Elsa Aguirre nació en Chihuahua, México, el 25 de septiembre de 1931. Su padre era el general revolucionario Jesús Aguirre. Elsa era una niña muy tímida y salía muy poco de su casa. Sin embargo, le gustaba mucho pasear con su prima Esperanza Aguirre por las calles de Chihuahua. Nadie imaginaba que a los pocos años se convertiría en una de las actrices más conocidas del cine mexicano en su época de oro, por su belleza y sensualidad y que lograría interpretar algunos personajes de fuerte carácter. De hecho, su madre fue quien la apoyó para que ingresara al mundo del cine. Su hermana Alma Rosa también fue actriz cinematográfica, pero aunque era bella, no lo fue tanto como Elsa. Era muy apetecida por los galanes de moda: Jorge Negrete tuvo un romance con ella pero se retiró de su vida un día que la visitó en su casa y se llevó la sorpresa de encontrar en la sala al también actor de cine Abel Salazar, quien antes había sido amante de Elsa. Pero Negrete era terriblemente celoso e inseguro y salió disgustado de la casa de Elsa y nunca más volvió a hablarle.
Su vida privada ha sido discreta en cierto modo, en comparación con otras estrellas. Llegó desde muy pequeña, a radicar con toda su familia a la ciudad de México donde inició sus estudios; cuando estudiaba la secundaria fue descubierta junto con su hermana Alma Rosa por una compañía productora; así pasaron Elsa y Alma Rosa Aguirre de trabajar de una tintorería y en una panadería, a ser estrellas de cine a sus escasos 16 y 14 años de edad, respectivamente.
Filmó su primera película en 1945 titulada Viento Fuerte, la segunda, titulada El pasajero diez mil en 1946 y la tercera Don Simón de Lira también en 1946. En 1947 filmó El ladrón y Algo flota sobre el agua. En 1948 Los viejos somos así, Ojos de Juventud y Medianoche. En 1949, durante la filmación de la película Lluvia roja producida por René Cardona, sostuvo un breve romance con el famoso Charro Cantor Jorge Negrete, a quien ella conoció desde niña porque cuando iba de su casa al colegio y del clegio a su casa pasaba por donde vivía la madre del famoso “charro cantor” y todas las niñas se detenían para pedirle autógrafos; tiempo después, cuando compartieron una película, ella aceptó su petición de noviazgo, pero Elsa, tenía apenas 17 años de edad, pronto se dio cuenta de la personalidad demasiado seria de Negrete, que era muy diferente a la que interpretaba en el cine y que a ella tanto le interesaba, así que decidió terminar la relación. La verdad era –según dijo ella– que a esa edad era muy ignorante y Negrete trataba de culturizarla y le daba libros para leer y eso la aburría.
Esta es la lista de las películas en las que hizo papeles estelares, de atrás para adelante.
- El prófugo (1992), con Mario Almada, Irene Arcila, Agustín Bernal, Ariadne Welter, Erika Buenfil, Emilia Carranza, Fernando Casanova, Eduardo Gazcón y Alfonso Munguía.
- Albur de amor (1979), con Antonio Aguilar.
- La muerte de un gallero (1977), con Vicente Fernández.
- Los años vacíos (1969), con Pablo Nieto, Joaquín Cordero y Narciso Busquets.
- Las figuras de arena (1969), con Valentín Trujillo, David Reynoso, Ofelia Medina y Hugo Stieglitz.
- El cuerpazo del delito (1968), bajo la dirección conjunta de René Cardona Jr., Rafael Baledón y Sergio Véjar. Con Silvia Pinal, Angélica María, Mauricio Garcés, Enrique Rambal, Roberto Cañedo, Fernando Luján, José Gálvez, Tito Junco, y Óscar Chávez.
- Cómo enfriar a mi marido (1967), con Julio Alemán y Pedro Armendáriz Jr.
- El matrimonio es como el demonio (1967), con Mauricio Garcés y Antonio Badú.
- El día de la boda con Mauricio Garcés, Enrique Rambal, Lucy Gallardo y Antonio Badú (1967)
- El pistolero desconocido (El comandante Tijerina) (1966), con Eulalio González (“Piporro”), Raúl Meraz, David Silva y José Jasso.
- Casa de Mujeres (1966), con Dolores del Río y Fernando Soler.
- Sólo de noche vienes (1965) Filmada en Guatemala y El Salvador. Con Julio Alemán, Regina Torné y Rodolfo Landa.
- La vuelta del mexicano (1964), con Jorge Rivera, Víctor Junco, Carlos Cortés, Félix González, Enrique Rambal y Jorge Russek.
