Los resultados de las recientes elecciones generales demostraron que una de las ganadoras fue Sandra Torres Casanova, a pesar de haber fracasado en su empecinamiento –a todas luces inconstitucional– por ser inscrita como candidata a la Presidencia de la República postulada por la alianza de los partidos Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y Gran Alianza Nacional (GANA). La cual ha demostrado que era una alianza de carácter estrictamente electorero porque ya se descalabró y de ahora en adelante cada uno de los partidos seguirá diferentes estrategias tanto para la segunda vuelta electoral como en sus bancadas de diputados del Congreso de la República. Sin embargo, este resultado demuestra que si la ex esposa del Presidente Colom hubiese participado en la elección habría tenido posibilidades de ganar hasta con mayoría absoluta, en la primera vuelta, o por lo menos con mayoría relativa y con derecho a competir en la segunda ronda. Porque viendo sin apasionamientos los resultados, se debe reconocer que fue impresionante el poder de la maquinaria política que demostró tener esta señora, por la cantidad de alcaldes municipales y de diputados que obtuvieron. Razón por la cual se cree que no ha descartado su ambición de aspirar a la Presidencia de la República, para lo cual ha continuado trabajando sin descanso en las áreas rurales para mantener vivo el voto de numerosos compatriotas que la apoyan, voto que, aunque es un axioma que los votos no se endosan, es evidente que en la primera vuelta endosó al doctor Manuel Baldizón los votos que ella habría obtenido si hubiese participado. No obstante, esto no garantiza que el candidato del partido Libertad Democrática Renovada (LIDER) vaya a volver a obtener esos mismos votos porque, como ha ocurrido antes, en la segunda vuelta habrá más abstencionismo. De todas maneras, esos votos que le fueron endosados no garantizan que Baldizón vaya a ganar la segunda vuelta, porque parece que ya llegó al tope de los que podría obtener. A pesar de las adhesiones de otros dirigentes, sobre todo si estos son como Rigoberta Menchú y su “movimiento político” Winaq o como el empresario Juan Gutiérrez con su Partido de Avanzada Nacional (PAN), porque el número de votos que obtuvieron en la primera vuelta fue insignificante. En consecuencia, su adhesión a la candidatura de Baldizón es simbólica.
Por otra parte, aunque parezca extemporáneo el tema, hay que reconocer que se ha fortalecido la confianza en el sistema jurídico, que algunas veces se ha puesto en entredicho, con las sucesivas resoluciones del Registro de Ciudadanos (RC), del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y, finalmente de la Corte de Constitucionalidad (CC), que impidieron la inscripción de la ex “primera dama” y virtual co-gobernante del país.para impedir que se cometiera un fraude de ley si se hubiese aceptado que se la inscribiera gracias al divorcio de mutuo acuerdo y con ello la violación del inciso c) del artículo 186 de la Constitución Política de la República. Porque aunque se temía que en alguna de estas instancias se fuese a resolver su inscripción, el fallo unánime de los magistrados de la Corte de Constitucionalidad (CC) de la resolucion del expediente 2906-2011 de la CC, los 7 magistrados –licenciados Alejandro Maldonasdo Aguirre (actual Presidente), Juan Carlos Medina Salas, Gloria Patricia Porras, Mauro Roderico Chacón Corado, Héctor Hugo Pérez Aguilera, Roberto Molina Barreto y Héctor Efraín Trujillo Aldana– que conocieron la apelación de la coalición de los partidos UNE y GANA en favor de la inscripción de la ex esposa del Presidente Álvaro Colom resolvieron por unanimidad no conceder la apelación de sentencia de amparo número 2906, con el voto razonado concurrente del magistrado presidente, licenciado Alejandro Maldonado Aguirre, que comienza diciendo que aprobó la ponencia original por su parte resolutiva, porque la sentencia declara sin lugar la solicitud de amparo planteada por la coalición de los partidos políticos Unión Nacional de la Esperanza (UNE) y Gran Alianza Nacional (GANA), por el rechazo de la inscripción de la planilla de candidatos a Presidente y Vicepresidente de la República a participar en el proceso electoral recién abierto, es correcta y debe confirmarse. En cuanto deduzca la contravención constitucional por haber existido vínculo conyugal (que se ubica dentro del parentesco legal) es legítima la aplicación de la norma prohibitiva contenida en el inciso c) del artículo 186 de la Constitución Política de la República, y esta es razón suficiente para declarar la improcedencia del amparo”. Pero agregó: “No obstante, en vista de que el Registrador de Ciudadanos del Tribunal Supremo Electoral incluyó en su negativa para inscribir esa candidatura que el divorcio “de común acuerdo” del Presidente de la República constituía un fraude de ley porque lo hicieron para burlar la prohibición constitucional antes citada”.
