Un poco de historia (20)
Del General Chacón a Ubico y sus “orejas”
A raíz del derrame cerebral que sufrió el General de División Lázaro Chacón, siendo Presidente de la República, lo cual le llevó a ir a la famosa Clínica Oschner de Nueva Orleáns para ver si podían curarle, y luego le obligó a renunciar a la Presidencia de la República, porque el dictamen unánime de los médicos Ernesto Alarcón, Mario Wunderlich y Carlos Federico Mora indicó que ya no tenía cura, fue llamado el Consejo de Ministros a desempeñar ese cargo el Segundo Designado a la Presidencia, licenciado Baudilio Palma, ministro de Hacienda, a pesar de que le correspondía al Primer Designado a la Presidencia, General Mauro De León, ministro de la Guerra, pero los politicos le traicionaron diciendo que se había negado a asumir el cargo por falta de capacidad. Lo cual este desmintió. Así fue como Palma llegó a ser el tercer presidente civil de Guatemala.
Baudilio Palma nació en Santa Catarina Mita un 10 de junio y no está claro si fue en el año 1874 o 1880, ni tampoco si murió asesinado durante el forcejeo cuando fue derrocado el 17 de diciembre de 1930, o falleció en el exilio el 19 de junio de 1944, ya sea en San Salvador ó en Alemania. Pero no se volvió a saber de él.
Palma fue nombrado Presidente interino de Guatemala como consecuencia de una de tantas traiciones que se han sucedido en nuestra historia poítica, porque no le correspondía a él sino al Primer Designado, general Mauro De León, ministro de la Guerra, y solo ejerció el cargo del 12 al 17 diciembre de 1930, cuando fue depuesto y tal vez asesinado durante el golpe de Estado encabezado por el General de Brigada Manuel María Orellana Contreras, comandante del cuartel San Rafael de Matamoros, quien se autoproclamó presidente de facto. Por eso, desde entonces a Palma se le llamó burlonamente “palma de un día”. Algunos creen que fue asesinado durante el forcejeo del golpe de Estado, pero otros creen que se fue al exilio a El Salvador, donde falleció el 19 de junio de 1944, o murió en la Alemania. Pero no se volvió a saber nada de él.
Este fue el comunicado del licenciado Baudilio Palma al pueblo de Guatemala.
Conciudadanos:
“El Consejo de Ministros de la República, en cumplimiento de un mandato constitucional, acaba de llamarme para el desempeño del cargo de Presidente de Guatemala, en mi carácter de Segundo Designado, en defecto del Primero y mientras dure la imposibilidad del señor General don Lázaro Chacón para servir su alto puesto. Tal medida obedece a la repentina gravedad del Primer Magistrado de la Nación y trae consigo acontecimientos que debe conocer el país para la mejor inteligencia del trascendental ejercicio político y administrativo de Guatemala.
Al asumir tan alto y delicado cargo, que sólo acepto en su carácter transitorio, pero con la disposición de mantener en su justo campo los derechos de todos los ciudadanos y la dignidad de la Patria, es indispensable y urgente fijar desde ahora el carácter y límites de mi gestión gubernativa, en todo aspecto semejante a la que ha venido desarrollando nuestro benévolo y activo Presidente, el General Chacón, de quien la conciencia nacional es deudora por su espíritu conciliador y su respeto a las leyes y los principios. Se y conozco que los acontecimientos que me llevan a tan difícil cargo pueden alterar el normal y paciente desarrollo de los diversos problemas que penden de solución para beneficio del pueblo guatemalteco, si la opinión nacional no es informada explícitamente sobre los fines de mi gobierno interino; y con el objeto de encauzar debidamente esa opinión, a fin de que no se caiga en apasionamientos y en personalismos nocivos, expreso mis convicciones de servidor de la Patria con la serenidad y precisión que las circunstancias requieren y mi conducta demanda.
