1.- La visita del Vicepresidente de Estados Unidos
Joe Biden, Vicepresidente de Estados Unidos de América.
El señor Vicepresidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, después de asistir a Brasil para presenciar un partido de fútbol del campeonato mundial de Brasil en el que participó la selección norteamericana, visitó Guatemala, a donde convocó a los presidentes de El Salvador y Honduras (quien no vino porque estaba en el campeonato mundial de fútbol en Brasil) y al Secretario de Gobernación de México, para informarles de la insoportable situación que ha provocado para ese país la constante y multitudinaria emigración ilegal de menores de estos países en pos de sus padres que se encuentran allá también indocumentados. Porque han sido engañados por los “coyotes” de que les será más fácil que se les permita el ingreso a la Unión Americana invocando el respeto a los derechos humanos por su condición de menores. Y agregó que por el momento ya hay en los centros de detención fronterizos cerca de 11 mil menores guatemaltecos. Para endulzar un poco la amarga píldora, donó algunos millones de dólares para contribuir a que estos países se ayuden a solucionar el problema ofreciendo mejores condiciones de vida a esos menores para que no huyan de estos países y traten de ingresar ilegalmente a los Estados Unidos, porque, como es natural, serán interceptados y repatriados a sus respectivos países de origen, como corresponde de acuerdo a las leyes estadounidenses y, cabe agregar, a las leyes migratorias de cualquier otro país. Menos mal que Estados Unidos ha venido repatriando en aviones a los muchos miles de personas indocumentadas en vez de matarlas, o meterlas en cárceles o campos de concentración, como sin duda podría ocurrirles en otras latitudes. Porque todo país tiene el derecho soberano de impedir la entrada de personas que no están debidamente documentadas y expulsarlas de su territorio porque para las autoridades migratorias han cometido un delito y, por lo tanto los indocumentados son delincuentes. Así de simple. Por más que se alegue que lo hicieron porque andan en pos del anhelado “sueño norteamericano”.
En Guatemala y en algunas otras partes del mundo eso ha sido tomado injustamente como una violación de los Estados Unidos a los famoso “derechos humanos” de los menores que han tratado de ingresar a ese país ilegalmente. Pero ese argumento es injusto porque en todos los países del mundo es indispensable para ingresar a su territorio llenar todos los requisitos migratorios. En vez de condenar al gobierno norteamericano en general y al presidente Barack Obama, en particular, lo que nuestros países deben hacer es mejorar las condiciones de vida de todas las personas para impedir que se vayan de “mojados” a los Estados Unidos, y en especial a esos muchachos para que no corran los graves riesgos que tienen que correr desde que ingresan al territorio mexicano y se suben al fatídico tren denominado “la bestia”, donde corren el peligro de perder la vida y son víctimas de atracos, malos tratos y extorsiones. Y aún después, al ingresar clandestinamente al territorio estadounidense, corren el riesgo de morir de insolación o de sed en el desierto como, lamentablemente, acaba de sucederle a un menor guatemalteco que iba en busca de su hermano.
Insisto en que las autoridades estadounidenses están cumpliendo con su función al impedir el ingreso a ese territorio de personas ilegales. Con lo cual no están violando de ninguna manera los derechos humanos. Por lo que me pareció muy injusta una caricatura reciente del gran caricaturista Fo en la que equiparó al presidente Obama con el dictador nazi Adolfo Hitler. Yo he sido un admirador del talento de Fo, pero creo sinceramente que en esta oportunidad fue muy injusto. En mi opinión, la reciente visita del señor Vicepresidente Biden fue muy respetuosa y cordial.
Esta es la caricatura de Fo a la que me refiero. Me parece que esta vez ha exagerado demasiado. Lo de Hitler fue el Holocausto, y lo del presidente Obama es en cumplimiento de la Ley Migratoria. Y él mismo reconoce que no envían a los menores a un campo de concentración o a un crematorio, sino los mandan de regreso a Guatemala en avión. Lo cual es una importante diferencia. ¿No les parece?
2.- Recepción por el aniversario del 4 de julio de i776
Hablando de los Estados Unidos de América, me he enterado de que la recepción para conmemorar 238 aniversario de la Independencia de ese gran país, ocurrida el 4 de julio de 1776, no será mañana, como debiera ser, sino será hasta el 29 de julio, cuando ya haya venido al país el embajador Johnson y haya presentado sus Cartas Credenciales al Presidente Otto Pérez Molina. Mientras tanto, mis saludos de felicitación a ese gran país de Thomas Jefferson, principal autor de la Declaración del Acta de Independencia, el general George Washington, quien encabezó las tropas independentistas, y los Padres de la Patria John Adams y Benjamín Franklin.
3.- Buena labor de la esposa del Presidente Pérez Molina
Profesora Rosa María Leal, esposa del Presidente Pérez Molina
Aplaudo calurosamente la labor humanitaria que ha venido desarrollando la señora Rosa María Leal, esposa del Presidente de la República –no “primera dama” como algunos insisten en llamarla–, porque desde hace algún tiempo ha venido visitando los lugares fronterisos de los Estados Unidos con México donde hay hacinados muchos miles de emigrantes ilegales menores de edad que han sido interceptados y detenidos cuando han tratado de entrar ilegalmente a la Unión Americana.
