Comienzo esta columna expresando mi profunda alegría y satisfacción por poder volver a publicar este blog después de mi columna del 8 del mes en curso, titulada con el latinajo Sic transit gloria mundi (“Las glorias del mundo son pasajeras”) sobre la muerte de Hugo Rafael Chávez Frías, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, y voy a explicar las razones de mi forzado prolongado silencio a pesar de que ha habido temas muy interesantes que he deseado abordar, tales como ciertos detalles que rodean a la muerte del presidente Chávez, como que se dijo que falleció en el Hospital Militar de Caracas, pero hay razones para creer que en realidad murió en La Habana durante la tarde del 29 de diciembre, pero fue trasladado muerto a Venezuela después de que permaneció más de dos semanas en La Habana mientras fue embalsamado por los costosos profesionales italianos Schorfino. Pero el gobierno del llamado “presidente encargado”, Nicolás Maduro, y sus numerosos asesores cubanos pensaron que sería conveniente para la próxima elección presidencial de Venezuela que se siguiera explotando a Chávez, aunque muerto y embalsamado, por lo que no quisieron reconocer que había muerto en Cuba el 29 de diciembre y dijeron que había fallecido en el Hospital Militar de Caracas y lo iban a embalsamar para conservarlo en un monumento como lo hicieron los antiguos egipcios con sus momias, o como los cadáveres de Lenin en Rusia, o del poeta, político comunista, líder de las guerrillas y presidente de la “República Democrática” (?) de Vietnam de 1954 a 1969, Ho Chi Minh, o del creador de la China comunista Mao Tse Tung. Sin embargo, por los días que transcurrieron desde su muerte en La Habana hasta su traslado al Hospital Militar de Caracas y después el largo entierro con los fuertes calores caraqueños, llegaron a la conclusión de que no podrían volver a embalsamarle y decidieron enterrarle. De lo cual me propongo informarles ampliamente más adelante.
Por de pronto me pregunto en qué forma va a poder subsanar el gobierno de los hermanos Raúl y Fidel Castro la falta del combustible que les enviaba Chávez como una colaboración, gracias a los cuales ya no había constantes apagones de luz en La Habana. Es indudable que la muerte de Chávez tendrá graves consecuencias para los cubanos, porque su contribución con el petróleo venezolano que les obsequiaba se compensaba con miles de médicos, profesionales, asesores políticos, policías secretos y milicianos cubanos que hay en Venezuela al servicio del chavismo.
Mientras tanto, Maduro continúa su campaña electoral sacándole raja al carisma de Chávez para las futuras elecciones presidenciales que de acuerdo a la Constitución deberían celebrarse en el transcurso de quince días después y que mientras tanto debe hacerse cargo de la presidencia el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Diosdado Cabello, pero de acuerdo a la estrategia fraguada en Cuba, el vicepresidente Nicolás Maduro se declaró “hijo heredero de Chávez”, y se ungió “presidente encargado”, con el beneplácito del propio Cabello, quien en una ceremonia de toma de posesión a la que asistieron los más altos jefes militares y funcionarios del gobierno, declaró: “Convocamos este acto, conforme al reglamento, para la juramentación de nuestro compañero, el camarada Nicolás Maduro, como presidente encargado de la República Bolivariana de Venezuela”, a pesar de saber que la Constitución estipula que debió ser él quien asuma la presidencia temporal cuando se produce la ausencia definitiva del presidente. como es este caso. Al mismo tiempo, Maduro se proclamó candidato para suceder a Chávez en las próximas elecciones que, si la oposición liderada por Henrique Capriles Radonzki no se pone las pilas, Maduro va a perpetuarse en el poder como heredero de Chávez, siguiendo el ejemplo de los hermanos Castro que se sucedieron uno al otro como el régimen de Cuba fuese monárquico. Además, anunció que iban a embalsamar el cadáver de Chávez, tal como fueron embalsamados o momificados algunos monarcas de Egipto y posteriormente lo fue el político ruso, teórico comunista, líder de la facción bolchevique del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, Nikolái Lenin o simplemente Lenin, principal dirigente de la Revolución de Octubre, primer dirigente de la Unión Soviética y fundador de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (1917-1924).
El cadáver embalsamado de Lenin fue un atractivo turístico en Moscú.
Las dos razones de mi prolongado silencio fueron: 1) que la noche en la que la temperatura ha sido más fría en esta capital (7 grados centígrados) y soplaba un viento sumamente fuerte, asistí a la boda del hijo de un querido amigo, cuya fiesta se celebró en el hotel Vista Real, donde se incuban fuertes vientos helados porque está construído prácticamente en un barranco y, como consecuencia, dada mi avanzada edad –a mis 84 años, en la recta final de mi vida–, mis defensas están bajas y me enfermé de una bronquitis canija y tuve que consultar a un neumólogo y guardar reposo por un tiempo y como estoy tomando antibióticos no podré echarme unos traguitos durante dos semanas; y 2) uno de esos “hackers” bloqueó a mi servidor y no fue posible publicar este blog antes de este momento. Pero el mal ya ha sido reparado por mi servidor. Espero que me comprendan y disculpen.
