LES DESEO UN FELIZ DOMINGO

Queridos amigos:

Este domingo 11 de marzo del 2012 les saludo cordialmente y, para comenzar, quiero hacer un recuerdo conmemorativo –con admiración y respeto– a la efemérides que tuvo lugar el 11 de marzo de 1920 en la plazuela de la zona 4 que hoy lleva el nombre 11 de marzo, cuando numerosos valientes guatemaltecos, miembros del Partido Unionista, encabezados por el ciudadano José Azmitia, desfilaron para pedir la unión centroamericana y se produjo un  tiroteo en el que murió a uno de los manifestantes, lo cual contribuyó a que el movimiento en contra del dictador creciera aún más.

Después de la muerte del general Justo Rufino Barrios en los campos de Chalchuapa (El Salvador), al frente un ejército para tratar de imponer la unión de los países de Centroamérica, asumió la presidencia el Primer Designado a la Presidencia, José María Reina Barrios, apodado “reinita” por su baja estatura. El 9 de febrero de 1898, al morir el Presidente Reyna Barrios, asesinado a balazos por el ciudadano británico de origen suizo Edgar Zollinger a las 8 de la noche, en la 8a calle y 8a. avenida, frente a una casa número 8, Estrada Cabrera asumió la Presidencia de Guatemala, en su calidad de Ministro de Gobernación y Primer Designado a la Presidencia. De inmediato se presentó a exigir que se le diera posesión del cargo. Y fue dictador de Guatemala desde el 9 de febrero de 1898 hasta el 15 de abril de 1920. Por cierto que corrió el rumor de que este asesinato había sido orquestado por Estrada Cabrera. Zollinger también fue asesinado a balazos a pocas cuadras de donde él había matado al presidente Reina Barrios, y cuando todavía estaba agonizando en el pavimento, un soldado se abrió paso entre la muchedumbre de curiosos y le vació su pistola a quemarropa. En julio de 1903, Estrada Cabrera convocó a una Asamblea Nacional Constituyente que modificó la Constitución de la República para permitir la reelección presidencial, gracias a lo cual fue “reelecto” en 1904, en 1910 y en 1916, hasta que el Movimiento Unionista logró su remoción en abril de 1920.

Manuel Estrada Cabrera

Estrada Cabrera ejerció una férrea y sangrienta tiranía durante 22 años –desde 1898 hasta 1920– por la que mantuvo al pueblo de Guatemala sumido en condiciones de permanente terror. El escritor guatemalteco Miguel Angel Asturias, premio Nobel de Literatura caracterizó a su gobierno y a su persona en la obra El señor presidente, que se convirtió en el prototipo del tirano latinoamericano. Como antecedente, el genial autor narra que a su padre, el juez Ernesto Asturias Girón, el dictador le dijo un día: “¡Aquí no hay poder judicial que valga! ¡Aquí yo soy el poder”. Desde que Estrada Cabrera se hizo cargo de la Presidencia de la República, comenzaron a darse una serie de horrendos crímenes políticos, se aplicó la ley fuga y fueron fusiladas varias personas de la oposición. Su gobierno se caracterizó por la persecución política, la corrupción y los asesinatos, además de la entrega de valiosos recursos del país a diversas compañías extranjeras. En 1901, Estrada Cabrera firmó un contrato con la United Fruit Company, que había orquestado su ascensión a la Presidencia, para que se dedicara a la producción bananera en el país y a emplear sus servicios de transporte marítimo para el comercio exterior de Guatemala en elPuerto Barrios. A la vez, la Empresa Eléctrica de Guatemala fue “vendida” a la Electric Bond & Share por la suma de cuatrocientos mil pesos, cuando su valor financiero alcanzaba por lo menos dos millones de pesos.

Estrada Cabrera sufrio varios atentados, como el que ocurrió el 20 de abril de 1908, cuando en una visita que hizo a la Escuela Politécnica el cadete Victor M. Vega le hizo un disparo a quemaropa que logró alcanzarle solamente el dedo meñique. Este atentado fue seguido de fusilamientos en la Escuela politécnica, llevandola así a su clausura permanente. Logró escapar de otro atentado cuando se conducía en automóbil y le dispararon desde un chalet en la Avenida Reforma, pero de éste también salió ileso.

