MISCELÁNEA DEL 27/08/14

1.- V Foro Regional de la Fundación Esquipulas

El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina y los expresidentes guatemaltecos Marco Vinicio Cerezo Arévalo y Álvaro Colom Caballeros posan  con los exmandatarios Ernesto Samper de Colombia (1994-1998), Carlos Mesa de Bolivia (2003-2005)Juan Carlos Wasmosy de Paraguay (1993-1998), Leonel Fernández de República Dominicana (2004-2012), Luis Alberto Lacalle de Uruguay (1990-1995), Martín Torrijos Espino (2004-2009) y Nicolás Ardito Barletta (1984-1985), ambos de Panamá y Porfirio Lobo, de Honduras  (2010-2014), durante el acto de  inauguración del V Foro Regional de la Fundación Esquipulas, en el que el principal orador fue Rafael Correa, presidente de Ecuador desde el año 2007. El ex Presidente de Guatemala Álvaro Arzú Yrigoyen, actual Alcalde de la Ciudad de Guatemala, se excusó por no haber podido asistir al acto inaugural, pero posteriormente almorzó con el presidente Correa, a quien por la tarde acompañó a la inauguración de la Plaza Ecuador situada en la Avenida Las Américas y 20 calle de la zona 13. En el transcurso de esa ceremonia tocaron la guitarra y cantaron el ex Presidente de la República y actual Alcalde de Guatemala Álvaro Arzú, el Canciller ecuatoriano Ricardo Castillo y el ministro de la misión diplomática de Ecuador en Guatemala Santiago Martínez.

De izquierda a derecha: Ernesto Samper, Carlos Mesa, la bonita Olinda Salguero, directora de la Fundación Esquipulas y coordinadora del V Foro Regional, el presidente de Ecuador Rafael Correa, el presidente de Guatemala Otto Pérez Molina y los ex presidentes de Guatemala y República Dominicana, Marco Vinicio Cerezo Arévalo y Leonel Fernández, respectivamente.

Por informes recibidos de personas que asistieron al acontecimiento y por la prensa nacional puedo reportar que el primer discurso estuvo a cargo de la señorita Olinda Salguero, directora de la Fundación Esquipulas, quien estuvo muy afortunada en su exposición. Después habló el Presidente Constitucional de la República de Guatemala, general retirado Otto Fernando Pérez Molina, quien, entre otras cosas, reiteró que para lograr el progreso de un país es necesario que todos colaboren. Le siguió el exPresidente de Guatemala (1986-1991), fundador y director de la Fundación Esquipulas, licenciado Marco Vinicio Cerezo Arévalo, quien pronunció un fogoso discurso político, durante el cual se exaltó varias veces, lo cual hizo recordar los discursos que pronunciaba cuando fue candidato presidencial en el año 1985.

El V Foro Regional de la Fundación Esquipulas constituyó lo que se podría calificar como un cuarto de hora de notoriedad para el expresidente Marco Vinicio Cerezo Arévalo, porque volvió a ser por breve tiempo un referente y a acaparar la atención nacional. Pero, como siempre sucede en estos casos, este hecho ya está olvidado a pocas horas de haber tenido lugar.

La Junta Directiva de la Fundación Esquipulas la integran el licenciado Marco Vinicio Cerezo Arévalo, presidente, su novia Olinda Salguero, directora, la licenciada Catalina Soberanis, Marco Cerezo Blandón  y Carlos Cerezo Blandón, hijos del ex mandatario. Como lo hizo durante su gobierno, Vinicio Cerezo siempre se rodea de personas más allegadas a él. Como que nombró ministra a quien entonces era su amante. 

