Presidenta Cristina Fernández de Kirchner


Mañana se celebrará la elección presidencial en la República Argentina y la mayoría de las encuestas de intención de voto coinciden en que será electa sin necesidad de ir a una segunda vuelta la candidata del movimiento denominado “Frente para la Victoria” (oficialista), la abogada Cristina Fernández de Kirchner, senadora y ?primera dama? por ser la esposa del actual Presidente Néstor Kirchner.
En opinión de muchos, la elección es un mero trámite porque no cabe duda de que Cristina será la absoluta ganadora; incluso, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, dijo que ve a la esposa de Kirchner como “futura mandataria de Argentina” y que esto es señal de que las mujeres están ocupando espacios en todos los cargos.
También el controvertido presidente venezolano Hugo Chávez coincidió con esa opinión y declaró que ya la ve como “segura ganadora y como la próxima voz de Argentina para hacer negocios con la República bolivariana de Venezuela”.
Si bien la oposición apuesta a que los indecisos darán diversas sorpresas que cambiarán el rumbo que han marcado las encuestas, prácticamente todas éstas señalan que la ventaja de Cristina es lo suficientemente amplia para ganar en la primera vuelta y a pesar de los cambios que pueda traer consigo el voto de los sin partido.
Sin embargo, la candidata de la ?Coalición Civica?, Elisa Carrió, principal opositora de la senadora Fernández de Kirchner, considera que la distancia real es mucho menor y que en caso de haber una segunda vuelta ella será la próxima presidenta de Argentina. En su opinión, si llegara a ganar Cristina el país continuaría con una política exterior que es más bien una sesión fotográfica. Ella considera que Argentina debe buscar alianzas estratégicas con Brasil y tener buena relación con Venezuela, pero dejando a un lado “las relaciones carnales” ?así dijo- con Chávez.
En entrevista para el diario El País, la Carrió dijo que esta elección marca el final del sistema político tradicional de Argentina, y que la elección será sumamente competitiva gracias al voto de los indecisos.
Su opinión sobre Cristina es muy clara: ?Carece de toda experiencia ejecutiva, pero además no sabemos qué es lo que piensa sobre ningún tema. Fue ella quien defendió cuatro leyes que se aprobaron en 2006 y que implicaron un deterioro institucional fuerte: la reforma del Consejo de la Magistratura, los decretos de necesidad y urgencia, superpoderes del presidente para manejar el presupuesto y unidad de información financiera.?
Para otro candidato de la oposición, el ex ministro de Economía de Kirchner, Roberto Lavagna, el método de Kirchner ya está terminado, y la muestra es el rumbo equivocado en lo social y económico que empeorará si la primera dama llega al poder.
Únicamente una de las nueve encuestas que se hicieron abre la posibilidad de que deba recurrirse a una segunda vuelta entre ella y la Carrió, quien en todas las encuestas está en segundo lugar, y adjudica a la esposa del Presidente el 39,5%, apenas medio punto porcentual menos del que necesitaría para evitar la segunda vuelta.
Todas las demás encuestas consideran que no habrá necesidad de segunda vuelta, puesto que se da por seguro que la esposa del Presidente Kirchner obtendrá el 40 por ciento de los votos y una ventaja de más de diez puntos sobre su principal oponente, también una mujer: la candidata de ?Coalición Cívica? Elisa Carrió que obtendrá entre el 15 y 16 por ciento de los votos emitidos.
En teoría, ninguno de los otros candidatos será competencia real para Cristina, pues el representante del partido ?Una Nación Avanzada? y Lavagna alcanzaría sólo entre el 10 y 12 por ciento de los sufragios; mientras que Alberto Rodríguez Saá de la ?Alianza Frente Justicia? quedaría en cuarto lugar con menos del cinco por ciento de los votos.
Algunas de las ocho encuestas que atribuyen a Cristina el triunfo en primera vuelta le otorgan más del 45 por ciento de los votos. Otras no aseguran que atraviese esa barrera, pero la muestran encima del 40% y una diferencia de más de diez puntos sobre la segunda candidata. Esas son las dos condiciones que establece la Constitución de Argentina para que un candidato se imponga en la primera vuelta sin tener que ir a una segunda.
De acuerdo a las últimas encuestas conocidas antes de que entrara en vigor la prohibición de publicar más encuestas, la distancia que Cristina le saca a la Carrió oscila entre un pico de 29,4% y un mínimo de 16 puntos. La brecha que existía en las nueve encuestas publicadas el último domingo por el diario El Clarín iba del 21 al 32 por ciento. Para la mayoría de los encuestadores, la ventaja de Cristina es de alrededor de 20 puntos.