A fin de servir a los intereses de la United Fruit Company,  le construyó algunas carreteras, líneas férreas y puertos marítimos. La United Fruit Company se convirtió en la principal fuerza económica de Guatemala durante su mandato. Concedió a la empresa de ferrocarriles International Railways of Central América, afiliada a la United Fruit Company, un total de 3,100 caballerías de tierra, ubicadas en diversas partes del país. Además, les otorgó tierras urbanas, una faja de 100 pies de ancho a todo lo largo de la vía, el uso gratuito de las fuentes de agua y la autorización ilimitada para explotar canteras y bosques. En 1904 también cedió a la compañía ferrocarrilera la parte del Ferrocarril del Norte que había sido construído con dinero y recurso humano guatemalteco, a cambio de que la IRCA terminara su construccióm, lo cual ésta nunca hizo. También le confirió una concesión por 99 años del muelle de Puerto Barrios, el material rodante, líneas ferreas, equipos y demás bienes que el gobierno había adquirido para el ferrocarril del norte. Sin embargo, al dejar el poder solamente poseía un capital de $306,000 dólares. Claro está que en aquellos días el valor del dolar era muchísimo más alto que ahora.
Un año más tarde, El Salvador organizó una invasión a Guatemala para derrocarlo, usando como soldados a exiliados guatemaltecos y con el apoyo financiero del ex presidente de la república, general Manuel Lisandro Barillas, quien había asumido el cargo a raíz de la renuncia del Presidente provisorio Alejandro M. Sinibaldi, después de la muerte en Chalchuapa del general Justo Rufino Barrios. La persona señalada para sucederle era el general Manuel Lisandro Barillas, segundo designado a la Presidencia, pero había la intenciòn de no entregarle el mando, pero en un alarde de astucia se presentó en el Cementerio General en el preciso momento del sepelio del general Barrios y exigió que le fuese entregado el poder y se dirigió al Ministro de la Defensa, general Martín Barrundia, y le dijo: “Vengo a tomar posesión de la presidencia por mandato de la ley, vienen conmigo 5,000 hombres, prepáreles rancho y cuartel.”, aduciendo que un número regular de tropa había venido con él y está acantonada a inmediaciones de la ciudad. Antes de eso, Barillas ocupaba el cargo de Jefe de Político de Quetzaltenango. La supuesta tropa de la cual hablaba no existía, pero así marchó al Palacio de Gobierno para asumir la primera magistratura de la Nación. Pero trató de reelegirse y su gobierno era insoportable, por lo que fue derrocado y tuvo que entregar la presidencia al general José María Reina Barrios, quien fue asesinado en una calle de la capital y le sucedió el primer designado a la Presidencia, licenciado Manuel Estrada Cabrera.

Tras dejar la presidencia, Barillas se había alejado por completo de la política y vivía en sus fincas que eran grandes extensiones de terreno tanto en Huehuetenango como en Quetzaltenango, pero cuando Estrada Cabrera asumió el poder tuvo temor de ser perseguido y se refugió en México, donde fue asesinado la noche del 7 de abril de 1907 en la calle Seminario, al costado de la Catedral, que hoy lleva el nombre de Guatemala. Fue un secreto a voces que aquel asesinato fue ordenado por el propio Estrada Cabrera, quien envió a dos asesinos a sueldo para cumplir con el encardo, siendo estos Florencia Reyes y Bernardo Mora, de nacionalidad guatemalteca, quienes fueron capturados y fusilados en la capital mexicana. Estos confesaron su delito y denunciaron a dos altos militares que aparecían como autores intelectuales de aquel hecho de sangre. Naturalmente que los militares eran guatemaltecos y colaboraban estrechamente con el régimen del dictador Estrada Cabrera. Al momento de su muerte, el general Barillas se encontraba prácticamente en la miseria. El gobierno mexicano, presidido por el general Porfirio Díaz, protestó ante el gobierno de Guatemala por ese hecho, pero con el tiempo todo quedó olvidado.
El dictador movilizó 40,000 hombres a la frontera con El Salvador y 15,000 a la frontera mexicana, esta movilización se logró por la imposición del servicio militar obligatorio en 1900. En 1906 enfrentó varias rebeliones en contra de su gobierno. Los rebeldes eran apoyados por la mayoría de gobiernos de las otras naciones centroamericanas, pero logró reprimirlas sangrientamente para permanecer en el poder, en parte por la ayuda que se dijo que le brindó el entonces presidente de México, general Porfirio Díaz.

Tras varios días de lucha encarnizada en las calles de la capital, entre los miembros del Movimiento Unionista que exigían su renuncia y los militares que aún le eran fieles, mientras él estaba parapetado en su Finca La Palma, en lo que hoy es la zona 5, la lucha terminó el 15 de abril de 1920, cuando el Congreso de la República lo defenestró a raíz de que su propio secretario, el general José Letona, se presentó ante la Asamblea Nacional a manifestar que el presidente Estrada Cabrera tenía alteradas sus facultades mentales, por lo que el 8 de abril de 1920 el Congreso emitió el Decreto 1022 en el que le declararon en estado de interdicción, es decir restricción de derechos, debido a las anomalidades de sus facultades mentales. Para respaldar esta decisión se consultó a varios valientes médicos que opinaron que había perdido la cordura. Este documento se denominó Acta de los tres dobleces que declaró loco a Estrada Cabrera y provocó su caída, evitando así un sangriento enfrentamiento. Este movimiento fue protagonizado principalmente por los dirigentes del Movimiento Unionista Manuel Cobos Batres, José Azmitia, Silverio Ortíz, Epaminondas Quintana, Carlos Padilla, Luis Pedro Aguirre, H. Abraham Cabrera y Julio García Salas. Por lo cual Estrada Cabrera se vio obligado a renunciar el 14 de abril de 1920, y fue declarado prisionero en su propia casa, pero luego fue trasladado a un calabozo de la segunda sección de la Policía Nacional, que entonces estaba ubicado donde hoy es el Palacio Nacional de la Cultura. Falleció el 24 de septiembre de 1924 en su casa de habitación en la ciudad de Guatemala y sus restos fueron enterrados en el Cementerio General de Quetzaltenango.

El genial escritor guatemalteco Rafael Arévalo Martínez escribió una detallada biografía de Estrada Cabrera, titulada Ecce Pericles.

Además de esta conmemoración histórica, les invito a ver con este YouTube de la prodigiosa actuación de este gran atleta y equilibrista que, aunque dicen que es ruso, me parace chino. Hagan click sobre la flecha para que comience y después sobre el cuadrito con cuatro puntitos para que se agrande al tamaño de la pantalla

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Twitter @jorgepalmieri

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