Zelaya no logró aterrizar en Tegucigalpa
El ingeniero civil, adinerado ganadero y veterano político hondureño Manuel ?Mel? Zelaya Rosales, quien a primeras horas de la mañana del 28 del mes pasado fue violentamente sacado en pijama de su casa por elementos del ejército fuertemente armados y con la cara cubierta con capuchas y después le llevaron maniatado al aeropuerto militar donde fue obligado a abordar el avión presidencial que le condujo a San José de Costa Rica y, pocos minutos más tarde, fue destituído por el pleno del Congreso Nacional del cargo de Presidente de la República de Honduras para el que había sido electo para un período de cuatro años que terminaría el 27 de enero del año próximo de no haber sido porque se hizo merecedor de ser defenestrado constitucionalmente por la Corte Suprema de Justicia y por el Congreso Nacional.
Cuando llegó a San José de Costa Rica dio una conferencia de prensa acompañado del presidente tico Óscar Arias, vestido con una camiseta sobre la pijama, como puede verse en esta foto.
?Mel? Zelaya en la conferencia de prensa ?en vivo” en San José de Costa Rica.
Pero ayer acaparó la atención de la cadena de televisión CNN en Español, en general, y en particular de la chulísima periodista colombiana Claudia Palacios, excelente presentadora del programa de noticias Mirador Mundial. Por lo que yo dediqué todo el día y parte de la noche a verla con agrado.
La bonita periodista y presentadora de CNN en Español Claudia Palacios.
Acaparó mi atención la joven y bonita periodista y presentadora colombiana y me tuvo todo el día y parte de la noche pendiente de su actividad televisiva. Me parecieron admirables la energía y la capacidad que tiene para resistir tanto tiempo de trabajo porque se pasó frente al micrófono muchas horas y solo en los últimos momentos se le notó el cansancio en sus bonitos ojos. ¡Qué buena presentadora! Algunas de las presentadoras de los noticiarios guatemaltecos deberían de tratar de aprender de ella.
Y todo fue debido a que el ex presidente Zelaya se encontraba en Washington, desde el sábado, donde se reunió con el chileno José Miguel Insulza, Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), con la presidenta de Argentina, doctora Cristina Fernández de Kirchner, de 53 años de edad, todavía atractiva, y con el presidente de Ecuador, Rafael Correa, de 46 años, con quien las malas lenguas dicen que tiene relaciones amorosas clandestinas, lo cual, de ser verídico, haría que la reunión de ambos en la capital estadounidense haya sido algo muy romántico. También participó en la reunión el presidente de Paraguay, sacerdote Fernando Lugo, y todos acudieron para pronunciar un discurso durante la última sesión extraordinaria del Consejo de la OEA, la cual presidió el canciller argentino Jorge Tahiana, un justicialista radical que sufrió persecución de los regímenes militares en su país. Por cierto que el discurso que pronunció la señora de Kirchner fue muy interesante, aunque me pareció excesivamente largo. Y cuando escuché el discurso del presidente paraguayo me causó la impresión que no valió la pena que haya hecho un viaje tan largo para ir a decir esas cosas.
Hasta ese día, el ex presidente Zelaya había venido diciendo que iba a regresar a Honduras acompañado de los presidentes de Argentina, de Ecuador y de Paraguay, y que también iba a acompañarles el Secretario General de la OEA, el chileno José Miguel Insulza y el sacerdote católico nicaragüense Miguel D?Escoto, presidente de la 63 Asamblea General de la ONU.
Pero después de la conferencia de prensa que sostuvieron el sábado, los tres presidentes sudamericanos dijeron que no iban a acompañar a Zelaya en el mismo avión, pero convinieron en que le seguirían hasta San Salvador en el avión de la presidenta de Argentina para esperar a que el presidente depuesto aterrizara en el aeropuerto Toncontín de Tegucigalpa, pero como esto no sucedió, se reunieron de nuevo en la terminal de Comalapa de la capital salvadoreña, después de que el avión venezolano en el que viajaba Zelaya no logró aterrizar en suelo hondureño.
Originalmente se anunció la noche del sábado que el mandatario depuesto saldría de Washington el domingo a las 9 de la mañana para llegar a Tegucigalpa alrededor de las 2 de la tarde, pero parece que tuvo alguna demora en el desayuno que ofreció el presidente de Ecuador en la residencia del embajador ecuatoriano ante la Casa Blanca.
El hecho es que cuando el avión de transporte del gobierno venezolano proporcionado por el presidente de Venezuela Hugo Chávez, con matrícula YV-1496, piloteado por aviadores militares, sobrevoló el aeropuerto de Tegucigalpa para tratar de aterrizar, cuando solicitaron instrucciones a la Torre de Control para hacer el aterrizaje fueron informados de que no tenían autorización para aterrizar y les previnieron de que si no se retiraban iban a ser interceptados por aviones de combate de la Fuerza Aérea Hondureña, mientras que, al mismo tiempo, las autoridades colocaron vehículos pesados en las pistas para impedir el aterrizaje. Zelaya estaba haciendo este vuelo acompañado de su ex ministra de Relaciones Exteriores, Patricia Rodas.