2.- El discurso del Presidente Rafael Correa

Rafael Vicente Correa Delgado

Es innegable que el presidente Rafael Correa es un excelente orador que sabe despertar el interés de quienes le escuchan decir lo que a ellos les gusta. Comenzó identificándose con una tendencia de izquierda de Guatemala con un abrazo a la tierra de Jacobo Árbenz y Rigoberta Menchú. ¡Pésima comparación de su parte! Luego se manifestó contra el neoliberalismo al afirmar que Ecuador había salido de la negra noche del neoliberalismo. En mi opinión, Correa es un habil orador que impresionó a muchos que prácticamente habrían querido sacarle en hombros del Camino Real. Y es también un hecho que durante sus siete años de gobierno ha elevado la economía de los ecuatorianos. Pero, le ayudó a hacerlo la explotación petrolera y el buen precio que este tiene en el mercado.

Por otra parte, detesta que le critique la prensa y es enemigo de la libre emisión del pensamiento, por lo que ha perseguido a periodistas y ha demandado por varios millones de dólares a dos periódicos que no son sus partidarios y no cubren sus actividades.  Y encima estableció una Secretaría de Supervisión Periodística que es una especie de censura. No hay que olvidar que cuando Alemania estaba totalmente caída después de la I Guerra Mundial y los alemanes humillados por el Tratado de Versalles, surgió un líder carismático, un austriaco enloquecido de soberbia que se llamó Adolfo Hitler, que levantó de sus escombros a Alemania hasta convertirla en una de las más grandes potencias mundiales y elevó el ego de los alemanes a quienes convirtió en sus enfermizos fanáticos seguidores… pero terminó sus días suicidándose y dejando a Alemania otra vez en ruinas tras haber sido derrotada por los ejércitos aliados en la II Guerra Mundial, y el país necesitó de un Plan Marshall de Estados Unidos de América para poder levantarse de nuevo.

Pero así como el discurso fue admirado por muchos que se alegraron de oír lo que ellos querían oír, Correa también desppertó el rechazo de quienes no están de acuerdo con esa especie de populismo o socialismo del siglo XXI –a pesar de que también criticó muy duro a la izquierda ecuatoriana– porque, según él, ha engrandecido a su país elevando considerablemente el standard de vida del pueblo ecuatoriano a pesar de las derechas y las izquierdas. A juzgar por sus palabras, su gobierno ha sido sumamente exitoso en muchos aspectos, particularmente en  la educación y en lo económico. Y no podría ser de otra manera con el auhe que ha tenido con la explotación de la minería, principalmente el petróleo.

Es indudable que algunas de las cosas que dijo podrían ser aplicables a Guatemala, como lo relativo a la educación y la conveniencia de la explotación de la minería y de la construcción de hidroeléctricas, así como la forma de realizar las consultas a las poblaciones, pero siempre llevando a cabo por el Estado lo que conviene al país. Sin embargo, hay que establecer que no todo lo que dijo podría ser aplicable a nuestro país. Cada país tiene sus propios problemas y sus propias soluciones y no se puede generalizar ni en lo primero ni en lo segundo.

El discurso del Presidente Rafael Correa duró cerca de dos horas y ha producido las más variadas reacciones, como podrán ver por el contraste entre las opiniones de Pedro Trujillo, en Prensa Libre, que le califica de populista y la de Martín Rodríguez, en elPeriódico que le califica de derechista y en su columna de hoy Gonzalo Asturias Valenzuela lo califica de “un modelo de estilo ubiquista”.

Prensa Libre publicó ayer esta columna de Pedro Trujillo:

Presidente pajero

“Los populistas ofrecen soluciones falsas a problemas reales”

Amigos del socialismo del siglo XXI, curiosos y algunos incautos, siguieron con devoción al presidente Correa en su visita a Guatemala. Comentaron en redes sociales respecto del personaje y sus intervenciones, pero pareciera que esperaban más de él, especialmente en relación con algunos temas en los que el populista no piensa como ciertos fanes. Habló de la importancia de reducir la pobreza para un mejor desarrollo ¡Obvio! Sin embargo, no dijo que Ecuador ocupa el puesto 159 -de 177- en el índice de libertad económica 2013 y que detrás únicamente están Argentina, Venezuela y Cuba; en el índice de calidad institucional (2013) solamente supera a Bolivia, Venezuela y Cuba; en la clasificación mundial de libertad de prensa (Reporteros sin Frontera 2014) sigue a Kenya, Zambia o Malawi, y en el índice de desarrollo democrático se sitúa en penúltimo lugar, quedando solamente Venezuela peor. Además, dicho informe indica (pág. 24): “Estudios muestran que los avances en educación y en salud cayeron de forma drástica en países como Ecuador y Honduras”; agrega respecto a la subdimensión  económica (pág. 26):