La mayoría de las encuestas coincide en que la causa del estrechamiento de las diferencias entre el primer y el segundo puesto no está relacionada tanto a una pérdida sustancial de votos por parte de la Kirchner, sino al crecimiento de la candidata de la Coalición Cívica. El rango electoral en el que se movía Carrió en las mediciones anteriores era de entre un 16 y un 18 por ciento y ahora supera el 20% en casi todos los casos.
El ex ministro Lavagna aparece firme en el tercer lugar, aunque con chances cada vez más remotos de pelear el segundo puesto. La candidata Carrió logra ahora sacarle una distancia de entre 4,5% y 8%, cuando en las encuestas anteriores era de entre 1,6 y 5,1 puntos.
La única encuestadora que deja la puerta abierta a una eventual segunda vuelta sostiene que pese a que Cristina le saca a la Carrió una ventaja superior al 10%, “no alcanza por escaso margen” los 40 puntos que le exige la Constitución para ser electa en primera vuelta. Con todo, como el margen de error de la muestra es de 2,36%, se admite en las conclusiones que la cosecha de la candidata oficialista podría variar de un 37,14 a un 41,86%. En el último caso quedaría clausurada la posibilidad de la segunda vuelta, como indican la mayoría de los encuestadores.
Como todas las encuestas electorales reconocen un margen de error y hubo una que acerca a Cristina al 50% de los votos, la empresa encuestadora no descarta que trascienda dicha cifra y declaró: “Según nuestro estudio, la incógnita dejó de ser si hay o no segunda vuelta y ahora la cuestión es si la candidata oficialista superará o no el 50 por ciento”. Con todo, admitió que Cristina podría quedarse en un lugar cercano al 47%.
En el cuarto lugar aparece estancado el peronista disidente Alberto Rodríguez Saá, en tanto que Ricardo López Murphy va decreciendo y en algunos sondeos ni siquiera mantiene el quinto puesto que le adjudicaban hace poco. Los que amenazan con desplazarlo son el gobernador Jorge Sobisch, y el cineasta Pino Solanas.
Lo curioso de la enorme ventaja de Cristina es que hace sólo cinco meses la corriente centro-derecha se distanció del ?Frente para la Victoria? (FPV) del actual presidente Kirchner en elecciones locales. Y aunque esta es otra elección, un alto porcentaje de argentinos considera que el proyecto de la ?primera dama? será continuación del actual presidente.
Los expertos opinan que quizá haya una mayoría en contra del proyecto de los Kirchner, pero que se caracterizan por ser apáticos y estar desilusionados de la oferta de la oposición. Por eso es que no se han movilizado para crear un frente común contra Cristina, de quien se publicó un libro titulado ?La Reina Cristina?, en el cual la autora profetiza que Cristina llegará a ser presidenta de Argentina y cuando lo leí quedé convencido de que así iba a suceder. Por cierto que después de haber leído este libro cometí el error de prestárselo a una señora, pero no me lo ha devuelto y esto me hace recordar que el genial escritor y dramaturgo humorista irlandés George Bernard Shaw dijo alguna vez: ?Quien presta un libro es un tonto… pero es más tonto quien lo devuelve?.
Aunque la senadora Fernández de Kirchner no habla nunca de su gran popularidad, ha dicho que no quiere ser comparada ni con Hillary Clinton ni con Eva Perón, porque quiere ser ?sólo Cristina? y llevar a su país a una etapa cualitativa con mayor participación ciudadana, en la que domine la justicia social como razón de vida.
Hay quienes se preguntan si se apoya a Cristina por su proyecto político o por ser la continuación del mandato de su esposo, y si esto significa que de haber aceptado la reelección, Néstor Kirchner habría ganado. Otros sospechan que el triunfo de Cristina obedece a un plan preconcebido para que los Kirchner puedan permanecer mucho más tiempo en el poder.
En la agitada y trágica experiencia política argentina, hubo antes dos mujeres en la presidencia: la primera fue Eva Duarte de Perón, una mujer atractiva y sumamente ambiciosa que antes había sido una mediocre actriz de origen ilegítimo y muy pobre, pero a pesar de que nunca logró llegar a ser presidenta y a lo más que llegó fue a ser “primera dama” pero murió cuando estaba a punto de ser candidata a la vicepresidencia de su esposo, el general Juan Domingo Perón, y es indudable que ha sido la mujer más famosa y poderosa que ha habido en la Argentina. La segunda fue una ex bailarina folclórica de ínfima categoría a quien Perón conoció cuando pasó por la ciudad de Panamá rumbo al exilio en España y ella bailaba en el cabaret Happyland.
