MURIÓ EL POETA Y ESCRITOR ÁLVARO MUTIS

Álvaro Mutis Jaramillo (1923-2013)

A las 4:20 de la tarde del domingo 22 del mes en curso falleció en el Hospital de Cardiología de la Ciudad de México, a los 90 años de edad, como consecuencia de una larga enfermedad cardio-respiratoria, el extraordinario poeta y narrador colombiano Álvaro Mutis, quien mereció recibir varios premios y reconocimientos internacionales por su obra literaria, tales como los siguientes:

  • Premio Nacional de Letras de Colombia en 1974
  • Premio Nacional de Poesía de Colombia en 1983 
  • Premio de la Crítica Los Abriles, 1985
  • Comendador de la Orden del Águila Azteca (México) 1988
  • Premio Xavier Villaurrutia (México) 1988 por su obra Ilona llega con la lluvia.
  • Doctor Honoris Causa de la Universidad del Valle de Colombia en 1988.
  • Premio Juchitán de Plata en México, 1988
  • Orden de las Artes y las Letras del Gobierno de Francia, en el grado de Caballero, 1989
  • Premio Médicis Étranger de Francia en 1989
  • Premio Nonino de Italia, 1990.
  • X Premio del Instituto Italo-Latinoamericano de Roma, 1992
  • Orden al Mérito de Francia, 1993.
  • Premio Roger Caillois de Francia, 1993.
  • Gran Cruz de la Orden de Boyacá de Colombia, 1993
  • Gran Cruz de la Orden de Alfonso X El Sabio de España, 1996
  • Premio Grinzane-Cavour de Italia, 1997.
  • Premio Príncipe de Asturias de las Letras de España, 1997
  • Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana de España, 1997
  • Premio Rossone d’Oro de Italia 1997
  • Premio Ciudad de Trieste de Poesía de Italia, 2000.
  • Premio Cervantes  de España, 2001.
  • Desde 2005 la biblioteca del Instituto Cervantes de Estambul lleva su nombre.

Álvaro Mutis Jaramillo nació en Bogotá, Colombia, el 25 de agosto de 1923, día de San Luis IX de Francia, razón por la cual dijo alguna vez: “No descarto la influencia de mi santo patrono en mi devoción por la monarquía”. En 1925, a causa de la profesión de su padre, que era diplomático, viajó a Bélgica, a donde llegó a los dos años de edad. En Bruselas hizo sus primeros estudios.  A Colombia regresaba durante las vacaciones y luego por temporadas más largas. Vivió en una finca cafetalera y cañera que había fundado su abuelo materno, en el corregimiento de Coello-Cocora, cerca de Ibagué (Tolima), en las estribaciones de la Cordillera Central de los Andes, de la cual dijo: “Todo lo que he escrito está destinado a celebrar, a perpetuar ese rincón de la tierra caliente del que emana la substancia misma de mis sueños, mis nostalgias, mis terrores y mis dichas. No hay una sola línea de mi obra que no esté referida, en forma secreta o explícita, al mundo sin límites que es para mí ese rincón de la región de Tolima, en Colombia”.

Vivió en Bélgica hasta los nueve años, mientras hizo sus primeros estudios en en el colegio jesuita de Saint-Michel, cuando su padre murió prematuramente, a la temprana edad 33 años. En Bruselas están sus mejores recuerdos de su padre: “de él heredé, entre otras cosas, el gusto por los buenos vinos y la buena cocina, por la tertulia y los buenos libros, y también su admiración por Napoleón Bonaparte, afirmaba el escritor colombiano, que además hacía gala de un exquisito sentido del humor. A la muerte de su padre, su madre decidió regresar a Colombia para dedicarse a la hacienda de Coello. Para Mutis, dejar Europa fue una gran pérdida: era en aquellos años su mundo, mientras que Colombia era sólo un lugar donde solía pasar vacaciones y del cual siempre regresaba a Europa. Su fascinación por el mar, los barcos y el viaje tiene origen en esos desplazamientos entre los dos continentes en pequeños barcos mitad de carga y mitad de pasajeros.

