“Neto” Villa cumple hoy 85 años de edad

Hoy hace 85 años que nació en La Habana (Cuba) mi querido amigo Ernesto (“Neto”) Villa Alfonso, nacionalizado guatemalteco y ampliamente conocido por diversos motivos, entre ellos por su larga identificación con el equipo de fútbol Municipal y el hecho de ser socio principal de la cadena de restaurantes “Los Cebollines” que, como es sabido, se especializa en comida mexicana. Pero él no celebra el aniversario de su natalicio los días 26 de julio porque ese día se llevó a cabo en 1953 el fallido intento de la toma del Cuartel Moncada en Santiago de Cuba por un grupo de jóvenes estudiantes encabezados por Fidel Castro, por lo cual “Neto” se rehusa a celebrar su onomástico ese mismo día para que no vaya a creer nadie que lo hace para conmemorar ese fracasado asalto de quien años más tarde se convirtió en dictador comunista de esa bella isla caribeña. Por lo que los miembros de la ya famosa Cofradía de los Viernes (que presido) y algunos otros amigos seleccionados y especialmente invitados, nos reunimos en los amplios jardines del restaurante “Los Cebollines” de la zona 10 para compartir un almuerzo al estilo cubano que fue extraordinario: un lechón lechal de solo 20 libras, “moros y cristianos” (arroz con frijoles negros), yuca cocida al mojo de ajo, etcétera. Además de abundantes aperitivos y para bajar el lechón un vino de uvas tipo Carménère verdaderamente sensacional. La fiesta comenzó a las 13:00 horas y fue terminando alrededor de las 8 de la noche porque, como dicen en España, “la pasamos bomba”… y, aunque nadie me lo está preguntando, confieso que algunos nos pusimos ídem.
Las bebidas embriagantes fueron abundantes y la comida fue exquisita, pero lo que no fue visible a los ojos fue el afecto que todos los presentes le guardamos al querido amigo “Neto” Villa, quien al tener que escapar de la dictadura comunista que en mala hora se entronizó en su patria, digna de mejor suerte, encontró refugio con su bella y amada esposa Milagros Perea (q.e.p.d.), a quien todos los que tuvimos el privilegio de conocerla la llamábamos afectuosamente “Milly”, y sus cuatro hijos, Ernesto, Jerry, Jorge y Carlos, primero en Costa Rica, después en Colombia y por último en Guatemala, donde quienes les hemos conocido a través de los años les tenemos sincero respeto, simpatía y afecto.

Los tres VV (Viejos Viudos): licenciado Eduardo (“Guayo”) Palomo Escobar, quien presume que todavía no ha llegado a los 80 porque nació en 1931 y por ende “solo” tiene 78 años de edad; Ernesto (“Neto”) Villa Alfonso, que hoy cumple nada menos que 85 años, y el autor de estas líneas, periodista Jorge Palmieri García que, si Dios me lo permite, llegaré a los 81 el 11 de noviembre. Ser un alegre viejo viudo se dice fácil, pero les aseguro que no lo es. Sin embargo, nosotros tres hacemos lo posible para mantenernos alegres.


Ernesto (“Neto”) Villa Alfonso con su hijo Carlos Villa Perea, gerente general de “Los Cebollines”.


Algunos de los participantes en el alegre festejo del 85 cumpleaños de nuestro querido amigo Ernesto (“Neto”) Villa Alfonso: licenciado Eduardo (“Guayo”) Palomo Escobar, Jorge Arenas Menes (ampliamente conocido en los círculos políticos y financieros como “Habla quedito”), periodista Jorge Palmieri García, el anfitrión y agasajado, Ernesto (“Neto”) Villa, licenciado Juan Luis Florido Solís, licenciado Edmond Mulet y licenciado Danilo Parrinello Blanco.


Ernesto (“Neto”) Villa Alfonso, Jorge Palmieri y el licenciado Edmond Mulet, quien actualmente desempeña el alto e importante cargo de Subsecretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para las Operaciones de la Paz, quien vino de vacaciones por unos pocos días.


Mi amado hijo Alejandro Palmieri Waelti con su querido hermano Rodrigo Carrillo Waelti.


Los entrañables amigos, compañeros de la universidad Francisco Marroquín y colegas abogados Ricardo Rubio Parra y Víctor Hugo Orantes Díaz.


El propietario de los restaurantes “El Portal del Ángel” y constructor de edificios Julián Lamadrid Matesanz, el ingeniero Carlos Meany Valerio, ministro de Energía y Minas y el licenciado Juan Luis Florido Solís.


Carlos (“Charlie”) Meléndez Amado con su suegro, licenciado Eduardo “Guayo” Palomo Escobar.


Licenciado Danilo Parrinello Blanco, ingeniero Carlos Meany Valerio, licenciado Juan Luis Florido Solís y licenciado Víctor Hugo Orantes Díaz.


Un aspecto de los comensales en los que estamos de frente: el autor de estas líneas, licenciado Edmond Mulet, licenciado Danilo Parrinello Blanco, Julián Lamadrid Matasanz y licenciado Juan Luis Florido Solís; y de espaldas licenciado Stuardo Juárez Charchalac.


En esta foto, Rodrigo Carillo Waelti, el licenciado Stuardo Juárez Charchalac, licenciado José “Pepo” Toledo Ordóñez, Carlos “Charlie” Meléndez Amado y el licenciado Eduardo “Guayo” Palomo Escobar; de espaldas, mi cabeza blanca ya un poco desprovista de cabello; el licenciado Edmond Mulet y el licenciado Danilo Parrinello Blanco.


Otro aspecto de la mesa en el que estamos de frente “Neto” Villa, Jorge Palmieri, autor de estas líneas, licenciado Edmond Mulet, Danilo Parrinello Blanco, Julián Lamadrid Matesanz y licenciado Juan Luis Florido Solís; de espaldas, licenciado Stuardo Juárez Charchalac, licenciado “Pepo” Toledo Ordóñez, “Charlie” Meléndez Amado y licenciado “Guayo” Palomo Escobar.


Otro aspecto de algunos de los comensales: licenciado Stuardo Juárez Charchalac, licenciado José (“Pepo”) Toledo Ordóñez, Carlos (“Charlie”) Meléndez Amado, licenciado Eduardo (“Guayo”) Palomo Escobar, Ernesto (“Neto”) Villa Alfonso, el autor de este blog, periodista Jorge Palmieri, y licenciado Edmond Mulet.


Licenciado Víctor Hugo Orantes Díaz, junto a su papá, Víctor Orantes Velásquez, seguido por el licenciado Ricardo Rubio Parra y Rodrigo Carrillo Waelti.


Carlos (“Charlie”) Meléndez Amado, licenciado Stuardo Juárez Charchalac, Rodrigo Carrillo Waelti y su querido hermano Alejandro Palmieri Waelti.


El delicioso lechón lechal de solo 20 libras de peso que nos comimos con deleite fue cocinado al horno al estilo cubano en “Los Cebollines”.


El chef Víctor López Luna, de “Los Cebollines”, se encargó de hacer los cortes de rigor al exquisito lechón lechal que nos devoramos.

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