Hugo Chávez y Fidel Castro fueron como uña y mugre, pero es innegable que el primero era el “maestro” del segundo y ejercía una fuerte influencia sobre él, además de que a cambio del petróleo venezolano que recibía tenía en Venezuela expertos en seguridad nacional, policías secretos y miles de milicianos que a la hora de un enfrentamiento armado luchaban al lado del ejército popular chavista.
Por haber muerto en La Habana a la temprana edad de 58 años, mientras que Fidel Castro ya tiene 86 años y no ha muerto todavía, a pesar de sus graves enfermedades, ha estado circulando por Internet esta caricatura de la parca llegando a la habitación del hospital en el que se encontraba Chávez creyendo que iba por Castro:
Otro tema muy interesante es la sorpresiva elección por los miembros del Colegio Cardenalicio, el 13 del mes en curso durante el segundo día de cónclave, del cardenal Jorge Mario Bergoglio, Arzobispo de Argentina, para sustituir al “papa Emérito” Benedicto XVI como Papa de la Iglesia católica y, como tal, jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano, quien adoptó el nombre papal Francisco, en memoria de san Francisco de Asis. Este es el primer pontífice nacido en el continente americano y el segundo hispano desde Alejandro VI, muerto en 1503, y el primero no europeo desde el sirio Gregorio III, fallecido en el año 741. Además, el primer papa que es miembro de la Compañía de Jesús. Con lo cual los franciscanos han desplazado a los poderosos miembros de la orden Opus Dei que durante muchos años ocuparon las posiciones más influyentes en el transcurso del papado de Juan Pablo II. Con lo poco que se le ha visto a este pontífice argentino se puede decir que “buenos aires” soplan hoy en el Vaticano, no solo por el nombre de la capital de Argentina, sino por la sencillez y humildad que se le ha visto. Pero ha venido hablando de que la Iglesia católica debe ser pobre, a pesar de la inmensa riqueza que posee en sus multimillonarias empresas como el Banco Vaticano y otras, lo cual podría significarle serios problemas y que le pudiese ocurrir lo que al papa Juan Pablo I cuyo papado duró solamente 53 días y una mañana amaneció muerto y se ha dicho que pudo haber sido envenenado por sus “extravagancias” de ser tan sencillo y hablar tanto de que la Iglesia debe vivir en pobreza, lo cual no conviene a muchos multimillonarios intereses materiales. Pero si toda la humildad que predica es ordenar que su Anillo del Pescador no sea de oro puro, como han sido los de los papas anteriores, sino que sea de plata chapeado en oro, no es mucho lo que se ha cambiado. Ni lo es tampoco que después de haber asumido el papado haya ido personalmente a pagar su cuenta del hotel en el que se hospedó antes del Cónclave.
El papa Francisco es ahora papa blanco y “papa negro” por jesuita. De ahora en adelante, mientras dure el papado de Francisco, la congregación que fundó san Ignacio de Loyola será la más poderosa en el Vaticano. Y es obvio que la máxima autoridad de los jesuitas del mundo será el papa Francisco, por lo que será también el “papa negro”, como se ha llamado al Prepósito General de la Orden de Jesús.
Tradicionalmente, se llamaba “Papa negro” a quien estaba a la cabeza de los jesuítas, entre quienes destacó el prepósito general de la Orden de Jesús, padre Pedro Arrupe, a quien tuve el honor de conocer y el privilegio de invitarle a almorzar en mi casa en ocasión de la visita que hizo a Guatemala para la ceremonia en la que él envistió como provincial general de los jesuítas en Centroamérica y Panamá al padre César Augusto Jerez García, S.J., hijo de una prima de mi madre y, por lo tanto, mi sobrino en segundo grado, quien fue rector de la UCA de El Salvador y también de la UCA de Nicaragua, pero falleció prematuramente en Bogotá, Colombia. También de estos personajes –el “papa negro” Pedro Arrupe y del padre César Augusto Jerez les diré algo más adelante.
General retirado José Efraín Ríos Montt saludando con sus tres dedos al aire para significar “No abuso, no robo, no miento”, que fue su eslogan durante el corto período que fue presidente de facto hasta que la propia Institución Armada, que se suponía encabezar, decidió “sustituirlo” por su ministro de la Defensa, general Óscar Humberto Mejía Víctores. Por cierto que en los programas noticiosos “A las 8 y 45” de Canal Antigua se ha llamado repetidamente “golpista”, pero no fue él quien dio el golpe de Estado al presidente de la República, general de división Romeo Lucas García, sino fue llamado por los jóvenes oficiales del cuartel Mariscal Zavala que se levantaron en armas para que se hiciera cargo del gobierno.