Un poco de historia argentina
En 1943, el todavía coronel Perón se unió a un complot militar que derrocó a un gobierno civil de Argentina y ejerció mucha influencia en el régimen militar que estuvo en el poder durante los siguientes tres años, pero prudentemente solicitó un puesto menor como Secretario de Trabajo y Bienestar Social. En 1945 se convirtió en Vice Presidente y Ministro de Guerra. Poco a poco fue ganando más respeto y notoriedad, sobre todo por el apoyo que obtuvo de los trabajadores no privilegiados llamados “descamisados” y por su creciente popularidad y autoridad en el ejército. Y la inteligencia y astucia política de su amante, la actriz Eva Duarte.
A principios de Octubre de 1945, fue despedido de su cargo por un levantamiento civil y militar. Pero su hermosa y dinámica amante y los compañeros de uniones de trabajadores reunieron a los trabajadores de todo el Gran Buenos Aires, y con esa presión fue liberado de la cárcel el 17 de Octubre de 1945. Esa noche, desde el balcón de la Casa Rosada (Casa Presidencial), habló para 300,000 personas, y sus palabras fueron retransmitidas por radio a todo el país. Prometió conducir a la gente a la victoria en la elección presidencial pendiente y a construir una nación fuerte y justa. Unos días después se casó con Eva (Evita, como era llamada popularmente), quien lo ayudó a obtener el poder y a dirigir la Argentina en los años que siguieron. Perón fue elegido Presidente en febrero de 1946 con el 56 por ciento de los votos. Durante su primer período de gobierno puso a la Argentina en un curso de industrialización e intervención de la economía, calculada para proveer mejores beneficios sociales para la clase obrera. También adoptó una fuerte política internacional anti-Estados Unidos y anti-Gran Bretaña, predicando las virtudes de la llamada “Tercera Posición”, entre el comunismo y el capitalismo. Pero fue evidente que tenía simpatía por “il Duce” Mussolini.
Si bien Perón no revolucionó estructuralmente a la Argentina, transformó a la nación basando su gobierno en una doctrina llamada “Justicialismo”, que causó beneficios a los trabajadores a través de aumentos y otras medidas; nacionalizó los ferrocarriles y financió grandes obras públicas. Los fondos para esas obras provinieron de las exportaciones de carne y trigo que la Argentina realizó durante la Segunda Guerra Mundial, cuando todavía era una de las potencias económicas.
Reelegido en 1951, modificó algunas de sus políticas, pero el 19 de septiembre de 1955 fue derrocado y se fue al exilio a Paraguay después de un levantamiento de la Armada y el Ejército que justificaron el golpe de Estado por el descontento popular por la inflación, corrupción y opresión.
Finalmente se instaló en Madrid porque era un admirador del “generalísimo” Francisco Franco. Ahí se casó por tercera vez, en 1961 (su primera esposa murió de cáncer, igual que Evita, su segunda esposa, en 1952); su tercera esposa fue María Estela Martínez, una insignificante bailarina de folclore argentino. En España, Perón trabajó para asegurar, si no era su regreso a la Argentina, que iba perdurar como líder de millones de seguidores peronistas, cuya memoria del régimen de Perón mejoraba día a día.
Elecciones tras elecciones, el peronismo emergía cada vez más y más importante. Ni los regímenes civiles ni los militares que gobernaron
después de 1955 pudieron resolver los problemas del país. El régimen militar del general Alejandro Lanusse, quien se apoderó del poder en marzo de 1971, proclamó su intención de restaurar la democracia constitucional a fines de 1973 y permitir el reestablecimiento de los partidos políticos, incluyendo al partido peronista. Por invitación del gobierno militar, Perón volvió a la Argentina por corto tiempo en noviembre de 1972. En las elecciones de marzo de 1973, los candidatos peronistas ganaron las elecciones y la mayoría en la legislatura, y en junio Perón fue invitado a regresar a la Argentina.
En octubre, en una elección especial, fue elegido Presidente y por su insistencia su esposa María Isabel se convirtió en Vicepresidente a pesar de que los argentinos no le tenían la menor simpatía ni, mucho menos, el cariño que llegaron a tener a Evita.
Juan Domingo Perón murió el 1 de julio de 1974 y su esposa María Isabel (Isabelita) quedó como Presidenta de la República Argentina por un corto período que fue desastroso, hasta que los militares decidieron que ya era suficiente y la derrocaron. A esto le siguió un período sumamente represivo de los “montoneros” y demás opositores.
Deseo a ese gran país sudamericano la mejor de las suertes porque me merece enorme simpatía y un gran respeto. Y deseo que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner sepa gobernar a la Argentina para dar bienestar y prosperidad al noble pueblo argentino.

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