En días recién pasados esta señora fue entrevistada en el programa periodístico titulado “A las 8;45” por los periodistas Juan Luis Font y Gustavo Berganza y debo decir que pocas veces he escuchado tanta sensatez en alguna de las numerosas personas que han sido entrevistadas en ese importante programa televisivo de muy alto rating.
Ahora se ha sabido que va a recurrir hasta al papa Francisco para que se pronuncie en favor de que se respetenb los derechos humanos de los menores indocumentados
4.- Impertinencia del Presidente Otto Pérez Molina
El diario matutino Prensa Libre publicó el jueves 26 de junio un Editorial que textualmente dice:
Ya no más llamadas, presidente Pérez
“Prensa Libre presenta su respetuosa pero firme y enérgica protesta a causa de la llamada hecha el martes pasado por el presidente Otto Pérez Molina a nuestro director editorial, Miguel Ángel Méndez Zetina, a quien increpó porque no está de acuerdo con las informaciones sobre la contratación de una empresa extranjera que él defiende con tesón.
En los últimos meses, el mandatario ha hecho llamadas similares al director editorial. No lo habíamos hecho público en un gesto de tolerancia, pero esta vez es aún más inaceptable porque acusó directamente a este diario de estar “sirviendo a la estrategia de sectores empresariales” que quieren sabotear los planes del Gobierno para controlar la evasión fiscal. Esto es inaceptable y reiteramos nuestro rechazo.
El mandatario debe tener claro que la labor de la prensa independiente de los gobiernos y funcionarios consiste en informar desde la mayor cantidad de puntos de vista, así como comentar las decisiones oficiales, sobre todo las opacas, como en este caso. Es un derecho y una obligación periodística porque así sirve a sus lectores y al país.
La acusación presidencial contra las motivaciones informativas nuestras constituye un innecesario insulto que solo puede ser el producto de una actitud de desesperación y de mediocridad de su equipo de prensa. El Estado recaudará menos, lo que no se soluciona contratando empresas locales o extranjeras, sobre todo de corta existencia, sino mejorando la recolección encargada a instituciones estatales. No puede despedir a los directivos de la Superintendencia de Administración Tributaria, como tampoco a los del Tribunal Supremo Electoral porque fiscalicen la propaganda anticipada, comenzando con la del partido oficial.
Ningún presidente tiene entre sus tareas llamar en forma oficial a la prensa para protestar, agradecer o felicitar a nadie. Se le atiende con cortesía, como a cualquier ciudadano. Los periódicos y noticieros tienen una organización y conductos determinados. Al no respetarlos, todo funcionario demuestra poco respeto al orden y ejemplifica cómo actuará cuando las leyes del país le impidan actuar y ello le disguste.
El presidente Pérez Molina ha cometido varios errores al anunciar la toma de decisiones erradas que lo han obligado a retroceder. Ha decidido ser el vocero del Gobierno, al igual que la vicepresidenta Roxana Baldetti. Ambos hablan con mucha soltura y poca reflexión sobre temas de los que no tienen obligación de conocer ni de hablar, aunque sí de estar informados. Se olvidan de que, a menos de que las conversaciones con los periodistas sean previamente establecidas como confidenciales, serán publicadas porque deben serlo.
Prensa Libre reitera su petición de que el presidente respete la labor periodística. Debe gobernar, para lo que fue electo, y respetar la autonomía de las instituciones. Debe también delegar las funciones de comentar y quejarse por las críticas a la tarea gubernativa. Y en este delicado campo, contar con una oficina de comunicación profesional y capaz. En su administración, ese no es el caso”.