Tras abandonar sus estudios en Bruselas, hizo su último intento para lograr el diploma de bachiller y se matriculó en la Universidad del Rosario, en Bogotá. Su profesor de literatura española fue el notable poeta colombiano Eduardo Carranza. Las clases de Carranza, dice el poeta, “son para mí una inolvidable y fervorosa iniciación a la poesía”. El billar y la poesía pudieron más y nunca alcanzó el título.

Contrajo matrimonio tres veces, el primero en 1941 con Mireya Durán Solano, con quien tuvo tres hijos: María Cristina, Santiago y Jorge Manuel. En 1942 comenzó a trabajar de periodista en la emisora de radio Nuevo Mundo.

Después de ser relacionista público de las compañías multinacionales Esso Standard Oil, Pan American Airways y Columbia Pictures, entre otras, publicó su primer volumen de poesía en 1948. Antes había publicado poemas en el periódico El Espectador. En 1953 publicó un poemario titulado Los elementos del desastre, donde aparece por primera vez su emblemático personaje que llamó Maqrol el Gaviero, su Alter Ego, uno de los grandes hitos de la literatura en lengua española de este siglo.

Una pieza de hotel ocupada por distracción o prisa, cuán pronto nos revela sus proféticos tesoros. El arrogante granadero, “bersagliere” funambulesco, el rey muerto por los terroristas, cuyo cadáver des-pernancado en el coche, se mancha precipitadamente de sangre, el desnudo tentador de senos argivos y caderas 1900, la libreta de apuntes y los dibujos obscenos que olvidara un agente viajero. Una pieza de hotel en tierras de calor y vegetales de tierno tronco y hojas de plateada pelusa, esconde su cosecha siempre renovada tras el pálido orín de las ventanas.En En 1954 se casó por segunda vez, con María Luz Montané, y de esta unión nació su hija María Teresa.

Debido al manejo descuidado de unos dineros de la multinacional compañía Esso, en la que era jefe de relaciones públicas, dinero que asignaban a obras de caridad pero Mutis usó como si fuera suyo en quijotadas culturales, no siempre con base en una necesidad real, fue demandado por la compañía. Ante esta situación, su hermano Leopoldo, Casimiro Eiger y Álvaro Castaño Castillo le arreglaron un viaje de emergencia a México, que desde entonces fue su lugar de residencia.

En 1956 se estableció en la Ciudad de México, a donde llegó con dos cartas de recomendación, una dirigida al cineasta Luis Buñuel y otra al productor de televisión Luis de Llano; gracias a éstas consiguió trabajo como ejecutivo de una empresa de publicidad, y luego fue promotor de producción y vendedor de publicidad para televisión y conoció en el medio intelectual mexicano a los que han sido sus amigos en ese país: los escritores Octavio Paz, Carlos Fuentes, Emilio García Riera, los guatemaltecos Luis Cardoza y Aragón (a quien había conocido cuando éste era embajador en Colombia), Miguel Ángel Asturias (premio Nobel de Literatura) y el cuentista Tito Monterroso, y el cinematografista español Luis Buñuel, entre otros. Pocos saben que para ganarse el sustento hubo una época que se dedicó al doblaje de películas de televisión al español, entre las cuales fue el narrador de la serie Los Intocables, sobre la persecución de Elliot Ness contra la fabricación y distribución de bebidas alcohólicas, en especial contra el gángster italiano Al Capone. Pero su más íntimo amigo fue su compatriota Gabriel (“Gabo”) García Márquez, Premio Nobel de Literatura. Pero éste no asistió a la casa funeraria porque no está bien de salud y, sobre todo, porque desde haced mucho tiempo se ha negado a asistir a esa clase de eventos que le impresionan.

Gabriel-García-Márquez-y-Álvaro-MutisMutis con García Márquez en el Festival del Libro de Guadalajara 2007

A los tres años de su llegada a México fue detenido por la Interpol e internado durante 15 meses en la tenebrosa cárcel de Lecumberri, conocida como “El palacio negro”. Su experiencia en la cárcel cambió del todo su visión del dolor y del sufrimiento humano. Alrededor de 1960 inició un viraje hacia la prosa con su Diario de Lecumberri, que escribió en la cárcel.