El voto razonado del licenciado Alejandro Maldonado Aguirre, agrega: “La parte considerativa, en la cual determina la existencia de un fraude de ley, carece de soporte probatorio, puesto que hace descansar su conclusión de supuestos imaginativos que también pudieron orientarse en sentido completamente contrario. Esta apreciación no puede ser compartida conforme la interpretación valorativa que debe proteger la libertad íntima de la vida humana”. A lo cual solamente puedo agregar que no sorprende esta última parte porque es una astuta acción de escapismo a lo Houdini, una típica argucia para evitar acusar ante el Ministerio Público a la aspirante a candidata por su obvia intención de cometer fraude de ley. Porque si no se consumó el fraude de ley fue porque de nada le sirvió haberse divorciado del Presidente de la República después de haber sido su esposa y virtual co-gobernante del país durante la mayor parte del período cuando no logró engatusar a los jueces ni a los magistrados de la CC a pesar de sus patéticos lloriqueos declarándose una “madre soltera”, a pesar de haberse casado dos veces. Y tampoco les sirvió de nada que hubiesen escogido a algunas personas de su confianza para ocupar unas de las magistraturas en el TSE, la CSJ y la CC. No les sirvió de nada porque al rechazar la apelación la votación de los magistrados fue unánime.
Entonces, en vista que no pudieron participar por sí mismos en las elecciones con la candidatura presidencial de Sandra Torres Casanova, volcaron su caudal de votos en favor de Manuel Baldizón Méndez, y apoyaron para Alcalde de la capital al licenciado en Economía Roberto González Díaz-Durán, ampliamente conocido como Canela, quien por esta razón fue que logró quedar en segundo lugar con más votos que el candidato del Partido Patriota (PP) Alejandro Sinibaldi, a pesar de la impresionante campaña de propaganda multimillonaria que éste hizo durante tanto tiempo. La cual, dicho sea de paso, en mi opinión fue contraproducente porque saturó al país como lo hizoen su oportunidad la campaña presidencial del desaparecido Jorge Carpio Nicolle. ¡Ya era insoportable tener que ver por todas partes y a cada rato la cara de Sinibaldi con su mejor sonrisa muy estudiada! Es más, creo que el abierto apoyo personal que le dio el general Pérez Molina en algunos anuncios televisivos perjudicó al candidato a Alcalde, pero también se perjudicó a sí mismo porque el resultado de la elección demostró que su apoyo no sirvió de nada a quien ya se creía ser el sucesor de Álvaro Arzú, quien no tuvo que dedicar mucho tiempo ni mucho dinero para volver a ser re electo, gracias a que, como dije en otra oportunidad, la mayoría de los vecinos estamos satisfechos con su gestión edilicia y la eficiente colaboración de su equipo de trabajo, Y el hecho de haberlo dicho provocó que un militar-policía español convertido en seudo periodista haya dicho que no tengo derecho a hablar por la mayoría de los vecinos de la capital. ¡Razón por la cual le mandé al carajo! No se quien fue el asesor de propaganda de Alejandro Sinibaldi, pero quien quiera que haya sido debió decirle que los publicistas aconsejan evitar la saturación prolongada por los medios de comunicación porque produce un efecto negativo cuando los consumidores se llegan a cansar de tanta reiteración en la promoción del producto que se anuncia.
Sandra Torres Casanova entre Jairo Flores y Jaime Martínez. ¡No se pudo!
