El precio de la democracia

Después de haber vivido muchos años de constantes sangrientas revueltas de las que surgían sucesivos gobiernos presididos por caudillos, México logró finalmente tener estabilidad institucional desde que el ex presidente Plutarco Elías Calles (1924-1928) fundó en 1929 el Partido Nacional Revolucionario (PNR) que unos años después se transformó en Partido Revolucionario Institucional (PRI) y detentó el poder durante más de 70 años hasta que, en el año 2000, el ex gobernador de Guanajuato, licenciado Vicente Fox Quesada, postulado por la Alianza por el Cambio, integrada por el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), y con el apoyo del candidato del ahora extinto Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), logró un histórico triunfo electoral sobre el candidato del PRI con casi el 42,5% de los votos, lo cual es suficiente en la legislación mexicana para declarar ganador a un candidato, porque no existe una segunda vuelta electoral, y se convirtió en el 72º presidente de los Estados Unidos Mexicanos para gobernar durante el período comprendido del 1 de diciembre del 2000 al 30 de noviembre del 2006. A pesar de que su gestión no fue totalmente satisfactoria por unanimidad, no se puede negar que en ese período se produjeron progresos significativos en el proceso democrático de ese país que durante más de siete décadas había vivido una “democracia dictatorial”. Uno de los más importantes avances fue, indudablemente, la apertura a la libertad de expresión. Porque mientras el PRI se mantuvo en el poder ésta era controlada y para evitarse dificultades los medios de comunicación se imponían una prudente autocensura. De hecho, los medios de comunicación tenían una especie de libertad de expresión sumamente limitada, y aquel que trataba de salirse de la limitación sufría las consecuencias de alguna manera.
Una regla inviolable era que los presidentes en funciones eran intocables, como si fuesen monarcas o entes sagrados, no se les podía criticar en lo más mínimo, y cuando salían del poder se les podía criticar, pero con respetuosa mesura. No se podía ni pensar en que el nuevo gobierno pudiese nombrar una comisión para investigar los manejos que el mandatario antecesor había tenido, mucho menos atreverse a enjuiciarle.
Sin embargo, es evidente que la alternanza en la presidencia ha permitido que las cosas cambien diametralmente. Porque ahora no sólo se está viviendo una novedosa división real de los poderes del Estado, al extremo que al actual presidente, licenciado Felipe Calderón Hinojosa, en el Congreso no le permitieron los diputados subir a la tribuna para hacer entrega de su primer informe de labores por escrito, sino también en los medios de comunicación se ejerce la más amplia libertad de expresión, sin restricción alguna.
Mientras el ex presidente Fox se encuentra en Roma para participar en una reunión de partidos democráticos del centro, de tendencia derechista, porque el PAN es miembro de la Democracia Cristiana mundial, de la cual fue nombrado co-presidente, el gran diario EL UNIVERSAL (el de más tiraje y circulación en el país) publicó ayer una nota informativa que considero sumamente interesante y voy a reproducir textualmente:
Investigar a Fox
Formalizan petición para crear comisión que indague a Fox
Realiza el PRI en la Cámara de Diputados la solicitud al presidente de la Junta de Coordinación Política, el panista Héctor Larios, para indagar el ejercicio de los recursos del ex presidente
Jueves 20 de septiembre de 2007
El PRI en la Cámara de Diputados formalizó este jueves la petición para crear una ?Comisión especial que investigue el ejercicio de los recursos en la presidencia de la República durante el sexenio 2000-2006?, relativos a la fortuna del ex presidente Vicente Fox.
En un documento, del cual EL UNIVERSAL tiene copia, se hizo la solicitud formal al presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), el panista Héctor Larios.
El documento fue recibido por la JUCOPO a las 14:56 horas de este día, según consta en el sello de recepción.
El diputado del PRI, Víctor Valencia de los Santos, indicó que ahora esperan que Larios actúe sin ánimo partidista para la aprobación de la comisión especial.
El argumento señala que se debe crear la comisión por la probable comisión de actos o hechos que pudieran constituir violaciones de la Constitución, y otros ordenamientos legales.
En la solicitud a Larios también se hace alusión a que los medios de comunicación nacionales, han difundido testimonios de personas que han manifestado una serie de actos u omisiones en la Presidencia de la República durante la administración pasada, en clara alusión a Lino Korrodi, y la entrevista publicada en EL UNIVERSAL.
?Es exigencia de los mexicanos que se aclaren estos hechos y que se deslinden las responsabilidades de ser el caso, ya que nadie debe estar por encima de la ley ni actuar con impunidad?, dice el texto, firmado además por los diputados del PRI, Andrés Carballo y Gerardo Sosa Castelán.
Se esperaba que este día se debatiera el tema en la sesión del pleno de la Cámara baja, sin embargo, el PAN logró de última hora frenar la votación en el pleno, y esperará hasta la próxima semana para su debate.