Otro de los temas importantes del momento del que deseo hablarles es del “juicio” al que están siendo sometidos el ex presidente de facto y general retirado José Efraín Ríos Montt y el general Mauricio Rodríguez Sánchez, entonces jefe de la sección de Inteligencia Militar (D-2), que más que un juicio es un linchamiento político con propósito vengativo que está teniendo lugar en la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), obviamente tramado por las fuerzas de izquierda que siguen vigentes en el país, para satisfacer a sus patrocinadores europeos que les mandan dinero constantemente para estos fines. Porque, en este “juicio del siglo”, como está siendo denominado, ya sea que finalmente el Ministerio Público demuestre que el general Ríos Montt y el general Mauricio Rodríguez Sánchez son culpables de haber “asesinado” a más de mil indígenas en la zona Ixil (lo cual alega el MP para catalogar el delito como genocidio), como si sus defensores demuestran que son inocentes de lo que se les acusa, de este juicio saldrán beneficiados quienes reciben dinero de los países nórdicos para sostener su campaña de desprestigio contra los militares que derrotaron a las fuerzas irregulares guerrilleras que pretendieron apoderarse del poder para establecer en Guatemala otro régimen comunista satélite de Cuba, como lo ha sido Nicaragua.
Desde el primer día en que se abrió el “debate” público, el martes pasado, ha sido fácil comprobar que hay una aberración legal en el comportamiento a todas luces arbitrario de la presidenta del tribunal, la jueza Iris Jazmín Barrios, a quien recusó el abogado Francisco García Gudiel, nuevo defensor de Ríos Montt, así como al vocal Pablo Xitimul, porque ya en otras oportunidades tanto ella como el vocal Xitimul se han inhibido de participar en juicios en los que él ha sido abogado defensor, la primera porque ha existido una fuerte enemistad entre ellos y el segundo porque ha dicho que tiene “una estrecha amistad” con García Gudiel, aunque éste afirma que no son amigos. Pero esta vez la jueza no aceptó la recusación planteada por García Gudiel y, por el contrario, ordenó al nuevo abogado defensor de Ríos Montt que abandonara la sala cuando éste le solicitó el plazo legal de cinco días para enterarse bien del caso y preparar su estrategia de defensa, y por sus pistolas, como si fuese una dictadora y no una jueza, nombró al licenciado Perdomo para que se hiciera cargo de la defensa de Ríos Montt, con lo cual demuestra su parcialidad; pero éste lo rehusó. Lo que es ilegal de parte de la jueza, de acuerdo a los mandatos de la Constitución de la República y del Código Procesal Penal que estipulan que todas las personas que van a ser juzgadas tienen derecho a escoger a un abogado de su confianza para que les defienda. Y sólo si no tienen un abogado defensor de su confianza tendrán un defensor público de oficio. Es verdad que los jueces merecen todo el respeto de parte de los litigantes, pero a la vez deben darse a respetar.
La jueza Barrios, presidenta del tribunal, justifica su comportamiento alegando que hasta el momento no se había podido abrir el juicio contra estos militares por las constantes retrasos por los numerosos recursos que han interpuesto los abogados defensores. En lo cual probablemente tenga razón, porque se ha visto que esa ha sido una estrategia que han seguido los defensores de los generales Ríos Montt y Rodríguez Sánchez, y no sería de extrañar que ella actuase así porque tenía la consigna de abrir el debate de cualquier manera y no permitir otro retraso por alguna acción de los abogados defensores. Hay el antecedente que esta abogada dedicó su tesis para optar al título profesional con mucha admiración, simpatía y afecto al licenciado Maynor Melgar, actual secretario del MP de quien se ha dicho que es quien realmente maneja el MP. Por otra parte, hay rumores de que la jueza Barrios recibió esa consigna del magistrado César Ricardo Crisóstomo Barrientos Pellecer, presidente de la Corte Penal, cuya inclinación ideológica es ampliamente conocida.
Yo nunca he simpatizado con el general Efraín Ríos Montt, ni conozco al general Rodríguez Sánchez, pero, en mi opinión, ha sido aberrante el comportamiento de la jueza Iris Jazmín Barrios y creo que por ética profesional debería retirarse del cargo de presidenta de ese tribunal, porque está visto que tiene inclinación política contraria a la de los procesados. De no hacerlo a tiempo, ese juicio podrá ser anulado eventualmente, aunque chillen y pataleen quienes lo han orquestado aduciendo que estos generales cometieron genocidio, cuando la misma acepción de la palabra genocidio demuestra que en Guatemala no hubo genocidio, sino hubo una larga y cruenta guerra entre las fuerzas irregulares subversivas guerrilleras y las fuerzas regulares del Ejército Nacional que cumplieron con su deber constitucional al defender al Estado y a la soberanía nacional amenazada por los subversivos patrocinados por el dictador comunista cubano Fidel Castro. ¡Esa es la verdad!
Twitter: @jorgepalmieri