MISCELÁNEA 23/03/16

Un poco de historia (16)

Gobierno del general José María Orellana

El general de division e ingeniero Topógrafo José María Orellana Pinto nació en El Jícaro, El Progreso, el 11 de julio de 1872 y falleció “misteriosamente” en Antigua Guatemala, Sacatepéquez, el 26 de septiembre de 1926, a la edad de 54 años. Era hijo de Esteban Orellana y Leonora Pinto. Fue un militar de carrera graduado en la Escuela Politécnica en 1890 como subteniente de Infantería y posteriormente como ingeniero topógrafo de la Escuela Facultativa de Ingeniería en 1895. Después del asesinato del presidente José María Reina Barrios y ya cuando el licenciado Manuel Estrada Cabrera estaba en el poder y había militarizado la educación media para varones, fue director del Instituto Nacional Central para Varones entre 1902 y 1904.

General de División José María Orellana
General de División José María Orellana

El general José María Orellana fue Jefe del Estado Mayor del presidente Manuel Estrada Cabrera después de haber sido ascendio a general de Brigada en 1906. Y cuando desempeñaba este cargo, el 29 de abril 1907, iba junto al presidente cuando éste sufrió el famoso atentado de la bomba, que había sido planificado por los hermanos Jorge y Enrique Ávila Echeverría, Julio Valdés Blanco y Baltazar Rodil, quienes para impedir ser capturados y torturados, prefirieron suicidarse cuando se percataron de que las autoridades les tenían rodeados. Milagrosamente, tanto el presidente Estrada Cabrera como el general Orellana salieron ilesos e iniciaron de inmediato la persecución de los autores del atentado. Posteriormente, Orellana fue electo diputado en varias oportunidades, como miembro del Partido Liberal, hasta que encabezó el golpe de Estado contra el presidente Carlos Herrera el 5 de diciembre de 1921, con los auspicios de la United Fruit Company y fue presidente provisional para terminar el periodo de Herrera, y después fue electo presidente constitucional, tras las elecciones de 1922.

Orellana no hizo un mal gobierno, aunque pretendió seguir los pasos de su mentor, Manuel Estrada Cabrera. Durante su gobierno se ratificaron las generosas concesiones de tierras que Estrada Cabrera había hecho a la United Fruit Company (UFCO) y que se negó a ratificar Carlos Herrera. También impulsó la creación de una república tripartita conformada por el triángulo norte de Centroamérica, integrado por Guatemala, Honduras y El Salvador, pero no prosperó.

Otorgó la concesión del corte de chicle en el departamento de el Petén, la cual fue vendida a Percy W. Shufeldt, quien llevó a cabo la explotación del chicle sin pagar impuestos. Al contrario que su antecesor, Carlos Herrera, otorgó contratos favorables a varias compañías extranjeras, tales como la Empresa Eléctrica, que había sido expropiada a los accionistas alemanes y fue vendida el 4 de mayo de 1922 a la compañía Bond and Share Company, afiliada a la General Electric.

Promovió la construcción de quinientos kilómetros de carreteras y fue presionado por la International Railways of Central America (IRCA) para poner en vigor el Contrato Ferrocarrilero Méndez-Williamson de 1908, firmado en el período del president Estrada Cabreral general José María. Al ser derrocado éste, la IRCA quiso darle vida a este acuerdo pero el presidente interino Carlos Herrera se resistió a ratificar dicho contrato. Pero tras el derrocamiento del presidente Carlos Herrera, el gobierno de Orellana ratificó el contrato el 10 de marzo de 1922, para satisfacción del gobierno estadounidense.