- Pancho Villa y la Valentina (1958), con Pedro Armendáriz y Carlos López Moctezuma.
- Ama a tu prójimo (1958), con Alma Rosa Aguirre, Augusto Benedico, Sergio Bustamante, Armando Calvo, Dolores Camarillo, Cantinflas, Arturo de Córdova, Kitty de Hoyos, Raúl Farell, Consuelo Frank, Sonia Furió, Cecilia Leger, Carlos López Moctezuma, Raúl (Ratón) Macías, Virginia Manzano, Arturo Martínez, Jorge Martínez de Hoyos, Elmo Michel, Ana Luisa Peluffo, Ignacio Peón, ÓscarPulido, Rosita Quintana, Carlos Riquelme, Rubén Rojo, Julio Sotelo, Miguel Suárez y la voz de Ignacio López Tarso.
- Vainilla, bronce y morir (Una mujer más) (1956), con José Gálvez e Ignacio López Tarso.
- La mujer de dos caras (1955), con Armando Silvestre, José Baviera y Sara Montes.
- Orgullo de mujer (1955), con Luis Aceves Castañeda, Alma Rosa Aguirre y Daniel Arroyo.
- La doncella de piedra (1955), con Víctor Manuel Mendoza, Armando Silvestre y José Elías Moreno.
- Estafa de amor (1954), con Ramón Gay, Carmen Montejo y Eduardo Noriega.
- Cuidado con el amor (1954)
- Cantando nace el amor (1953), con Pedro Infante, Fanny Schiller, Emma Roldán, Maruja Grifell y Matilde Sánchez.
- La perversa (1953), con Alma Rosa Aguirre, César del Campo y Octávio Arias.
- Cuatro noches contigo (1951), con Luis Aguilar, Domingo Soler y José Torvay.
- La estatua de carne (1951), con Miguel Torruco, Carlos López Moctezuma y Roberto Soto.
- Amar fue su pecado (1950), con Beatriz Aguirre (nombre que usaba entonces Elsa Aguirre), Magda Guzmán, Ramón Gay, Javier Guerrero, Consuelo Guerrero de Luna, Graciela Doring, Francisco Jambrina, Enrique del Castillo, Roberto Araya, Milagros del Real y Tere Mondragón.
- Una mujer decente (1950), con Joaquín Pardavé.
- La mujer que yo amé (1950), con Agustín Lara, José Elías Moreno y Andrés Soler.
- Adorables rebeldes (La liga de las muchachas) (1949), con Alma Rosa Aguirre, Consuelo Guerrero de Luna, “Ferrusquilla”, Rubén Rojo, Óscar Pulido y el “Ché” Reyes.
- Lluvia roja (1949), con Jorge Negrete, Rodolfo Landa y Julio Villarreal.
- Medianoche (1948), con Arturo de Córdova, Marga López, Carlos López Moctezuma, José Elías Moreno, Dolores Camarillo.
- Ojos de juventud (1948), con Joaquín Pardavé, Tito Junco y Miguel Ángel Ferriz.
- Los viejos somos así (1948), con Joaquín Pardavé, Víctor Junco y Alma Rosa Aguirre.
- Algo flota sobre el agua (1947), con Arturo de Córdova, Amparo Morillo, Rubén Rojo, Gilberto González, Arturo Soto Rangel, Fanny Schiller y Álvaro Matute.
- El ladrón (1947), con Luis Sandrini, Domingo Soler, Consuelo Guerrero de Luna y Manuel Noriega.
- Don Simón de Lira (1946), con Humberto Rodríguez; Joaquín Pardavé y Manuel Medel.
- El pasajero diez mil (1946), con Alma Rosa Aguirre.
- El sexo fuerte (1945), con Alma Rosa Aguirre.
- Series de Televisión y papeles que desempeñó
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- Lo blanco y lo negro (1989) – Carolina de Castro Televisa
- Acapulco, cuerpo y alma (1995) – Doña Ana Elena vda. de Montalvo Televisa
- Mujeres engañadas (1999) – Cecilia de Martínez Televisa
- Lo que es el amor (2001) – Abril Castellanos TV Azteca
- Belinda (2004) TV Azteca.
Durante un breve retiro de su vida artística, a finales de los años 50s, Elsa se casó con Armando Rodriguez Morado, su primer marido, pero éste la golpeaba y maltrataba psicológicamente. Por lo que decide divorciarse de él, con el apoyo de toda su familia, especialmente de su hermana Alma Rosa, quien confronta valientemente al agresor. Después de su divorcio, Elsa decidió retomar su carrera artística.