Nuestro país exige, ante todo, una absoluta consagración y apego a la ley para salir airoso de sus compromisos interiores y lograr sus altos designios como entidad económica y social, y para ello es necesario que todas las fuerzas vivas del mismo, las inteligencias y los corazones, estén dispuestos a sacrificar los menudos puntos de vista de los criterios aislados en bien de la colectividad entera. El país ha experimentado en el decurso de estos últimos años, un cambio notable por lo que respecta al ejercicio de la libertad ciudadana, y todos debemos conducirnos de manera que el uso de la libertad sea consuetudinario e inalterable. Por consiguiente, urge que la Nación toda aporte su colaboración más espontánea y sus mejores devociones para que aquel derecho de desarrollo individual no sufra mengua en el país y para que la obra de reconstrucción comenzada por el Presidente Chacón siga su curso sin obstáculo de ninguna especie.
Quiero creer que en vista de las circunstancias actuales, si no por homenaje a la persona encargada de la Primera Magistratura, por respeto a la Nación misma, todos los elementos de trabajo y de experiencia concurrirán a fortalecer la vida administrativa del Estado; y aprovechando la oportunidad que me ofrece tan elevado servicio, protesto al país mi desinterés en la causa administrativa que asumo,, mi compromiso solemne de mantener el orden social a toda costa -para lo cual cuento con el concurso del Ejército que así me lo ha expresado por medio de sus Jefes- y mi permanencia en el Poder mientras prevalezcan las circunstancias que me han elevado a él y hago votos fervorosos porque la colaboración pública sea la que en realidad haga gobierno y patria”.
Guatemala, 12 de diciembre de 1930.
(f) Baudilio Palma
Cuatro días más tarde, el 16 de diciembre de 1930, el presidente de Estados Unidos de América, Herbert C. Hoover, “aceptó” la presidencia de Palma a través de un telegrama que envió a su enviado extraordinario, el ministro Sheldon Whitehouse. Tras la lucha que se desencadenó y en la cual murió el general Mauro De León, Palma presentó su renuncia y fue detenido. Unos creen que entonces fue asesinado, pero otros creen que se fue de nuevo al exilio, a El Salvador, donde falleció el 19 de junio de 1944. Y hay quienes creen que se había trasladado a Alemania, donde murió.
A los dos días de haber asumido el poder, se publicó en los periódicos, que los Partidos Liberales de Guatemala no estaban de acuerdo con el nombramiento de Palma, argumentando que legalmente el primer designado a la Presidencia era el General Mauro De León, ministro de la Guerra, pero que le traicionaron quienes nombraron a Palma Presidente interino de la República. Por lo que no extrañó que el 17 de diciembre de 1930 un pequeño grupo de soldados del cuartel San Rafael de Matamoros con unos cuantos miembros del partido Progresista, se presentaran de pronto en el Palacio de Gobierno, pistola y en mano y en avanzado estado de embriaguez, y le exigieran su inmediata renuncia, por escrito, argumentando que el General de León, ministro de la Guerra, era el auténtico designado a la Presidencia. Durante la breve escaramuza murió el general Mauro de León.
El gobierno de facto del General Orellana Contreras no fue reconocido por el gobierno de Estados Unidos, según dijo el enviado especial de Washington, Sheldon Whitehouse, al mismo tiempo que le instó a que, para evitar un derramamiento de sangre, presentase su renuncia de inmediato para no exponerse a una intervención armada norteamericana. Por lo cual el General Orellana Contreras renunció a la presidencia de facto y el Parlamento llamó al tercer suplente, licenciado José María Reina Andrade, quien asumió el cargo el 2 de enero de 1931 y convocó a elecciones presidenciales, las cuales “ganó” con mayoría absoluta el llamado “general de división” Jorge Ubico Castañeda porque no hubo ningún otro candidato en la contienda.
Jorge Ubico Castañeda había sido director de la Policía Secreta en el gobierno del General José María Orellana Pinto, donde aprendió a organizar a los “orejas” para que le mantuviesen informado de todo lo que ocurría en el país, tanto en lo publico como en lo privado. Similar a lo que el gobierno comunista de Cuba emplea para espiar a los vecinos de los barrios, lo cual implement durante su gobierno. (Continuará)