La Asamblea Legislativa emitió estas leyes:

Orellana ratificó el Pacto de Unión Centroamericana celebrado en San José de Costa Rica; aprobó el contrato sobre servicio de luz, calor y fuerza eléctrica, celebrado en la capital de Guatemala entre el ministro de Fomento y la Central America Power Company; aprobó la Ley de Hidrocarburos; Ratificó el decreto gubernativo 798, por el cual fue extrañado del territorio de la República el arzobispo Luis Javier Muñoz y Capurón; aprobó el contrato entre el Gobierno y don Emilio Capouillez, como apoderado de Washington Serruys, para la instalación de un tranvía electrico; aprobó el contrato entre el Ministerio de Fomento y la Compañía All America Cables Incorporated, subsidiaria de la UFCO, para el establecimiento en la capital de una oficina pública de cablegramas; aprobó el contrato con AEG de Berlín, Alemania, para proseguir y terminar las obras del Ferrocarril de Los Altos y la planta eléctrica de Santa María; aprobó contratos con empresas estadounidenses, para explotación de petróleo; decretó la Ley de Trabajo; ratificó favorecer y fomentar el desarrollo de la industria jabonera nacional; declaró de utilidad pública la irrigación de los Llanos de la Fragua y la Punta (Zacapa), y los de Salamá, San Jerónimo (Baja Verapaz).

En lo económico

El gobierno de Orellana había heredado del gobierno de Carlos Herrera un desorden fiscal, monetario y bancario, con inflación galopante.

El acontecimiento económico más destacado del gobierno del general José María Orellana fue la Reforma Monetaria y Bancaria, dando por concluido un período de 26 años de emisión monetaria desordenada por parte de seis bancos privados de emisión y del Comité Bancario, formado por el gobierno de Estrada Cabrera. Tres personas tuvieron a su cargo dicha reforma, los abogados Rafael Felipe Solares,  Enrique Martínez Sobral, y al final del período de solución de este asunto, el abogado Carlos Zachrisson, quien fue ministro de Hacienda durante los sucesivos gobiernos de los generales José María Orellana Pineda (1922-1926) y Lázaro Chacón González (1926-1929).

La efigie de Carlos Zachrisson en los billetes de Q50
La efigie de Carlos Zachrisson en los billetes de Q50

Zachrisson fue un brillante abogado y notario, además de Economista, que dirigió la conversión monetaria de 1924, mediante la cual se estableció el patrón oro y la paridad del quetzal con el dólar estadounidense. Contribuyó a la creación de la caja reguladora y, posteriormente, a la constitución del Banco de Guatemala y luego el banco del Estado Crédito Hipotecario Nacional. Para esa labor contrató los servicios del economista Enrique Martínez Sobral y por su significativa labor económica y reconversión de la moneda su rostro ha quedado plasmado en el billete de Q50 del actual Banco de Guatemala.

Rafael Felipe Solares tomó posesión como ministro de Hacienda y Crédito Público el 12 de diciembre de 1921, y le encargaron la Reforma Monetaria y Bancaria. Promovió la Caja Reguladora establecida en septiembre de 1923 y más adelante se incorporó esta Institución en la nueva Ley Monetaria y de Conversión. El Quetzal fue creado por decreto ejecutivo del 26 de noviembre de 1924, abandonando el Peso de Plata; se emitió la Ley de Instituciones de Crédito y se estableció el Banco Central de Guatemala por acuerdo gubernativo del 30 de junio de 1926 como banco de capital mixto del Estado y de particulares.

Durante el gobierno de Orellana, de acuerdo a la Ley Monetaria y de Conversión de 1924, el Banco Central de Guatemala era el único que tenía potestad de emitir moneda, y en 1925 se acuñaron las monedas de 1 Quetzal, ½ Quetzal, ¼ de Quetzal, diez centavos, y cinco centavos en plata, así como monedas de un centavo en aleación de cobre. En 1926 también se emitieron monedas de 20, 10 y 5 Quetzales acuñadas a base de oro.

