Grave paranoia presidencial

Poco tiempo después de haber calificado a sus críticos periodísticos de ?ridículos y estúpidos? y acusarles de participar en una campaña para desestabilizar a su gobierno, el Presidente Constitucional de la República, ingeniero Álvaro Colom Caballeros, afirmó que sus detractores ?no son aptos para criticar a un gobierno que no apoyaron?, y lo ilustró diciendo que eso sería como pedir a un partidario del equipo de fútbol Comunicaciones que aplauda a los jugadores del equipo Municipal. Pero no queda ahí la cosa, sin embargo, porque el mandatario agregó que ha sabido que existe una conspiración en su contra de parte del crímen organizado, ?y en el que también participarían en algo los medios de comunicación”, de acuerdo a un interesante reportaje de Gladys Ramírez titulado Ahora, Álvaro Colom denuncia infiltraciones que publica hoy Siglo Veintiuno con el subtítulo: Presidente se queja de que, además de la prensa, el crimen organizado orquesta un plan contra su gobierno, lo cual puede interpretarse como que la prensa está de acuerdo con el crímen organizado. ¡Vóytelas! ¡Sólo eso nos faltaba!
En este mismo reportaje, se informa, bajo el título Ataques y disculpas , que ?Por la mañana, al concluir una entrevista ofrecida a la radio oficial TGW, el gobernante dio declaraciones a la prensa y se atrevió a señalar públicamente a Siglo Veintiuno por haber actuado ?de mala fe? al haber tergiversado cifras, números e informaciones. ?¿Quién es de Siglo Veintiuno aquí? ¿Por qué sacaron 1,400? Yo fui muy claro, son 1.4 millones más (de niños en las escuelas); averigua, porque si te engañaron a ti, el problema ya no está en el Gobierno. Una equivocación se acepta. Yo sólo pido respeto a la información verídica y veraz? (sic), reclamó a esta reportera. Más tarde, el mandatario, en tono amable, ofreció disculpas a este periódico: ?Sí, me equivoqué, no fue Siglo Veintiuno, dijo luego de enterarse de que dicha cifra apareció en otro matutino?.
O sea que el presidente Colom cree que él sí tiene derecho a equivocarse en su infundada acusación, pero no acepta que un medio de comunicación o un reportero puedan equivocarse al publicar una cifra. ¡Qué de al pelo! Por otra parte, alguno de sus numerosos secretarios y asesores debería informarle que los términos verídico y veraz son sinónimos.
Sigue diciendo el reportaje: ?Colom también intentó aclarar que la prensa no era ejecutora del supuesto plan de desestabilización, sino que reiteró haber hallado ?coincidencias?, pero no hay relación directa, exclamó?. Y continúa:
Descalifica a críticos
?Aunque la efervescencia de palabras se redujo, el gobernante aseguró que seguirá denunciando los supuestos ataques, e indicó que sus únicos aliados en esta lucha serán ?la gente pobre y la comunidad internacional?; además, reconoció que utilizó ?palabras inapropiadas? para describir a sus críticos, a quienes el viernes llamó ?ridículos y estúpidos?, pero el arrepentimiento le duró poco, porque después indicó que mantiene ese pensamiento y descalifica los señalamientos.
?Eso es como pedirle a un crema que le aplauda a los rojos; yo los descalifico, no son aptos para criticar a un gobierno que no apoyaron?, señala en contra de sus detractores?.
El mandatario no tiene razón ni derecho a decir esto, porque debería recordar que yo le apoyé decididamente, sobre todo en la segunda vuelta electoral, por lo cual hasta me jugué la vida y, no obstante, he sido uno de sus críticos por varias razones. Y lo he expuesto con toda claridad por este medio, amparado en la libertad de emisión del pensamiento que me garantiza la Constitución.
Termina diciendo el reportaje de Gladys Ramírez publicado en Siglo Veintiuno: ?Menciona que sospecha de ?quienes le apostaron al caballo perdedor; no del caballo perdedor, sino de quienes le apostaron?; hay 11 caballos perdedores”, agregó. “Este plan es para recuperar negocios perdidos por la salud y la educación gratuita”, concluyó.
Cualquiera puede creer que, no satisfecho con calificar de ?ridículos y estúpidos? a sus críticos, el Presidente de la República llama caballos a todos los ex candidatos presidenciales, pero en particular a los cuatro que expresaron una mala opinión sobre su primer año de gobierno, que son: el general (retirado) Otto Pérez Molina, del partido Patriota (PP); el dentista Alejandro Giammattei, de la Gran Alianza Nacional (Gana); el doctor en Física Nuclear y Rector de la universidad Galileo, Eduardo Suger, del Centro de Acción Social (Casa); y Mario Estrada, de la Unión del Centro Nacionalista (UCN).
El comportamiento excesivamente exaltado que ha venido observando el presidente Colom en el transcurso del año que cumplirá mañana de estar a cargo de la Presidencia de la República, al acusar a sus críticos de ser “desestabilizadores” y calificarles de “ridículos y estúpidos”, solamente hacía falta que agregara que existe un complot para asesinarle, lo cual es un grave indicio de que está sufriendo paranoia, que probablemente es la causa de su incapacidad para gobernar a nuestro país. Pero, además, si en verdad tiene información fehaciente de que existe un complot para asesinarle, debe cumplir con lo que ordena la ley y denunciarlo ante el Ministerio Público, porque si no lo hace estará cometiendo el delito de Omisión de Denuncia. Y en ese caso, se le podría iniciar un antejuicio y el Congreso podría descalificarle para continuar al frente del Gobierno de la República y designar como su sucesor al Vicepresidente, doctor Rafael Espada.

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