INOLVIDABLE VIAJE A MÉXICO (4)

Eran las 11 de la noche cuando terminó la representación de la obra musical Perfume de Gardenia y nos pareció que era demasiado tarde para asistir a la cena en honor al escultor guatemalteco José Toledo Ordóñez a la que nos había invitado la noche anterior la señora Luz de Lourdes de Burillo, administradora de la Asociación de Amigos del Museo José Luis Cuevas. Por lo que propuse a los cofrades que me acompañaban que nos fuésemos al restaurante Churchill a cenar un excelente roast beef para despedirnos de la Ciudad de México. Pero, al mismo tiempo, nos parecía una grosería que ni siquiera nos comuncáramos con ellos para disculparnos y enviamos un BBM a nuestro querido amigo y cofrade Pepo para explicarle el motivo de nuestra ausencia, y él nos contestó que nos fuésemos inmediatamente para allá porque todavía nos estaban esperando para cenar. ¡Únicamente en una ciudad tan cosmopolita como México se puede concebir asistir a una cena a media noche! De manera que en el acto abordamos dos taxis y les dimos la dirección a los choferes, pero ninguno de los dos sabía cómo llegar y estuvimos dando vueltas cerca de 30 minutos por la elegante zona de Lomas de Chapultepec. Y conste que no lo hicieron para aumentar el precio del viaje porque eran de esos taxis que llaman “de sitio” que cobran por tarifas fijas, sino porque en verdad andaban perdidos.

Cuando por fin llegamos a la lujosa residencia de la familia Burillo Azcárraga, nos admiramos al ver que es una mansión con una colección de obras de arte impresionante. Es una pinacoteca invaluable. Para nuestra sorpresa, ya había un buen número de invitados, entre ellos el homenajeado, desde luego, el escultor José (Pepo) Toledo Ordóñez y su encantadora esposa, Regina Mejía de Toledo, el maestro José Luis Cuevas, su esposa Beatriz del Carmen, la embajadora Rita Claverie de Sciolli; Silvia Elena Arévalo De León, hija del bien recordado ex presidente de la República de Guatemala, doctor Juan José Arévalo Bermejo y funcionaria de nuestra embajada, la bella compatriota Ana Lucía Gómez, propietaria de la Galería de Arte Larinoamericano que lleva su nombre en Guatemala; Ana Cristina Navas Mérida, nieta del pintor Carlos Mérida, Agregada Cultural de la Embajada de Guatemala, el famoso actor de cine, teatro y televisión Fernando Allende, acompañado de su esposa María y de su hijo Adán, quien recientemente hizo el mismo papel de Efraín, que hizo su papá hace muchos años en la película María, basada en la romántica novela del escritor colombiano Jorge Isaacs. A Fernando Allende ya había tenido el gusto de conocerle hace muchos años, aquí en Guatemala, y entablamos una amistad en ocasión de que vino a filmar una película con la actriz Helena Rojo. La cena que nos tenían preparada consistía en un delicioso ambigú en el que sobresalían dos deliciosos platillos mexicanos tradicionales: “Chiles en Nogada”, que en estos días están en temporada (de los cuales les hablaré mañana), y chapulines fritos. Y de beber nos sirvieron tequilas, whiskies y excelente vino.

Con los amables anfitriones, Luz de Lourdes y Jorge Burillo Azcárraga

En la mansión de los Burillo Azcárraga

En la fila de adelante, algunos de los miembros de la Cofradía de los Viernes: el escultor José Pepo Toledo Ordóñez, El empresario Ernesto Neto Villa, el periodista Jorge Palmieri y el empresario Christopher Dent; y atrás la bella Ana Lucía Méndez, propietaria de la Galería Latinoamericana, el empresario Julián Lamadrid y el famoso actor Fernando Allende.

De izquierda a derecha, el autor de este blog con los anfitriones, Luz de Lourdes y Jorge Burillo Azcárraga. el homenajeado, escultor José Toledo Ordóñez y el actor, director de cine, cantante y pintor Fernando Allende.

Beatriz del Carmen de Cuevas, esposa del Maestro José Luis Cuevas, la embajadora de Guatemala en México, Rita Claverie de Schiolli, y la bella Ana Lucía Gómez, propietaria de la Galería Latinoamericana de Guatemala.

De derecha a lzquierda: el actor, director, cantante y pintor Fernando Allende, el homenajeado José Pepo Toledo Ordóñez, los anfitriones, Jorge Burillo Azcárraga con su esposa Luz de Lourdes, y el autor de este blog.

El Maestro Cuevas rodeado de mujeres

La concurrencia femenina rodeando al Maestro José Luis Cuevas: atrás, de izquierda a derecha, Cristina Navas Mérida, nieta del pintor Carlos Mérida y Agregada Cultural de Guatemala, Lucía Marín, directora de la Fundacion Niños en Alegría, presidida por Alejandra Alemán Velasco, hija del ex Presidente de México, licenciado Miguel Alemán Valdes, María de Allende, esposa del actor Fernando Allende, Regina Mejía de Toledo, esposa del escultor Pepo Toledo Ordóñez, Beatriz del Carmen Cuevas, esposa del maestro José Luis Cuevas, Aura Ruiz de Jiménez (La Muñecona), la embajadora de Guatemala, Rita Claverie de Schiolli, la anfitriona, Luz de Lourdes Burillo, Silvia Elena Arévalo De Leon, encantadora hija del ex presidente Juan José Arévalo Bermejo, funcionaria de la embajada de Guatemala y la bella Ana Lucia Gómez, por quien ya he dicho que quisiera tener por lo menos 25 o 30 años menos.

Fernando Allende en medio del escultor José Toledo Ordoñez y su encantadora esposa Regina.

El Maestro José Luis Cuevas con su esposa, el periodista Jorge Palmieri, autor de este blog, y la señora Silvia Elena Arévalo De León, hija del Dr. Juan José Arévalo, bien recordado ex Presidente constitucional de la República y funcionaria de la Embajada de Guatemala.

El anfitrión, Jorge Burillo Azcárraga con Pepo Toledo y Fernando Allende.La querida Aury Ruiz de Jiménez, La Muñecona, con el actor Fernando Allende

Julián Lamadrid, la guapa Lucía Marín y Fernando Allende

Julián Lamadrid en la acechanza de la guapa Lucía Marín

Julián Lamadrid entrado en confianza con Lucía Marín, a quien invitó a venir a conocer Guatemala

La fiesta estuvo muy alegre, y en algún momento nos pusimos a cartar. Como solistas, primero La Muñecona cantó excepcionalmente bien algunas canciones románticas y después cantó Fernando Allende, entre otras canciones, Cielito Lindo, y todos coreamos el “Ay ay ay hay, canta y no llores, porque cantando se alegran, cielito lindo, los corazones”. Y uno de los integrantes del coro fue nuestro querido amigo y cofrade Neto Villa, a sus 87 años de edad, aunque lamento decir que estuvo un poco desafinado y con fuerte acento cubano. Salimos de esta grata reunión alrededor de las 2 de la mañana, convencidos de haber puesto el “broche de oro” o “la guinda en el pastel” a nuestra breve pero grata visita a la Ciudad de México y nos fuimos a preparar nuestras maletas para emprender el viaje de regreso a Guatemala al día siguiente, sábado 10 de septiembre, para poder estar aquí el día 11 a tiempo de cumplir con el derecho y el deber de votar por las siguientes autoridades del país.

(Concluirá máñana)

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