  • “El país que presenta el mayor deterioro es Ecuador…”, y complementa más adelante: “Ecuador creció un 8% catapultado por la demanda interna, especialmente la del gasto público”. Tampoco reparó en editoriales de medios aún no censurados sobre el repunte de la pobreza, que pasó en Guayaquil del 7,21% al 16,66% —diciembre 2012 al 2013— al igual que se incrementó en el resto de las zonas urbanas de 20,05% a 23,06% —septiembre a diciembre 2013. Lo mismo ha sucedido con la extrema pobreza que se sitúa en 6,26% viniendo de un 5,80% y en el aumento del índice de Gini hasta situarse en 0,485.
  • Pedro Trujillo

Pareciera ser que ese “modelo económico” que Correa propone —alabado emotivamente por diversos columnistas de opinión sin un solo dato numérico que lo sustente— pasa por el endeudamiento del Estado, algo aprendido y practicado aquí con usual entusiasmo y descaro. Para este año Ecuador requiere en torno a los US$7.500 millones —¡casi el 90% del presupuesto guatemalteco!— de los que US$5.000 serán para cubrir el déficit presupuestario y el resto para pagar la deuda ya contraída y que deberán pagar en el futuro. ¿Quiénes? No obstante, el presidente Correa impartió “lecciones de economía” y muchos exaltados poco racionales soñaron con un presidente similar para este país.

Despotricó contra la prensa, la única que le ha contado las costillas y evidenciado sus marrullerías. Como allá es imposible decir las cosas —si el señor presidente no autoriza— se desconocen muchos datos porque quien los publica termina siendo multado millonariamente, tal y como aquí pretende hacer un candidato populista con un semanario. Otra maña autoritaria que se aprende enseguida: la de la coacción y el miedo. También  aclaró que hay que quitarle la plusvalía a los terrenos ociosos para que los recursos pasen a manos del Estado, es decir, expropiación. Y critico —¡ojo!— a las ONG ambientalistas que rechazan la explotación de recursos naturales mientras dejan en la pobreza a muchos ciudadanos ¡Tomen nota algunas! Ahí perdió, creo, parte de la atención y no ha sido muy posteado por “los/las defensores/as” —sin machismo— de la naturaleza y sus recursos. Don Rafael, en eso del medioambiente todavía no está muy fino, aunque no se lo critican suficientemente.

Dijo otras perlas, pero ya no caben aquí. Por cierto, toda esa debacle —logros, según él— ha sucedido “solamente en siete años y pico de gobierno. Sí, señor, ¡todo un eficiente estadista! Ahora queda esperar a ver si el candidato copy/paste sale con alguna de sus genialidades. (Fin de la columna de Pedro Trujillo)

Por otra parte, en elPeriódico de ayer se publicó esta columna de Martín Rodríguez

Rafael Correa es un conservador

El ecuatoriano Rafael Correa me parece el líder más interesante de América Latina. Pero tampoco exageremos como lo hacen los libertarios y los ultraconservadores. Correa es más bien un conservador para nuestros tiempos, o un progresista que hubiera sido de vanguardia en tiempos de Jacobo Árbenz. El progresismo de nuestra generación tiene otros componentes.

Es más fácil ver las diferencias si nos abstraemos de nuestro contexto. ¿Se imaginan si John F. Kennedy hubiera estado a favor de la igualdad económica pero en contra de los derechos de los negros que reivindicaba Martin Luther King? ¿Se imaginan que Juan José Arévalo hubiera legalizado los derechos de los trabajadores pero hubiera estado en contra de los derechos de las mujeres a votar? Conforme evoluciona la sociedad, hay batallas indispensables, tan importantes como las anteriores.