No estaba equivocado cuando dije que los dos principales dirigentes visibles del partido oficial Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) Jairo Joaquín Flores Divas y Orlando Blanco Lapola iban a sacarse un as de la manga, o producir alguna sorpresa, como quedó demostrado con el inusual número personas que acudieron a votar esta vez –el mayor número de votantes en la historia del país–, sobre todo mujeres que fueron empadronadas como requisito para poder obtener las famosas “bolsas familiares” que repartía la “primera dama”, las cuales, como es bien sabido, eran compradas con dinero de los contribuyentes, pero las repartía en el interior de la República como si fuesen donaciones a título personal. ¡No cabe duda de que estos dos astutos activistas políticos son muy hábiles! Pero aunque Orlando Blanco y Jairo Flores hayan logrado ser electos diputados, estoy convencido de que no tendrá éxito su adhesión al candidato del partido LIDER, porque los virtuales ganadores de la segunda vuelta serán Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, para Presidente y Vicepresidente de la República respectivamente. ¡En buena hora! Porque, de lo contrario, ¡Dios nos proteja! Este señor es tan insensato –además de ser un demagogo peligroso– que no se da cuenta que su proyecto del famoso Bono 15 lejos de favorecer a los trabajadores les perjudicaría, porque de inmediato provocaría mucho desempleo.
Pero no deja de llamar la atención que se unan a la candidatura del doctor Baldizón –que ha demostrado hasta la saciedad que es un consumado demagogo populista–, las endebles fuerzas de la alianza de los trasnochados elementos de extrema izquierda de Winaq y ANN, encabezadas por la aborigen Rigoberta Menchú Tum, premio Nobel de la paz 1992. ¡De la paz, háganme favor!, cuando ella ha sido la principal instigadora para que no se respete el hecho que ya se firmó la paz firme y duradera y se ha dedicado a desprestigiar a Guatemala por el mundo entero. No obstante lo cual, Baldizón que –como bien dice hoy el presidente de elPeriódico Jose Rubén Zamora– es una mezcla de Bucarám, Chávez y Correa, se propone nombrarla ministra de Relaciones Exteriores si él gana la segunda vuelta y llega a ser presidente de la República. ¡Imagínense ustedes! Y también es muy asombroso que se le unan los ex guerrilleros procomunistas de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca URNG y el partido en formáción MNR. ¡Pero el colmo es que también se le una el ultraderechista Frente Republicano Guatemalteco (FRG) que, aunque él ya no de la cara y haya puesto a un sucesor, sigue siendo el máximo líder el general Efraín Ríos Montt y tanto la Menchú como los guerrilleros le han acusado tantas veces de genocida. ¡Está visto que no hay límites para los políticos guatemaltecos! ¡Aunque con ello pueda hundir aún más a nuestra sufrida patria! ¡Les importa muy poco la suerte de Guatemala y de los guatemaltecos con tal de saciar sus venganzas o procurar cuotas de poder y otros intereses! Lamento mucho si mi admirada y querida amiga Zury Ríos Sosa está de acuerdo con esta absurda decisión. Aunque es probable que su papá esté reaccionando de esta manera en venganza contra un supuesto atentado que él tenía la impresión que Pérez Molina había intentado matarlo. ¿Por qué? Porque en junio de 1983 varios oficiales de la promoción 73 –incluyendo a Pérez Molina– le exigieron que cumpliera quince puntos que había ignorado como Jefe de Estado, cuando llegó al poder con el golpe de Estado de marzo de 1982 contra el presidente Romeo Lucas García. Públicamente, Ríos Montt se mostró anuente a cumplir los 15 puntos que le exigían, aparentemente, pero lo primero que hizo después fue despedir a todos los oficiales que lo habían confrontado. Acto seguido, desconocidos lanzaron una granada a su casa. Ríos Montt salió ileso, pero no olvidó la agresión y años después se cobró la factura, aunque Pérez Molina siempre negó tener alguna responsabilidad en el atentado. Hacia finales de 1999, Ríos Montt también movió sus piezas y expulsó a algunas del tablero. Una de las piezas desterradas fue Pérez Molina. Entonces, también comenzaron a circular otros nombres para dirigir el Ministerio de la Defensa. Quizá por eso llegado enero de 2000, a pocos días de haber sido investido Presidente de la República, Alfonso Portillo hizo la maniobra inesperada –traicionera, para Pérez Molina– de nombrar ministro de Defensa al coronel Juan De Dios Estrada Velázquez. Y así, de un brochazo confirma la inadvertida fragilidad de la estructura militar y de los sueños de Pérez Molina. “Es como un castillo de naipes”, dice una fuente. “Quitas un naipe mal puesto, y todo se viene abajo”. Y así fue. Todos los generales, de División y de Brigada –incluido el signatario de la Paz en representación del Ejército– pasaron a disponibilidad, y se le cerró a Pérez Molina esa puerta de acceso a liderar el Ejército. (Continuará)