Elsa Aguirre se casó tres veces. La primera vez fue con Armando Rodríguez Morado de cuya relación nació su único hijo: Hugo, quien falleció en un accidente automovilístico cuando contaba apenas con treinta años de edad. Elsa y Armando se divorciaron.
Su siguiente matrimonio fue con el cineasta José Bolaños, famoso por haber sido el amante mexicano de la actriz norteamericana Marilyn Monroe.
Después de este nuevo fracaso matrimonial, contrajo nupcias por tercera vez, ahora con un maestro de meditación y yoga José Rafael Estrada Valero (“el maestro Estrada”), con quien vivieron unos años en Cuernavaca.
Precisamente estos dos maestros, desde el principio de los años setentas, fueron los que apoyaron a que Elsa abrazara las disciplinas del vegetarianismo y del yoga que ha practicado muchos años. Esto ha contribuido enormemente a que conservara su belleza, ayudando a aparentar una edad menor a la real y a ofrecer al público una imagen de salud y bienestar. Esta imagen la ha hecho famosa en México, inclusive se ha dedicado a participar en conferencias sobre yoga, comida vegetariana y sobre los secretos para conservar su belleza que tanto le ha caracterizado. Ella siempre ha afirmado que el ser humano no sólo debe ser bello por dentro, sino también por fuera. Esto lo ha demostrado a lo largo de su carrera, ya que se le considera uno de los rostros y cuerpos más bellos en la historia del cine mexicano.
Elsa Aguirre también ha sentido inclinación por la astrología y filosofías orientales, probablemente influenciada por su padre, quien era miembro de la masonería, que en aquellos días era visto como algo casi esotérico. Elsa Aguirre ha afirmado en varias ocasiones que estas disciplinas le han ayudado a equilibrar su carrera artística con su vida privada.
Elsa Aguirre tenía 34 años de edad cuando vino a Guatemala. Bella ¿no?
Elsa Aguirre, la bella actriz cinematográfica mexicana que fue la única que compitió en belleza con María Félix, está cumpliendo 84 años de vida. Para mi gusto, ella fue mucho más bella de lo que fue “La Doña”. Elsa Aguirre fue en el año 1965 uno de mis más tórridos romances en ocasión de haber venido a filmar en La Antigua la película Solo de noche vienes, historia original de la escritora mexicana Elena Garro, producida por el cineasta guatemalteco Manuel Zeceña Diéguez y dirigida por Sergio Vejar. Los otros actores fueron Julio Alemán, Regina Torné y Rodolfo Landa (nombre artístico del licenciado Rodolfo Echeverría Álvarez, secretario general de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) y hermano del entonces presidente de México, licenciado Luis Echeverría Álvarez. Fueron expulsados del país cuando el gobierno aduciendo que Zeceña no tenía permiso para firmar la película ni tenía permiso para filmar las procesiones, ni estaba pagando derechos para hacerlo. Pero la verdad es otra, muy distinta, que yo entonces no me habría atrevido a publicar porque de seguro me habría costado la vida. La verdadera historia de la expulsión del país fue la siguiente:
Estaban rodando la película en La Antigua, filmando escenas de las vistosas procesiones de la Semana Santa, de acuerdo a la historia del libro de Elena Garro, pero un día se presentó inesperadamente en la filmación el presidente de la república, general Carlos Manuel Arana Osorio, que era un hombre muy enamoradizo y se creía muy galán. Y cuando vio a Elsa Aguirre se deslumbró con su belleza y quiso conocerla. El productor Manuel Zeceña le presentó a todos los actores y técnicos, entre quienes estaba el laureado fotógrafo de cine Rosalío Solana. Y el presidente les invitó a todos a venir a la capital a almorzar con él en Casa Presidencial, pero sin despegar sus ojos de la exuberante Elsa. Pero Zeceña, que conocía de las características de tenorio que caracterizaban al general Arana Osorio, se excusó diciéndole que los artistas y los técnicos cobraban por día y no era posible perder ni un solo día de trabajo. Y que, además, no querían desaprovechar las procesiones. Arana pareció comprender la excusa, pero al día siguiente llegó de visita sorpresiva el entonces ministro de Gobernación, licenciado Jorge Arenales Catalán, quien era amigo de Zeceña desde que ambos estudiaban en la facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (Derecho), varios años antes. Y también era amigo mío por mi buena amistad con su hermano Emilio Arenales Catalán, quien había sido ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno anterior, del licenciado Julio César Méndez Montenegro. Pues bien, sin ningún escrúpulo el ministro y supuesto amigo nuestro le dijo a Zeceña que hablaba en nombre del presidente Arana Osorio para invitar solo a Elsa Aguirre para ir a almorzar con él a la finca presidencial Santo Tomás, situada en el departamento de Escuintla. A lo cual “el gordo” Zeceña, que no tenía pelos en la lengua, le contestó a su “amigo” el ministro Arenales: “Mirá Jorge, decile al presidente Arana que yo he traído artistas para filmar una película… ¡no putas!”