Se casó por tercera vez en 1966, ahora con la catalana-mexicana Carmen Miracle Feliú, con quien vivía en un amplio departamento en un edificio cercano al Bosque de Chapultepec, el cual tuve oportunidad de visitar y beber con ellos una copa de buen vino tinto.

El primer reconocimiento importante a la obra de Álvaro Mutis fue en 1974 con el Premio Nacional de Letras de su natal Colombia.

Se inició en la novela en 1978, pero sólo sería reconocido popularmente en 1986, con la publicación de la primera novela de Maqroll el Gaviero, titulada La nieve del Almirante. A partir de entonces comenzó a recibir premios importantes. Uno de sus contemporáneos escribió: “La saga novelesca de Maqroll el Gaviero es, sin duda, por su emocionante despliegue narrativo, su profundidad terrible, su construcción de gran artesanado, su poesía constante y su delicadeza, una obra mayor de la escritura en nuestra lengua”.

En 1988 cumplió el tiempo para el retiro y desde entonces se dedicó completamente a leer y a escribir. Aparece en España su novela Ilona llega con la lluvia, publicada por Mondadori.

En 1989 recibió en México el Premio Xavier Villaurrutia y fue condecorado con la Orden del Águila Azteca. Editorial Mondatori publicó su novela Un bel morir y Arango Editores publicó La última escala del Tramp Steamer. Francia le otorga el premio Médicis Étranger por sus novelas La nieve del Almirante e Ilona llega con la lluvia. El gobierno francés le concedió la Orden de las Artes y las Letras en el grado de Caballero.

En 1990 Amirbar fue editada en España y Colombia simultáneamente. Italia de otorgó el premio Nonino al mejor libro extranjero publicado en ese país. Termina la novela Abdul Bashur, soñador de navíos, que se publicará el año siguiente.

En 1993 la editorial Siruela publicó en dos volúmenes y bajo el título Empresas y Tribulaciones de Magrol el Gaviero las novelas de Maqroll el Gaviero, incluyendo el hasta entonces inédito Tríptico de mar y tierra.

En 1996 la editorial Alfaguara decide reeditar Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero en un único volumen.

En 2001 recibió el Premio Cervantes, el galardón más importante de las letras hispanas.

El 22 de septiembre del año 2013 falleció en la Ciudad de México a los 90 años de edad a causa de un enfermedad cardio-respiratoria.

Uno de los legados más importantes en la obra de Alvaro Mutis a la literatura universal y particularmente a la latinoamericana tiene que ver con su visión de la historia y del devenir humanos. Sin este elemento pasaría como un escritor de maravillosas aventuras exóticas. En 1965 Álvaro Mutis dio una conferencia en México, “La desesperanza”, que resume magistralmente su pensamiento sobre este tema. En ella se sobreentiende que el verdadero poeta vive en el exilio; su soledad, su desarraigo son consecuencias de una forma de entender la historia y el efímero paso del hombre sobre la tierra. El trópico, su naturaleza indomita, la descomposición vegetal y animal que le caracteriza, la corrosión a la que son sometidos los elementos que lo habitan son una metáfora del deterioro con el que el tiempo somete al hombre. El único sentido de la poesía y del arte, en su expresión más pura, es el de permitirnos un goce sagrado, por lo efímero, de algunos instantes de plenitud pasada. Es por ello que Mutis fue el poeta del deterioro, no para admirar o consolarse ante el espectáculo de lo que fue la grandeza humana, sino para poner en evidencia el sin sentido de sus acciones.

 Álvaro Mutis saludando con su característica sonrisa y buen humor cuando recibió en Madrid el Premio Cervantes de las Letras españolas. Con este saludo quiero recordarle siempre y despedirme de él para desearle buen viaje al más allá, con la seguridad de que la gloria ya la obtuvo en esta vida gracias a su extraordinario talento literario. Cualquiera diría que con esta foto se está despidiendo de todos.

Que descanse en paz el gran poeta y escritor colombiano Álvaro Mutis, pero sobre todo admirado y querido amigo.

Twitter: @jorgepalmieri