INOLVIDABLE VIAJE A MEXICO (1)


Miembros de La Cofradía volando en Interjet a la Ciudad de México

Con el propósito de acompañar a nuestro querido amigo y cofrade José Pepo Toledo Ordóñez a la inauguración de su exposición de esculturas Esculturas Peligrosas que tuvo lugar el jueves 8 del mes en curso en el museo José Luis Cuevas, situado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, el jueves 8 un pequeño grupo de miembros de la Cofradía de los Viernes viajamos al Distrito Federal el martes 6 en unp de los vuelos de Interjet, esa empresa mexicana que está volando diariamente entre Guatemala y México con tarifas muy bajas. Dicho grupo estuvo integrado por nuestra querida amiga Aura Ruiz de Jiménez, cantante, presentadora de un programa de radio y socia del restaurante que se llama Hacienda de los Sánchez (“El sabor que sí complace”), la única mujer que es aceptada en La Cofradía de los Viernes, a quien afectuosamente llamamos “Muñecona”; el empresario Ernesto “Neto” Villa Alfonso, propietario de la cadena de restaurantes Los Cebollines y muchos años presidente del Club de fútbol Municipal; el emprendedor empresario Christopher Dent Dávila; mi muy querido hijo menor, Alejandro Palmieri Waelti, y  el autor de estas líneas (yo). Al día siguiente se nos unió nuestro querido amigo y cofrade Julián Lamadrid Matesanz, propietario de los restaurantes El Portal del Ángel. Aprovecho la oportunidad que menciono a la Cofradía de los Viernes para decir que solo a un pendejo como el nefasto Carlos Castresana, ex jefe de la CICIG, se le pudo ocurrir la estupidez de sospechar que nuestra cofradía es una oranización mafiosa o cosa parecida, cuando es un grupo muy selecto de amigos que, desde hace muchos años, nos venimos reuniendo todos los viernes a compartir unos cuantos tragos, a almorzar algo sabroso y, sobre todo, a cambiar impresiones con absoluta franqueza y libertad sobre los acontecimientos de Guatemala. Parece mentira que a pesar de haber nacido en España, no sepa que, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), una Cofradía es una congregación o hermandad reunidas con un fin determinado, y el nuestro es sencillamente compartir un buen rato entre buenos amigos. Es evidente que conoce solamente una de las acepciones del término que dice: “junta de ladrones o rufianes” y, como dice el refrán que el  ladrón cree que todos son de su condición, creyó que nosotros somos de esa condición. Pero olvidemos esa pendejada y continuemos el viaje: el vuelo en el avión de Interjet fue sumamente cómodo y agradable. Éramos tan pocos pasajeros que parecía que se trataba de un avión privado, como se puede ver en la foto de abajo. La tarifa que esta empresa mexicana está cobrando es sumamente baja  y comenzaron con dos vuelos cada día, pero, en vista de que ha habido escasos pasajeros, se verán en la necesidad de cancelar uno de ellos. ¡Qué lástima!

Mi hijo Alejandro Palmieri Waelti brindando con La Muñecona durante el vuelo

Aura Ruiz de Jiménez, llamada “La Muñecona” brindando con Alejandro

Ernesto Neto Villa llegando al hotel Presidente InterContinental

Naturalmente, teníamos que hospedarnos en el hotel Presidente InterContinental, porque es mi favorito en esa ciudad. En esta foto, el querido cofrade Ernesto Neto Villa posando junto a la emblemática escultura titulada El Indio Danzante situada en la entrada del hotel. Esta bella escultura se ha convertido en una especie de ícono de este hotel. Observen la escultura metálica que hay en el centro del lobby. Probablemente a algunos de los implacables críticos de las esculturas de Pepo Toledo Ordóñez les parecerá que no es lo que ellos catalogan como una escultura aceptable. 

En el lobby del hotel Presidente InterContinental

En esta foto estamos Aura Ruiz de Jiménez —La Muñecona–, en medio de los cofrades Neto Villa Alfonso y Jorge Palmieri. Nuestro programa era que tan pronto llegáramos al hotel dejaríamos las maletas en nuestras correspondientes habitaciones para ir inmediatamente al excelente restaurante Au Pied de Cochon, situado en el lobby del mismo hotel, a tomar un par de tequilas y comer unas cuantas ostras de Baja California Sur.

En el restaurante Au Pied de Cochon

En el magnífico restaurante Au Pied de Cochón, con franquicia del mundialmente famoso restaurante original del mismo nombre que está en el Mercado Les Halles de París. Como les dije, comenzamos tomando una cerveza bien fría para bajar un tequila y comiendo unas ricas ostras de Baja California Sur. La gran sorpresa es que se nos unieron el querido Pepo Toledo y la Embajadora de Guatemala, señora Rita Claverie Díaz de Sciolli, quien es una persona sumamente inteligente, culta y eficiente, además de ser verdaderamente encantadora y por lo que pudimos darnos cuenta, muy eficiente en sus funciones y sumamente estimada. En mi opinión, es un verdadero lujo para Guatemala el hecho de tener una embajadora de tan alta calidad.

