al que se dedicó ininterrumpidamente el resto de su vida.

El Dr. Sigmund Freud postuló la teoría de la existencia de una sexualidad infantil perversa polimorfa por medio de los complejos de Edipo (en los hombres) y de Electra (en las mujeres), tesis que causó una intensa polémica en la sociedad puritana de la Viena de principios del siglo XX por la cual fue acusado de pansexualista. A pesar de la hostilidad que tuvieron que afrontar sus revolucionarias teorías e hipótesis, Freud acabaría por convertirse en una de las figuras más influyentes del siglo XX. Sus teorías, sin embargo, siguen siendo discutidas y criticadas, cuando no simplemente rechazadas. Muchos limitan su aporte al campo del pensamiento y de la cultura en general, existiendo un amplio debate acerca de si el Psicoanálisis pertenece o no al ámbito de la ciencia. La división de opiniones que la figura de Freud suscita podría resumirse del siguiente modo: por un lado, sus seguidores le consideran un gran científico en el campo de la medicina y la psicología, que descubrió gran parte del funcionamiento psíquico humano; y, por otro, sus críticos y detractores lo ven como un filósofo que replanteó la naturaleza humana y ayudó a derribar tabúes, pero cuyas teorías, como ciencia, fallan cuando se les hace un examen riguroso. En homenaje a su actividad creativa, el 28 de agosto de 1930 Freud fue galardonado con el Premio Goethe de la ciudad de Francfort de Meno, donde nació el genial poeta, novelista, dramaturgo y científico Johann Wolfgang von Goethe, que ayudó a fundar el romanticismo, movimiento al que influenció profundamente.  También en honor de Freud, a quien frecuentemente se le denomina “el padre del Psicoanálisis”, se dio la denominación “Freud” a un pequeño cráter de impacto lunar que se encuentra en una meseta dentro de Oceanus Procellarum, en la parte noroeste del lado visible de la luna. A pesar de que su familia atravesó grandes dificultades económicas, sus padres se esforzaron para que obtuviera una buena educación y en 1873, cuando contaba con solo 17 años, Freud ingresó en la Universidad de Viena como estudiante de medicina en un ambiente de antisemitismo creciente. En 1877, abrevió su nombre de Sigismund Freud a Sigmund Freud. Estudiante poco convencional pero brillante, fue asistente del profesor E. Brücke en el Instituto de Fisiología de Viena entre 1876 y 1882, año en que 1880 conoció al que sería su colaborador, Joseph Breyer. En 1881 se graduó como médico. Freud trabajó bajo la dirección de Theodor Meynert en el Hospital General de Viena entre los años 1883 y 1885. Como investigador médico, Freud fue un pionero al proponer el uso terapéutico de la cocaína como estimulante y analgésico. Entre 1884 y 1887 escribió muchos artículos sobre las propiedades de esa droga. En base a las experimentaciones que él mismo realizaba en el laboratorio de neuroanatomía del notable patólogo austríaco y especialista en histología Salomon Stricker, logró demostrar las propiedades benéficas de la cocaína como anestésico local, y durante muchos años la Ciencia Médica la empleó para esos fines. En 1884 publicó su trabajo Über Coca (Sobre la coca), al que sucedieron varios artículos más sobre el tema. Aplicando los resultados de Freud, pero sin citarlo, Carl Koller, utilizó con gran éxito la cocaína en cirugía e intervenciones oftalmológicas publicando al respecto y obteniendo por ello un gran reconocimiento científico. Se ha podido determinar (tras la publicación de las cartas a su entonces prometida y luego esposa, Martha Bernays) que Freud hizo un intento frustrado de curar con cocaína a su amigo Ernst von Fleischl-Marxow, quien era adicto a la morfina, pero el tratamiento sólo agregó una nueva adicción y finalmente falleció. Se le critica a Freud no haber admitido públicamente este fracaso, así como el hecho de que su biógrafo y amigo Ernest Jones tampoco lo haya reportado. Es también conocido que el propio Freud consumió cocaína por algún período de su vida, según se puede leer en la versión de su correspondencia con Wilhelm Fliess. En 1886, Freud abrió una clínica privada especializada en desórdenes nerviosos. Comenzó su práctica para tratar la histeria y la neurosis por fijaciones sexuales, utilizando la hipnosis y el método catártico que su colaborador Josef Breuer había aplicado con Bertha Pappenheim, una feminista judía de nacionalidad austríaca que alcanzó renombre como defensora y pionera de los derechos de la mujer y del niño. Bertha Pappenheim ha pasado a los anales de la historia del psicoanálisis como la persona que facilitó el descubrimiento del método catártico, germen del futuro método psicoanalítico.  