1) Encuesta que Prensa Libre publicará mañana
El matutino Prensa Libre ha anunciado que mañana dará a conocer el resultado de la encuesta que ha hecho para ellos la empresa especializada Pro datos, propiedad de Edgar Monzón, y según tengo entendido, el candidato del Partido Patriota (PP), general Otto Pérez Molina obtuvo el 55.8% y el candidato del partido Lider doctor Manuel Baldizón obtuvo el 44.% de los votos válidos. La mayoría de las encuestas que se hicieron antes de la primera vuelta cometieron muchos errores, pero Pro Datos fue la que más se acercó a los resultados finales de la primera vuelta electoral. De acuerdo a estos datos, es indudable que el próximo Presidente Constitucional de la República para el siguiente período 2012-2016 será el general en situación de retiro Otto Pérez Molina, y su Vicepresidenta será Roxana Baldetti Elías postulados por el partido Patriota.
Lo que sucedió en la primera vuelta fue que una gran cantidad de los votos que obtuvo la papeleta del doctor Manuel Baldizón Méndez y la licenciada Raquel Blandón fueron del partido UNE mediante promesas de recompensas, porque se ha reportado que numerosos votantes preguntaban al terminar de emitir su voto “¿Y dónde están mis cien quetzales?” por lo que estoy convencido de que en la segunda vuelta no volverán a votar y si lo hacen no será por él.
El binomio triunfador será el que integran el general Otto Pérez Molina y la licenciada en Comunicación Social Roxana Baldetti Elías, Presidente y Vicepresidente constitucionales de la República, respectivamente. Estoy totalmente convencido de ello.
2) Brillante artículo sobre este tema
El 10 del mes en curso, mi estimada amiga y excelente periodista Dina Fernández publicó en su habitual columna de elPeriódico y en su blog de Internet este interesante artículo que me voy a permitir reproducir:
La reforma de Baldizón
“Olvídese del Bono 15. Esa no es la propuesta principal del candidato Manuel Baldizón. Tampoco la pena de muerte, el apoyo a los jubilados y a la selección de fútbol o la reforma fiscal.
El núcleo del proyecto del Partido Líder es una reforma constitucional. El candidato ha mencionado el tema en varios foros públicos pero sin profundizar mucho en el tema. Y como muchos de nosotros damos por hecho que éste es un tema tan espinoso que sólo podría tratarse con delicadas intervenciones quirúrgicas, hemos hecho oídos sordos a las palabras de Baldizón.
¿Entrarle a la Constitución? Desde la fallida reforma de 1999 venimos hablando de ello, pero asumimos que si alguien va a sacar al Santo Grial de su caja dorada, primero han de convocarse a todos los cardenales y los obispos a ofrecer su bendición.
Pues mejor haríamos en afinar las preguntas y tomar nota de las respuestas, porque Baldizón ya tiene un plan al respecto.
La semana pasada varios de los compañeros de los programas noticiosos de Canal Antigua nos reunimos con el candidato de Líder y su hermano y mano derecha, Salvador Baldizón, quienes ratificaron su interés en promover una reforma política de calado.
Les explico esta reforma, tal y como me fue planteada. Dado que yo no soy experta en el tema, la transcribo tal cual, para someterla al análisis de los conocedores y para que el público pueda informarse, valorarla y sopesar su voto.
Si Manuel Baldizón resultara triunfador en la segunda vuelta del 6 de noviembre, el primer día de su gestión, el 15 de enero de 2012, se dirigiría al TSE (sí, al TSE, no al Congreso) para plantearle 25 reformas a la Constitución y solicitar que sea convocada una Asamblea Nacional Constituyente que las lleve a cabo, según un mandato estricto.
De estas reformas alrededor de 10 ya están definidas e incluyen algunos de los temas que el candidato ha mencionado en su propaganda electoral como las “cláusulas” de su contrato presidencial y otras ideas que al menos yo desconocía hasta la semana pasada.
Al conversar con Baldizón y su hermano Salvador mencionan entre estos puntos la transformación fiscal del país, la no reelección de diputados y alcaldes, la elección de gobernadores departamentales y también, ojo, la de autoridades judiciales del país, por medio del sufragio universal.
Los otros 15 puntos habrían de definirse mediante un proceso que según los hermanos Baldizón estaría abierto a la participación de sociedad civil, iglesia, académicos, activistas, etc. No me queda claro bajo que condiciones se podría integrar una instancia de discusión constitucional o “mesas de trabajo” ni cuáles serían los procedimientos.