Javier González Garza, coordinador del PRD, dijo que creían que Fox era ?sólo un delincuente electoral, pero no, también resultó un ladrón vulgar?. (Fin de la nota informativa)
Y si esto fuese poco, en su columna Detrás de la Noticia el famoso y veterano periodista Ricardo Rocha publicó ayer este artículo:
Los Beverly de Guanajuato
Desde enero de 2004 escribí aquí mismo que ?creen que todo lo merecen por haber logrado la hazaña democrática del 2 de julio de 2000. De ahí su comportamiento de nuevos ricos frente a los cuales aquella simpática familia de los Beverly eran unos monjes cartujos?.
Y es que desde entonces ?la pareja presidencial? que padecimos el sexenio anterior ya apuntaba para lo que es ahora: un par de cínicos y desvergonzados que presumen sin la menor pizca de pudor una inmensa fortuna amasada desde el poder máximo en este país. Tal como se muestran ahora en la portada y 13 páginas más de la revista Quién. Todo un documento que en sí mismo sería prueba suficiente para iniciar una investigación de esta riqueza grosera y ofensiva para todos los mexicanos. Cada fotografía muestra lo inocultable: una mansión que no tienen siquiera los grandes magnates; el lago artificial, la alberca, los grandes espacios interiores, el lujo dispendioso; el ganado, los vehículos y la ostentación en decorados y mobiliario. Una muestra total de estulticia. Un desplante ranchero de impunidad. ¡Y qué! Parecen retarnos Vicente y Marta. ¡Y qué! Parecen burlarse de todos y cada uno de nosotros.
Aunque en realidad ni la riqueza ni la arrogancia son nuevos. Ya desde agosto de 2005 Anabel Hernández y Areli Quintero documentaron en un libro un sinfín de pruebas sobre la acumulación dolosa de esta riqueza explicable: de las obras faraónicas en los dos ranchos de los Fox Sahagún; las trácalas para despojar de grandes extensiones de tierra a los ejidatarios de los alrededores y los gustos güichodominguezcos de quienes se acaban de ganar el premio mayor.
Y eso que lo de Quién es nada más el rancho de San Cristóbal, me precisa ahora Anabel. Falta el otro, el de La Estancia, donde refulgen cientos de hectáreas de agave azul; donde pastan centenares de cabezas de ganado de alto registro; donde trotan decenas de caballos pura sangre; donde los Fox Sahagún se hicieron construir una réplica de la cabañita acogedora de Los Pinos, para no extrañar. La misma cuya remodelación costó en su momento 60 millones de pesos. Añádase el valor de El Tamarindillo, toda una bahía que los Fox se agandayaron en Michoacán y el rancho San Cristóbal cuyas puertas ahora ?nos abren?. Y el costo que alcanzará el Centro Fox, que dejará en changarros a los centros Carter y Clinton y que también está descrito en la revista con una explanada para 3 mil asistentes, un auditorio para 500 personas y una biblioteca con 25 mil volúmenes. Todo, propiedad de quien no ha leído un libro en su vida y su peculiar esposa.
Esta es la incalculable acumulación de capital que Vicente Fox y Marta Sahagún nos están restregando en la cara a usted y a mí. Y no es un asunto menor. Tampoco un episodio más de frivolidad y mal gusto. Se trata en cambio de un gigantesco monumento a la corrupción y a la impunidad.
La explicación y defensa que el propio Fox hace sobre su desmesurado patrimonio lo describe sin necesidad de adjetivarlo: ?Aquellos que dicen que esta propiedad es producto de la Presidencia tendrán que comer chicharrón?. De cualquier modo miente. Cuando asumió la candidatura al gobierno de Guanajuato estaba quebrado y sólo desde el poder empezó a recuperarse. Cuando vino la Presidencia, Fox con la asesoría de Marta Sahagún, los trucos al estilo Vamos México y disponiendo de la complicidad de todo su gobierno panista, comenzó a atesorar la fortuna de que ahora presume. Siempre fue un abusivo. Durante su mandato fue el único mexicano que vio aumentar su sueldo en 57%. De 106 mil a 167 mil pesos. Pero ni ahorrando todo lo que ganó se podría justificar su obscena riqueza.
Este es un insulto a todos y más todavía a los pobres. Pero es también un alarde con un propósito muy claro de Fox y Sahagún: demostrar que todavía son poderosos e intocables. Por eso él todavía se hace llamar ?presidente?. En desafío abierto al actual gobierno.
Un caso que debe brincar de las páginas de sociales al Congreso, donde habría de crearse una comisión que investigue a los Fox y a toda su parentela. También, por cierto, un asunto de justicia que podría significar la legitimación que alguien anda buscando. En resumen, que Fox regrese… ¡pero lo que se llevó!? (Fin de la columna)
No creo que sea necesario hacer un comentario.

Posted in Sin categoría