Correa predica (y pone en práctica, que es su estrella) muchos de los postulados de la izquierda moderna del mundo en el siglo XX. Seguridad social universal, educación gratuita de calidad, salarios dignos, aprovechamiento de los recursos naturales tutelados por el Estado, independencia respecto de la diplomacia estadounidense. No veo muchas diferencias respecto de la Revolución del 44 o de la Revolución Mexicana, o del New Deal gringo, o de todas las reformas sociales de Brasil o Chile en el siglo XX. Lo que pasa es que en Guatemala nos salteamos parte del siglo XX desde 1954 a 1984, y el debate nacional está todavía muy influido por los equivocados libertarios.

Así, alguien a favor de más igualdad económica, pero en contra de los derechos de los indígenas no es progresista. O alguien que está a favor de más igualdad económica y entre las relaciones interétnicas pero está en contra de los derechos de las mujeres, o de la diversidad sexual, o de la democracia hacia lo interno de su partido, tampoco es progresista.

Cuando diputadas de su partido Alianza País propusieron despenalizar el aborto en casos de violación (algo obvio y un acuerdo social desde hace décadas), su reacción fue decir que si se aprobaba, renunciaría, humillando así a las legisladoras e impidiendo cualquier debate. ¿Qué tipo de progresismo es éste? Uno del siglo XX. Pero no, no es el que esperamos muchos jóvenes o muchos progresistas actuales.

Una vez en la universidad de Columbia le pregunté al Ministro de Información de Correa qué hubiera hecho Quito si Assange hubiera publicado las cartas entre embajadas ecuatorianas. Me respondió que hubiera tenido un juicio en el que se respetaran sus derechos humanos en Ecuador. Es decir, no asilan a Assange por proteger su vida y la libertad de informar, sino sólo por proteger su vida, que ya es más de lo que hace el resto de Estados, pero no es suficiente.

Esto no quiere decir que el progresismo sea mejor que el conservadurismo. Es sólo que damos más valor a ciertos valores. Esta gráfica (en inglés) lo resume (y simplifica) bien: informationisbeautiful.net/visualizations/left-vs-right-us/. Por ejemplo, los conservadores creen más en la meritocracia, el pragmatismo, el comercio libre y la equidad. Los progresistas creemos más en la igualdad, el idealismo, el comercio justo y la ética. Aunque hay mil matices. @Martin_Guate

Hoy publica elPeriódico esta columna de Gonzalo Asturias Valenzuela:

Raíz cúbica al discurso de Rafael Correa

Un modelo al estilo ubiquista.

Gonzalo Asturias Valenzuela

Como a todo lo que dicen los políticos hay que sacarle la raíz cúbica, yo lo hago con el vibrante discurso del presidente doctor Rafael Correa del Ecuador. En los siete años que este mandatario lleva en el poder, el PIB per cápita creció de US$8 mil 611 a US$10 mil 135 (ajustado por la paridad de poder adquisitivo). Este crecimiento tuvo como bases la renta petrolera y el endeudamiento externo que subió del 20 al 40 por ciento del PIB, que dieron fondos para invertir, en gran parte, en infraestructura incluyendo ocho grandes centrales hidroeléctricas. Pero, en cambio, en el mismo periodo el PIB per cápita del vecino Perú aumentó de US$8 mil 563 a US$11 mil 400. Esto quiere decir que Perú, con políticas más amigables con el mercado empezó con un PIB per cápita menor que el del Ecuador y en el periodo de Correa logró superarlo. Y en cuanto a la reducción de la pobreza, el porcentaje de ecuatorianos que viven con US$1.25 por día o menos se redujo del 2007 al 2011 de 7.23 por ciento a 4.61 por ciento, en tanto que Perú lo hizo de 7.94 a 4.91. ¡Las cosas, pues, hay que tomarlas con pinzas!