Para conocer más del tema se puede consultar la página web del Partido Líder, donde está colgado el Plan de Gobierno (vea http://www.lider.org.gt/plan-de-gobierno-lider/). Este documento menciona la necesidad de reformar la Constitución, de generar un nuevo Pacto Social y Político, pero no explica la propuesta conceptual o metodológica en detalle.
El candidato de Líder insiste que al convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, ésta quedaría amarrada a una guía precisa de los cambios acordados. Yo consulté con algunos abogados si esto efectivamente es así y con la escueta información disponible, me respondieron que NO, que una Asamblea Nacional Constituyente puede declararse soberana y proceder según le parezca.
En vez de sumergirnos en la discusión del Bono 15 o el potencial de la Selección, considero de capital importancia que entendamos con precisión qué es lo que el señor Baldizón y su Partido Líder proponen hacer con la Carta Magna.
Aquí no estamos hablando simplemente de las cláusulas de un contrato laboral, estamos hablando de los elementos básicos de la ley de leyes, del Contrato Social en sí mismo. Más nos vale leer con detenimiento lo que el candidato busca, prestando especial atención a la letra pequeña”. (Fin del artículo de Dina Fernández)
3) Columna de hoy de José Raúl González Merlo
El economista José Raúl Gonzalez Merlo publicó en Prensa Libre de esta mañana, en su habitual espacio titulado HOMO ECONOMICUS el siguiente artículo
Dale con el bono 15
“La propaganda del señor Baldizón enfatiza la promesa más importante de su campaña: el bono 15. En una reciente ofensiva de medios, ahora pretende responder a las dudas de “¿de dónde saldrá el dinero?”. Y termina con la interrogante ¿está usted dispuesto a esperar otros cuatro años para tener esta prestación? Como quien dice, “no deje pasar la oportunidad de elegirme y así ganarse unos centavitos adicionales”. El voto ciudadano y bono 15 están, literalmente, en oferta.
Dice Baldizón que las empresas “ya están pagando el bono 15, solo que en la forma de impuestos”. Quiere decir que no hay problema porque lo que las empresas paguen en el bono lo dejarían de pagar en impuestos. ¿Qué tal? Si la cosa era tan fácil, ¿cómo no se nos ocurrió esto antes? Tal vez porque la cosa en realidad no es tan fácil y la mera creación de prestaciones por decreto no es el camino para la prosperidad.
En la propaganda, el candidato pareciera admitir que los únicos en capacidad teórica de pagar el bono 15 son “las empresas” porque solamente “las que pagan impuestos” podrán tomar ese crédito fiscal. El sector informal, que es el más grande empleador en el país, por definición, quedaría afuera.
Si creemos que el sector formal está representado principalmente en las empresas afiliadas al IGSS, ello representaría una planilla de aproximadamente Q35 mil millones anuales para poco más de un millón de trabajadores. Un bono 15 equivaldría a, aproximadamente, Q2 mil 500 millones. De acuerdo con la propuesta, la recaudación de impuestos disminuiría en esa misma cantidad.
“Allí está el detalle” —diría Cantinflas—. Dejar de percibir Q2 mil 500 millones en impuestos es el equivalente a abrir el hoyo fiscal, ya existente, en un 25 por ciento adicional. Baldizón no plantea solución al problema económico que esto crearía. Simplemente dice que las empresas “no saldrían afectadas”.
El riesgo que “el caldo nos salga más caro que los frijoles” ni se menciona; sin embargo, el riesgo es real. De hecho, ya estamos en crisis. Colom no solo nos hereda un agujero fiscal de Q10 mil millones por año, sino que nos deja la deuda pública más alta de nuestra historia. Con esos antecedentes, la propuesta suena peor de lo que parecería. Lo único que queda es creer que la otra promesa de Baldizón el llamado flat tax recaudaría una cantidad similar o mayor de impuestos.
Resumiendo. Aparece el bono 15 por Q2 mil 500 millones que provendría de los impuestos que pagan las empresas y que dejaría un hoyo fiscal más profundo que el de la zona 6. Pero no importa porque el flat tax lo compensaría y alguien pagaría Q2 mil 500 millones adicionales en impuestos, con lo que quedamos igual, solo que mejor, porque ahora el incremento salarial “estimuló la economía”… ¿Entendió?
Lo único que queda claro es que, al final del día, el único claro ganador en este juego electoral habrá sido el candidato de Líder. Nosotros habremos quedado baboseados, tratando de determinar “en dónde quedó la chibolita”, todavía creyendo que desvestir un santo para vestir otro es signo de riqueza y prosperidad”. (Fin del artículo de Raúl González Merlo)