. Por lo cual el ministro se sonrió cínicamente y le respondió: “Gordo… no sabés el lío en que te has metido”. Y cuando pasó a mi lado me dijo: “Y en cuanto a vos, periodista, te aconsejo que no vayas a ser indiscreto y publicar nada de esto, porque si lo hacés te vas a meter un lío como nunca has tenido en tu vida”. Y, en efecto, horas más tarde llegaron muchos agentes de la Policía Nacional a interrumpir la filmación y a decirle a Zeceña de manera tajante que le estaba prohibido seguir rodando la película, no solo en la Antigua, sino en cualquier parte del territorio de Guatemala. Por lo que tenía que irse del país con los técnicos y los artistas, que tuvieron que hacer maletas y trasladarse a El Salvador a terminar la filmación, donde el gobierno les prestó todas las facilidades. Ya para entonces Elsa y yo estábamos viviendo un tórrido romance y, naturalmente, les acompañé a El Salvador hasta el fin de la filmación. Pero en aquellos días no me atreví a denunciar el burdo atropello chafarotesco por miedo a las seguras consecuencias. Aunque sabía que llegaría el día en que podría decirlo sin miedo a lo que me podría pasar. Días después viajé a México para ver el proceso final de la película y continué gozando de nuestro romance con Elsa. Hasta que un día me hizo una ridícula escena de celos porque me encontró con Arabella Arbenz Villanova, hija del ex presidente Jacobo Arbenz, con quien yo había vivido en México durante dos años y medio, pero para entonces ya todo había terminado entre nosotros. Elsa nos sorprendió en un restaurante y me dijo que no quería volver a verme jamás. Y en efecto, no nos volvimos a ver durante muchos años, hasta que, años más tarde, cuando yo ya estaba casado y era embajador en México, la llamé por teléfono a Cuernavaca y llegamos a visitarla a su casa con mi amada esposa Anabella y nuestros hijos menores Rodrigo y Alejandro. Durante el almuerzo, vegetariano desde luego, nos estuvo hablando todo el tiempo de la meditación trascendental, del yoga y del vegetarianismo. Años más tarde la encontré caminando por la llamada Zona Rosa y aún lucía guapísima, y la invité a cenar con mi querido amigo Sigfrido Miracle. Desde entonces no la he vuelto a ver ni a saber de ella, pero se que aún está viva y que el 25 del mes en curso cumplió 84 años de edad. Aunque un poco tarde, le deseo mucha felicidad en su día onomástico.
Elsa Aguirre conmigo, el periodista guatemalteco Jorge Palmieri, cuando vivíamos un tórrido romance. Esta foto fue tomada hace 50 años, durante un domingo en casa de nuestros amigos Víctor y Blanquita Asturias de Kairé, a donde habíamos ido a comer jocón.
En 1965 vino a trabajar en la película Solo de noche Vienes, producida por mi amigo el cineasta guatemalteco Manuel Zeceña Diéguez y filmada en Antigua, durante la Semana Santa. Ella tenía entonces 34 años y yo 37, y pocos días después de conocernos comenzamos a vivir un tórrido romance que persistió durante toda su estadía en Guatemala, que continuó en El Salvador cuando el gobierno del general Carlos Manuel Arana Osorio expulsó del país a Zeceña y a todos los demás artistas con la absurda tesis que Zeceña estaba filmando las procesiones de la Antigua sin pagar derechos al país, por lo que todos se trasladaron a terminar la película a El Salvador y yo les acompañé porque ya estaba perdidamente enamorado de ella. Nuestro romance terminó terminó en México un año después por celos de ella.
Siguió siendo bella a los 40 años
Cuando Elsa tenía 50 años de edad seguía siendo una mujer muy bella
Cuando yo tenía solo 50 años de edad aún me conservaba bien.
El implacable paso del tiempo. Así lucía Elsa Aguirre a los 75 años de edad. Ya envejecida.
Ya envejecida, a los 80 años. Los pechos son implantes porque no los tenía grandes
Elsa Aguirre a los 84 años de edad. El cruel almanaque no perdona, a pesar de la cirugía estética
El implacable paso del tiempo conmigo a los 86 años de edad, casi 87.
Twitter@jorgepalmieri