A través de la narración de su caso clínico, se observa con claridad como Breuer improvisa y modifica el tratamiento de acuerdo con el extravagante cuadro sintomático de su paciente. obteniendo resultados que en aquel momento parecían sorprendentes, para posteriormente abandonar ambas técnicas en favor de la asociación, desarrollada por él entre los años 1895 y 1900, impulsado por las experiencias con sus pacientes histéricas. Freud notó que podía aliviar sus síntomas animándolas a que verbalizaran sin censura cualquier ocurrencia que pasara por su mente. En 1899 se publicó la que es considerada su obra más importante e influyente, La Interpretación de los Sueños, inaugurando una nueva disciplina y modo de entender al hombre, a través del Psicoanálisis. Tras algunos años de total aislamiento personal y profesional, debido a la incomprensión e indignación que provocaron sus teorías e ideas, comenzó a formarse un grupo de adeptos en torno a él, el germen del futuro movimiento psicoanalítico. Sus ideas empezaron a interesar cada vez más al gran público y se fueron divulgando pese a la gran resistencia que suscitaban. El primer reconocimiento oficial como creador del método de Psicoanálisis fue en 1902 al recibir el nombramiento imperial como Profesor extraordinario, hecho que Freud comentaría en una carta a Wilhelm Fliess fechada en Viena el 11 de marzo de 1902, señalando sarcásticamente que esto era “…como si de pronto el papel de la sexualidad fuera reconocido oficialmente por su Majestad…” Internacionalmente, sin embargo, el primer reconocimiento oficial de su trabajo ocurrió en 1909, cuando la Universidad de Clark, en Worcester, Massachusetts, le concedió el título honorífico de doctor honoris causa. G. Stanley Hall le invitó a dar una serie de conferencias como parte de las celebraciones del vigésimo aniversario de la fundación de la universidad que presidía, con la intención de divulgar el psicoanálisis en los Estados Unidos de América. Freud experimentó la primera disensión interna a su doctrina en octubre de 1911 cuando el Dr. Alfred Adler y seis de sus partidarios se dieron de baja de la Asociación Psicoanalítica Vienesa. Por esta época ya estaba en gestación la que en 1914, y con más graves consecuencias, protagonizaría el Dr. Carl Gustav Jung, que amenazaría con desestabilizar todo el edificio psicoanalítico. En 1923 le fue diagnosticado un cáncer de paladar, probablemente a consecuencia de su intensa adicción a los puros, por lo cual fue operado hasta 33 veces. Su enfermedad, aparte de provocarle un gran sufrimiento, una gran incapacidad y una eventual sordera del oído derecho, lo obligó a usar una serie de incómodas prótesis de paladar que le dificultaron grandemente la capacidad del habla. Sin embargo, nunca dejó de fumar puros, a pesar de las consecuencias que esto le acarreó. No obstante su enfermedad, continuó trabajando como psicoanalista y, hasta el fin de su vida, no cesó de escribir y publicar un gran número de artículos, ensayos y libros. Toda la vida de Freud, con la excepción de sus tres primeros años, transcurrió en la ciudad de Viena. Sin embargo, en 1938, tras la anexión de Austria de parte de la Alemania nazi, en su condición de judío y fundador de la escuela psicoanalítica, fue considerado enemigo del  Tercer Reich. Sus libros fueron quemados públicamente y tanto él como su familia sufrieron un intenso acoso. Reacio a abandonar Viena, se vio obligado a escapar del país al quedar claro que el peligro que corría su vida era inminente. En un allanamiento de la casa donde operaba la editorial psicoanalítica y de su vivienda, su hijo Martin fue detenido durante todo un día. Una semana más tarde, su hija Anna fue interrogada en el cuartel general de la Gestapo. Estos hechos lo llevaron a convencerse de la necesidad de partir. El hecho que sus hermanas (cuatro de ellas permanecieron en Viena) fueran apresadas más tarde y murieron en campos de concentración en confirma a posteriori que el riesgo vital era completamente de Marie Bonaparte y Ernest Jones consiguió salir del país y refugiarse en Londres, Inglaterra.  En el momento de partir se le exigió que firmara una declaración donde se aseguraba que había sido tratado con respeto por el régimen nazi, Freud consintió en firmarla pero añadió el siguiente comentario sarcástico: “Recomiendo calurosamente la Gestapo a cualquiera”. En 1939, muy deteriorado físicamente e incapaz de soportar el dolor que le producía la propagación del cáncer de paladar, a pesar de la cocaína, pidió a su médico personal, Max Shur, que acabara con su sufrimiento. Freud murió después de serle suministradas tres inyecciones de morfina, sobredosis que le causó la muerte. A pesar de los implacables y a menudo apremiantes desafíos a los que virtualmente todas sus ideas tuvieron que enfrentarse, tanto en vida como una vez desaparecido, Freud se convirtió y sigue siendo actualmente una de las figuras más importantes e influyentes del pensamiento contemporáneo. Particularmente por la interpretación de los sueños y las desviaciones y fijaciones sexuales en los seres humanos. Twitter: @jorgepalmieri

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