En vista de no haber podido aterrizar en Tegucigalpa, el avión del ex presidente, acompañado del presidente de la actual 63 Asamblea General de la ONU, Miguel D’Escoto, su secretario y su médico personal, se dijo que iban a volar rumbo a San Salvador, pero pronto se cambió la información para decir que Zelaya ya había aterrizado en Managua y se estaba entrevistando en el aeropuerto, con el presidente Daniel Ortega Saavedra y su esposa, de quien se dice que es realmente quien manda en ese país, y con el presidente paraguayo Fernando Lugo quien, había volado en el avión del ex mandatario hondureño depuesto. Después de cerca de una hora de plática con Ortega, Zelaya voló a San Salvador, donde ya le estaban esperando la presidenta de Argentina y el presidente de Ecuador junto con el secretario general de la OEA, con quienes ofrecieron una reunión de prensa que fue intrascendente pero prometió a los periodistas que les daría la “Declaración de San Salvador” (?) con la condición de que no fuesen a hacer preguntas después de los discursos; pero después de que algunos pronunciaron unos discursos aburridos y repetitivos, como el de la todavía atractiva presidenta de Argentina, del secretario general de la OEA Insulza, y del ex cura de la congregación Maryknoll y ex canciller sandinista (de 1979 a 1990) Miguel D’Escoto, no dieron a los periodistas la prometida “Declaración de San Salvador” porque era evidente que ésta no existía.
La nota chusca de esta reunión la puso el tristemente famoso ex sacerdote católico nicaragüense Miguel D’Escoto Brokmann, nacido en Los Ángeles, California, cuando su padre era un gigoló y compró un “título nobiliario” de supuesto conde, porque se puso a blasonar, sin ton ni son, de que él es “la persona más importante y poderosa de la ONU” porque fue electo por los 192 miembros de la Asamblea General. Es verdad que el presidente de la Asamblea General es protocolariamente importante -no se puede negar- pero eso no significa que sea “el más importante y poderoso” de toda la organización mundial, ya que en el orden jerárquico el primero en importancia sería el Consejo de Seguridad y el segundo el Secretario General, ambos muy por delante del presidente de la Asamblea General que no tiene a su disposicion un presupuesto o personal significativo, ni puede tomar decisiones en nombre de la ONU, pues debe limitarse a dirigir las sesiones de los delegados durante el año de duración de la Asamblea General. Y este nivel de importancia -o de falta de ella- es más evidente en el caso del señor D’Escoto, a quien en la ONU nadie le toma en serio, porque en el ejercicio de la presidencia de la 63 Asamblea General ha sido mediocre y es el hazmerreír de los delegados. Ninguna de sus iniciativas ha tenido éxito, y el ejemplo más claro de su fracaso fue su idea de realizar (en mayo) una sesión extraordinaria para discutir la crisis financiera internacional, la cual se vio obligado a posponer un mes por no estar bien preparada, y cuando finalmente se realizó, en junio, solamente asistieron representantes de pocos países y de un bajo nivel, como unos cuantos embajadores, o secretarios de embajadas, muy por debajo del nivel de los jefes de Estado que D’Escoto pretendia que acudirían. Por otra parte, él funge como presidente de la 63 Asamblea General únicamente durante un año (de septiembre 2008 a septiembre 2009). En síntesis, este señor es visto en la ONU como una especie de dinosaurio, una reliquia de la Guerra Fria que nunca evolucionó y cree que todavía estamos viviendo a mediados de los años cincuenta… y vive en el lado equivocado de la Historia. O sea que aunque él ande diciendo que es “la más alta autoridad de la ONU”, es totalmente irrelevante, ya que al final el pobre ex Canciller sandinista no representa más que a un puñado de paises alineados con el pasado y no con el presente ni el futuro del mundo. D’Escoto es un tipico ejemplo de lo que se llama “liporia”, o vergüenza ajena!
Fue notorio que cuando terminó de pronunciar su discurso la todavía “de buen ver” presidenta de Argentina, el presidente de Ecuador Rafael Correa se puso de pie como movido por un resorte para ir a felicitarla y le dió un apretado abrazo, de esos que coloquialmente son llamados “apechugón”, con un tierno beso en la mejilla. Lo cual me pareció muy romántico. Era lo menos que podía hacer Correa después de haber hecho un viaje tan largo de Ecuador a Washington y después a El Salvador. Pero todavía no se sabe cuál fue su posterior destino, así como tampoco el de la señora Kirchner. Sospecho que a la presidenta argentina le va a ser difícil explicar a su pueblo con escasos recursos económicos por qué gastó tanto dinero en volar en el avión presidencial para hacer este largo e infructuoso viaje.
Después, mientras todos los participantes en la insulsa reunión de prensa se retiraban con cajas destempladas de la terminal del aeropuerto de Comalapa, Zelaya hacía señas a los periodistas para que le esperaran un momento porque supuestamente iba a regresar a contestar sus preguntas… pero jamás regresó y dejó a los comunicadores con un palmo de narices.
Todo el día domingo habría sido totalmente perdido para los televidentes, de no haber sido porque quienes sintonizábamos la CNN en Español tuvimos oportunidad de ver y escuchar a la chulísima periodista y presentadora colombiana Claudia Palacios, quien es una buena muestra de que las mujeres de Cali son muy bellas, como ustedes podrán ver a continuación en la fotografía con la cual cierro hoy esta columna. Así que, el hecho de haber dedicado todo el día a seguirle los pasos al desprestigiado depuesto ex presidente de Honduras no fue tiempo perdido, después de todo, porque pudimos ver y escuchar a la linda periodista y presentadora Claudia Palacios.
La periodista y presentadora de CNN en Español Claudia Palacios es muy bella.
Sólo por verla a ella durante todo el día valió la pena sintonizar la CNN en Español tantas horas y soportar la serie de tonterías que dijeron “Mel” Zelaya y quienes le apoyan para que sea reintegrado a la Presidencia de Honduras… lo cual creo que “no se va a poder”, como dicen los mexicanos, porque tanto los poderes del Estado como la mayoría del pueblo hondureño le repudian por todas las arbitrariedades que hizo cuando abusó de su autoritarismo.