Pienso, pues, que Guatemala puede aprender más de países como Perú o del mismo Chile, que apoyan su crecimiento en mayor robustez del aparato productivo y de la productividad, que de Ecuador porque no tenemos esa renta petrolera ni capacidad de endeudamiento.

Lo mejor y lo peor de Correa. Lo mejor es su apuesta a la educación, que debería ser estudiada, adecuada e implementada en Guatemala; y lo peor, la prepotencia e intolerancia a la crítica y a la oposición, de forma que el presidente ecuatoriano tiene a la prensa de su país con autocensura (42 periodistas procesados, y varios ya condenados). Y en medio, toda una gama de grises que van desde su firme apuesta a la industria extractiva o la colonización de la selva amazónica ecuatoriana con fines de explotación petrolera, no obstante la oposición abierta de las comunidades indígenas, y la expulsión de miembros internacionales de ONG ecologistas opuestos a esa aventura amazónica. ¡A Correa no le tiembla el pulso!

Correa en Guatemala buscaría el financiamiento externo para la construcción de hidroeléctricas por parte del INDE, con o sin el consentimiento de los moradores del área a quienes buscaría de indemnizar generosamente. A los extranjeros, miembros de ONG opuestas al proyecto los pondría de patitas en la frontera y a la prensa crítica y opositora le abriría juicios, pues las cosas se hacen truene, llueva o relampaguee. La estructura mental y conductual de Correa es similar a la de Jorge Ubico. Y claro, Ubico construyó el Palacio Nacional e hizo obra pública. Pero, a ¿qué costo democrático y social? ¡No creo que, en este punto, el ejemplo sea imitable! Nuestro desarrollo tiene que ser más amigable con el diálogo y el consenso social.

Pero el viaje del presidente del Ecuador a Guatemala puede tener también aspectos negativos, como el que una mala lectura del mensaje que trajo a nuestro país venga a dar una aúpa a la pretensión de demagogos y socialistoides de que la energía eléctrica en Guatemala sea nacionalizada, lo cual sería una locura porque cuando fue estatal sufríamos de apagones, como los que hoy hay en otros países centroamericanos, en donde la energía sigue siendo estatal, con el agravante de que allí los precios son mayores que los de Guatemala. Esto no quiere decir que no sea urgente sacar a los alcaldes del negocio eléctrico porque cargan a la población con costos de alumbrado público que no lo son. (Claro que es una cuestión difícil porque los alcaldes son de partidos políticos y, al final de cuentas, la reforma legal tiene que ser aprobada por diputados que son miembros de partidos políticos; y, como se dice en buen chapín, todos se tapan con la misma chamarra). Pero urge quitar el yugo impuesto a la población rural de que pague por alumbrado público más de lo que hace por su consumo eléctrico. Ese yugo no es neoliberalismo sino estupidez. Soluciones hay; lo que falta es decisión política. ¡Aquí siempre nos tiembla el pulso!

Por lo demás, la remodelación de la Plaza de Ecuador en la avenida Las Américas, reinaugurada por Correa, fue un acierto y también el que se hiciera un mural que nos hermana como hombres de maíz que somos. Fue un toque humano el que en ese acto cantaran, acompañados de la guitarra, el canciller ecuatoriano, Ricardo Castillo, el ministro de esa sede diplomática en Guatemala, Santiago Martínez, y el alcalde capitalino Álvaro Arzú. ¡Siempre lo mejor es lo que está fuera del protocolo!

Mi mensaje es que no todo lo que relumbra es oro. Saquemos la raíz cúbica al discurso del presidente ecuatoriano, y corroboremos las cosas ‘in situ’. Veamos a Ecuador y a sus alrededores y no nos vayamos precipitadamente de boca. De lo contrario, caeríamos fácilmente de pendejos, o de que nos quisieran dar atole con el dedo. Yo, al menos, no me dejo. ¡Allá, usted! (Fin de la columna de Gonzalo Asturias Montenegro)

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