Mi comentario: Con el respeto que me merece la alta investidura del Presidente Constitucional de la República, me solidarizo con la opinión Editorial de Prensa Libre. Pero no me extraña la actitud del general Otto Pérez Molina. No olvido que la primera vez que, desafortunadamente, tuve que intercambiar unas cuantas palabras con él, cuando él era Jefe del Estado Mayor Presidencial del presidente Ramiro De León Carpio –a quien en mala hora yo apoyé para que fuese elegido por la mayoría de diputados del Congreso de la República para concluir el período de cinco años para el que había sido electo el Presidente Jorge Serrano Elías, pero luego traicionó a los diputados que votaron por él al imponer la “depuración” de ese organismo–, acudí a la boda de uno de los hijos del mandatario la cual tuvo lugar en la finca presidencial “Santo Tomás” en el caluroso departamento de Escuintla, y en la invitación se especificaba la cachimbirada que había que asistir vestidos de negro y corbata –a pesar del insoportable calor tropical– y al llegar al lugar de la ceremonia habían ayudantes del EMP registrando (cachando) a los invitados para comprobar que no llevaran armas de fuego, lo cual me pareció un abuso de poder y una cachimbirada y descortesía para los invitados de parte del presidente “huevos tibios”, porque si las personas que habían sido invitadas no merecían la confianza del presidente y de su esposa Shenny, en el momento en el que iban iban a cachar a mi hijo, Alejandro, yo protesté en voz alta alegando que era consejero del Presidente De León y había sido invitado por él y su esposa, por lo que se suponía que merecía confianza y respeto, y los ayudantes me dijeron que eran instrucciones del Jefe del Estado Mayor Presidencial, a lo que respondí a gritos que debían decirle a ese señor que estaba cometiendo una descortesía cachimbira con los invitados, y en vista de que él se encontraba frente de nosotros, solamente me respondió: “Pues lo siento mucho”, a lo que contesté “Pues debería sentirlo, general Pérez porque es una cachimbirada que pone en muy mal predicado al presidente de la República”. Y él solo repitió “Lo siento mucho”. Por lo cual yo pude percatarme de la clase de persona y, sobre todo, la clase de militar que era. Desde entonces, nada que él haga o diga me sorprende en lo más mínimo. Lamentablemente, a pesar de los estudios superiores que haya hecho aquí y en el extranjero, el susodicho general se comporta como un chafarote. Pero fue elegido para ser Presidente de la República por un período de cuatro años que –¡gracias a Dios!–, no falta mucho por concluir y estoy seguro de que su mandato no será prorrogado por más que trate de hacerlo. Lo único que nos queda es tener un poco más de paciencia para que terminen los cuatro años y en el futuro procurar no volver a elegir jamás en nuestra historia política a otro militar ni, mucho menos, a otro miembro del partido mal llamado “Patriota”.
Mientras tanto, hacen bien la dirección Editorial de Prensa Libre y algunos de sus destacados columnistas, como Carolina Vásquez Araya, que han protestado por diversos medios por esa actitud indigna del mandatario de un país civilizado donde supuestamente privan el respeto al artículo 35 de la Constitución de la República y el estado de derecho. Supongo que a estas alturas ya estarán casi tan decepcionados como yo de lo que se esperaba de su gobierno y de su comportamiento.
5.- Menor comete acto de terrorismo
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Es condenable el acto de terrorismo que cometió un menor de edad que lanzó una granada al paso de un camión con agua, como podrán ver en este YouTube que, lamentablemente, no tiene sonido. Pero podrá verse en el círculo rojo al niño que lanzó la granada, así como el momento en que estalló. Lo cual tuvo como saldo la muerte de una mujer y varios heridos. En mi opinión, a ese menor debe tratarse como el terrorista que es y no como un menor que simplemente hizo una travesura. Que caiga sobre él todo el peso de la ley por terrorista, como si fuese un mayor de edad. Es bien sabido qie desde hace algún tiempo los narcotraficantes y el crimen organizado están empleando a menores de edad para cometer sus fechorías. Según se ha averiguado, ese menor actuó como terrorista por instrucciones de una persona privada de libertad. Lo menos que merece un terrorista es cadena perpetua, en vista de que no se le puede imponer la pena de muerte.
6.- ¿”Cristianismo” o idolatría?
El venerado “Cristo Yacente” del templo de Nuestra Señora de los Remedios (Calvario) de la zona 1 fue colocado en su urna después de haber sido enviado a que se le hiciera una limpieza, pero al cabo del tiempo que se llevó esta operación y fue devuelto a esa iglesia, los feligreses han protestado airadamente porque alegan que no es la mismo “Cristo Yacente”, cuya primera aparición en una procesión tuvo lugar en el año 1670, porque está muy pálida, tiene otros rasgos, y creen que la figura original, que tiene gran valor artístico e histórico, fue cambiada por otra. Por lo cual el genial caricaturista Fo, de Prensa Libre, publicó esta caricatura, empleando a una escultura de la virgen María que también fue gravemente dañada al haber sido “retocada”.
El párroco del Calvario, presbítero Héctor José Corado, informó que se solicitó al restaurador Ramiro Irungaray limpiar del polvo y el humo de veladoras a la escultura y de las emisiones de motores diesel, trabajo que se prolongó durante tres semanas. Explicó que Ramiro Irungaray ha restaurado la imagen de Jesús Nazareno de la Justicia del templo del Calvario, a Jesús Nazareno de La Merced y al Cristo Negro de Esquipulas, y que nunca se había presentado ningún problema. Luis Manuel Muñoz, restaurador del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Muebles (Cerebiem) del Instituto de Antropología e Historia, dijo que según la Ley del Patrimonio Inmueble, toda intervención a las esculturas religiosas debe tener la autorización de esa entidad y los Miembros de la Hermandad Cruzados de Cristo, encargados del culto al Señor Sepultado, no lo hicieron. De oficio, el Ministerio Público (MP) abrirá un expediente para verificar la autenticidad de la imagen. El historiador Juan Alberto Sandoval declaró que Irungaray tiene el aval de Cerebie en su calidad de cofundador e integrante de esa entidad, por lo que no necesitaba su autorización. En vista de la protesta por el blanqueado de la imagen, Irungaray sugirió aplicarle pátina para volver a darle el acabado de antigüedad, pero los encargados dijeron que no es necesario aunque el Señor Sepultado esté más blanco que antes.
Twitter@jorgepalmieri