Cenando con la encantadora embajadora de Guatemala

La señora embajadora de Guatemala, Rita Claverie Díaz de Sciolli nos honró con su grata compañía. Yo no tenía aún el gusto de conocerla, pero había oído hablar muy bien de ella durante el período que trabajó como Ministra Consejera en la embajada en Washington, D.C., Además es hija de mi querido amigo el licenciado Enrique Quique Claverie, que fue mi compañero en el Colegio de Infantes y por largo tiempo fue miembro del Partido Revolucionario y un destacado diputado. Pero por el corto tiempo que tuvimos el privilegio de gozar de su compañía puedo decir que es no sólo una mujer sumamente inteligente, culta, bien informada y encantadora, sino muy eficiente en el desempeño de su labor diplomática. En resumidas cuentas, no sólo para mí sino para todos fue un honor y un placer haberla conocido y haber compartido algún tiempo con ella. Ojalá Guatemala tuviese muchas embajadorasde su categoría.

Amable recepción en la residencia de la Embajada

La Embajadora Plenipotenciaria y Extraordinaria de Guatemala en México, señora Rita Clavierie Díaz de Sciolli, nos invitó a un coctel en la residencia de la Embajada. No puedo dejar de mencionar lo mucho que me conmovió ver lo bien cuidada que tiene esa casa que a mí me fue donada generosamente por el señor Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado José López Portillo, cuando yo era embajador de Guatemala en ese país, de diciembre de 1978 a marzo de 1982. En ese entonces esa casa costó más de un millón de dólares, pero ahora ha de valer por lo menos 10 millones de dólares. ¡Y aunque parezca mentira, hasta la fecha ningún embajador ha puesto una pequeña placa en la que se agradezca el donativo al ex presidente López Portillo durante mi gestión!  Por otra parte, lamento decir que muchas veces que había tenido oportunidad de visitar esa casa, por invitación de algunos de los embajadores en turno, me daban ganas de llorar al ver el mal estado en el que la tenían. Pero debo reconocer que hubo algunas excepciones, como el embajador Juan José Serra y su esposa, la señora Isabel Paiz de Serra, y el embajador Arturo Soto Aguirre y su esposa Marilys, quienes sí se esmeraron en mejorar la forma en que la tenían. El peor de todos los períodos de descuido fue el de mi sucesor, el ex Presidente de la República Julio César Méndez Montenegro y su esposa, Sarita de la Hoz de Méndez, durante el tiempo que fue Presidente de facto el general Efraín Ríos Montt. Descuidaron tanto la casa que no gastaban ni un centavo en darle mantenimiento, al extremo que no tenían el cuidado de impermeabilizar el techo y, como consecuencia, en muchas partes caían goteras, incluyendo el dormitorio principal, y todo lo que hacían ellos era poner cubetas para recoger la lluvia. Y por lo general trataron de justificar el deterioro diciendo que los gobiernos no les daban fondos para eso. Pero fuere por lo que fuere era un descuido imperdonable.

Durante la recepción la señora Embajadora Rita Claverie de Sciolli

De izquierda a derecha, Ernesto Neto Villa, Pepo Toledo, periodista Jorge Palmieri, la embajadora , Christopher Dent, Aura Jiménez La Muñecona y mi hijo Alejandro Palmieri Waelti.

Aura Ruiz de Jiménez (La Muñecona) con Julián Lamadrid en la residencia de la embajadora

Un alto funcionario del gobierno fue invitado distinguido

De izquierda a derecha, el autor de este blog, la amable anfitriota, señora embajadora de Guatemala Rita Claverie de Sciolli, el Subsecretario de Economía de México, Francisco Rosenzweig Mendialdúa y su esposa, María Migueles de Rosenzweig. Pepo ya los conocía desde el 2005, en una reunión de Reguladores de Energía que se celebró en Punta del Este (Uruguay) y Pepo era Presidente de la Comisión Nacional de Energía y Rosenzweig era el asesor jurídico de la delegación mexicana.

La Muñecona Aura Ruiz  de Jiménez posando junto a la monumental escultura metálica La Giganta del maestro José Luis Cuevas, situada en el centro del patio principal del Museo que lleva su nombre.

Con un valioso compatriota exiliado

De izquierda a derecha, Julián Lamadrid, Ernesto Neto Villa, la poetisa María Cruz, el editor guatemalteco Carlos  Humberto López Barrios, residente en México desde hace 32 años, director de la Editorial Praxis, donde se han editado más libros que los que han editado todas las universidades públicas y privadas de Guatemala, La Muñecona Aura Ruiz, el periodista Jorge Palmieri (yo, pues), el empresario Christopher Dent y el escultor José Toledo Ordóñez, ampliamente conocido como Pepo, quien estaba inaugirando la exposición de sus esculturas Esculturas Peligrosas.

Algunas de las Esculturas Peligrosas del escultor José Pepo Toledo Ordóñez.

(Continuará)