Para financiar la Reforma Monetaria y Bancaria se establecieron impuestos de exportación al café. Se aprobaron los siguientes decretos legislativos: 1) Ratificó el impuesto adicional de tres pesos por botella de aguardiente que se consuma en el país, y declarar obra de utilidad pública la construcción del Ferrocarril de Los Altos; 2) Ley de Jubilaciones, Pensiones y Montepíos; 3) Exoneró de impuestos fiscales a la Compañía del muelle de Champerico; 4) Ratificó el impuesto de un peso cincuenta centavos oro americano, por quintal de café exportado.

Para la caída del gobierno de, había en Guatemala un 93 por cierto de analfabetismo, a pesar de todas las meidas que había tomado el gobierno para educar; la cobertura era muy escasa y el porcentaje de maestros empíricos muy alto. Así que la necesidad de enfocarse en la educación se hacía indispensable y esa educación tenía que enfocarse en las masas indígenas que eran las que se percibían como analfabetas. El proyecto educativo tuvo como base fundamental la “desanalfabetización”, es decir, la eliminación del analfabetismo, el término des-analfabetizar, sugiere no sólo enseñar a leer y escribir, sino hace énfasis en erradicar el analfabetismo. Junto a este principio básico, se buscaba también elevar el nivel educativo y fortalecer la instrucción cívica.

Ante el gran porcentaje de maestros empíricos el gobierno realizó varios concursos para elegir a los más aventajados estudiantes que culminaban su carrera como maestros y otorgarles una beca que les permitiera continuar sus estudios en otros países convirtiéndose en profesionales de la pedagogía para que, de vuelta a Guatemala, pudieran encargarse de formar a los nuevos maestros. La repercusión más importante de esta decisión fue la formación de Juan José Arévalo Bermejo quien viajó a Argentina con una de estas becas y fue quien finalmente pudo llevar a la práctica el proyecto y hacer los cambios más importantes que ha recibido la educación en Guatemala cuando fue presidente de 1945 a 1951. Facilitó la creación de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala y reconoció su personalidad jurídica.

La Universidad Popular

Fue creada bajo los principios clave que de desanalfabetización, elevación del nivel educativo y fortalecimiento de la instrucción cívica, que se postularon durante el gobierno de Carlos Herrera, se creó en 1922 la Universidad Popular, desde donde el proyecto educativo se fortaleció y extendió.

La idea inicial fue de Miguel Ángel Osorio Benítez, nombre verdadero del poeta colombiano Porfirio Barba-Jacob (1883-1942), y de un grupo de intelectuales, miembros de la llamada “Generación de 1920”, como el doctor Epaminondas Quintana, el abogado y periodista David Vela Salvatierra (1901-1992), el abogado, periodista y escritor Miguel Ángel Asturias Rosales (1899-1974) y el medico y poeta Carlos Fletes Sáenz, quienes la fundaron el 20 de agosto de 1922. Se trataba de llevar a los sectores populares un tipo de instrucción que hasta entonces había sido propiedad exclusiva de las élites del país y el nombre “Universidad” no hacía referencia a una casa de estudios de enseñanza superior: el objetivo era tomar un nombre que aludía a una institución de carácter elitista, que monopolizaba el derecho al conocimiento y bajarlo a un nivel al que todas las personas pudieran tener acceso.

Los objetivos fundacionales de la Universidad Popular en Guatemala se centraban en los tres aspectos nodales del problema educativo: 1) Enseñar a leer y escribir; 2) Enseñar el círculo de conocimientos generales en las clases sociales, que por circunstancias de la fortuna no han podido adquirirlas. 3) Difundir en el pueblo las nociones más importantes de higiene, de instrucción cívica y moral, para obtener un mejoramiento en las condiciones físicas y espirituales de la gran masa.

El general de División José María Orellana, 16º presidente de la República de Guatemala, falleció repentinamente en la Ciudad de Antigua Guatemala, el 26 de septiembre de 1926, a la edad de 54 años, poco tiempo antes de concluir su primer periodo, y era indudable que habría sido elegido para un segundo período de no haber sido por su muerte. La razón de su muerte fue calificada como “misteriosa”. (Continuará).