Renuncia “irrevocable”

No cabe duda de que la noticia bomba del momento es el anuncio, ayer por la tarde, de la renuncia ?irrevocable? de Carlos Vielmann Montes del cargo de ministro de Gobernación, a pesar de que el Gabinete Presidencial rechazó por unanimidad el voto de falta de confianza que acordó en su contra la mayoría de los diputados al Congreso de la República. Pero, según dijo el Presidente Óscar Berger, él trató de convencerlo de que no renunciara, que se quedara, pero aseguró que ?no hay poder de Dios que lo convenza?. Sospecho que quiso decir que no hay poder humano, no de Dios.
Vielmann le presentó su renuncia el primer día que se presentó ante el pleno del Congreso de la República para ser interpelado por la bancada del partido Patriota (PP) para responder una serie de preguntas relacionadas con su comportamiento en ese cargo, en general, pero en particular sobre el reciente asesinato, a principios de febrero, de tres diputados salvadoreños al Parlamento Centroamericano (Parlacen) y su chofer y, posteriormente, la detención, el 20 de marzo, de cuatro miembros de la Policía Nacional Civil (PNC) que, supuestamente, eran miembros de un grupo policial “de élite”, que se dice eran dirigidos por el médico ginecólogo Javier Figueroa, jefe de la Unidad Contra el Crimen Organizado, quien, inexplicablemente, salió el país como si fuera Pedro por su casa con sus hijos menores, por la vía aérea, rumbo a San José de Costa Rica y ante las cámaras de los noticiarios de televisión , sin que se lo impidiese el Ministerio Público (MP) u otra autoridad competente.
Después trascendió que Figueroa no permaneció en Costa Rica, sino continuó su viaje a Venezuela, pero las autoridades migratorias de ese país han dicho que no tienen conocimiento de su llegada. Sin embargo, se cree que desde ahí envió una carta al Presidente Berger diciéndole que está dispuesto a regresar siempre y cuando le garanticen su vida y su seguridad. Pero el MP le respondió que nel pastel. ¡No señor! Que no se le puede interrogar a control remoto y tiene que venir a declarar personalmente. Lo cual no creo que al doctor Figueroa le haya hecho mucha gracia y, por consiguiente, se sospecha que no regresará mientras pueda evadir las órdenes de captura para evitar los graves riesgos que correría si viniese a Guatemala y declarase todo lo que sabe.
Debo recordar que antes de que los supuestos asesinos de los cuatro ciudadanos salvadoreños pudiesen hablar, fueron aniquilados dentro de la cárcel ?de alta seguridad? denominada El Boquerón por personas desconocidas que para poder llegar hasta el lugar donde ellos se encontraban tuvieron que tener en su poder las llaves de varios candados.
Hace pocos días, las autoridades anunciaron la captura de los supuestos “autores intelectuales” del crimen, pero por su aspecto y su comportamiento tan risueño, es poco creíble que sean de verdad los autores intelectuales de ese crimen. Es decir, cabe sospechar que los verdaderos autores intelectuales siguen libres. Y hay quienes creen que podrían estar en cargos gubernamentales.
Enmedio del escándalo, que alcanzó ribetes internacionales, la bancada del partido Patriota en el Congreso llamó al ministro Vielmann a declarar y, después de tres sesiones, una mayoría de los diputados de oposición lo culpó de permitir las actividades de dos comandos de “limpieza social” encargados de asesinar a presuntos delincuentes, con el beneplácito de una parte de la población.
El voto de desconfianza de la mayoría de los diputados de oposición no pareció quitarle el sueño a Vielmann, quien salió del Palacio Legislativo reiterando enfáticamente, ante los reporteros, su total inocencia de los cargos que le hicieron y soltando unas cuantas boqueras un tanto burlonas contra el candidato presidencial del PP, general retirado Otto Pérez Molina, quien a pesar de que originalmente había sido electo diputado al Congreso por el partido Gana, mismo que llevó a la Presidencia a Berger, y al principio del actual gobierno fue nombrado Comisionado Presidencial para la Seguridad, se retiró de ambos cargos para dedicarse por completo a su campaña electoral, a pesar de que el Tribunal Supremo Electoral todavía no ha dado la señal para arrancar. Y confió la dirección de la bancada del PP en manos de la guapa y valiente diputada Irma Roxana Beldetti.
Al medio día de ayer un noticiario de televisión dio la noticia de que Carlos Vielmann iba a continuar al frente del ministerio de Gobernación y que Erwin Sperisen seguiría al mando de la PNC y, cuando lo escuché, me alegró que así fuera porque estoy convencido de que en las actuales circunstancias va a ser excesivamente difícil al gobierno encontrar personas idóneas que se atrevan a aceptar esas responsabilidades y se desenvuelvan como es debido, “con alma, corazón y huevos”, como solía decir mi amigo monseñor Mario Martínez de Lejarza (q.e.p.d.).
Pero, al mismo tiempo, puse en duda la noticia, sencillamente no la creí porque esa habría sido la decisión más inteligente que pudo haber tomado el Presidente Berger. Y el susodicho ya ha demostrado de sobra que no es muy afortunado para tomar esas decisiones.
No soy amigo de Carlos Vielmann Montes y a Erwin Sperisen únicamente le conozco superficialmente, pero lamento sinceramente que dejen esos cargos en esa forma. Estoy convencido de que ambos trataron, lo mejor que les fue posible, de servir al país y defender a la sociedad de las constantes actividades delincuenciales. Lo cual se dice fácil, pero no lo es. Y los riesgos que corrieron en ese empeño no fueron moco de pava.
Vielmann salió en televisión echando boqueras como que se va porque un asunto de Estado se convirtiera en tema político por la oposición en vísperas de elecciones. Y agregó: “la decisión estaba tomada prácticamente. Asumiré la carga política qie esto conleva” O sea que puso de manifiesto que está “mosqueado” y dolido y no sale porque haya renunciado en forma ?irrevocable? como dijo Berger, sino porque el gobierno no puede soportar esa carga. Y Sperisen declaró que va a reintegrarse a la actividad civil en la Municipalidad capitalina, aunque la Policía Nacional es Civil… pero que el Presidente Berger le ofreció un cargo diplomático. Me imagino que no será de embajador en El Salvador. No solo por lo que les ocurrió a los tres diputados al Parlacen y a su chofer, sino porque acaba de asumir ese cargo el ?Chino? José Luis Chea Urruela. Y me parece que ya presentó sus Cartas de Estilo al Canciller salvadoreño.
Al final de la tarde trascendió que a Vielmann le sucederá la señora Adela Torrebiarte, conocida activista de Derechos Humanos al frente de la entidad de “Madres Angustiadas”, aunque el Vicepresidente Stein insistió en que hay cinco candidatos en la lista de personas que podrían asumir esa responsabilidad.

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